domingo, 23 de diciembre de 2012

"Tres definiciones de lo Real en psicoanálisis" (2000)

Gabriel Lombardi



¿Qué hay de real en la experiencia psicoanalítica? Pregunta urticante, ya que el método freudiano, en cuyo marco se produce esa experiencia, no sólo fomenta la proliferación de las palabras, sino que busca desconectarlas de sus referencias habituales, a las que Lacan señala como referencias imaginarias. Los objetos a que refieren las palabras en el discurso común, la significación de las palabras, son descartados en el análisis como imaginarios.
El significante, en cuanto a la significación, deja con las ganas; es significante, empuja hacia una significación - pulsiona hacia ella - pero no nos la entrega. De allí que el corte forme parte del acto del analista: el corte analítico consiste en no admitir que la significación que el significante no entrega, venga a ser rellanada con otros significantes u otras significaciones que se proponen en sustitución de la significación que falta.
Por esa vía, el análisis aísla el significante, lo empuja hacia lo real, lo fuerza a mostrar que el efecto inconsciente que ejerce sobre el sujeto es anterior y es exterior al campo de la significación. Dicho de otro modo, que el significante, en lo real, no opera porque tenga sentido, sino precisamente porque no lo tiene. El sentido que añade al significante la interacción con otros significantes, camufla lo esencial: que él opera en el más completo sin-sentido. Lo cual no sería un problema si no fuera porque es precisamente un significante, un elemento cuya función sería la de significar. El significante no cumple con la función que anuncia. He allí la paradoja inicial y definitiva en que se presenta el lenguaje al sujeto.
Psicoanalizarse lleva a constatar que el significante, aún si no es bueno para darse a entender, es bueno para expresar el síntoma, ya que el síntoma responde a la estructura misma del lenguaje, que impide la significación, traba el buen funcionamiento de la cosa que él mismo propone, el significante. Es por eso que Lacan sostuvo que el síntoma es lo único que conserva un sentido en lo real. Porque es el punto con que el sujeto verdaderamente se da a entender con el lenguaje. Lo cual no quiere decir que logre que lo escuchen y entiendan otros, sino que logra expresar esto: que no se entiende, que no se escucha su goce del significante que está en lo real, y que está allí porque no cumple con su función.
Así entendido, el síntoma se convierte en nuestra referencia clínica fundamental, a partir de él podemos situar la orientación particular que cada sujeto encontró para su larga historia de vida, de vida escandida, incitada, interferida por el lenguaje. ¿Qué orientación es la del síntoma? La orientación de lo real, la orientación del significante excluido a la vez del campo de la significación y del sentido. Esta es la última definición de lo real que da Lacan: es lo que no tiene sentido y, sin embargo, encuentra en el síntoma un representante en el campo del sentido. El síntoma es lo que viene de lo real.
No era frecuente que Lacan hiciera la historia de las diferentes formas en que encaró una cuestión. A diferencia de sus hermeneutas, no creía en el progreso, ni siquiera en el progreso de su enseñanza. Había encontrado sus intuiciones fundamentales ya en 1953, cuando en su primera conferencia en Roma, Función y campo de la palabra y del lenguajeintrodujo la terna simbólico-imaginario-real. Por eso en su tercera conferencia en la Ciudad eterna, que llama La tercera, sabe que vuelve, que vuelve sobre sus pasos. “La tercera es siempre la primera”: así comienza esa conferencia. Lo cual no quita su relevancia al hecho de que al volver, lo repetido, difiera. Es el principio del acto, es decir, de una verdadera repetición: añadir, retroactivamente, sobre la primera ocurrencia, una diferencia, modificarla retroactivamente, aprovechar esa dimensión de Otra cosa de la que el significante, al permanecer en lo real, nos deja con las ganas.
En esa oportunidad, Lacan reseña tres definiciones de lo real que ha dado a lo largo de los años. Ninguna de las tres es descartada, ninguna de las tres es mejor. Las tres son buenas e incompletas. Hemos comenzado por la tercera, el síntoma que viene de lo real.
En la primera, Lacan dice que lo real es lo que retorna siempre al mismo lugar. Tiene la ventaja de permitir distinguir lo real de la realidad, ya que ésta se basa en un principio formulado por Freud en su texto La negación, donde explica: “el fin primero y más inmediato del examen de realidad no es hallar en la percepción real un objeto que corresponda a lo representado, sino reencontrarlo, convencerse de que todavía está allí”. A lo que Lacan, en su seminario sobre Las psicosis comenta: el sujeto debe reencontrar su objeto, y no lo reencuentra jamás, es precisamente en eso que consiste el principio de realidad.
Esta definición de lo real implica una connotación expulsiva, lo que retorna no lo hace a la realidad, sino que vuelve adonde el sujeto no percibe lo que, sin embargo, le concierne: no ve eso que lo mira, no escucha el objeto que lo invoca. Lo real que le concierne, lo real alterado por el significante, es inconsciente. Por eso si el objeto tiene algo de real, es en tanto está afuera de la realidad, como su marco, incluso como su sostén. “El campo de la realidad no se sostiene sino por la extracción del objeto que no obstante le da su marco”, escribió en nota a su Cuestión preliminar..., donde explica el esquema R.
La segunda definición de lo real, según la reseña del propio Lacan, es la que intenta aprehenderlo mediante lo imposible como modalidad lógica. Comentando el caso Juanito, Lacan habló de la solución analítica de la cuestión que conlleva el síntoma neurótico como “la solución de lo imposible”. Tal solución es aportada al hombre, escribe, “por el agotamiento de todas las formas posibles de imposibilidades encontradas en la puesta en ecuación significante de la solución” (La instancia de la letra).
Insisto, vuelvo, no debe creerse que estas definiciones se desmientan entre ellas. La solución de lo imposible no se aparta de la que dice que el síntoma es lo que retorna de lo real. El campo de la realidad, que es el del fantasma, es el campo donde “todo es posible”, porque no sucede. Por eso la raíz real del síntoma, que se depura en el análisis a partir de sus máscaras variadas, el síntoma de lo real, suele despertar en el sujeto esta locución interjectiva: ¡esto no es posible! Efectivamente, no lo es. Eso no le impide existir. Por lo mismo, el análisis no es el retorno a un estado anterior, no es la apocatástasis que sueñan las psicoterapias. Apunta a consumar una verdadera repetición, en la certeza de que lo mismo, repetido, difiere.
Buenos Aires, 10 de septiembre de 2000.


Publicado en Diván lacaniano, Vol. 0. Pp. 46-48.Tucumán. 2000.

Una (necesaria) crítica de la noción de género desde el psicoanálisis Daniel Gerber

Una (necesaria) crítica de la noción de género desde el psicoanálisis Daniel Gerber

 

Conferencia impartida en el Círculo Psicoanalítico Mexicano por el psicoanalista Daniel Gerber el día 23 de noviembre de 2012.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Participacion ciudadana


Participacion ciudadana

Causas del Bullying



Las causas de este fenómeno son múltiples y complejas. Existen en nuestra sociedad, ciertos factores de riesgo de violencia, como la exclusión social o la exposición a la violencia a través de los medios de comunicación.

Sin embargo, carecemos de ciertas condiciones protectoras que podrían mitigar los efectos de dichos factores, como modelos sociales positivos y solidarios, grupos de pertenencia constructivos y adultos obsrvadores, disponibles y atentos para ayudar.

La Familia
A través de la familia se adquieren los primeros modelos de comportamiento, y tienen una gran influencia en el resto de relaciones que se establecen con el entorno.

Cuando los niños están expuestos a la violencia familiar, pueden aprender a ver el mundo como si sólo existieran dos papeles: agresor y agredido. Por ello, pueden ver la violencia como la única alternativa ante la expresión o canalización de sus emociones y ante la resolución de problemas. Creyendo que no hay más roles que los de víctima o victimario.

Una situación de maltrato del niño por parte de los padres contribuye a deteriorar la interacción familiar y el comportamiento del niño en otros entornos:
  • Disminuye la posibilidad de establecer relaciones positivas
  • Se repite crónicamente, haciéndose más grave.
  • Se extiende a las diversas relaciones que los miembros de la familia mantienen.

Generalmente aquellos niños que ejercen violencia en el entrono escolar, son victimas de algún tipo violencia en otro contexto. 
Entorno Escolar
Muchas veces escuchamos a los escolares quejarse de que "el profesor me tiene mala" y tendemos a pensar que es una excusa para justificar una mala nota o una reprimenda. Sin embargo, conviene prestar atención porque estas protestas pueden tener múltiples causas: insatisfacción con la asignatura, con la personalidad del profesor o con la manera en que está planteado el sistema educativo; pero también pueden ser una señal de una necesidad de mayor atención por parte de profesores y padres.

Varios estudios muestran que, a menudo, los profesores se crean expectativas, positivas o negativas, respecto a sus alumnos e interactúan en público más frecuentemente con los estudiantes de expectativas positivas. Esto da como resultado que haya un grupo pequeño de alumnos "brillantes" que intervienen casi siempre y otro pequeño grupo de alumnos más "lentos" que no participa casi nunca. Además, los estudiantes de altas expectativas suelen recibir muchos elogios y, los de bajas expectativas, muchas críticas. Así, la motivación de estos últimos disminuye y se sienten discriminados respecto al resto de la clase. Blanca García Olmos, presidenta nacional de la Asociación de Profesores de Secundaria (APS) reconoce que es inevitable que se establezcan mejores relaciones con unos alumnos que con otros porque, al fin y al cabo, los profesores son personas y pueden sentir más afinidad hacia ciertos estudiantes.
Pero esto puede ser peligroso, ya que una mala relación entre profesor y alumno puede ser causa de ansiedad y depresión en los chicos y chicas, así como de un descenso de su rendimiento escolar.
Una de las posibles formas de mejorar las relaciones entre profesores y alumnos y, por tanto, la convivencia en el entorno escolar, es reforzar las tutorías como medio para solucionar las tensiones, como señala Concepción Medrano, profesora del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad del País Vasco. También es necesario preparar bien a los profesores en cuestiones de psicología y pedagogía.
Además, sería positivo implicar a los alumnos a la hora de fijar los objetivos de su formación para que se sientan motivados por aprender y mejoren sus relaciones con los profesores.
Medios De Comunicación
Los medios de comunicación, sobre todo la televisión, nos exponen continuamente a la violencia, tanto real (telediarios) como ficticia (películas o series), y por eso son considerados como una de las principales causas que originan la violencia en los niños y jóvenes.
  • Los comportamientos que los niños observan en televisión influyen en el comportamiento que manifiestan inmediatamente después, por lo que es necesario proteger a los niños de la violencia a la que les expone la televisión e incluso debería plantearse la posibilidad de utilizar la televisión de forma educativa para prevenir la violencia.
  • La influencia de la televisión a largo plazo depende del resto de relaciones que el niño establece, ya que interpreta todo lo que le rodea a partir de dichas relaciones. Por eso la violencia no se desarrolla en todos los niños, aunque estén expuestos por igual a la violencia televisiva.
  • La repetida exposición a la violencia puede producir cierta habituación, con el riesgo de considerarla como algo normal, inevitable y de reducirse la empatía con las víctimas. Es importante promover en los niños la reflexión respecto a la violencia que nos rodea.
  • La incorporación de la tecnología audiovisual al aula podría ser de gran utilidad como elemento educativo en la prevención de la violencia

domingo, 9 de diciembre de 2012

TRATA DE PERSONAS



Por: Mariana García Iñiguez,
Armando Domínguez Lemus,
Ricardo Ortiz Elías,
Nubia Nohemí Valdés Ontiveros
ASI-GUADALAJARA

Vivimos en un mundo acelerado, que desconoce mucho de lo que pasa en su entorno. Personas atrapadas, en engaños, explotación laboral, vejaciones, abusos, explotación sexual, solo algunas aberraciones de las cuales son objeto. Resulta increíble pensar que esto existe en estos tiempos de “modernidad mental”.

Koffi Annan, secretario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), manifestaba que: “El problema de la trata de personas y el conjunto de violaciones de los derechos humanos que ello implica presentan algunas de las cuestiones más difíciles y apremiantes en el calendario internacional de los derechos humanos.

La complejidad del problema obedece a los diferentes contextos políticos y dimensiones geográficas en que se plantea; a las diferencias ideológicas y conceptuales de criterio; a la movilidad y adaptabilidad de los traficantes; a las diferentes situaciones y necesidades de las víctimas del tráfico; a la inexistencia de un marco jurídico adecuado; y a la insuficiente investigación y coordinación por parte de los agentes involucrados, a nivel nacional, regional e internacional”. 

Las personas que explotan a los seres humanos de esta forma son delincuentes que están muy bien organizados, de una forma muy completa, en la mayoría de los casos solapados por autoridades de las esferas de poder más altas en el gobierno o en iglesias y es vergonzosa la forma en que explotan las fuerzas o cuerpos de otras personas como un objeto, como si fueran cualquier cosa. Estas personas en la mayoría de los casos son hombres que aprenden el “oficio” de ser “padrotes”.

Hoy en día la trata de personas es el tercer ilícito que deja más ganancias al crimen organizado, solo detrás del trafico de drogas y el de armas, entonces resulta casi imposible cómo es que en las noticias se ve tan poco sobre este tema, además de las lagunas que existen en la ley que permiten que estas bandas trabajen tan tranquilamente y creciendo sus montos económicos vendiendo a las personas como si fueran un pedazo de carne.

Lo vivimos aquí, no hace falta viajar: Chiapas, Veracruz u otros estados del sur de México, solo hay que caminar por algunas calles de la ciudad de Guadalajara para darnos cuenta que la trata de personas es una realidad que tenemos a la vuelta de la esquina, así que sería bueno preocuparnos e indagar un poco más en este tema para tratar de cuidar a nuestros hijo de este mal que nos aqueja.

La pregunta que nos orientó durante este proceso de investigación fue ¿cómo operan las bandas de trata de personas y que perfil buscan en sus víctimas?

Después de todo lo dicho y la pregunta de investigación que nos planteamos, nuestro propósito es conocer la forma en la que operan estos criminales, además de encontrar el perfil de sus víctimas.

Para esto es necesario diferenciar lo que es la trata de personas y el tráfico de personas. 



Tráfico de personas: representa toda aquella actividad en que su propósito es llevar o trasladar a una persona o varias personas hacia otro lugar o país sin cumplir con los requisitos que se dictan para la ciudadanía legal de esas personas, a cambio de una remuneración económica.

Trata de personas: se entiende como la captación, transporte, traslado, acogida de una o unas personas en contra de su voluntad, utilizando la fuerza, el engaño, la extorsión o una situación de vulnerabilidad o la recolección de pagos o beneficios por el hecho de la explotación de un ser humano. Entendiéndose como la prostitución u otras formas de explotación sexual, la servidumbre o trabajos forzados, la esclavitud o la extracción órganos para su venta. (www.ceidas.com)

¿Quiénes son los tratantes?

Son grupos de la delincuencia organizada, que están compuestas por dos o más personas que se dedican a cometer delitos a cambio de un beneficio económico.

Son pequeñas redes integradas por los mismos miembros de una familia, cada uno tiene su labor dentro de esta institución, desde la captación, transporte y explotación de las víctimas. Sin embargo no pueden quedar exentas de las redes de mafias mas estructuradas que extorsionan a estas mafias pequeñas.

Según Héctor Escamilla reportero del periódico EL OCCIDENTAL:“Las grandes organizaciones de la delincuencia organizada extorsionan a este grupo de mafias pequeñas que se dedican a la trata de personas”.

Modo de operar

Las fases que comprende el engaño de las personas contemplan tres pasos, enganche, traslado y explotación.

Enganche

“El tratante recluta a la víctima de forma indirecta mediante anuncios en medios impresos, contactos por Internet, referencias de familiares o conocidos, supuestas oportunidades de empleo, agencias de reclutamiento, ofrecimiento de cursos, agencias de viajes, escuelas, cantinas, manipulación sentimental a través del noviazgo o matrimonio, entre otros. Es decir, en todos estos casos, el reclutamiento depende parcial o totalmente del uso del engaño, aunque también existen situaciones en las que simplemente se les secuestra o se les fuerza a través de la violación y el sometimiento.


Un caso quizá más complicado en términos de interpretación legal, es cuando existe “consentimiento” es decir, la víctima sabe cuál es el plan o el trabajo a realizar y acepta hacerlo pero se le engaña acerca de las condiciones de trabajo y de vida, el acuerdo económico y el nivel de libertad personal. Desafortunadamente esto sucede en la mayoría de los casos”. (www.ceidas.org) 



“A mi hija Valery por medio de una amiga por el internet le presento a un tipo de aproximadamente 50 años de edad. El día 20 de agosto del año en curso nos pidió permiso para ir con su amiga a pasear, ese día mi hija no regreso a casa, sino hasta el día siguiente, al cuestionarle sobre la situación nos comenta que se había ido a Chápala con su amiga y este sujeto del cual no menciona su nombre. Describe que pasearon todo el día y que hasta las 11 de la noche regresaron a Guadalajara. Nos dice que esta persona le ofreció vida que nosotros no le podríamos dar, para que fuera feliz”. (Denuncia 22190/2010/S presentada ante la PGJ, por el padre de Valery) 

“Diversas organizaciones civiles que trabajan el tema como Sin Fronteras IAP, el Centro de Derechos Humanos Fray Julián Garcés y Casa Alianza, entre otras, presentaron en 2005 el informe sobre trata de personas en El Salvador, Guatemala, Honduras y México, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde explican la forma de operar de los tratantes. 




En el negocio de la trata, intervienen varias personas o grupos, como novios, amigos, maridos, familiares, docentes, líderes comunitarios, redes pequeñas y grandes del crimen organizado, funcionarios públicos, diplomáticos, falsificadores y agencias de viajes y de trabajo, entre otros. 

Existen los llamados reclutadores, que identifican a la víctima para secuestro o engaño; los transportistas, que establecen acuerdos monetarios con algunos conductores de camiones de carga para que los pasen escondidos. 

También están las personas que trasladan, quienes aprovechan los puntos fronterizos para pasarlos, así como los receptores, que son quienes reciben a las víctimas para obligarlos a prestar trabajos y servicios forzados. 

En el negocio también intervienen los falsificadores de documentos, que aprovechan la presencia de autoridades migratorias corruptas para falsificar los documentos y legitimar los permisos de identidades”. 
(http://www.cimacnoticias.com/site/09092101-REPORTAJE-Operan-en.39386.0.html) 

Traslado 

“Una vez reclutada la víctima habrá de ser trasladada al lugar de destino donde será explotada. Esto puede ser a otro punto dentro del mismo país (por ejemplo de una zona rural a una ciudad, lo que se conoce como trata interna) o a otro país. En este caso el traslado se puede hacer por aire, mar y/o tierra, dependiendo de las circunstancias geográficas. El itinerario e incluso la explotación pueden pasar por un país de tránsito o ser directo entre el país de origen y el de destino. Las fronteras se pueden cruzar de forma abierta o clandestina, legal o ilícitamente. 



Es decir, los traslados se pueden hacer con pasaportes, visas y documentos de identidad oficiales, sin ellos o bien con documentación falsa. También es frecuente la utilización del llamado “robo de identidades” es decir, la generación de documentos con identidades que no pertenecen a la víctima, no sólo pasaportes sino actas de nacimiento, credenciales de seguridad social, reportes escolares; entre otros, lo que dificulta enormemente la identificación y procuración de justicia en este tipo de casos. 

En un gran número de situaciones la víctima coopera con el tratante frente a las autoridades –se acuerdan historias del tipo “es mi marido, venimos de turistas”– pues en general no sabe que posteriormente será explotada. En otras palabras, al momento del traslado las victimas respaldan a su futuro tratante, y para ellas los oficiales de migración o la policía son los enemigos”. (www.ceidas.org) 

Cabe mencionar que México está considerado como un país de de transito, origen y destino. De origen porque desde aquí se genera la trata de persona; es de transito por la situación de que por aquí pasan hacia Estados Unidos y destino, porque hay muchos centros turísticos, donde se ejerce la prostitución y explotación laboral y finalmente se quedan en ellos. Por nuestro país pasan miles de latinoamericanos que son llevados anualmente a EE.UU. para trabajos denigrantes. 

El Departamento de Estado explica que las redes de tratantes llevan a las niñas y mujeres mexicanas a Estados Unidos para su explotación sexual comercial. 

En cuanto a las víctimas provenientes de Sudamérica, el Caribe, Europa Oriental y Asia, son traídas al país para explotación sexual o laboral o para su posterior tránsito hacia Estados Unidos, mientras que los niños y los hombres mexicanos son llevados del sur al norte de México para labores forzadas. 

“La Iniciativa para el Estado de Derecho de la Asociación de la Barra de Estados Unidos, que este año presentó su informe “Instrumento para el Estudio de las Condiciones de la Trata de Personas en México 2009”, detectó 47 grupos de delincuencia organizada dedicados a la explotación sexual y laboral. 

Grupos que operan sobre todo en el Distrito Federal y en 17 entidades de la República, como Baja California, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Chiapas, Chihuahua, Tlaxcala, Tamaulipas y Jalisco, las cuatro primeras consideradas como de “turismo sexual” por ser lugares con destino de playa. 

Datos oficiales de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) reportan la presencia de 14 bandas del crimen organizado en Guerrero”. (http://www.cimacnoticias.com/site/09092101-REPORTAJE-Operan-en.39386.0.html) 


Explotación 

La trata no es solo de índole sexual, sino que también se da en aspectos de trabajos forzados, ya que una vez que la víctima es llevada hacia algún lado, se le dice que tiene una deuda que debe pagar, ya que los gastos que se generaron por el traslado de esa persona, de alguna forma, tienen que ser cubiertos, es entonces cuando comienza la explotación sexual o laboral. 

Algunos campos en los que utilizan a las personas de trata son: 





Perfil de las victimas 

“Como se ha mencionado, cualquier persona puede ser víctima de trata. No obstante, se ha evidenciado que el grupo más vulnerable lo ocupan fundamentalmente las mujeres, las y los niños, especialmente cuando se habla de explotación sexual, servidumbre y algunos sectores de explotación económica como el trabajo doméstico, el agrícola o las maquiladoras. Es decir, a pesar de que el Protocolo contra la Trata de Palermo no define a este crimen bajo un criterio de género, afecta a las mujeres y las niñas de forma desigual, no sólo por ocupar un número mayoritario entre el total de víctimas, sino porque la trata de mujeres tiende a tener un impacto más severo dadas las formas de explotación a las que están sometidas y cuyas consecuencias son traumatizantes y devastadoras para su integridad física, psicológica y emocional. 

De acuerdo con evidencias concretas, las víctimas directas o potenciales de trata suelen ser mujeres de entre 12 a 20 años de edad con niveles de ingreso nulos o deficientes, baja educación, desempleadas o con perspectivas precarias de empleo y uno o más dependientes directos. 

Existen también evidencias de la creciente utilización de niños y niñas cada vez más pequeños con fines de explotación sexual, pornografía y trabajos forzados. La venta o el secuestro de personas menores de edad para estos propósitos está tomando dimensiones cada vez más preocupantes. 

Esta situación refleja la demanda de los abusadores la cual generalmente está basada en percepciones, estereotipos y exigencias determinadas. Por ejemplo, según la INTERPOL, en algunos países de África, cada vez son más las niñas objeto de trata para la explotación sexual comercial debido a que los “consumidores” creen que las relaciones sexuales con infantas vírgenes curan el SIDA o que las niñas y los niños transmiten menos enfermedades venéreas. 

Por lo general, en lo que se refiere a la explotación sexual comercial, ésta concierne a niños, niñas y mujeres jóvenes que se encuentran en situación de vulnerabilidad social: desplazados, refugiados, en situación de calle, víctimas de violencia familiar o abuso sexual doméstico, entre otros. Cabe subrayar que en este punto no hay un sólo perfil pues el fenómeno puede tocar todas las capas sociales. 

También hay adolescentes y jóvenes de clase media y con cierto nivel educativo que son reclutadas con falsas promesas de empleo como acompañantes, edecanes o modelos. 

En otras palabras la pobreza, la discriminación, la desigualdad de género, la falta de oportunidades económicas, el desconocimiento y la promesa de beneficios materiales son algunos de los elementos claves que inciden en la problemática de la trata”. (www.ceidas.org) 

El perfil que buscan estas organizaciones se genera por factores individuales y sociales en cada ser humano, los tratantes de personas buscan y en encuentran uno o más de los siguientes factores: 

Factores individuales. 

a. Baja auto-estima y auto-control 
b. Niveles de educación deficientes 
c. Falta de información 
d. Pobreza y carencias económicas 
e. Personas con discapacidades 
f. Hogares con numerosos miembros o hacinamiento 
g. Hogares con presencia de violencia doméstica 
h. Hogares con presencia de discriminación y violencia por género 
i. Adicciones 

Factores sociales. 

a. Falta de oportunidades de empleo digno 
b. Políticas económicas como retiro de programas de apoyo al campo y a las familias, inflación etc. 
c. Urbanización creciente y migración 
d. Ambiente social de discriminación racial y de género 
e. Fomento del turismo sexual y alta demanda por personas de servicio doméstico, trabajadores en la agricultura e industria 
f. Existencia de redes de tráfico de personas con métodos de reclutamiento muy sofisticados 
g. Falta eficacia por parte de las autoridades judiciales 
h. Desconfianza en las instituciones 
i. Falta de redes de apoyo o capital social 
j. Políticas migratorias restrictivas que limitan las oportunidades de migración legal 
k. Desinterés de los gobiernos por limitar la trata de personas 
l. Corrupción (www.cidas.com) 

La trata es un fenómeno social que se nutre del contexto sociocultural de las naciones económicamente precarias y países de origen, transito, destino. 
Convirtiéndose en un nicho de negocio de la industria visiblemente invisible del sexo, la explotación laboral y la servidumbre que reditúa a mas de 10 mil millones de dólares anuales. 



Afecta a más de 1.8 millones de niños, niñas y adolescentes en el mundo, mantiene en situación de maltrato sexual a 150 millones de mujeres y 73 millones de hombres menores de edad, 20 mil niñas, niños y adolescentes victimas de explotación sexual , laboral y la trata de personas. 

Además de 85 mil niños que son incluidos en la pornografía infantil. (Dra. María Rita Chávez Gutiérrez, departamento de desarrollo social universidad de Guadalajara) 

Bibliografía 

www.ceidas.org 
www.tratadepersonas.org 
Padrotes, iniciación y modus operandis (tesis ganadora del instituto nacional de la mujer) 
Dra. María Rita Chávez Gutiérrez (departamento del desarrollo social del CUCSH de la universidad de Guadalajara) 
Denuncia PGJ folio No. 2219/2010/5 
Héctor Escamilla Ramírez (reportero EL OCCIDENTAL, editor de la prensa Jalisco)


jueves, 6 de diciembre de 2012

COMUNICACION. TERAPEUTICA EN LA RELACION DE AYUDA



Los pilares en los que se sustentan los objetivos que se pretenden con los Cuidados Paliativos son:
  1. COMUNICACIÓN
  2. CONTROL SINTOMÁTICO
  3. APOYO FAMILIAR
DEFINICIÓN DE COMUNICACIÓN. TERAPEUTICA / RELACIÓN DE AYUDA:
  1. TAUCH (1989): Este proceso de empatía significa esforzarse para introducirse en la piel del otro y andar dentro de sus zapatos algunos pasos en su mundo de vivencias.
  2. AUGER (1972): Define el método de relación de ayuda como una forma de proceder en el marco de una relación interpersonal, que se dirige a potenciar la capacidad de la persona y le ayuda a vivir más plenamente que antes de la relación.
Una comunicación VERAZ Y FLUIDA con el paciente, teniendo en cuenta tanto el LENGUAJE VERBAL como el NO VERBAL, respetando sus SILENCIOS y COORDINADO con todo el equipo sanitario asistencial y la familia para informar en la misma línea, proporcionan al paciente un AMBIENTE DE CONFIANZA Y SEGURIDAD que es necesario para conseguir su tranquilidad.
El equipo de Enfermería se encuentra día a día con una realidad cotidiana difícil:
  1. se es consciente de la importancia de acercarse al paciente.
  2. a su vez le es difícil encontrar el punto de equilibrio entre acercarse demasiado con el riesgo de sobreimplicarse y distanciarse en exceso.
Durante el proceso de formación no se le da importancia a la enseñanza de habilidades necesarias para acercarse y cómo establecer una buena comunicación con el paciente y su familia.
La posición de enfermería es privilegiada para facilitar apoyo psicológico y emocional. Nuestra tecnología es el tiempo y el espacio y las herramientas más importantes de trabajo la constituyen la PALABRA Y LA ESCUCHA.
Establecer una relación buena con el enfermo sólo es posible a través de una buena comunicación.
En este proceso no existen recetas porque las interacciones entre las personas son distintas siempre; por lo tanto es importante individualizar siempre.
La base de una buena comunicación lo constituye el ARTE Y LA CIENCIA DE SABER HABLAR, pero sobre todo, de SABER ESCUCHAR, que no es mismo que oir.

MODALIDADES DE LA COMUNICACIÓN
1.- COMUNICACIÓN VERBAL: A través de la palabra
  • Tener en cuenta siempre al interlocutor, su nivel sociocultural.
  • Un silencio es a veces más comunicativo que la palabra.
  • Cuando nos comunicamos con la palabra debemos tener en cuenta no sólo lo que se dice, sino cómo se dice.
2.- COMUNICACIÓN PARA - VERBAL : Conjunto de características sonoras de la voz. Este tipo de comunicación apoya y enriquece a la comunicación verbal. Dentro de esta tenemos que tener en cuenta varios factores:
  • EL VOLUMEN:
  • Elevado (indica agresividad): sólo utilizado en la relación de ayuda si la persona tiene problemas de audición.
  • Moderado: muy empleado y adecuado en relaciones interpersonales.
  • Bajo: en relaciones íntimas. Utilizado en la relación con pacientes terminales por su gran poder comunicativo.
  • EL TONO:
  • Alto: indicando desahogo emotivo ó despreocupación. Los pacientes con gran carga emotiva ó gran ansiedad ó angustia lo suelen utilizar.
  • Bajo: indica tanto intransigencia como seguridad.
  • LA INTENSIDAD:
  • Fuerte: puede indicar carga emotiva.
  • Débil: si es muy acentuada puede indicar desinterés ó cansancio.
  • LA VELOCIDAD:
  • Rápida: indica rapidez de pensamiento, hace difícil transmitir tranquilidad.
  • Lenta: indica claridad, racionalidad dando tiempo a similar la información que comunicamos.
  • EL RITMO:
  • Puede ser fluido el que más se utiliza entre amigos. Las pausas son importantes en la comunicación entre 2 personas, si no son demasiado frecuentes es el ritmo que más se debe utilizar en la relación de ayuda.
  • EL MOVIMIENTO:
  • Más ó menos palabras ó frases ó bien monótono que indica desinterés y escasa participación emotiva por lo que no está indicado
3.- MÍMICA DE LA CARA:
            Es una modalidad de comunicación importantísima, ya que la cara tiene una carga expresiva ilimitada en el ser humano. La parte más importante son los ojos, son decisivos a la hora de comunicarnos.
4.- LOS GESTOS:
            Conjunto de movimientos que realizamos con las extremidades y la cabeza. Si un paciente nos está contando sus problemas y expresándonos sus emociones y nosotros volvemos la cabeza, nos movemos constantemente ó jugamos con el bolígrafo podemos estar indicándole que nos agobia.
5.- ORIENTACIÓN:
            Ángulo en el que nos situamos al comunicarnos:
  • Cara a cara que no suele ser positivo en la relación de ayuda. No se puede rehuir la mirada con facilidad.
  • De costado: permite rehuir fácilmente la mirada.
  • En ángulo: es el más adecuado. Permite si se quiere una relación directa e íntima, como no comprometerse en la comunicación.
6.- POSTURA:
            Modo de colocar el cuerpo en el espacio. Nos comunica, pero os deja desprotegidos de la máscara que permite la distancia.
  • De pie.
  • Sentado a su lado dando la mano.
  • Tocarse es comunicarse: afecto íntimo y gozoso.
7.- LA DISTANCIA:
  • Íntima: 30-40 cms.
  • Personal: 40-80-100 cms. En las relaciones normales.
  • Social: 1-3 mts. En relaciones formales.
  • Pública: más de 3 mts. Para oradores.


8.- ESTÉTICA Y CUIDADOS DE LA PERSONA:

            Es muy importante el cuidado de nuestra persona, higiene, modo de vestir , peinado...

RELACIÓN DE AYUDA:
            En cuidados paliativos, es fundamental tener conocimientos y habilidades de comunicación, tener capacidad para resolver problemas y para afrontar el estrés del trabajo diario.
            Un profesional que conozca perfectamente cómo controlar los síntomas del paciente, y no tenga habilidades para comunicarse con él, difícilmente podrá ayudarle en esta etapa final de la vida.
            Quien presta ayuda es el único que tiene el control de la situación por tanto tiene una gran responsabilidad de su buena utilización. Por ello debe tener una buena preparación y buen conocimiento de las distintas modalidades para comunicarse.
FUNCIONES DE LA COMUNICACIÓN:
1.- LIBERTADORA.-
            Capacidad de liberarse de una serie de tensiones emotivas, generadas éstas por una situación de malestar. La actitud del personal ante el paciente y familiares debe ser positiva, sino ésta función no será utilizada por el paciente puesto que no existe la confianza.
           
2.- DE RECONOCIMIENTO Y CONSIDERACIÓN DEL OTRO.-
            Los pacientes deben ser respetados y escuchados, no sólo oídos, sino intentando comprender su situación y mostrar disponibilidad e interés.
3.- DE ADQUISICIÓN DE CONOCIMIENTO.-
            No sólo comunica el que presta ayuda, sino también el que recibe. Concepto de feed –back. Aprender también de los pacientes.
4.- DE REFUERZO DE MODIFICACIÓN DEL COMPORTAMIENTO.-
            Con la información recogida del paciente y su familia podemos modificar comportamientos con el fin de conseguir mejorar la calidad de vida. Ésta    debe ser una acción constante y precisa de un trabajo en equipo y de un refuerzo siempre positivo hacia el paciente y familia.



OBJETIVOS DE LA COMUNICACIÓN EN LA RELACIÓN DE AYUDA:
           
1.- Facilitar al otro la comunicación:
            El paciente terminal tiene dificultades en la comunicación, debido no sólo a sus problemas físicos sino también a reacciones de angustia y miedo por la sospecha ó certeza de que se acerca el final. Por esto el equipo debe facilitar esta función libertadora.
            Facilita esta función:
  1. El cuidado del ambiente.
  2. Estimular al otro haciendo preguntas: preguntar por la familia, el trabajo...
  3. Mostrar atención, con repeticiones, afirmaciones...
  4. Mostrando calma y disponibilidad de tiempo.
2.- Favorecer la comunicación del otro:
            Al comunicar comprensión con el otro, utilizaremos palabras que se refieran a sentimientos que captemos y reflejen bien lo que el otro vive.
            Utilizaremos el lenguaje de forma adecuada:
  1. Pronunciar correctamente las palabras.
  2. Claridad verbal.
  3. Lentitud adecuada y siguiendo el orden lógico.
3.- Favorecer la relación con el otro:
            Favorecer mediante la paridad, no mantener actitudes de superioridad, que el paciente capte que le respetamos. No disimular personalidades que le pudieran interesar al paciente, sino ser nosotros mismos.
4.- Transmitir comprensión emotiva:
            La EMPATÍA es una actitud fundamental para que un encuentro sea eficaz. Se trata de recepción y comprensión de los estados emotivos, de la capacidad de captar las vivencias del otro. Ponerse en situación. En ningún caso hay que confundir con sentir lástima.
            La ESCUCHA ( Proceso activo que permite captar y recibir la información ) es también importante para la transmisión de la comprensión emotiva. Para hacerlo bien es fundamental conocer las modalidades. Escuchar es entender (no confundir con oír). A veces pueden comunicarnos mensajes contradictorios entre la comunicación verbal y la no verbal. Siempre se le suele dar mayor importancia a la no verbal por ser menos controlable e involuntaria.
            El CONTACTO CORPORAL es importante para transmitir comprensión y aceptación. El contacto puede conseguir que el paciente terminal se sienta como una persona viva y emotivamente se sienta unido a nosotros.
Según Jose Carlos Bermejo (autor de “La relación de ayuda en el misterio del dolor”), existen una serie de puntos de qué y cómo confrontar en la relación de ayuda. Estos son:
  1. Confrontar es hacer ver, a quién se desea ayudar, las posibles incoherencias entre lo que dice y lo que hace, entre lo que quiere y lo que vive, entre los valores y su comportamiento, entre sus sentimientos y su comunicación, entre la realidad y la percepción que de ella se tiene.
  2. Confrontar sólo después de haber creado un clima de confianza, y cuando se esté seguro de que nuestra intervención no va a ser percibida como un juicio moralizante.
  3. Que nuestro deseo sea siempre ayudar y no reprochar.
  4. Dudar de lo que creemos que es bueno para el otro. Es mejor pensarlo y hablarlo juntos.
  5. Antes de confrontar es necesario escuchar, intentar comprender y transmitir comprensión.
  6. Al expresarnos debemos personalizar y evitar las generalizaciones.
  7. Hablar en primera persona (“yo creo que...”, “yo pienso que ...”).

CLAVES DE UNA RELACIÓN EFICAZ
1.- Perder el miedo a hablar
2.- El paciente lleva la iniciativa
3.- Respetar los derechos del paciente
4.- Transmitir siempre esperanza.
5.- No negar ó desoír la expresión de emociones y su impacto
6.- Evitar frases que no consuelan.-
Comportamientos que tienen la capacidad de ser activadoras de procesos positivos de influencia en los pacientes:
            6.1.- Escuchar activamente: La escucha activa implica:
  1. No interrumpir.
  2. Mirar a los ojos.
  3. Tener actitud y postura de disponibilidad.
  4. Sin sensación de tener prisa.
  5. Sentarse al lado.
  6. Dar señales de que se está escuchando.
  7. No juzgar ni hacer gestos de valoración, aunque las manifestaciones sean de irritabilidad ó indiquen una crítica.
6.2.- Empatizar: Dar señales de que uno se pone en el lugar del otro y que comprende sus sentimientos.
Detrás del comportamiento del enfermo siempre hay una razón, un miedo, una frustración, una dificultad. Empatizar es la forma de iniciar una buena relación.
6.3.- Ser creíble
6.4.- Prestar atención a lo que se dice y cómo se dice
6.5.- Elegir el lugar donde se habla
6.6.- Evitar los mensajes impositivos: “Tiene que...”,  “Debe de...”;
6.7.- Ser fiable y decir la verdad
6.8.- Facilitar un clima adecuado para la expresión emocional
6.9.- Utilizar el mismo código que el paciente


TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN: DEFINICIONES
Paráfrasis: repetir el contenido del mensaje emito al paciente.
Clarificación: petición que se hace al paciente para que aclare el mensaje.
Frases por repetición: con la finalidad de invitar a seguir hablando, ante una situación de bloqueo.
Confrontación: cuando se percibe incongruencia entre lo verbal y lo no verbal. Hacerle consciente de su contradicción. Evitar juicios y valoraciones.
Propuestas abiertas: permitir que elija el tema el paciente y lleva la conversión.
Silencio: pausa más ó menos larga, que debe respetarse, permitiendo reflexionar al paciente. No hay que llenar silencios.
Simulación: fingir una situación.





OBSTÁCULOS DE LA COMUNICACIÓN:
                                 - Ruidos
                                 - Escasa visibilidad
MATERIALES                - Demasiadas personas
                                 - Lugar, espacio ( información en pasillos)

                      - Sordera
FÍSICOS          - Ceguera
                      - Vocalización defectuosa
                      - Diferente estado psico-emotivo
PSICOLÓGICO Ó SOCIAL 
- Pertenencia socio-económica y cultural diferente
COMPORTAMIENTOS QUE LIMITAN EN LA RELACIÓN DE AYUDA:
Los distintos comportamientos que nos podemos encontrar son:
    • Egocentrismo, Taciturnismo, Humorismo, Falsedad, Prisa, Cambio de argumento, Desdramatizar...

ETAPAS DE UNA RELACIÓN DE AYUDA
1.- FASE PREVIA.-
  1. Anterior al encuentro con el paciente.
  2. Se revisará la información que poseemos de él y analizaremos los datos; pensaremos en los primeros problemas que pueden surgir.
  3. Se planificará la aproximación en función al cliente. Evitando clasificar al paciente en estereotipos, permitiendo reflexionar sobre sus valores y sentimientos.
  4. Se escogerá el lugar y el marco donde se desarrollará el primer encuentro.
2.- FASE DE ORIENTACIÓN.- Es de carácter exploratorio. Existe una observación mutua que llevará a emitir un primer juicio a los participantes:
  1. La relación terapéutica tendrá sentido si el profesional se muestra Empático, Atento y Auténtico.
  2. En esta fase el paciente suele poner a prueba al profesional porque tiene miedo a expresar sus  sentimientos y experimenta ansiedad por los cambios que se avecinan.
  3. Cuando se pone en duda la competencia del profesional eso no debe hacer que nos pongamos a la defensiva, sino que debemos mantener una mentalidad abierta y despertar interés por las preocupaciones del cliente.
  4. En esta fase se identifican los problemas y se establecen objetivos. Mediante la observación y la interacción se recogen datos que llevan ala formulación de los diagnósticos de enfermería.
  5. Aquí debemos recurrir a técnicas de comunicación ( escucha activa, preguntas abiertas, reformulación...) para que el cliente se de cuenta y tome conciencia de sus problemas y explore las soluciones posibles.
  6. Importante también es en esta etapa ganar la confianza. Para ello la sinceridad es un elemento imprescindible.
  7. Debemos mostrarnos sensibles a las necesidades del enfermo y esforzarse para comprenderlas.
  8. Cuando los objetivos están definidos, el profesional llega a un acuerdo con el paciente; se trata de un breve intercambio verbal.
3.- ETAPA DE DESARROLLO.- En esta etapa nos esforzamos por alcanzar los objetivos fijados en la etapa anterior:
  1. Se trabaja en colaboración con el paciente, la relación se hace más estrecha y resulta más fácil a medida que comparten sus sentimientos y se habla más libremente de los problemas.
  2. Desarrollar y poseer actitudes como precisar, y hacer precisar, el respeto al cliente, la empatía y la confrontación, es muy importante.
  3. La empatía será la más importante de todas las actitudes. Es necesario que haya pasado tiempo antes de que nazca la empatía en una relación, pues no podemos comprender automáticamente qué es lo que el cliente vive y siente.
4.- ETAPA DE SEPARACIÓN.- Esta etapa puede provocar en el paciente ansiedad y ambivalencia a medida que se aproxima el fin de la relación:           
    • Se intentará prever ó reservar un tiempo para que le paciente pueda expresar sus temores e inquietudes.
    • El paciente deberá estar preparado para funcionar solo.

EXPLORACIÓN DE LA EMOCIONES DEL PACIENTE
NIVEL 0.-
No hay intercambio de emociones
Frecuente en encuentros sociales
NIVEL 1.-    
El paciente da alguna pista de cómo se siente sobre un problema en particular, pero el profesional bloquea la interacción ofreciendo prematuramente soluciones
NIVEL 2.-
El paciente menciona de un modo explícito sus emociones. El profesional se hace cargo de sus preocupaciones, pero sin tratar de profundizar en ellas
No bloquea el dialogo; indica por medio de preguntas que ha captado su estado de ánimo pero se queda ahí
NIVEL3.-
Facilita al paciente la expresión de sus temores ó preocupaciones y empatizamos con él y también le ayudamos a enfrentarse a ellos
Para ayudarle a afrontar sus temores se ha de estimular al paciente a expresar la naturaleza de sus sentimientos del modo más específico que le puedan ayudar a conllevar su situación con mayor serenidad

PREGUNTAS AL PACIENTE
El qué debe preguntarse y cómo deben formularse las preguntas es un arte difícil que se puede aprender:
  • Las Claves son:
    • Hacer preguntas abiertas, dirigidas a identificar necesidades:
      • ¿Qué es lo que más le preocupa?
      • ¿A qué lo atribuye?
      • ¿Qué es lo que más le ayudaría?
      • ¿Qué le molesta?
      • ¿Le gustaría hablar de ello ahora?
    • Ser específico, y ayudar a que el paciente lo sea:
      • ¿Cómo se siente?, me dice que se siente un poco nervioso, ¿Cómo?, ¿Porqué?...
    • Motivar a comunicarse: “Bien, continúe...”
    • Explorar los aspectos psicológicos:
      • ¿Cómo se siente de ánimo?
      • ¿Qué es lo que más teme?
    • Pedir opinión:
      • ¿Qué le parece la dieta?
    • Fomentar la expresión de emociones (Nivel 3): Exprese y deje expresar sentimientos. La expresión de emociones, en la mayoría de las ocasiones y en circunstancias adecuadas, es terapéutico. El contacto emocional facilita la comunicación. Es fundamental respetar el llanto, los silencios...
  • Debemos evitar:
    • Preguntas que impliquen una respuesta deseada
      • ¿Está mejor, verdad?
    • Preguntas múltiples
    • Desviar la atención sólo a lo físico
    • Preguntas cerradas
Hay que recordar que en la RELACIÓN DE AYUDA, existen unas serie de RIESGOS:
  • Sobreimplicación emotiva: que puede llevar al profesional a:
  •  Síndrome de Burn – Out
  • Inducir al otro a expectativas irreales ó signos de depersonalización, en las que siempre el paciente es el que maneja la situación
Para evitar estos riesgos el TRABAJO EN EQUIPO es la pieza fundamental. Pero a parte de los riesgos, en la Relación de Ayuda también existen BENEFICIOS:
  • Conocernos mejor a nosotros mismos
  • Crecimiento personal
  • Se vive el reconocimiento del otro
Para poder comunicarnos de modo adecuado debemos perder la ansiedad a:
  • Dar malas noticias
  • El miedo a provocar en el interlocutor reacciones emocionales no controlables
  • La posible identificación con el paciente
  • Responder a preguntas difíciles
ESTILOS DE COMUNICACIÓN
1.- PASIVO:
  • “Soy inferior a los demás”
  • Trata de evitar conflictos
  • Incapacidad de expresar opiniones, acepta la postura del otro y opta por la huida
  • Se crea en un entorno familiar autoritario ó hipercrítico
  • Produce compasión inicial e indiferencia posterior
  • Son individuos de “poca personalidad”
  • Mantienen relaciones casi abusivas a nivel físico y psicológico
2.- AGRESIVO:
  • “Soy superior a los demás”, en un nivel consciente. Aunque a nivel inconsciente muestra un sentido de inferioridad
  • Intenta ganar a toda costa
  • Es incapaz de negociar
  • Expone rudamente su opinión, llegando incluso a la agresividad
  • Se crea en un ambiente familiar agresivo
  • Induce al miedo, a la ira y a las ganas de pelear
  • Es más frecuente en varones
  • Presentan dificultad para expresar sus sentimientos
  • Tienden a insultar y a amenazar de manera verbal ó física
3.- MANIPULADOR:
  • “ No se puede confiar en los otros, que nadie sepa lo que quiero”
  • Aparenta escuchar y negociar,  pero manipula
  • Su ambiente familiar también es manipulador
  • Induce simpatía inicial pero rechazo posterior
  • Nunca expresa claramente sus ideas
  • Intentan hacer ver que lo que hacen es por bien de los demás, incluso buscan la culpabilidad de los que le rodean
4.-ASERTIVO:
  • Soy igual que los otros. Se puede confiar en los demás.
  • Negocia con sinceridad, llegando a acuerdos.
  • Expresa sinceramente sus sentimientos y escucha al otro.
  • Generalmente se consigue después de un crecimiento personal (aprendizaje)
  • Genera una reacción de respeto
  • Son individuos satisfechos consigo mismos y con su entorno.
  • Respetan a los demás y tienen una visión realista y comprometida.
FUNDAMENTOS DE LA ASERTIVIDAD:
  • AUTOESTIMA.- (soy bueno pero puedo equivocarme).
  • RESPETO MUTUO.- Somos iguales. Podemos negociar
  • No hay vencedor ni vencidos. Las soluciones se conseguirán para ganar “parcialmente” todos.
  • Derecho a no ser asertivo.
CARACTERÍSTICAS DEL ESTILO ASERTIVO:
1.- CAPACIDAD DE ESCUCHAR AL OTRO
  • Es una cualidad no innata, por tanto precisa de un aprendizaje y práctica
  • Mantener contacto ocular con la otra persona mientras nos habla
  • Indicar de forma verbal y no verbal que estamos escuchando
  • No llenar sus silencios con nuestra intervención. Animarles a seguir hablando con gestos
  • Resumir y reformular la información
  • Mostrar acuerdo ó desacuerdo una vez terminada la exposición
  • No desplazar el tema de conversación
2.- DECIR NO CUANDO SE QUIERE DECIR NO
  • No somos valiosos por nosotros mismo, sino que el afecto que nos tienen los demás se encuentra absolutamente condicionado al hecho de complacernos
3.- REALIZAR CRÍTICAS CONSTRUCTIVAS
  • La finalidad de la crítica es de ayuda, nunca de humillar
  • Resultados de la crítica:
  • Elección del lugar y momento adecuado:
  • Ensayo de la crítica

Fuente:
http://www.elergonomista.com/enfermeria/en61.html

RELACION DE AYUDA Y PRÁCTICA MÉDICA




José Carlos Bermejo
Religioso Camilo
Doctor en Teología Pastoral Sanitaria
Director del Centro de Humanización de Madrid
Profesor del Capítulo de Relación de Ayuda
Curso Integrado Cínicas Médico Quirúrgicas
4º año de Medicina, 1997

La relación de ayuda está teniendo buena acogida en los contextos donde está siendo presentada. Cada vez más los diversos profesionales sanitarios y los estudiantes reconocen que han sido preparados técnicamente para la asistencia a los enfermos, pero que su formación respecto a la relación personal con ellos, de modo especial a la de los momentos difíciles, ha sido escasa o nula.
Todos los profesionales reconocen la necesidad de un adiestramiento para conocer técnicas y actitudes que permitan moverse con una cierta soltura en algunas circunstancias, como por ejemplo cuando el enfermo habla de su enfermedad, de su futuro, de su propia muerte, cuando hace alguna consideración sobre el sentido de su vida en medio de tanto sufrimiento y lucha, cuando plantea algún problema ético, como por ejemplo cuando le dice al médico ¿para qué me pone este tratamiento si no cree realmente en él?; cuando hay que comunicarle un diagnóstico fatal, o sencillamente cuando encontramos al paciente deprimido, ansioso, angustiado o irritado. Situaciones como la muerte de un paciente a la vista de otros nos lanzan un reto a nuestra competencia relacional. ¿Lo afrontamos o huimos de él por falta de preparación?

La relación de ayuda como arte
La relación de ayuda es un arte. Consiste en apropiarse de algunas actidudes fundamentales que se despliegan en habilidades concretas para que la relación sea competente. Diríamos que el que posee este arte ha hecho un camino en tres direcciones:
En el campo del saber: interesándose por el fenómeno de la comunicación interpersonal, por las dinámicas más frecuentes, por el impacto de la enfermedad en la vida de la persona.
En el campo del saber hacer: interesándose y ejercitándose en algunas técnicas de comunicación y de relación, habilidades que hacen que el encuentro con el enfermo sea eficaz para ayudarle y permita al profesional desenvolverse con una cierta soltura en la comunicación verbal y no verbal.
En el campo del saber ser: trabajando sobre sí mismo para interiorizar las actitudes fundamentales que hacen que la persona del médico sea percibida como alguien que se interesa realmente, que acepta, que comprende, que se implica sin quemarse en el proceso de interrelación.
La relación de ayuda se sitúa entre la relación espontánea y la relación de los profesionales de la ayuda psicológica o psicoterapeútica. Consiste en establecer una relación con el paciente que nada tiene de particular a primera vista, si no es el hecho de que tiende a la ayuda y está centrada en la persona y no sencillamente en el problema, lo que implica una actitud facilitadora y no directiva o autoritaria. Tal relación pretende acompañar al enfermo a hacer un camino de apropiación de la propia situación, de dominio de las propias reacciones impulsivas y de los propios sentimientos (sin anestesiarlos), un camino de crecimiento personal que permita abrirse a la realidad, explorarla y activar las propias energías, el propio curador interno que influye sobre la salud global de toda la persona, dada la relación existente entre todas las dimensiones de la persona. Piénsese, por ejemplo, en la relación entre estado emotivo y sistema inmunitario y que nos viene subrayada cada vez más por el incipiente desarrollo de la psico-neuro-inmunología.
La relación de ayuda intenta encontrar un modo eficaz de promover en el enfermo una mejor adaptación a la situación que está viviendo, favorecer en él la experiencia de mayor salud posible y propiciar una vivencia de la propia enfermedad y de la angustia en clave de relación sana, que es la vía para abrirse al sentido en medio de la enfermedad y luchar contra ella cuando es posible. En el fondo, se trata de acompañar al enfermo a que se ayude a sí mismo, a que sea protagonista de su propia situación y utilice al máximo los recursos existentes. Descubrir y apoyar, en medio del sufrimiento, las cosas y relaciones que son significativas para el enfermo, constituye el objeto de la relación de ayuda.
Las reacciones espontáneas más frecuentes y que habría que superar son:
·         la tendencia a moralizar sobre el modo como el enfermo se comporta o ha contraído la enfermedad;
·         la tendencia a dar consejos o indicar vías de solución prefabricadas, a decidir por el paciente sin contar con él, sin respetar el principio de autonomía y el necesario consentimiento informado;
·         la tentación de consolar con frases hechas y, con frecuencia, no sentidas, que pueden llegar a caer en un "encarnizamiento consolatorio";
·         la tendencia a intentar explicar racionalmente la situación del enfermo interpretada con criterios externos, incluso allí donde no hay explicación posible, porque las cuestiones que se plantean versan sobre el sentido último de cuanto está sucediendo.

TRES ACTITUDES FUNDAMENTALES
Superadas las reacciones espontáneas, la relación de ayuda se propone como la relación movida por tres actitudes fundamentales, la aceptación incondicional, la empatía y la autenticidad. Estas actitudes se despliegan en técnicas y habilidades concretas, como la escucha activa, la personalización, las respuestas comprensivas, la confrontación, la destreza de iniciar, la autorrevelación, la inmediatez, la asertividad, etcétera.
Presentaremos brevemente el significado de la triada actitudinal.

La aceptación incondicional
La disposición de aceptación incondicional o consideración positiva, según los términos usados por la psicología humanista, (especialmente Roger y Carkhuff), significa acercarse al enfermo libre de toda tendencia a moralizar y con la confianza puesta en los recursos humanos aún presentes en la persona del ayudado, para que sea él el protagonista del proceso de ayuda.
No juzgar en la relación de ayuda, aceptar incondicionalmente al enfermo, es una disposición interior que nada tiene que ver con la ingenuidad de quien da siempre la razón por piedad o despersonaliza, como lo haría un padre irresponsable y superprotector.
Aceptar incondicionalmente en la relación con el enfermo significa, ante todo, aceptarle como persona, más allá de los comportamientos precedentes y actuales, quizás contrarios a la promoción de la salud. Es, sin duda, una actitud exigente. Aceptar incondicionalmente en la relación de ayuda supone no moralizar tampoco los sentimientos y las reacciones del enfermo. Supone, por tanto, ser capaces de aceptar la angustia que el enfermo vive y comprenderla. Las actitudes de regresión y de pacto o negociación, propias de comportamientos infantiles y que encontramos también en los enfermos, deberán ser aceptadas en la medida en que sirven para mantener un cierto equilibrio mientras se preparan momentos de depresión y reflexión, que suelen llevar a la interiorización de la situación real y a una mayor o menor aceptación de la misma.
La aceptación incondicional no tenderá a favorecer los mecanismos de defensa, sino a comprenderlos y acogerlos, considerándolos como recursos que el individuo utiliza para vivir su propia situación. El respeto llevará a favorecer un proceso de apropiación de su situación por parte del enfermo, más que la dirección hacia un determinado comportamiento.
Si una perspectiva es digna de ser subrayada en la persona del que sufre, es la de ser acogido en el modo personal y único de vivir la enfermedad, es decir, en los sentimientos. La destreza de escuchar activamente favorece el despliegue de esta actitud. La escucha auténtica es un acto profundamente espiritual, que reconstruye a la persona, permitiéndola drenar el mundo emotivo y sentirse acogido como en un templo, esto es, en la persona del otro. La escucha activa es una caricia positiva que resulta terapeútica para la persona que sufre, porque libera de la soledad y de la marginación, tanto social como emotiva.

La comprensión empática
Por más que la cultura hospitalaria y una cierta tendencia en la formación de los futuros médicos proponga la neutralidad afectiva para regular las relaciones entre el personal sanitario y los pacientes, la persona nunca puede prescindir totalmente del impacto emotivo, de modo especial en las circunstancias en las que el trabajo se convierte en hemorrágico, es decir, destructivo del propio rol y de la propia persona, en cuanto exige una energía superior a la comprensión recibida (piénsese en la relación con enfermos terminales y incurables).
Si la aceptación incondicional es el ejercicio de la dimensión femenina del ayudante (sea hombre o mujer), la comprensión empática es la actitud más propiamente masculina, que consiste en hacer el esfuerzo por entrar en el mundo del enfermo para intentar comprender su experiencia y transmitir comprensión.
A partir de la disposición a acoger, quien funciona empáticamente en las relaciones de ayuda intenta adoptar el punto de vista del enfermo para comprender su situación y poder así dar el importante paso de conseguir transmitir comprensión. La empatía entonces significa captar el significado personal y único que la enfermedad tiene para el enfermo concreto. Para ello es necesario identificarse con su situación y desidentificarse a la vez; ser capaz de entrar en su "pozo" de sufrimiento, vibrar con él y restablecer la distancia emotiva. Son tres fases necesarias para que la actitud pueda vivirse realmente. Encontrar el equilibrio entre implicación y retirada emotiva es el secreto de una persona madura, que no ha caído en el síndrome del burn-out, que no se quema en el trabajo con los enfermos ni mantiene la distancia defensiva que se traduce en frialdad en el trato.
Requisito imprescindible para comprender la experiencia del enfermo es captar las numerosas pérdidas que va experimentando y el significado real y simbólico que ellas tienen para el enfermo concreto: la pérdida de las habilidades físicas o de la armonía corpórea para quien cultivó una especie de omnipotencia imaginaria o para quien siempre anduvo a la búsqueda de la propia identidad, la pérdida de los lazos afectivos para quien los vivió complejos o para quien ya perdió personas queridas; la pérdida a veces de la autoestima hasta el punto de sentirse indignos de ser atendidos.

La autencidad
Ser auténticos en la relación con el paciente es algo más que ser sinceros. Es ser coherentes al comunicarse con el enfermo, mantener sintonía entre lo que se comunica y aquello que se cree, se espera, se siente, se percibe y se sabe. La persona auténtica sabe lo que siente y dice lo que sabe, no se anda con falsas ilusiones ni frases hechas o hermosas teorías racionales que pasan por encima de la situación existencial concreta del enfermo.
La autenticidad hace humildes a los que quieren ayudar a los enfermos, para asumir el coraje de la impotencia y ser capaces de convivir con ella y de expresarse sin escaparse de la crudeza de la realidad. Por eso, el que es auténtico es capaz de decir, cuando así lo experimenta, que no sabe qué decir; es capaz de decir que tampoco él entiende por qué hay que sufrir tanto, es capaz de utilizar un lenguaje lleno de sentido, aunque se refiera al sinsentido de la vida o a la desesperación que en ella se experimenta en medio a tanta limitación y tan poca esperanza. La autenticidad, por tanto, implica hacer un proceso de elaboración del propio sufrimiento, de la propia sexualidad y de la propia muerte, integrándose debidamente.
La autenticidad llevará también a hacer un esfuerzo por purificar el lenguaje sobre el sufrimiento, para evitar todo tipo de frases que la cultura laica y religiosa han ido acuñando sobre él y que tienen resabio de fatalismo, dolorismo o incluso que presentan a un "dios sádico" poco o nada en línea con el mensaje liberador del Evangelio de los creyentes.
Y allí donde el agente de salud encuentre un conflicto ético por cualquier situación creada en torno a un enfermo, si funciona con la actitud de la autenticidad, no caerá en el extremo de la manipulación de la conciencia ajena ni tampoco en la huida de la presentación humilde, pero valiente, de los propios valores a la búsqueda del bien.
Empatía, autenticidad y aceptación incondicional son las tres actitudes fundamentales de la relación de ayuda que hacen de ella un encuentro eficaz de comprensión de la situación en la que se encuentra el enfermo y permiten que la relación sea humana y humanizadora, dando calidad a la vida y haciendo saltar una chispa de sentido cuando parece que la enfermedad lo dificulta.

REFERENCIAS ESCOGIDAS
1.- Bermejo JC, Bringas A, Burgaleta J, Elizondo F, Galve M, González A, Lázaro R, Ruiz J. Vivir Sanamente el Sufrimiento. Reflexiones a la luz de experiencias de enfermos.Tercera edición. Colección Iglesia y Mundo de la Salud, España 1994
2.- Bermejo JC. Relación Pastoral de Ayuda al Enfermo. Segunda edición. Colección: San Pablo, España 1995.
3.- Bermejo JC. Apuntes de Relación de Ayuda. Centro de Humanización de la Salud. España 1996