Un par de palabras abre la puerta
para comenzar a decir lo que satisface y lo que no.
Las tardes de café con las
amigas, las noches de billar con los amigos, los baños de mujeres, los de
hombres... todos se convierten en espacios propicios para hablar de sexo.
Algunos confiesan la incompatibilidad sexual con su pareja, mientras otros se
jactan de sus maratónicos encuentros y unos más revelan detalles, excesivamente
minuciosos, sobre sus gustos y disgustos amatorios. ¿Y en la cama? Un silencio
hermético rodea las relaciones, ninguno siente la confianza para decirle al
otro lo que le gusta o le disgusta y pasan los años sin una conversación, sin
cumplir deseos o aguantando lo que no les genera satisfacción.
“Así como existió la confianza
para invitarla al primer café, para acercarse y llevarla a la cama, debe
mantenerse para hablar y decir lo que le gusta y lo que no”, aconseja Carlos
Pol Bravo, siquiatra con máster en sexología.
El experto asegura que son tres
los elementos indispensables para lograr una exitosa vida sexual: educación,
confianza y comunicación. “El póquer de ases es la complicidad”, añade. Como
educación se refiere a ‘limpiar’ la sexualidad de tabúes, de las imposiciones
culturales que por generaciones han destruido la vida de pareja; los dos deben
entender que el hombre y la mujer son seres con derecho a disfrutar de una vida
sexual plena y sana. Esa educación da la confianza para comunicarse y,
finalmente, el diálogo lleva a la complicidad, el último elemento que da “buen
término” a la relación de pareja.
Las primeras palabras“Para
recorrer una gran distancia hay que empezar por una milla”, dice Pol Bravo.
Sencillas expresiones como: “me duele” o “me gusta” equivalen a dar el primer
paso en el camino de esas ‘conversaciones’ necesarias para alcanzar una vida
sexual exitosa. Y no se refiere solo a hablar durante el sexo. Hay parejas que
pasan años sin que ella le haya dicho que le cuesta llegar al orgasmo y sin que
él se dé cuenta.
Pedro Villegas Suárez, sexólogo
español, señala en su blog (http://villegas-rinconsexologico.blogspot.com)
que “muchas mujeres aún ocultan que no disfrutan de orgasmos en las relaciones
y ellos no comentan con sus amigos que padecen una disfunción y no saben cómo o
a dónde acudir. Nos da vergüenza nombrar estas situaciones. Así se da el
anacronismo de parejas de todas las edades que, cansados de practicar sexo, no
saben cómo hacer disfrutar a la otra persona o, aún peor, cómo disfrutar
plenamente de la propia sexualidad”. La comunicación sexual es una doble vía en
la que públicamente se hacen chistes fuertes y en la intimidad no se toca el
tema; el silencio es cómplice de los inconformismos y las frustraciones.
“La mayoría de los vocablos con
que podemos nombrar los genitales: “coño”, "culito" –añade Villegas–
muchas personas jamás los nombran frente a sus parejas por no quedar mal y para
no hacerlo no dicen nada más. El resultado es que ella, que estaba deseando que
su pareja le acariciara los genitales, por no quedar como ridícula nombrando el
clítoris o como grosera nombrando el coño, se quedó
La sexología según la Universidad Autónoma del estado de Hidalgo, tiene como finalidad el estudio, comprensión, atención y solución a problemáticas sexuales a las que el ser humano se ha orientado para poder desarrollar una armonía y equilibrio en este ámbito y su intervención como individuo en el aspecto social.
ResponderEliminarLa sexualidad es algo que pertenece al ser humano por naturaleza, es una fuente de placer y aceptación que incluso se convierte en identidad y que en muchas ocasiones produce conflictos por lo cual recurrir a una Sexologa ayudara.