Resumen del libro FAMILIAY DESARROLLO
HUMANO (MARÍA José Rodrigo y Jesús Palacios)
CÁP 6 : HACERSE ADULTO EN FAMILIA: UNA
OPORTUNIDAD PARA LA MADUREZ (Emilia Serra, Luis Gómez, Josefa Pérez-Blasco y
Juan José Zacarés Glez. Pág. 141-160)
Desde hace más de una década se está
investigándola delimitación de aquellas variables temporales que no siendo la
edad cronológica sirven para predecir cambios en el desarrollo, básicamente en
la edad adulta (20-60).
Hay momentos en la vida de los
individuos en las que se producen cambios estructurales. Estos momentos aparecen como un punto de
referencia en el que el curso vital toma una nueva dirección. Estas situaciones conllevan la necesidad de
adaptación o de cambio en la estructuración de conductas o roles que resulten
apropiados.
A estos puntos decisivos o regiones límites
entre dos períodos de relativa estabilidad es a lo que se le denomina ( en la
teoría de la crisis de Slaikeu, 1988) transiciones. Los autores de esta teoría distinguen dos
tipos de transiciones: las transiciones del desarrollo o evolutivas
(relacionadas con el paso de una etapa de la vida a otra. Predecibles por lo que se puede intervenir en
ellas preparando al sujeto para aminorar el grado de estrés o vulnerabilidad) y
las transiciones circunstanciales de la vida (accidentales, inesperadas y no
normativas, por ser imprevisibles e intemporales es difícil intervenir en ellas
excepto enriqueciendo los recursos personales, fundamentalmente la madurez
psicológica). En el contexto de la
teoría de Slaikeu, cuando una transición es difícil de superar y afrontar como
oportunidad de desarrollo, se convierte en una crisis. Esta dificulta deriva de la gravedad del
suceso precipitante, de la falta de recursos personales para afrontarla o de la
escasez o desconocimiento de los recursos sociales necesarios.
Madurez psicológica
La noción de madurez psicológica está
presente de una u otra manera para los adultos en desarrollo, sobre todo cuando
se autoevalúan en relación a los sucesos y transiciones vividos. También la madurez psicológica puede
concebirse como núcleo central de los llamados recursos personales que los
adultos disponen para afrontar las diversas transiciones y crisis a lo largo de
su desarrollo. Por su importancia se
abordará desde la perspectiva teórica, la fenomenológica y la lega:
- La
perspectiva teórica sobre la madurez es la que adoptan la mayor parte de
las teorías formales sobre la estructura y desarrollo de la personalidad
madura. Esta teorías son elaboradas
por expertos que tratan de establecer desde distintos presupuestos de
partida teóricos y metodológicos, cuales serían los criterios de madurez
psicológica en la edad adulta, a través de qué mecanismos avanza el
proceso de maduración y cuales son los factores contextuales que inciden
en el mismo. Se encuentran diversos
criterios al respecto.
- La
perspectiva fenomenológica del si-mismo comprende las autopercepciones del
sujeto adulto en desarrollo sobre su propia personalidad (experiencia
interna)y sobre los cambios que él percibe cuando se compara con su
persona a través del tiempo. Se
puede sostener que el adulto de hoy, al menos en el contexto occidental se
autorrepresenta evolutivamente, enmarcado en un proceso de continua
maduración personal.
- La
perspectiva lega o “del hombre de calle” está conformada por aquellas
teorías implícitas no formales (creencias, concepciones, ideas) y con
predominio de lo inconsciente que posee el sujeto en su desarrollo no
sobre su propio proceso de desarrollo sino sobre el propio proceso de la
madurez considerada genéricamente.
Esta teorías forman parte de un bagaje más amplio que constituye el
conocimiento cotidiano y sus contenidos están socialmente normativizados.
Las 3 perspectivas son necesarias para
llegar a comprender en toda su amplitud las implicaciones evolutivas de la
noción de madurez como recurso personal.
La madurez psicológica se situaría entonces en un doble plano:
- Determinadas
características de la personalidad madura favorecerían un afrontamiento de
los sucesos y transiciones evolutivas con un resultado positivo
(adaptación).
- Pero
a su vez, el hecho mismo del afrontamiento y de una resolución con éxito
de la transición/crisis fomentaría el crecimiento en algunas dimensiones
de madurez que prepararían al sujeto para transiciones futuras.
Según Erikson es posible deducir una
doble concepción de la madurez psicológica:
a)
Una
madurez asociada a cada crisis psicosocial e indirectamente a las demandas
socioculturales sobre el individuo:
desde este punto de vista se irían definiendo estilos maduros de resolución de
estas crisis evolutivas, en la medida que se va fortaleciendo el yo con las
virtudes asociadas.
b)
Una
madurez asociada a la última etapa de la vida.
Efectivamente, Erikson concede al último estadio de Integridad frente a
desesperación un estatus de madurez psicológica específico e integrador del
anterior.
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