Por: Mariana García
Iñiguez,
Armando Domínguez Lemus,
Ricardo Ortiz Elías,
Nubia Nohemí Valdés Ontiveros
ASI-GUADALAJARA
Vivimos en un mundo acelerado, que desconoce mucho de lo que pasa en su
entorno. Personas atrapadas, en engaños, explotación laboral, vejaciones,
abusos, explotación sexual, solo algunas aberraciones de las cuales son objeto.
Resulta increíble pensar que esto existe en estos tiempos de “modernidad
mental”.
Koffi Annan, secretario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU),
manifestaba que: “El problema de la trata de personas y el conjunto de
violaciones de los derechos humanos que ello implica presentan algunas de las
cuestiones más difíciles y apremiantes en el calendario internacional de los
derechos humanos.
La complejidad del problema obedece a los diferentes contextos políticos y
dimensiones geográficas en que se plantea; a las diferencias ideológicas y
conceptuales de criterio; a la movilidad y adaptabilidad de los traficantes; a
las diferentes situaciones y necesidades de las víctimas del tráfico; a la
inexistencia de un marco jurídico adecuado; y a la insuficiente investigación y
coordinación por parte de los agentes involucrados, a nivel nacional, regional
e internacional”.
Las personas que explotan a los seres humanos de esta forma son delincuentes
que están muy bien organizados, de una forma muy completa, en la mayoría de los
casos solapados por autoridades de las esferas de poder más altas en el
gobierno o en iglesias y es vergonzosa la forma en que explotan las fuerzas o
cuerpos de otras personas como un objeto, como si fueran cualquier cosa. Estas
personas en la mayoría de los casos son hombres que aprenden el “oficio” de ser
“padrotes”.
Hoy en día la trata de personas es el tercer ilícito que deja más ganancias al
crimen organizado, solo detrás del trafico de drogas y el de armas, entonces
resulta casi imposible cómo es que en las noticias se ve tan poco sobre este
tema, además de las lagunas que existen en la ley que permiten que estas bandas
trabajen tan tranquilamente y creciendo sus montos económicos vendiendo a las
personas como si fueran un pedazo de carne.
Lo vivimos aquí, no hace falta viajar: Chiapas, Veracruz u otros estados del
sur de México, solo hay que caminar por algunas calles de la ciudad de
Guadalajara para darnos cuenta que la trata de personas es una realidad que
tenemos a la vuelta de la esquina, así que sería bueno preocuparnos e indagar
un poco más en este tema para tratar de cuidar a nuestros hijo de este mal que
nos aqueja.
La pregunta que nos orientó durante este proceso de investigación fue ¿cómo
operan las bandas de trata de personas y que perfil buscan en sus víctimas?
Después de todo lo dicho y la pregunta de investigación que nos planteamos,
nuestro propósito es conocer la forma en la que operan estos criminales, además
de encontrar el perfil de sus víctimas.
Para esto es necesario diferenciar lo que es la trata de personas y el tráfico
de personas.
Tráfico de personas: representa toda aquella actividad en que su propósito es
llevar o trasladar a una persona o varias personas hacia otro lugar o país sin
cumplir con los requisitos que se dictan para la ciudadanía legal de esas
personas, a cambio de una remuneración económica.
Trata de personas: se entiende como la captación, transporte, traslado, acogida
de una o unas personas en contra de su voluntad, utilizando la fuerza, el
engaño, la extorsión o una situación de vulnerabilidad o la recolección de pagos
o beneficios por el hecho de la explotación de un ser humano. Entendiéndose
como la prostitución u otras formas de explotación sexual, la servidumbre o
trabajos forzados, la esclavitud o la extracción órganos para su venta.
(www.ceidas.com)
¿Quiénes son los tratantes?
Son grupos de la delincuencia organizada, que están compuestas por dos o más
personas que se dedican a cometer delitos a cambio de un beneficio económico.
Son pequeñas redes integradas por los mismos miembros de una familia, cada uno
tiene su labor dentro de esta institución, desde la captación, transporte y
explotación de las víctimas. Sin embargo no pueden quedar exentas de las redes
de mafias mas estructuradas que extorsionan a estas mafias pequeñas.
Según Héctor Escamilla reportero del periódico EL OCCIDENTAL:“Las grandes
organizaciones de la delincuencia organizada extorsionan a este grupo de mafias
pequeñas que se dedican a la trata de personas”.
Modo de operar
Las fases que comprende el engaño de las personas contemplan tres pasos,
enganche, traslado y explotación.
Enganche
“El tratante recluta a la víctima de forma indirecta mediante anuncios en
medios impresos, contactos por Internet, referencias de familiares o conocidos,
supuestas oportunidades de empleo, agencias de reclutamiento, ofrecimiento de
cursos, agencias de viajes, escuelas, cantinas, manipulación sentimental a
través del noviazgo o matrimonio, entre otros. Es decir, en todos estos casos,
el reclutamiento depende parcial o totalmente del uso del engaño, aunque
también existen situaciones en las que simplemente se les secuestra o se les
fuerza a través de la violación y el sometimiento.
Un caso quizá más
complicado en términos de interpretación legal, es cuando existe
“consentimiento” es decir, la víctima sabe cuál es el plan o el trabajo a
realizar y acepta hacerlo pero se le engaña acerca de las condiciones de
trabajo y de vida, el acuerdo económico y el nivel de libertad personal.
Desafortunadamente esto sucede en la mayoría de los casos”. (www.ceidas.org)
“A mi hija Valery por medio de una amiga por el internet le presento a un tipo
de aproximadamente 50 años de edad. El día 20 de agosto del año en curso nos
pidió permiso para ir con su amiga a pasear, ese día mi hija no regreso a casa,
sino hasta el día siguiente, al cuestionarle sobre la situación nos comenta que
se había ido a Chápala con su amiga y este sujeto del cual no menciona su
nombre. Describe que pasearon todo el día y que hasta las 11 de la noche
regresaron a Guadalajara. Nos dice que esta persona le ofreció vida que
nosotros no le podríamos dar, para que fuera feliz”. (Denuncia 22190/2010/S
presentada ante la PGJ, por el padre de Valery)
“Diversas organizaciones civiles que trabajan el tema como Sin Fronteras IAP,
el Centro de Derechos Humanos Fray Julián Garcés y Casa Alianza, entre otras,
presentaron en 2005 el informe sobre trata de personas en El Salvador,
Guatemala, Honduras y México, ante la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), donde explican la forma de operar de los tratantes.
En el negocio de la trata, intervienen varias personas o grupos, como novios,
amigos, maridos, familiares, docentes, líderes comunitarios, redes pequeñas y
grandes del crimen organizado, funcionarios públicos, diplomáticos,
falsificadores y agencias de viajes y de trabajo, entre otros.
Existen los llamados reclutadores, que identifican a la víctima para secuestro
o engaño; los transportistas, que establecen acuerdos monetarios con algunos
conductores de camiones de carga para que los pasen escondidos.
También están las personas que trasladan, quienes aprovechan los puntos
fronterizos para pasarlos, así como los receptores, que son quienes reciben a
las víctimas para obligarlos a prestar trabajos y servicios forzados.
En el negocio también intervienen los falsificadores de documentos, que
aprovechan la presencia de autoridades migratorias corruptas para falsificar
los documentos y legitimar los permisos de identidades”.
(http://www.cimacnoticias.com/site/09092101-REPORTAJE-Operan-en.39386.0.html)
Traslado
“Una vez reclutada la víctima habrá de ser trasladada al lugar de destino donde
será explotada. Esto puede ser a otro punto dentro del mismo país (por ejemplo
de una zona rural a una ciudad, lo que se conoce como trata interna) o a otro
país. En este caso el traslado se puede hacer por aire, mar y/o tierra,
dependiendo de las circunstancias geográficas. El itinerario e incluso la
explotación pueden pasar por un país de tránsito o ser directo entre el país de
origen y el de destino. Las fronteras se pueden cruzar de forma abierta o
clandestina, legal o ilícitamente.
Es decir, los traslados se pueden hacer con pasaportes, visas y documentos de
identidad oficiales, sin ellos o bien con documentación falsa. También es
frecuente la utilización del llamado “robo de identidades” es decir, la
generación de documentos con identidades que no pertenecen a la víctima, no
sólo pasaportes sino actas de nacimiento, credenciales de seguridad social,
reportes escolares; entre otros, lo que dificulta enormemente la identificación
y procuración de justicia en este tipo de casos.
En un gran número de situaciones la víctima coopera con el tratante frente a
las autoridades –se acuerdan historias del tipo “es mi marido, venimos de turistas”–
pues en general no sabe que posteriormente será explotada. En otras palabras,
al momento del traslado las victimas respaldan a su futuro tratante, y para
ellas los oficiales de migración o la policía son los enemigos”.
(www.ceidas.org)
Cabe mencionar que México está considerado como un país de de transito, origen
y destino. De origen porque desde aquí se genera la trata de persona; es de
transito por la situación de que por aquí pasan hacia Estados Unidos y destino,
porque hay muchos centros turísticos, donde se ejerce la prostitución y
explotación laboral y finalmente se quedan en ellos. Por nuestro país pasan
miles de latinoamericanos que son llevados anualmente a EE.UU. para trabajos
denigrantes.
El Departamento de Estado explica que las redes de tratantes llevan a las niñas
y mujeres mexicanas a Estados Unidos para su explotación sexual comercial.
En cuanto a las víctimas provenientes de Sudamérica, el Caribe, Europa Oriental
y Asia, son traídas al país para explotación sexual o laboral o para su
posterior tránsito hacia Estados Unidos, mientras que los niños y los hombres
mexicanos son llevados del sur al norte de México para labores forzadas.
“La Iniciativa para el Estado de Derecho de la Asociación de la Barra de
Estados Unidos, que este año presentó su informe “Instrumento para el Estudio
de las Condiciones de la Trata de Personas en México 2009”, detectó 47 grupos
de delincuencia organizada dedicados a la explotación sexual y laboral.
Grupos que operan sobre todo en el Distrito Federal y en 17 entidades de la
República, como Baja California, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Chiapas,
Chihuahua, Tlaxcala, Tamaulipas y Jalisco, las cuatro primeras consideradas
como de “turismo sexual” por ser lugares con destino de playa.
Datos oficiales de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en
Delincuencia Organizada (SIEDO) reportan la presencia de 14 bandas del crimen
organizado en Guerrero”.
(http://www.cimacnoticias.com/site/09092101-REPORTAJE-Operan-en.39386.0.html)
Explotación
La trata no es solo de índole sexual, sino que también se da en aspectos de
trabajos forzados, ya que una vez que la víctima es llevada hacia algún lado,
se le dice que tiene una deuda que debe pagar, ya que los gastos que se
generaron por el traslado de esa persona, de alguna forma, tienen que ser
cubiertos, es entonces cuando comienza la explotación sexual o laboral.
Algunos campos en los que utilizan a las personas de trata son:
Perfil de las victimas
“Como se ha mencionado, cualquier persona puede ser víctima de trata. No
obstante, se ha evidenciado que el grupo más vulnerable lo ocupan
fundamentalmente las mujeres, las y los niños, especialmente cuando se habla de
explotación sexual, servidumbre y algunos sectores de explotación económica
como el trabajo doméstico, el agrícola o las maquiladoras. Es decir, a pesar de
que el Protocolo contra la Trata de Palermo no define a este crimen bajo un
criterio de género, afecta a las mujeres y las niñas de forma desigual, no sólo
por ocupar un número mayoritario entre el total de víctimas, sino porque la
trata de mujeres tiende a tener un impacto más severo dadas las formas de
explotación a las que están sometidas y cuyas consecuencias son traumatizantes
y devastadoras para su integridad física, psicológica y emocional.
De acuerdo con evidencias concretas, las víctimas directas o potenciales de
trata suelen ser mujeres de entre 12 a 20 años de edad con niveles de ingreso
nulos o deficientes, baja educación, desempleadas o con perspectivas precarias
de empleo y uno o más dependientes directos.
Existen también evidencias de la creciente utilización de niños y niñas cada
vez más pequeños con fines de explotación sexual, pornografía y trabajos
forzados. La venta o el secuestro de personas menores de edad para estos
propósitos está tomando dimensiones cada vez más preocupantes.
Esta situación refleja la demanda de los abusadores la cual generalmente está
basada en percepciones, estereotipos y exigencias determinadas. Por ejemplo,
según la INTERPOL, en algunos países de África, cada vez son más las niñas
objeto de trata para la explotación sexual comercial debido a que los
“consumidores” creen que las relaciones sexuales con infantas vírgenes curan el
SIDA o que las niñas y los niños transmiten menos enfermedades venéreas.
Por lo general, en lo que se refiere a la explotación sexual comercial, ésta
concierne a niños, niñas y mujeres jóvenes que se encuentran en situación de
vulnerabilidad social: desplazados, refugiados, en situación de calle, víctimas
de violencia familiar o abuso sexual doméstico, entre otros. Cabe subrayar que
en este punto no hay un sólo perfil pues el fenómeno puede tocar todas las
capas sociales.
También hay adolescentes y jóvenes de clase media y con cierto nivel educativo
que son reclutadas con falsas promesas de empleo como acompañantes, edecanes o
modelos.
En otras palabras la pobreza, la discriminación, la desigualdad de género, la
falta de oportunidades económicas, el desconocimiento y la promesa de
beneficios materiales son algunos de los elementos claves que inciden en la
problemática de la trata”. (www.ceidas.org)
El perfil que buscan estas organizaciones se genera por factores individuales y
sociales en cada ser humano, los tratantes de personas buscan y en encuentran
uno o más de los siguientes factores:
Factores individuales.
a. Baja auto-estima y auto-control
b. Niveles de educación deficientes
c. Falta de información
d. Pobreza y carencias económicas
e. Personas con discapacidades
f. Hogares con numerosos miembros o hacinamiento
g. Hogares con presencia de violencia doméstica
h. Hogares con presencia de discriminación y violencia por género
i. Adicciones
Factores sociales.
a. Falta de oportunidades de empleo digno
b. Políticas económicas como retiro de programas de apoyo al campo y a las
familias, inflación etc.
c. Urbanización creciente y migración
d. Ambiente social de discriminación racial y de género
e. Fomento del turismo sexual y alta demanda por personas de servicio
doméstico, trabajadores en la agricultura e industria
f. Existencia de redes de tráfico de personas con métodos de reclutamiento muy
sofisticados
g. Falta eficacia por parte de las autoridades judiciales
h. Desconfianza en las instituciones
i. Falta de redes de apoyo o capital social
j. Políticas migratorias restrictivas que limitan las oportunidades de
migración legal
k. Desinterés de los gobiernos por limitar la trata de personas
l. Corrupción (www.cidas.com)
La trata es un fenómeno social que se nutre del contexto sociocultural de las
naciones económicamente precarias y países de origen, transito, destino.
Convirtiéndose en un nicho de negocio de la industria visiblemente invisible
del sexo, la explotación laboral y la servidumbre que reditúa a mas de 10 mil
millones de dólares anuales.
Afecta a más de 1.8 millones de niños, niñas y adolescentes en el mundo,
mantiene en situación de maltrato sexual a 150 millones de mujeres y 73
millones de hombres menores de edad, 20 mil niñas, niños y adolescentes
victimas de explotación sexual , laboral y la trata de personas.
Además de 85 mil niños que son incluidos en la pornografía infantil. (Dra.
María Rita Chávez Gutiérrez, departamento de desarrollo social universidad de
Guadalajara)
Bibliografía
www.ceidas.org
www.tratadepersonas.org
Padrotes, iniciación y modus operandis (tesis ganadora del instituto nacional
de la mujer)
Dra. María Rita Chávez Gutiérrez (departamento del desarrollo social del CUCSH
de la universidad de Guadalajara)
Denuncia PGJ folio No. 2219/2010/5
Héctor Escamilla Ramírez (reportero EL OCCIDENTAL, editor de la prensa Jalisco)