1.
MARCO
TEÓRICO
Definiciones:
Es una enfermedad
crónica producida por el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas, lo cual
interfiere en la salud física, mental, social o familiar así como en las
responsabilidades laborables.
El alcoholismo es un
tipo de toxicomanía con perturbaciones de ordenes somáticas,
psíquicas y sociales como resultado de la intoxicación
por alcohol etílico, de acuerdo con su naturaleza los
factores predisponentes del hábitos alcohólico, se pueden dividir en diferentes
grupos, exógenos, endógenos y constitucionales.
El alcoholismo es una
enfermedad crónica y progresiva que deriva de la ingestión excesiva y no
controlada de alcohol, el cual se encuentra en todas las bebidas alcohólicas en
mayor o menor grado.
El alcoholismo es un
problema que tiene poco que ver con el tipo de alcohol que se consume, cuánto
tiempo se ha estado bebiendo, o la cantidad exacta de alcohol que se consume.
Sin embargo, el alcoholismo tiene mucho que ver con la necesidad incontrolable
de beber de la persona. Poco a poco, el alcohol se convierte en una droga para
la persona que bebe, que sirve para cambiar el estado de ánimo, más que una
bebida que se toma como parte de una costumbre social, ya que se suele empezar
a consumir con otras personas.
Clasificación:
Tipologías de alcohólicos:
Jellinek57 (1960), propone cinco patrones básicos del
beber excesivo y utiliza letras griegas para identificarlos.
Jellinek propone la siguiente nomenclatura
clasificatoria de los bebedores:
- Tipo alcohólico alfa: También llamada «bebida
indisciplinada», incluye a los individuos con dependencia psicológica del
alcohol.
- Tipo alcohólico beta: Supone el hábito de beber
socialmente en exceso pero sin que se observe dependencia psicológica o
física.
- Tipo alcohólico gamma: Beber hasta la embriaguez
durante días, semanas o hasta meses, a veces hasta la intoxicación. La
dependencia física está presente y se manifiesta con los síntomas del
síndrome de abstinencia.
- Tipo alcohólico delta: Volumen muy elevado de consumo
de alcohol durante el día con tolerancia funcional y neuroadaptación
evidente. Hay dependencia física. El sujeto en realidad no puede dejar de
beber ni siquiera un día.
- Tipo alcohólico epsilón (la
otra denominación es dipsomanía): Fases infrecuentes de borracheras cortas
intercaladas con largos períodos de completa abstinencia (Madden, 1986 y
Helzer, 1987).
Es importante resaltar que no todos los bebedores
excesivos son alcohólicos. Alfonso Fernández hace una clasificación distinta
pero que se solapa con la anterior, está basada en la «forma de beber» y expone
tres tipos de alcohólicos:
- Bebedor excesivo regular: Es el sujeto que bebe mucho
pero sin llegar nunca o casi nunca a embriagarse. Es de un carácter
extrovertido con control sobre la conducta. Se entregan a la bebida por
factores sociales de presión o condicionamiento. Es característico de la
cultura mediterránea.
- Bebedor excesivo irregular o
alcoholómano: Es el
enfermo con factores psicológicos relacionados con experiencias negativas
o insoportables y se entrega a la bebida para el alivio de los mismos.
Realiza un consumo de modo regular o intermitente, con amplia pérdida de
control, cuando consume. Se suele identificar ( al menos hasta ahora ) con
el consumo anglosajón, aunque como veremos este patrón de consumo está
siendo asumido por algunos jóvenes españoles.
- Bebedor enfermo psíquico: Es el enfermo mental que se
entrega a la bebida para modificar sus vivencias y tensiones emocionales,
como depresión, estados paranoides, etc.
Otra
clasificación.-
Tipos
de alcoholismo:
Existen
dos formas de alcoholismo: El alcoholismo Agudo y el Alcoholismo Crónico.
·
ALCOHOLISMO CRÓNICO: Se produce por el consumo habitual de
moderadas dosis de alcohol. El alcohólico presenta trastorno del carácter
(desconfianza, irritabilidad, con periodos depresivos que pueden llevarlo al
suicidio en algunos casos extremos). Todos los órganos resultan afectados,
sobre todo el sistema nervioso. Temblor en las manos, alteraciones digestivas
que pueden derivar al cáncer, etc. Puede llegar al delirium tremens que lo
conduce a la muerte, aunque no sea muy habitual.
·
ALCOHOLISMO AGUDO: Llamado también embriaguez o ebriedad, es
transitorio. Consiste en una crisis pasajera que va desde la euforia (bebida
alegre) a la tristeza (bebida triste) hasta la perdida de la razón, marcha
titubeante mareos, náuseas y vómitos.
Clases
de bebedores:
Hay
distintas clases de bebedores, los podríamos clasificar en cuatro clases
diferentes ente ellas:
·
Bebedor Moderado: Ingestión habitual de diversas bebidas
alcohólicas inferior a los 3/4 litros por día.
·
Bebedor Habitual: Toda su vida social se centra en el
alcohol. no consumen por gusto, sino porque le aporta una sensación aparente de
seguridad, valor o placer. Al comienzo, la ingesta es circunstancial, y puede
dejar de beber. Con el tiempo, se establece el hábito.
·
Bebedor Excesivo: Bebe más de 1 litro de vino, o su
equivalente, por día, y presenta más de una embriaguez por mes. No obstante,
aun puede controlar el consumo, aunque difícilmente.
·
Alcohólico:
Se caracteriza por depender del alcohol, tanto física como psíquicamente, y la
incapacidad de detenerse o abstenerse.
2.
ETIOLOGÍA
La mayoría de los jóvenes toman bebidas alcohólicas:
ü Para
sentirse bien y divertirse.
ü Para
descansar y olvidar el estrés.
ü Para
escapar.
ü Porque
les gusta el sabor de las bebidas alcohólicas.
ü Para
estar más a gusto en reuniones.
ü Para
ser parte del grupo.
ü Para
emborracharse.
Para los adolescentes el alcohol es como un
quitapenas que permitirían esquivar los limites que la realidad impone y
acceder a un mundo que ofrecería mejores condiciones y sensaciones.
A partir de aquí podríamos constatar que la
mayoría de los/as adolescentes no solo beben por placer, sino, por otras
múltiples razones que se podrían agrupar en dos procesos:
1. La
búsqueda de efectos agradables. El encontrarse a gusto, búsqueda de una
mayor capacidad de relación, etc.
2.
Elementos de presión social, el bombardeo de la publicidad y la oferta,
etc.
Para cada uno de estos procesos existen una serie
de factores que podríamos diferenciar en:
De tipo Social
·
La
dificultad de asumir algunas realidades cotidianas.- La adolescencia es un
momento particularmente vulnerable en la vida de una persona, por ser el
momento de “transición” entre la perdida de los padres como educadores
principales y la búsqueda o el encuentro de otras nuevas figuras, deseos y
sensaciones. A todo esto se suma enfrentamiento con un mundo que cada vez se
les va haciendo más complejo.
·
El papel
que hace del alcohol compañía habitual en las relaciones sociales. Las
evidencias sugieren que el hecho de que los compañeros de un adolescente
consuman alcohol es un sólido indicador de que él o ella beberán alcohol
·
La
publicidad, dirigida de una manera especialmente agresiva a los jóvenes.- La
aceleración del ritmo de vida.
De tipo Familiar
·
El consumo de alcohol dentro de la familia es
siempre referencia para los/as adolescentes y afecta sobre todo en el adelanto
de la edad del consumo por parte de estos.
·
Los adolescentes beben menos y tienen menos
problemas relacionados con el alcohol cuando los padres aplican una disciplina
uniforme y expresan sus expectativas claramente.
·
Los hijos de padres alcohólicos tienen más
probabilidades de empezar a tomar durante su adolescencia y a desarrollar
desórdenes de uso de alcohol.
·
Las investigaciones más recientes sugieren que
hay menos probabilidades de que los niños beban alcohol si los padres forman
parte de sus vidas y participan en sus actividades y cuando tanto los niños
como los padres indican que tienen una relación estrecha.
·
Los jóvenes cuyas familias tienen ya un historial
de abuso de alcohol, están en "mayor riesgo" que otros para
desarrollar problemas relacionados con el alcohol puesto que al ver a sus
padres y/o demás familiares, se acostumbran y creen que el consumir bebidas
embriagantes es un buen habito característico de los adultos
· De tipo Grupal
·
Normalmente se bebe en grupo para divertirse y
ser aceptado, y en alguna medida para mantener una relación grupal.
De tipo Individual
·
Problemas de socialización.
·
Dependencia afectiva.
·
Problemas de personalidad.
·
Iniciación sexual: es posible que en nuestra
cultura actual el alcohol juega algún papel en este sentido para los
adolescentes en tanto “se es grande” por estar “tomando alcohol” o por estar
borracho. Por otra parte el alcohol “suelta la lengua” y “da ánimos” para
“encarar” el juego de seducción inicial.
·
Otras veces se acude al alcohol por curiosidad,
por el afán de experimentar, de conocer aquello de lo que se habla y que tan
peligroso parece.
·
También para facilitar el contacto y la
comunicación en las relaciones sexuales, pero por el contrario, esto no solo no
lo facilita, sino que lo dificulta y aporta efectos contrarios a los buscados.
·
Otra de las formas de acercarse al alcohol por
parte de los adolescentes es para participar de la sociedad de los adultos, cuyas
actitudes se toman como referencia en numerosas situaciones cotidianas.
·
Los adolescentes beben alcohol para tener una
excusa para involucrarse en conductas no aceptadas socialmente y poder “echarle
la culpa al alcohol”, así por ejemplo, si alguno hace algo que pueda ser
percibido como infantil, agresivo o peligroso y que pudiera tener una respuesta
negativa de sus compañeros, tiene “un pretexto”, algo a que atribuir la
conducta inaceptable. En estos casos, el alcohol es usado como una carta
abierta para hacer lo que a uno le plazca.
·
Generalmente, el adolescente tiene dificultades
en saber cuál es su límite, y pocas veces tiene conciencia de cuando tiene que
parar de beber. Con el tiempo, la forma de beber de los adolescentes ha
cambiado considerablemente.
·
El alcohol es una droga socialmente aceptada,
como ya hemos dicho en otros puntos, y esta droga daría, desde la consideración
de los jóvenes, la fuerza y el valor necesarios para los primeros encuentros
sexuales tan deseados y tan temidos. Entonces, se arman de un escenario: la
discoteca, el monte o en cualquier parque o lugar donde hacer el denominado
“botellón”, en el cual beber para así poder, a través de este acto, estar en un
estado de embriaguez o borrachera, sentirse grandes y pensar que están haciendo
cosas de personas adultas.
Rasgos muy
generales de personas alcohólicas:
- Mayor irritabilidad que la
población general.
- Cambios bruscos de humor.
- Ansiedad por beber.
- Culpabilidad por haber bebido.
- Personalidad disfórica que
acaba en celopatias.
- Inseguridad, desgana y
despreocupación.
- Reiterativo y falta de
sinceridad.
- Desajuste emocional y desazón
interna.
- Conflictos neurológicos.
- Trastornos de carácter.
- Falta de maduración.
- Depresión y sentimientos de
desesperanza.
- Soledad y vacío interior.
- Egocentrismo,
hipersensibilidad.
- Escasa tolerancia a la
frustración.
- Conductas pasivas en
situaciones críticas.
- Miedo al fracaso.
- Sentimientos de inferioridad y
timidez.
- Idealismo excesivo, lejos de la
realidad.
- Conformidad con el grupo -muy
importante en los jóvenes-.
- Inmadurez afectiva.
- Inmadurez emocional.
- Pasividad y dependencia.
- Depresión y ansiedad.
- Actitud amistosa superficial.
3.
EPIDEMIOLOGÍA
4.
EVALUACIÓN
El diagnóstico de dependencia se debe hacer sólo si se encuentran 3 o más
de los siguientes criterios en algún período durante el último año:
1) Un deseo intenso o sensación de ingesta compulsiva de alcohol.
2) Conciencia subjetiva de una perturbación en la capacidad del control del alcohol, en términos de inicio, terminación o niveles de uso de la bebida.
3) Uso del alcohol con el fin de reducir o suprimir los síntomas de
abstinencia y con conocimiento pleno de la efectividad de tal estrategia.
4) Estados de abstinencia fisiológica (síntomas de supresión)
5) Evidencia de tolerancia (mayor consumo para obtener el mismo efecto)
6) Una reducción del repertorio personal (actividades académicas, laborales) en relación al uso del alcohol.
5) Evidencia de tolerancia (mayor consumo para obtener el mismo efecto)
6) Una reducción del repertorio personal (actividades académicas, laborales) en relación al uso del alcohol.
7) Cambio progresivo de las actividades placenteras o intereses personales
en favor del uso de la bebida.
8) Persistencia en el uso del alcohol, a pesar de haber claras evidencias de las consecuencias Dañinas manifiestas de su uso (consecuencias adversas médicas, sociales, laborales o psicológicas).
Conseguir una evaluación correcta del «Alcoholismo», no debe perseguir el único fin de extraer más y mayor información sobre los sujetos, para con ella etiquetarlos. Si no, el de utilizar los datos recabados para fijar la intervención sobre esa persona, de ese modo cualquier plan, programa o proyecto que se planifique y en los que la población destinataria sean personas con estas características, la evaluación nos permitirá adaptar las actuaciones a cada caso.
No entendemos la evaluación como un hecho puntual, sino como un trabajo que debería ser continuo y procesual. Es decir, utilizar la evaluación en los distintos momentos de las acciones (antes, durante y después).
Las herramientas utilizadas en la evaluación del alcoholismo se pueden clasificar en dos categorías:
- Cuestionarios de detección o screening. Su finalidad es la identificación precoz de casos. Son de gran utilidad en la práctica clínica y en la investigación.
- Cuestionarios de diagnóstico. Su objetivo es la confirmación de la enfermedad y la evaluación de la intensidad y afectación sobre el sujeto.
No se ha incluido en este apartado pero queremos mencionar la aparición en el mercado farmacéutico de tiras reactivas que mediante cambios de color y analizada la intensidad del mismo, detectan si la persona con la que se usa, ha consumido alcohol recientemente.
En el momento
actual no existen pruebas específicas para el diagnóstico del alcoholismo, de
modo que una correcta anamnesis y la exploración clínica adecuada constituyen
el pilar básico del mismo. No obstante, los cuestionarios, escalas, etc. son
herramientas de gran ayuda en la detección de consumo de riesgo, consumo
perjudicial o alcoholismo. Por su validez, brevedad y sencillez el CAGE, CBA y
AUDIT podrían considerarse como los cuestionarios de detección más útiles en
Atención Primaria. Existen, de igual modo, una serie de cuestionarios que
abordan otros aspectos relevantes de esta patología, tales como gravedad de la
dependencia, valoración del síndrome de abstinencia o valoración del deseo por
la bebida y pérdida de control que pueden resultar de gran ayuda, al clínico, a
la hora de establecer estrategias terapéuticas.
La elevada
prevalencia de comorbilidad psiquiátrica (sobre todo trastornos afectivos y de
la personalidad) detectada en estos pacientes hace necesario un abordaje
integral de los mismos, siendo recomendable una evaluación detallada para
descartar éstas u otras patologías psiquiátricas. Recordar, por último, que el
consumo excesivo de alcohol se acompaña de gran discapacidad, siendo
conveniente la valoración de su impacto.
En líneas
generales, se recomienda la utilización de instrumentos que cuenten con
propiedades psicométricas reconocidas y que hayan sido adaptados y validados en
castellano.
·
ENTREVISTAS DIAGNÓSTICAS GENERALES Y/O DE SCREENING.
Se trata de entrevistas
estructuradas o semiestructuradas de exploración psiquiátrica que también
incluyen ítems específicos de evaluación de adicciones, incluido el
alcoholismo.
Dentro de los
instrumentos existentes que se han considerado idóneos, nos hemos decantado o
por los más usuales en la práctica clínica, o por los que han alcanzado mayor
carácter universal. Así para la evaluación del eje I (CIE 10) hemos considerado
de más interés clínico las siguientes entrevistas de m ayuda diagnóstica. Estos
instrumentos han de ser utilizados por personal especializado y entrenado
previamente.
1. A. Schedules for Clinical Assessment in
Neuropsychiatry (SCAN)
El sistema SCAN
(2) tiene como objetivo medir y clasificar la psicopatología y la conducta
asociada a los principales trastornos psiquiátricos. Para ello, se sirve, entre
otros, del Present State Examination, décima revisión (PSE-10) (3), instrumento
que permite realizar diagnósticos mediante un programa de ordenador (CATEGO-5),
de acuerdo con el
DSM-IV y la
CIE-10.
Mientras que muchas personas adultas
disfrutan del alcohol con moderación, uno de cada 13 adultos abusa del alcohol
o depende del alcohol. Muchas personas ignoran que tienen un problema hasta que
les ocurre un accidente o son diagnosticadas con una enfermedad producida por
el alcohol. Por eso es importante que las personas que acostumbran beber
alcohol con regularidad observen sus hábitos. Para descubrir si usted o alguien
que usted conoce tiene un problema con la bebida, tome este ejercicio
interactivo.
Para el propósito de este ejercicio, una bebida es
considerada una botella o lata de 12 onzas, una copa de vino de cinco onzas ó
1.5 onzas de alcohol destilado.
Elija una respuesta para cada una de las preguntas a
continuación y seleccione "Enviar" al terminar.
¿Tiene el
problema de beber en exceso?
1. ¿Está haciendo este ejercicio para usted o para
otra persona?
Para mí: Otra Persona:
2. ¿Cuál es su edad o la de la otra persona?
Menor de 25: 25-34: 35-44: 45-54: 55-64: 65-74: Mayor de 75:
3. ¿Cuál es su sexo o el de la otra persona?
Masculino: Femenino:
4. ¿Con qué frecuencia toma usted (o la otra persona)
una bebida que contiene alcohol?
Nunca: Una vez al mes o menos: Dos a cuatro veces al mes: Dos a tres veces a la semana:
Cuatro veces o más a la semana:
Cuatro veces o más a la semana:
5. ¿Cuántas bebidas alcohólicas toma usted (o la otra
persona) en un día típico en el que está tomando?
0 á 2: 3 á 4: 5 á 6: 7 á 9: 10 o más:
6. ¿Con qué frecuencia toma usted (o la otra persona)
seis o más bebidas en una ocasión?
Nunca: Menos que mensualmente: Mensualmente: Semanalmente: Diariamente, o casi a diario:
7. ¿Con qué frecuencia durante el año pasado encontró
que usted (o la otra persona) no pudo parar una vez que empezó a tomar?
Nunca: Menos que mensualmente: Mensualmente: Semanalmente: Diariamente, o casi a diario:
8. ¿Con qué frecuencia durante el año pasado dejó
usted (o la otra persona) de hacer algo que normalmente se esperaba que hiciera
debido a la bebida?
Nunca: Menos que mensualmente: Mensualmente: Semanalmente: Diariamente, o casi a diario:
9. ¿Con qué frecuencia durante el año pasado ha
necesitado usted (o la otra persona) una primera bebida en la mañana para
desplazarse después de una sesión de mucho beber?
Nunca: Menos que mensualmente: Mensualmente: Semanalmente: Diariamente, o casi a diario:
10. ¿Con qué frecuencia durante el año pasado ha
tenido usted (o la otra persona) un sentimiento de culpabilidad o remordimiento
después de tomar?
Nunca: Menos que mensualmente: Mensualmente: Semanalmente: Diariamente, o casi a diario:
11. ¿Con qué frecuencia durante el año pasado le fue
imposible a usted (o a la otra persona) recordar lo que pasó la noche anterior
por haber estado tomando?
Nunca: Menos que mensualmente: Mensualmente: Semanalmente: Diariamente, o casi a diario:
12. ¿Se ha lastimado usted o alguien más como
resultado de que usted (o la otra persona) estaba tornando?
No: Sí, pero no en el año pasado: Sí, en el año pasado:
13. ¿Se ha preocupado algún pariente, amigo, médico o
profesional de salud, por sus hábitos de beber (o los de la otra persona), o le
han sugerido que tome menos?
No: Sí, pero no en el año pasado: Sí, en el año pasado:
Desistimiento:
Debido a que el historial médico de cada paciente es distinto, así como los síntomas, Sharp.com no puede dar un diagnóstico personalizado ni hacer recomendaciones en cuanto a tratamiento. Por favor consulte con su médico para mayor información.
Debido a que el historial médico de cada paciente es distinto, así como los síntomas, Sharp.com no puede dar un diagnóstico personalizado ni hacer recomendaciones en cuanto a tratamiento. Por favor consulte con su médico para mayor información.
GUIA
MULTIMODAL DE 2º ORDEN PARA EL ALCOHOLISMO
Nombre:
Edad:
Fecha: Nº
1. AREA COGNITIVA:
- (1)
Objetivos de la evaluación: presencia o sospecha de deterioro cognitivo.
- (2)
Usar pruebas de detección de posible deterioro del funcionamiento mental:
por ejemplo el Mini-Examen Cognitivo de Lobo. Si se detecta deterioro
sugerir exploración neurológica
2. AREA AFECTIVA:
- (1)
Objetivos de la evaluación: Detectar psicopatología y rasgos de
personalidad
- 1.1.
¿Presencia de componentes ansiosos y/o depresivos? (p.e Escalas de
Hamilton de Depresión y Ansiedad)
- 1.2.
¿Presencia de otros trastornos psicopatológicos asociados?
- 1.3.
¿Tipo de personalidad del sujeto? (introvertido/retraido o
extrovertido/impulsivo)
- (2)
Tener en cuenta los trastornos psicopatológicos que se pueden asociar a la
intoxicación aguda y crónica del alcoholismo:
2.1. Aguda:
·
Típica:
Estado de embriaguez no complicado
·
Atípica:
Embriaguez complicada con sintomas alucinatorios(visual o auditiva de caracter
dramático), delirantes (celos, de grandeza, persecución..) y excitación
psicomotriz extrema (raptus impulsivos y agresivos)
2.2. Crónica:
·
Alucinosis
alcohólica o de Wernicke (alucinosis auditivas donde oye que otros hablan sobre
él, y que no se asocia a trastorno de conciencia u orientación; y que conlleva
vivencias paranoides y persecutorias)
·
Celopatia
alcohólica o Delirios de celos ( Ideas de celos con ideación paranoide)
·
Trastornos
paranoides ( Suspicacia y desconfianza, sin deterioro del nivel de conciencia)
·
Encefalopatias
alcohólica:
·
Sindrome de
Korsakov (instauración progresiva, amnesia anterograda o de fijación, sindrome
confusional de la conciencia, confabulaciones fantásticas, falsos
reconocimientos, desorientación temporal y espacial y polineuritis en miembros
inferiores)
·
Encefalopatia
de Gayet-Wernicke ( obnulación d ela conciencia, labilidad de hipersomnio
frecuente, trastornos oculares de déficit de agudeza visual y miosis, parálisis
muscular intrinseca, evolución a menudo mortal y etiologia global por carencia
de vitamina B1)
·
Encefalopatia
Porto-Cava (trastorno de conciencia, apatia o irritabilidad, temblores y
grandes movimientos de brazos y aumento masivo de la amoniemia)
·
Demencias
alcohólicas (deterioro cognitivo progresivo y degradación social)
·
Epilepsia
alcohólica (accesos epilepticos en el marco del predelirio alcohólico y/o
ataques asociados a la privación de alcohol)
3. AREA SOMATICA:
- (1)
Objetivos de la evaluación: Detectar el nivel de alcoholemia y deterioro
orgánico
- (2)
Medidas de alcoholemia: por sangre o aliento
- (3)
Evaluación médica general de trastornos asociados a la intoxicación
crónica por alcohol: Ejemplos
- 2.1.
Digestivos: Cirrosis hepática y hepatitis alcohólica
- 2.2.
Respiratorios: Faringitis, bronquitis y neumonias
- 2.3.
Cardiovasculares: Trastornso tensionales y hemorragias
- 2.4.
Musculares: Miopatias agudas y crónicas
- 2.5.
Hematológicos: Anemias megaloblastias y leucopenias
- 2.6.
Endocrinos: Déficit suprarenal y atrofia gonadal masculina
- 2.7.
Metabólicos: Hipoglucemia e hiperinsulismo
- 2.8.
Neurológicos: Disartria y temblores
- 2.9.
Dermatológicos: Rosacea y dermatitis seborreica
4. AREA INTERPERSONAL:
- (1)
Objetivos de la evaluación: Detectar grado de deterioro del sujeto a nivel
sociofamiliar , estresores vitales y desarrollar medios de detección
precoz en la consulta de atención primária del posible alcoholismo
- (2)
Evaluar el grado de deterioro social, familiar y laboral del sujeto
- (3)
Evaluar la presencia de estresores vitales para el paciente y sus
allegados. Problemáticas conyugales, familiares y laborales
- (4)
Usar programas/escalas de detección precoz de alcoholismo en la consulta
del médico general: M.A.L.T, C.A.G.E y C.B.A
5. AREA CONDUCTUAL
- (1)
Objetivos de la evaluación: Evaluar el patrón de bebida y su contexto.
- (2) La
historia clínica estructurada (Marlat, 1975) es el mejor procedimiento
para evaluar el patrón de bebida y su contexto (la historia clínica debe
contener información de las caractericticas sociodemográficas del sujeto y
familiares; pautas de bebida actual; inicio del problema; consecuencias
físicas, psíquicas y sociales del patrón de bebida; periodos y condiciones
de bebida controlada o abstinencia; bebidas preferidas; cantidades
consumidas por periodos de tiempo determinados, motivación para el tratamiento
y que espera del mismo)
- (3) Dos
áreas importantes complementarias a evaluar suelen ser: El ajuste marital
y las habilidades sociales del sujeto (p.e Escala de Ajuste Marital de
Locke y Wallace/MAT y la Escala de Asertividad de Rathus)
5.
TRATAMIENTO
5.1.1 Reconocimiento del
alcoholismo y búsqueda de ayuda
El tratamiento primario comienza
con el reconocimiento del alcoholismo como un problema que necesita atención
específica, en vez de considerarlo secundario a otro problema subyacente como
se hacía antaño.
A medida que la sociedad se
conciencia de la verdadera naturaleza del alcoholismo, disminuye su
consideración como estigma social, los enfermos y sus familias lo ocultan menos
y el diagnóstico no se retrasa tanto. Los tratamientos más precoces y mejores
están produciendo unas altas y esperanzadoras tasas de recuperación.
5.1.2 Desintoxicación
Los tratamientos contra el
alcoholismo incluyen programas de desintoxicación realizados por instituciones
médicas. Esto puede suponer la estancia del paciente durante un periodo
indeterminado, (quizás varias semanas), bajo tutela en hospitales
especializados donde puede que se utilicen determinados medicamentos para
evitar el síndrome de abstinencia al alcoholismo.
Muchos alcohólicos tienen
síndrome de resistencia a la insulina, un desorden metabólico debido al cual el
cuerpo no regula correctamente el azúcar causando un suministro inestable a la
circulación sanguínea. Aunque este desorden se puede tratar con una dieta
hipoglucémica, esto puede afectar a su comportamiento y su estado anímico.
Estos síntomas son efectos secundarios que se observan a menudo en alcohólicos
sometidos bajo tratamiento de desintoxicación. Los aspectos metabólicos del alcoholismo a menudo se
pasan por alto dando como resultado tratamientos de dudosos resultados.
Cuando una persona con
alcoholismo deja de beber, los síntomas de supresión empiezan dentro de 6 a 48
horas y alcanzan su apogeo cerca de 24 a 35 horas después de la ultima bebida.
Durante este periodo la inhibición de la actividad cerebral causada por el
alcohol se revierte bruscamente. El sistema nervioso central se vuelve
sobreexcitado.
Después del período de desintoxicación, puede someterse al paciente a
diversos métodos de Terapia de grupo o psicoterapia para tratar problemas
psicológicos de fondo que hayan podido llevar al paciente a la dependencia.
5.1.1 Farmacoterapia
La meta inmediata es calmar al
paciente lo más pronto posible. Generalmente se le dan a los pacientes uno de
los medicamentos de antiansiedad conocidos como benzodiacepinas los cuales
alivian los síntomas de supresión y ayudan a prevenir la progresión al delirum
tremes.
Cerca del 95% de personas tienen
síntomas de supresión leves a moderados. Tales pacientes casi siempre pueden
ser tratados como pacientes ambulatorios. El paciente generalmente es mandado a
casa con un suministro de medicamentos de antiansiedad y probablemente necesito
el apoyo de un familiar o amigo.
Cerca del 5% de pacientes
alcohólicos presentan el delirium tremens, el cual generalmente se desarrolla
dos a cuatro días después de la ultima bebida. Los síntomas incluyen fiebre,
latido rápido del corazón, presión arterial alta o baja, comportamiento
agresivo, alucinaciones y otros trastornos mentales. La tasa de letalidad puede
ser tan alto como 20% para las personas con delirium tremens que no son
tratadas.
En los tratamientos a largo
plazo las dos metas básicas son el control estricto del beber a través de la
abstinencia y el reemplazo total de los modelos adictivos con comportamientos
satisfactorios para pasar el tiempo que puedan llenar el vacío que se crea
cuando se ha dejado de beber. - Como no hay manera de determinar que personas pueden
dejar de beber después de una bebida y cuáles no, la abstinencia es la única
ruta segura.
5.1.2 Psicoterapia
La terapia del alcoholismo se
descompone en dos fases: en la primera de ellas se desintoxica al sujeto y, al
mismo tiempo, se le aplica un tratamiento adecuado al síntoma que presente. En
la segunda fase se procura, sobre todo en una labor psicológica-psiquiátrica,
reconstruir la personalidad del sujeto por medio de la psicoterapia individual
o de grupo, terapia ocupacional, reuniones con el cónyuge y demás familiares
del alcohólico a fin de que el enfermo adquiera una mayor seguridad en sí
mismo. También se emplean como recurso suplementario técnicas de aversión, como
la asociación de bebidas alcohólicas con la aplicación de determinados medios
(generalmente dolorosos y/o desagradables) para provocar unos reflejos
condicionados antialcohólicos, para lograr deshabituación.
De un modo general puede decirse
que el tratamiento acomete de un modo múltiple: medicamentoso, rehabilitativo y
social.
Bibliografía:
ü http://www.slideshare.net/alejamayra/el-alcoholismo-1437371
ü http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/el-consumo-de-licor-se-acelera-267380-267380.html
ü Msc.
Franklin Miranda: EL ALCOHOLISMO EN LOS ADOLESCENTES. Ibarra 2009.
ü http://www.infonegocio.com/agaselsur/infor_alcohol.htm
ü Alonso-Fernandez, F:
Alcoholodependencia. Pirámide, 1992 (3ª edición)
ü
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