Riviere presenta a través de dos concepciones
radicalizadas los planteos sustantivos acerca de las relaciones
desarrollo-aprendizaje:
1. La posición centrada en el objetivismo
reduccionista: esta concepción al reducir las funciones superiores al esquema reactivo
de los reflejos llevaba implícita la idea de que el desarrollo consiste
esencialmente en la formación de conexiones reflejas o asociativas.
La tendencia objetivista establece una
diferenciación cuantitativa entre las funciones mas elementales del psiquismo
compartidas con los animales.
El desarrollo queda limitado a una acumulación de
respuestas posibles y construcción de hábitos y asociaciones.
La premisa que lo caracteriza es: el desarrollo es
aprendizaje.
2. La psicología descriptiva con matices idealista:
Esta concepción implicaría una distancia entre las funciones superiores y los
procesos reactivos del organismo. Esta perspectiva no da lugar a la
incorporación del medio al desarrollo, es una concepción solipsista y
endogenista.
El desarrollo es entendido como un proceso interno,
de despliegue de posibilidades endógenas del sujeto, mientras que el
aprendizaje es considerado externo y no es condición fundamental del
desarrollo.
Desde este planteo surgen dos posiciones muy
marcadas: EMPIRISTAS y RACIONALISTAS.
Ponen de manifiesto algo en común: la concepción
del desarrollo como elaboración y sustitución de respuestas o como ideas
innatas, tanto se llamen reflejos incondicionados o nociones de la mente.
Según Vigotsky hay una diferencia importante entre
estas dos concepciones: los primeros (empiristas) señalan que desarrollo y
aprendizaje son simultáneos; mientras que los otros referentes (racionalistas)
afirman que los ciclos evolutivos del desarrollo preceden al aprendizaje.
Las concepciones objetivistas como las tributarias
de la psicología descriptiva entienden los procesos desarrollo-aprendizaje como
cambios cuantitativos.
Vigotsky entiende el desarrollo como proceso
dialéctico complejo, caracterizado por:
La periodicidad
La irregularidad en el desarrollo de las distintas
funciones
La transformación cualitativa de una forma a otra
La interrelación de factores internos y externos
El proceso adaptativo que permiten superar los
obstáculos con los que se encuentra el niño.
La posición de Vigostzky implicaría que aprendizaje
y desarrollo no son idénticos, el aprendizaje puede convertirse en desarrollo.
Desde esta perspectiva el aprendizaje sería una condición necesaria para el
desarrollo cualitativo.
El aprendizaje humano desde esta perspectiva
presupone una naturaleza social específica y un proceso mediante el cual los
niños acceden a la vida intelectual de aquellos que los rodean. La maduración
por sí sola no sería capaz de producir las funciones psicológicas que implican
el empleo de signos y símbolos que son originariamente instrumentos de
interacción cuya apropiación exige la presencia de otros.
El nivel evolutivo del niño no está dado solo por
lo que éste es capaz de hacer por sí mismo sino por lo que es capaz de hacer
con la ayuda de los otros. La humanización se realiza en contextos
interactivos, en donde las personas que los rodean son compañeros activos que
guían, planifican, regulan las conductas del niño: son agentes del desarrollo.
El conjunto de actividades que el niño es capaz de
realizar con la ayuda de los otros, Vigostzky lo llama nivel de desarrollo
potencial, diferenciándolo del nivel de desarrollo actual, que se define
operacionalmente por el conjunto de actividades que el niño es capaz de
realizar por sí mismo, sin la ayuda de otras personas.
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