RESUMEN
La comunicación y las relaciones
interpersonales están indisolublemente unidas. La familia es el marco donde
ambas se desarrollan y la pareja es el subsistema familiar que las modela. La
funcionalidad de la familia y de la pareja depende en gran medida de ellas. El
desarrollo de la personalidad es condición y resultado de ambas por
eso la identificación de las familias y parejas disfuncionales forma parte del
trabajo de prevención de salud, por lo que los factores de riesgo relacionados
con la comunicación y las relaciones interpersonales deben ser considerados
para su atención. Por su importancia para la salud, el desarrollo de las
habilidades sociales de comunicación debe ser abordado en los programas
educativos comunitarios, entre ellos, los de educación sexual. La labor de
prevención debe ser acometida de forma multidisciplinaria por la diversidad de
variables que intervienen en este problema.
Palabras clave: comunicación,
relaciones interpersonales, familia, matrimonio, salud, prevención y educación
sexual.
INTRODUCCION
La comunicación es un proceso
ligado al desarrollo del hombre desde sus orígenes, surgió como una necesidad
propia de la actividad colectiva y a la vez facilitó su desenvolvimiento. El
hombre realiza su actividad social mediante sistemas de símbolos que
constituyen el proceso de comunicación y que le permiten interactuar con los
otros, intercambiar información, orientar y dirigir su conducta e intercambiar
vivencias que enriquecen su subjetividad.
Todas las relaciones que
establece son importantes, pero las relaciones que se desarrollan en la familia
y en la pareja mediante la comunicación son básicas en el funcionamiento de
estos grupos sociales y consecuentemente en el enriquecimiento de la
personalidad. Constituyen elementos que pueden ser beneficiosos o perjudiciales
para la salud, por lo que la prevención de sus factores de riesgo resulta un
elemento importante en la atención integral a la familia como núcleo del nivel
primario de salud.
DESARROLLO
La comunicación, según la
define Lomov, es un proceso de interacción de sujetos mediatizado
por el empleo de diferentes lenguajes o sistemas de signos. (1)
La comunicación es interactiva,
distinguiéndose por el intercambio de las personas que entran en ella como
sujeto, lo que hace a este proceso rico e irrepetible
que va más allá del intercambio de signos, es un trueque en el que
intervienen vivencias, sentimientos, ideales, valores, convicciones, actitudes
y motivaciones que se van a reflejar en ese proceso y que van a
influir en las personas que participan en él, de ahí que se considere “el
proceso donde se realiza la presentación del mundo interno del sujeto a otro
sujeto”. (2)
Las funciones de la
comunicación son: informativa o comunicativa, afectiva y reguladora.
La función informativa sirve para
expresar el propósito comunicativo: la transmisión y recepción de la
información. Permite transmitir experiencias, conocimientos, juicios y valores.
Durante el flujo de
comunicación inherente a las relaciones
sociales, continuamente se promueven emociones y sentimientos en
correspondencia con la significación de los contenidos que se
intercambian y la jerarquía que tengan en su escala de valores; ese conjunto de
vivencias afectivas dificulta o favorece la comunicación y
constituye la función afectiva, que permite la expresión de los sentimientos.
La función afectiva tiene
importancia vital en la estabilidad emocional de los sujetos y en su realización
personal. Está estrechamente relacionada con la autoimagen y la autoestima
porque “es la conjugación de la individualidad de cada cual con la
necesidad de compatibilizar su papel social y personal”. (3)
La función reguladora comprende
la regulación de la conducta a través de la influencia mutua entre las personas
que se comunican, apoyándose en la retroalimentación inherente al proceso de
intercambio de información, que hace factible el control del
comportamiento, ya sea por el efecto causado sobre el interlocutor o por la
propia autoevaluación. En este intercambio se desarrolla el “sistema
de relaciones sujeto - sujeto”. (4)
Estas tres funciones forman un
todo único independientemente de que en determinados momentos una de ellas
predomine sobre las otras.
Durante el interactuar con otros
seres humanos el hombre establece diferentes tipos de relaciones, unas de
carácter superficial y otras de carácter más complejo en dependencia
de la actividad en que se enmarcan, del vínculo que se establece y de la
significación que reviste la actividad. “Las relaciones que se construyen con
familiares, amigos, compañeros y con la persona amada son las relaciones
interpersonales”.(5)
Este tipo de relaciones se
distingue por su matiz emocional, porque genera vivencias afectivas a partir
del mutuo vínculo y de la manera en que los sujetos se conectan entre ellos.
“La más significativa de todas
las relaciones interpersonales es la que se desenvuelve en el núcleo
familiar”. (6)
La calidad de la relación que se
mantiene influye en la funcionalidad de la familia, porque las interrelaciones
constituyen una de sus funciones. Es a través de esos nexos que tiene lugar la
transmisión de valores, normas, costumbres, tradiciones
y creencias que forman lo espiritual cultural que aporta
la familia como parte de su función social. La familia, como grupo primario,
permite el desarrollo personal y social de sus miembros porque constituye
un núcleo espiritual y afectivo que mediatiza la relación del
individuo con la sociedad. En ella se satisfacen las necesidades afectivas
mediante vínculos privativos de la familia y de la pareja.
Los procesos relacionales que se
configuran en el modo de funcionamiento del grupo familiar son: la afectividad,
la comunicación, la armonía, la cohesión, los roles, la adaptabilidad y la
permeabilidad. Algunos autores reconocen algunos de estos criterios y otros
consideran criterios diferentes. Olson, Sprenkle y Russell consideran entre
otros indicadores la cohesión, como lazo emocional entre los miembros y la
comunicación familiar en relación con las habilidades de expresión. (7)
Estos criterios o indicadores son
utilizados por los tests de funcionamiento familiar y nos pueden ofrecer una
evaluación de las familias que nos permite identificarlas como riesgo o no en
dependencia de los resultados obtenidos.
Entiéndase como funcional aquélla
familia en cuyas interrelaciones como grupo humano se favorece el desarrollo
sano y el crecimiento personal de cada uno de sus miembros. (8)
La familia es un grupo flexible y
adaptable que se constituye en el principal resorte motivacional, fuente de
placer, realización, satisfacción y bienestar, o generador de conflictos,
descontrol y enfermedades.
Muestra de esto resulta las
investigaciones realizadas acerca de la familia, destacándose la
realizada en nuestro país por Patricia Arés en la que constató que
las familias donde había más disfunción e indicadores de tensión era donde
aparecía la mayor cantidad de niños evaluados con alteraciones psicológicas
severas y moderadas.
En la conocida investigación las
valoraciones dadas por los miembros de las parejas sobre sus familias se
relacionaban con situaciones conflictivas que impiden el logro del ideal de
familia, entre ellas conflictos e incomprensiones asociados a condiciones
materiales de la vivienda, convivencia con otros y falta de tiempo. (9)
La investigadora valora que los
rasgos disfuncionales pueden estar incidiendo en la aparición
de conflictos esenciales en la pareja y la familia potencialmente
patógenos para las alteraciones psicológicas infantiles, lo que se corresponde
con la afirmación de Clavijo Portieles de que el déficit de relaciones, sobre
todo en la infancia, constituye un daño psicológico que deja huellas
en el individuo, la pareja y la familia. (6, 7, 9)
El estudio realizado por Reca
Moreira y un colectivo de investigadores acerca de las características de la
comunicación en la pareja y en las relaciones paternas filiales encontró un
déficit en la comunicación que afectaba el funcionamiento familiar a pesar de
tratarse de familias estables. Se apreció dificultad en el diálogo de los
conflictos y en la toma de decisiones conjuntas y estuvieron afectadas la
intimidad, la comunicación, y la expresión de los sentimientos y
autovaloraciones. (10)
Se ha comprobado que las
funciones comunicativas varían en función del sexo y de las diferencias
socioculturales de manera tal que los padres en la interacción con sus hijos
hacen énfasis en la regulación conductual de los varones mientras que en las
niñas predomina el afecto, manifestado en el tono de voz, la dulzura, las
caricias. (11)
En Brasilia, un estudio de
las relaciones conyugales y parentales en familias de clases sociales baja y
media mostró que las parejas incluían entre los aspectos positivos
del casamiento: la intimidad, el intercambio afectivo, la negociación
y equilibrio en las concesiones mutuas, la ausencia de conflictos,
riñas y celos además de la satisfacción en las relaciones sexuales.
Los cónyuges, independientemente de la clase social y el sexo, consideraron que
la calidad de las relaciones íntimas depende de la presencia o ausencia de
negociación.
Por tanto, lo que sustenta un
casamiento satisfactorio es la capacidad de la pareja de entrar en acuerdo o
ceder delante de situaciones conflictivas, además de la similitud de
características, que constituyó el otro factor estudiado. (12)
Numerosos factores originados por
la crisis económica y social hacen más vulnerables a las familias:
problemas económicos, de comunicación, de convivencia obligada, maltratos e
incomprensiones se reconocen como algunos de los factores de riesgo
psicológico, lo que trasluce la necesidad de atención preventiva a las familias
y a las parejas como núcleo de dicha estructura social. (13)
Mucho se habla de la crisis de la
familia por los cambios de valores de la familia tradicional, por los
cambios en la sociedad: cambios estructurales, aumento de la
divorcialidad, conflicto de roles y cambios en los modelos de relación de
pareja.
En muchos países, incluido el
nuestro, se observa un incremento de uniones consensuales y de
nuevas formas de relación de pareja que difieren del matrimonio tradicional.
Los cambios sociales, económicos, científicos, técnicos y
las presiones de la vida moderna han producido su efecto en la cultura
universal, lo que se expresa en las relaciones de pareja. Los modelos cerrados,
de relación fusional dependiente o modelo materno paterno donde la relación es
de dependencia son desplazados por un nuevo tipo de relación abierta, de
independencia.
El vínculo interpersonal más
complejo del ser humano lo constituye la pareja. Múltiples factores
sociológicos, personológicos e interactivos influyen en su estabilidad, solidez
y satisfacción. (14)
La pareja es una unidad con
rasgos específicos resultante de la combinación de dos personalidades y se
constituye cuando se han cumplido varios niveles de atracción y
satisfacción. Cada uno llega con sus necesidades, frustraciones y
mecanismos de defensa que intervienen conscientemente unos e inconscientemente
los otros sobre esa unidad diádica. A todo esto se suman los
conflictos, tensiones y ajustes que surgen de la convivencia, en la
que cada cual aporta lo asimilado en sus familias de origen hasta
lograr un nuevo y particular modelo de intercambio. (15) Al producirse el
equilibrio entre el “yo” el “nosotros” se torna más gratificante el
intercambio, porque se erige sobre la base de la satisfacción interna de ambos
miembros.
La personalidad resulta muy
importante en el logro de este resultado. Se reconocen como
elementos clave para mantener una relación satisfactoria la
autovaloración, la capacidad comunicativa y los códigos emocionales. Nos
referiremos a estas últimas por ser objeto de este trabajo.
El arte de la comunicación
resulta más difícil de lo que aparenta, es la piedra angular de las relaciones
interpersonales y sexuales.
Los diferentes lenguajes o
sistemas de signos que se emplean pueden ser verbales y no verbales. En la
comunicación verbal se transmiten necesidades, deseos, fantasías, alegrías y afectos;
pero la expresión de los sentimientos no se agota en lo verbal, se
refuerza físicamente mediante la expresión gestual, por el contacto físico y
por el efecto vocal que acompaña al habla y que a veces lo
modifica y le da significado. (16)
Las emociones se expresan de
forma no verbal y tienen menor control consciente, por lo que
son más auténticas que el lenguaje verbal, que es elaborado y
procesado conscientemente; por eso la comunicación afectiva resulta
consustancial a la relación de pareja.
“La pareja es
un sistema de comunicación privilegiado pero también
frágil” (17) y depende especialmente de los recursos personológicos
desarrollados para las relaciones íntimo personales, entre ellos la
congruencia, la expresividad afectiva, la comprensión empática, la capacidad
para escuchar, la receptividad y la tolerancia. (18)
La congruencia o autenticidad se
refiere a la capacidad de revelar el mundo interior de modo abierto y directo.
La expresividad es la capacidad de demostrar cariño verbal y físico o
corporalmente. La comprensión empática se refiere a la capacidad de entender
los sentimientos del otro y de identificarse con ellos. Otros recursos que
complementan la comunicación funcional son escuchar activamente, sin evaluar,
con paciencia y aceptar la subjetividad del otro con sus diferencias.
La comunicación interpersonal
puede ser funcional o no según la articulación de las funciones de
la comunicación y los recursos personológicos, pero a la vez es un indicador de
la calidad de la relación (18). Este elemento debe ser
considerado para la labor de prevención, ya que la disfunción en la pareja se
expresa en el funcionamiento familiar y constituye un factor de riesgo para la
salud familiar y de la pareja.
Los códigos emocionales son
pautados por la familia, incluyen los comportamientos y la expresión de los
afectos, mientras que la capacidad comunicativa nos permite transmitir
esos códigos emocionales, traspasando así la comunicación informativa y la
regulativa.
Muchos de los problemas que se
presentan en la comunicación de la pareja tienen su origen en costumbres y
prejuicios acerca de este tipo de relación. La timidez, el miedo a la
intimidad, el egoísmo y las expectativas poco realistas dificultan la
comunicación.
Considerando la intimidad debemos
partir de su etimología: intimidad viene del latín “intimus” que significa lo
de adentro. Es por ello que en el proceso de conformación y
consolidación de la relación de pareja la intimidad resulta esencial porque
supone compartir lo más profundo de ellos, para lo que se requiere de madurez
psicológica y de habilidades comunicativas entre otros factores.
La intimidad se
desarrolla mediante la comunicación afectiva y suele caracterizarse por un
sentimiento recíproco de aceptación, entrega, confianza y ternura. Puede
manifestarse a través de la palabra, los gestos y por el contacto físico, el
que desempeña una importante función en la expresión de la ternura, aunque no
se agota en el proceso de comunicación.
Un elemento consustancial de la
intimidad de la pareja lo constituye el contacto sexual y está interrelacionado
con el acercamiento físico y emocional, aunque pueden aparecer independientes.
No obstante esto cuando se logra la conjunción de ellos con el sentimiento de
amor resulta una relación profunda que se construye poco a poco en el
interactuar de la pareja.
El diálogo íntimo entre amantes
reviste características particulares que lo distinguen de otras situaciones
comunicativas porque es precisamente la situación comunicativa la que determina
el empleo de la lengua. (4)
En México, una investigación
realizada por Sánchez Aragón y Díaz Loving acerca de patrones y estilos de
comunicación de la pareja permitió concluir que las formas o patrones de
comunicación son más importantes en la forma de relacionarse las personas que
el contenido que se aborda en la comunicación. Encontraron percepción de
correspondencia del sujeto sobre el estilo que usa al comunicarse
con su pareja y la percepción de su pareja en términos de reciprocidad en el
estilo de comunicación; así cuando siente que es congruente, coherente y
comprometido percibe que su pareja también lo es y cuando es negativo provoca y
evidencia las mismas formas en el otro. (19)
Esto se corresponde con la
hipótesis de Homans: “Las personas que experimentan sentimientos recíprocos de
simpatía, los expresarán en un aumento de las actividades correspondientes al
sistema interno, y estas pueden fortalecer más aún los sentimientos de
simpatía”. (20)
En su teoría acerca de los grupos
humanos este autor establece un sistema conceptual integrado por tres elementos
de la conducta: actividad, interacción, sentimiento. Esos tres elementos pueden
establecer relaciones de dependencia mutua tanto en el sistema externo como en
el interno. En este último se expresarían como actividades espontáneas que
indican actitudes recíprocas, producidas en los propios miembros por su vida en
el grupo y sentimientos de simpatía o aversión que se desarrollan en la
actividad.
De manera que en la relación
sentimiento actividad todo sentimiento busca expresarse en la acción y si esta
es recompensadora tratará de repetirse. Esto es precisamente lo constatado en
la investigación de Sánchez Aragón en relación con los estilos de
comunicación en las parejas. Téngase en cuenta que la teoría de Homans versa
acerca de pequeños grupos y la pareja es uno de ellos.
La incapacidad para el contacto
íntimo constituye un obstáculo para el contacto físico inherente al contacto
sexual, por lo que la incapacidad para comunicarse conlleva a dificultades
sexuales en la relación de pareja.
La relación sexual es la más
importante y profunda de las relaciones humanas y requiere una maduración
psicosocial adecuada por la notable influencia inhibitoria de los factores
psicosociales sobre éstas. (21) Entre estos factores se
considera las actitudes, creencias y expectativas en relación con el sexo, el
tipo de pareja, la comunicación, el rol de género, etcétera.
Los matrimonios que padecen un
problema sexual, suelen no conversar de sus problemas, lo que ejerce efectos nocivos
sobre la calidad de la relación conyugal, por eso uno de los objetivos de la
terapia sexual consiste en alentar a la pareja a comunicarse abiertamente entre
sí y a verbalizar sus sentimientos más íntimos lo que facilita el abandono a la
experiencia sexual y refuerza su intimidad y confianza en otras áreas de la
vida. (22)
La comunicación es una de las
funciones de la sexualidad, además de la reproducción y el placer erótico. Su
importancia en las relaciones sexuales se evidencia en investigaciones acerca
de las disfunciones sexuales donde la empatía y la asertividad son habilidades
comunicativas consideradas elementos esenciales para el tratamiento
de las mismas. (11,23)
Considerando los aspectos
abordados acerca la familia, la pareja y las relaciones que se establecen en
ellas a través de la comunicación, no cabe dudas que constituye una
necesidad el trabajo de prevención de sus disfunciones y trastornos para
garantizar la salud en su más amplio sentido, que incluye el bienestar
psicológico, el bienestar social (visto como las posibilidades de desarrollo
del individuo) y el nivel de desarrollo de la personalidad (referido a su
autorrealización y autodominio). (24)
Para estar saludable se requiere
del bienestar subjetivo o felicidad como le llaman algunos, de condiciones de
vida que le faciliten el desarrollo personal y calidad de vida y además se
necesita autorregulación que le permita orientar su conducta
conscientemente hacia estilos de vida saludables.
Las relaciones familiares y de
pareja y junto a ellas la comunicación, no pueden desligarse de la
categoría calidad de vida porque ésta es el resultado de la interacción entre
factores objetivos (condiciones económicas, sociopolíticas, culturales y
ambientales) y subjetivos (la valoración que el sujeto hace de su propia vida)
que facilitan o entorpecen el pleno desarrollo del hombre, de su
personalidad (25) y ellas constituyen parte de esos factores.
El desarrollo de
habilidades comunicativas garantizará mejores relaciones interpersonales de
todo tipo y junto a esto se logrará mejorar la calidad de vida para alcanzar el
bienestar psicológico inherente a ella.
La meta de la
OMS “Salud para todos en el 2000” es un reto que se puede
alcanzar si se asume un modelo comunitario centrado en la prevención y optimización
de los recursos donde sus objetivos son: la prevención temprana de
los problemas mediante la detección precoz de los riesgos y la preparación
anticipada de las personas y grupos comunitarios además de la intervención
temprana en esos problemas. (26)
De manera que resulta importante
identificar y caracterizar las familias disfuncionales y los estilos o
estrategias de comunicación que prevalecen en ellas para poder actuar
tempranamente sobre ellos, considerando que la pareja es el subsistema familiar
que moldea el funcionamiento familiar.
Esto es posible a través de la
atención primaria de salud, que constituye una estrategia dentro del Sistema
Nacional de Salud encaminada a mejorar la calidad de vida de la población sobre
la base de la promoción de salud y prevención de enfermedad. (27)
Para tener logros en esta tarea
debe tenerse en cuenta que el rol social, el momento del acto
comunicativo y la actividad o tema que se discute determinan en gran medida la
forma, el tono y la pertinencia del mensaje que transmitimos. (28)
Esto nos ayudará a seleccionar
los recursos a utilizar en las actividades de promoción y prevención porque la
comunicación constituye una constante transmisión de conocimientos y
experiencias, que debe ser organizada cuando persigue un fin educativo. Esto
hará posible una adecuada educación sexual que además de transmitir
conocimientos, desarrolle las capacidades de interrelación del sujeto y
habilidades sociales que favorezcan la comunicación de afecto, la expresión de
emociones y sentimientos y el disfrute de una sexualidad
sana. (29)
Cualquier estrategia educativa
debe centrarse en desarrollar conductas preventivas, dirigidas a defenderse de
las enfermedades y conductas promotoras encaminadas al incremento del
bienestar y la autorrealización; y para que sea efectiva hay que
considerar los aspectos psicológicos inherentes a la comunicación. Es por eso
que se incluyen dentro de la promoción de salud el aprendizaje de competencias
y habilidades básicas, entre ellas el autocontrol, la comunicación y relaciones
sociales y también se incluye el control de variables actitudinales,
motivacionales y afectivo-emocionales, entre ellos la potenciación de recursos
protectores o de resistencia. (30)
CONCLUSIONES
El modelo de medicina familiar
cubano integra las acciones de salud en el Programa de Atención Integral
a la Familia, que tiene como objetivo general: mejorar el estado de salud
de la población mediante acciones integrales dirigidas al individuo, la familia
y la comunidad.
Para alcanzar este objetivo se
requiere de un esfuerzo multidisciplinario, por la complejidad de las variables
que intervienen en él.
Los médicos generales
integrales, psicólogos, sociólogos y demás profesionales vinculados al trabajo
de promoción y prevención con las familias, contamos con condiciones para
enfrentar de manera integral los actuales problemas
familiares y de pareja imprimiéndoles el necesario enfoque
comunitario preventivo y estamos convocados a hacerlo como parte de la
estrategia cubana de desarrollo humano. (31)
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