LA PRUEBA DE RORSCHACH
Es una técnica y
método proyectivo de psicodiagnóstico creado por Hermann
Rorschach (1884-1922). Se publicó por vez primera en 1921 y
alcanzó una amplia difusión no sólo entre la comunidad psicoanalítica sino
en la comunidad en general.
El test se utiliza principalmente
para evaluar la personalidad. Consiste en una serie de 10 láminas que
presentan manchas de tinta, las cuales se caracterizan por su ambigüedad y
falta de estructuración. Las imágenes tienen una cierta simetría, no absoluta,
que proviene de la forma en que originalmente se construyeron: doblando una
hoja de papel por la mitad, con una mancha de tinta en medio. Al volver a
desplegarlas, H. Rorschach fue encontrando perceptos muy sugerentes que daban
lugar, por su carácter no figurativo, a múltiples respuestas. El psicólogo pide
al sujeto que diga qué podrían ser las imágenes que ve en las manchas, como
cuando uno identifica cosas en las nubes o en las brasas. A partir de sus
respuestas, el especialista puede establecer o contrastar hipótesis acerca del
funcionamiento psíquico de la persona examinada.
Es un test proyectivo, pero las
distintas escuelas han propuesto sistemas de cuantificación de las respuestas,
mediante la creación de listas de categorías sobre lo que el sujeto dice que
ve, cómo lo ve, en qué sitio de la lámina, etc. Entre 1935 y finales de los
años 1950 se desarrollaron cinco intentos de cuantificación de las respuestas.
Los máximos exponentes de estos intentos fueron Beck, Klopfer, Hertz,
Piotrowski y Rapaport. Este último le sugirió a John Exner (Jr.) la
conveniencia de conocerlos todos, y de allí Exner extrajo la idea de reunir toda
la información internacional y los distintos sistemas interpretativos en uno
solo: así creó el llamado Sistema Comprehensivo. Mediante una red de
rorschachistas en todo el mundo, se fue constituyendo una impresionante base de
datos de protocolos individuales que permitió un estudio y reinterpretación de
estos sobre la base de los descubrimientos que se iban haciendo. Otra
contribución fundamental para el desarrollo científico de la herramienta fue la
creación de un Resumen Estructural, en el que el psicólogo, una vez codificadas
las respuestas obtenidas, vuelca los datos y obtiene una configuración de la
personalidad del sujeto.
Actualmente el Sistema
Comprehensivo es el más extendido y fue aportando datos muy importantes para la
valoración de la personalidad y la detección de estructuras mentales opacas a
otros sistemas de estudio de la personalidad. Por poner un ejemplo, es la única
prueba que proporciona datos sobre la ideación autolítica, aun cuando el sujeto
no mencione nada al respecto.
Es por ello por lo que se le
considera una de las pruebas más completas
Junto con el MMPI, es uno de
los test psicológicos más ampliamente difundidos en el ámbito jurídico-forense.
Método
El test de Rorschach consta de 10
láminas compuestas por manchas de tinta (negras y policromáticas, casi
simétricas) sobre un fondo blanco. Estas láminas poseen una morfología vaga por
lo que resultan especialmente sugerentes. Las láminas son presentadas de manera
sucesiva a un sujeto preguntándole lo que ve en ellas y cómo y dónde manifiesta
lo observado. El análisis del test está basado en las respuestas que da el
individuo.
Algunos de los criterios usados
para evaluar las respuestas son:
Tiempo de latencia. Cuánto se
demora el individuo en dar la primera respuesta a cada lámina.
Posición. Cómo lo ve respecto de
la posición de la lámina: en la posición estándar, con 90º o 180º de rotación.
Localización. Dónde lo ve: en la
mancha completa, en un detalle, en un espacio en blanco.
Forma. Cómo es la calidad de lo
percibido: rica en detalles, forma bien definida, forma vaga, etcétera.
Movimiento. Si lo percibido
parece estar en movimiento o siendo movido por alguna fuerza.
Color. Si refiere al color de lo
percibido. Si con ello justifica profundidad, perspectiva, sombras, texturas,
etcétera.
Categoría. Qué es lo que ve: una
forma humana, animal, objeto o sus derivados. Otras categorías suelen
considerarse aparte, tales como paisajes o respuestas de carácter sexual.
Varios caminos han tenido un desarrollo
independiente. Los de mayor desarrollo y difusión fueron los de Klopfer y
Rapaport, también alcanzaron un importante desarrollo las lecturas de Beck,
Hertz y Piotrowsky entre otros. El nombre de John Exner merece una mención
particular, integró las cinco principales corrientes en un único Sistema
Comprehensivo, y es en la actualidad la corriente de mayor desarrollo,
difusión, utilización y expansión en el mundo. A diferencia de los anteriores
posee un enfoque menos complicado en sus lecturas y desarrollos diagnósticos.
Se presenta a sí mismo como un medio y no un fin, por lo que se promociona como
un test para ser utilizado en diferentes ámbitos y por diferentes lecturas
teóricas.
Mancha 1. La rapidez de
respuesta e indicativa de cómo uno reacciona ante situaciones nuevas. Lo mejor
son las respuestas obvias, dadas enseguida. Por ejemplo, murciélago, mariposa,
polilla y también mujer (en el centro, arriba), siempre que no se
comente que le falta la cabeza. Algunas interpretaciones raras (máscara, cara
de animal) pueden sugerir paranoia.
Mancha 2. Es importante ver esta
mancha como dos figuras humanas (mujer o payaso). Si no, uno tiene problemas en
su relación con la gente. Otras respuestas son también válidas: entrada de una
cueva, mariposa e incluso vagina.
Mancha 3. Esta mancha se supone
que detecta las preferencias sexuales. La mayoría de la gente ve ahí dos
figuras humanas con importantes pechos o penes. Si ambas figuras son
consideradas masculinas, uno es heterosexual, en caso contrario, homosexual.
Pero hay excepciones, como las respuestas de los gays.
Mancha 4. A primera vista es
difícil (¿cabeza de perro, dragón?), pero una observación atenta revela un
hombre visto desde debajo. Vale también ver en ella un gorila, oso u hombre con
abrigo. ¡Ojo con decir que el monstruo está atacando! Es fatal: representa al
propio padre.
Mancha 5. La interpretación de
Rorschach es la más obvia: un murciélago o una mariposa. No diga dada más. Ver
las prolongaciones de las alas como bocas de cocodrilo significa hostilidad,
ver pies o tijeras indica castración. Si se dan demasiadas interpretaciones...
¡esquizofrenia! Y también si se ve gente moviéndose.
Mancha 6. La más difícil. El
secreto está en voltearla. La interpretación más socorrida es un pene, pero es
mejor decir que se parece a una madriguera de animal. También una nube, dos
máscaras teatrales, hombres narizotas, etc. En conjunto, parece que revela las
actitudes inconscientes hacia la sexualidad.
Mancha 7. Revela nada menos que
los sentimientos hacia la madre. Todo el mundo ve en ella dos mujeres.
Decir “brujas”, “solteronas”, etc., indica conflicto, poco amor o incluso
aborrecimiento. Nubes, fatal. Peor ver una cáscara de nuez: ¡fijación vulvar!
El espacio entre las dos mitades puede ser también interpretado como una
lámpara de aceite, pero sólo los esquizofrénicos lo ven.
Mancha 8. La respuesta más
corriente la relaciona con animales de cuatro patas, y no verlo es una mala
señal: ansiedad. Vale también un árbol, e incluso mariposa. Mejor todavía:
diseño heráldico o un árbol de Navidad con ornamentos.
Mancha 9. Pocas respuestas buenas
aquí. Un fuego con humo, una explosión (ojo, según qué interpretadores verán
paranoia en ella), un mapa, una flor. Ver una vagina en el centro, malo, malo.
En definitiva, no hay mucho por ver. El psicólogo puede estar contando sus
respuestas.
Mancha 10. Esta última mancha
escudriña su capacidad organizativa. Aquí puede haber de todo: cangrejos, la
cabeza de un conejo, huevos fritos. Buenas respuestas: algo visto a través del
microscopio. Algunos llegan a ver caras. Si ve Vd. el humo de una pipa, tiene
una fijación oral. Ver testículos y penes es ansiedad de castración (!).
LAS LAMINAS