jueves, 29 de marzo de 2012

SUPERA LA DEPRESIÓN


Albert Ellis, es el creador de la Terapia Racional Emotiva (TRE). Su método terapéutico intenta descubrir las irracionalidades de nuestros pensamientos y con ello sanar las emociones dolorosas, dramatizadas y exageradas que son consecuencia de los esquemas mentales distorsionados. Ellis parte de la hipótesis de que no son los acontecimientos (A) los que nos generan los estados emocionales (C), sino la manera de interpretarlos (B). No es A quien genera C, sino B. Por tanto, si somos capaces de cambiar nuestros esquemas mentales (D) seremos capaces de generar nuevos estados emocionales (E) menos dolorosos y más acordes con la realidad, por tanto, más racionales y realistas.



LAS 11 CREENCIAS IRRACIONALES BÁSICAS DE ALBERT ELLIS
Creencia Irracional
Porqué es irracional
Alternativas racionales
Idea irracional nº 1: 
"Es una necesidad extrema para el ser humano adulto el ser amado y aprobado por prácticamente cada persona significativa de la sociedad"
El exigir ser aprobado por todos es una meta inalcanzable.
Si se necesita de forma extrema la aprobación siempre se generará una preocupación por el cuánto le aceptarán a uno.
Es imposible que uno sea siempre simpático o agradable cara a los demás.
Aunque uno pudiera alcanzar la aprobación de los demás, eso exigirá una enorme cantidad de esfuerzo y energía.
El intentar se aprobado por los demás generaría un servilismo donde se tendría que abandonar las propias necesidades.
La incertidumbre de no conseguir la aprobación de los demás generaría un comportamiento inseguro y molesto perdiéndose con ello el interés de los demás.
El individuo no debería intentar erradicar todos sus deseos de aprobación, sino las necesidades excesivas de aprobación o amor.

El individuo debería buscar más la aprobación por sus hechos, actividades y comportamientos que "por sí mismo".

El no ser considerado por los demás es algo frustrante pero no horroroso o catastrófico.

El individuo debería preguntarse: "¿Qué quiero hacer en el curso de mi relativamente corta vida?, más que ¿Qué creo que les gustaría a los demás que hiciera?

Para conseguir el amor de los demás, una de las mejores formas es darlo.
Idea irracional nº 2: 
"Para considerarse uno mismo valioso se debe ser muy competente, suficiente y capaz de lograr cualquier cosa en todos los aspectos posibles".
Ningún ser humano puede ser totalmente competente en todos los aspectos o en la mayor parte de ellos.
Intentar tener éxito está bien, pero el exigirse que se debe tener éxito es la mejor manera de hacerse sentir incompetente e incapaz.
Forzarse más de la cuenta acarrea estrés y enfermedades psicosomáticas.
El individuo que lucha por el éxito total está en continua comparación con otros ante los que se siente invariablemente inferior.
El ambicionar el éxito conlleva el querer se superior a los demás, con lo que invariablemente se entra en conflicto con los otros.
El buscar el éxito distrae al individuo de su auténtico objetivo de ser más feliz en la vida.
La preocupación por el éxito acarrea el miedo al fracaso y a cometer errores, con lo que es fácil generar un disgusto por el trabajo y una tendencia al fracaso real en éste.
El individuo debe actuar, más que actuar bien. Se debe concentrar más en el disfrutar del proceso más que del resultado.
Cuando intenta actuar bien es más para su propia satisfacción, que para agradar o ser mejor que los demás.
Debe cuestionarse con frecuencia si está luchando por alcanzar un objetivo en sí, o por un objetivo para su propia satisfacción.
En la lucha por alcanzar sus objetivos el individuo debe aceptar sus propios errores y confusiones en vez de horrorizarse por ellos.
Se debe aceptar la necesidad de practicar y practicar las cosas antes de conseguir el éxito.
Se debe forzar a hacer de vez en cuando aquello en lo que se teme fracasar, aceptando el hecho que los seres humanos no somos perfectos.
Idea irracional nº 3: 
"Cierta clase de gente es vil, malvada e infame y que deben ser seriamente culpabilizados y castigados por su maldad".
Las personas somos seres limitados que la mayoría de las veces actuamos de manera automática e inconsciente sin una "maldad consciente".
El individuo que actúa mal en la mayoría de los casos, es una persona ignorante o perturbada que no es conciente de las consecuencias de sus comportamientos para los demás y para si misma.
El castigar o culpabilizar severamente al que comete errores normalmente le conduce a seguir cometiéndolos, por el contrario una actitud más tolerante y racional a la hora de considerar sus errores le favorece más el cambio positivo.
El culpabilizarse uno y generar depresión, angustia o ansiedad, como el culpabilizar a los demás generando rabia y hostilidad, no conduce a otra cosa que al conflicto personal o social.
No se debe criticar o culpar  a los otros por sus fallos, sino comprender que éstos son cometidos por simpleza, ignorancia o perturbación emocional.
Cuando alguien le culpabilice a uno , deberá preguntarse si realmente uno lo hizo mal e intentar mejorar su conducta, pero si no lo ha hecho, comprender que la crítica de los demás es un problema de ellos, por algún tipo de defensa o perturbación.
Es positivo comprender por qué la gente actúa como lo hace desde su punto de vista, y si hay una manera calmada de hacerle entender sus errores, practicarla. Si no es posible habrá que decirse "esto es malo, pero no necesariamente catastrófico".
Deberá intentar comprender que tus propios errores como los de los demás son el resultado de la ignorancia o de la perturbación emocional.
Idea irracional nº 4:
"Es tremendo y catastrófico el hecho  de que las cosas no vayan por el camino que a uno le gustaría que fuesen".
No hay razón para pensar que las cosas deberían ser diferentes a lo que realmente son, otra cosa es que nos agrade o no.
El estar abatidos por las circunstancias no nos ayudará a mejorarlas, y sí es posible que de esta forma las empeoremos.
Cuando las cosas no nos salen está bien luchar por cambiarlas, pero cuando esto es imposible, lo más sano es aceptar las cosas como son.
Aunque nos veamos frustrados o privados de algo que deseamos, el sentirnos muy desdichados es sólo consecuencia de considerar erróneamente nuestro deseo como una necesidad fundamental.
Se debe discernir si las circunstancias son realmente negativas, o si estamos exagerando sus características frustrantes.
El sentido catastrófico se lo damos a veces con nuestras propias expresiones: "Es terrible", "Dios mío", "No puede soportarlo". Hemos de aprender a cambiar estas expresiones por otras más racionales y realistas: "Son negativas pero no catastróficas", "Estoy convencido de que puedo soportarlo".
Hemos de intentar tomar las situaciones difíciles como un desafío del que hemos de aprender.
Idea irracional nº 5:
"La desgracia humana se origina por causas externas y la gente tiene poca capacidad o ninguna, de controlar sus penas y perturbaciones"
Los ataques verbales de los demás nos afectarán sólo en la medida en que con nuestras valoraciones e interpretaciones le hagamos caso.
La expresión  "me duele que mis amigos no me hagan caso" esta mal dicha, ya que lo que me duele es que yo me lo diga dándole una valor de terrible o insoportable.
Aunque la mayoría de la gente pueda creer que las emociones negativas no se pueden cambiar y simplemente hay que sufrirlas, la experiencia demuestra que es factible el poderlas cambiar.
Un individuo, cuando experimente una emoción dolorosa, debe reconocer que es él el creador de dicha emoción, y que como la origina, también puede erradicarla.
Cuando un individuo observa de forma objetiva sus emociones dolorosas descubre los pensamientos y frases ilógicas que están asociados con esa emoción. Y cuando es capaz de cambiar sus propias verbalizaciones de forma radical, podrá transformar las emociones autodestructivas.
Idea irracional nº 6:
"Si algo es o puede ser peligroso o temible, se deberá sentir terriblemente inquieto por ello y deberá pensar constantemente en la posibilidad de que esto ocurra"
Si se está muy preocupado por un asunto de riesgo, el nerviosismo impide ver realmente la gravedad del asunto.
La ansiedad intensa ante la posibilidad de que un peligro ocurra, impide afrontarlo con eficacia cuando realmente ocurre.
El preocuparse mucho de que algo suceda no solo no evita que ocurra, sino que a menudo contribuye a su aparición.
El inquietarse por una situación peligrosa conlleva el exagerar las posibilidades que ocurra, aunque sea esto muy improbable.
Cuando han de venir acontecimientos inevitables como la enfermedad o la muerte de nada sirve el preocuparse anticipadamente por ellos.
La mayoría de los hechos temidos y peligrosos (como las enfermedades) son mucho menos catastróficos cuando ocurren de verdad, pero la ansiedad o el miedo de que sobrevengan si constituye algo incluso más doloroso que la propia situación temida.
Deberemos comprender que la mayoría de las preocupaciones no las causan los peligros externos, sino la manera que tiene uno de hablarse a sí mismo.
Hemos de darnos cuenta que los miedos no nos ayudan a evitar los peligros, más bien todo lo contrario.
Debemos comprender que la mayoría de los miedos tiene en su origen el miedo a lo que los demás piensen de mí. Por tanto hemos de darnos cuenta lo irracional de este argumento.
Deberá de vez en cuando hacer las cosas que más miedo le dan (como hablar en público, defender sus derechos o mostrar sus puntos de vista con superiores) para demostrarse que no son tan  terribles esos miedos.
No deberá afectarse de que miedos que parecían ya superados vuelvan a aparecer de nuevo, deberá trabajar para erradicarlos afrontándolos hasta que ya no le afecten.
Idea irracional nº 7:
"Es más fácil evitar que afrontar ciertas responsabilidades y dificultades en la vida"
Aunque a veces resulta cómodo abandonar determinadas actividades por considerarlas desagradables, esto trae grandes consecuencias negativas, por ejemplo el dejar de estudiar, de trabajar o de realizar cualquier actividad que requiere esfuerzo físico o psíquico.
El proceso de tomar la decisión de no hacer algo que se considera difícil pero provechoso, habitualmente es largo y tortuoso y suele conllevar más sufrimiento que el hacer la actividad desagradable.
La confianza en uno mismo sólo proviene de hacer actividades y no evitarlas. Si se evitan, la existencia se hará más fácil pero a la vez aumentará el grado de inseguridad y desconfianza personal.
Aunque mucha gente supone que una vida fácil, evasiva y sin responsabilidades es algo apetecible, al experiencia demuestra que la felicidad del ser humano es mayor cuando está comprometido en un objetivo difícil y a largo plazo.
Un individuo racional deberá esforzarse en realizar las cosas desagradables que sea necesario hacer y terminarlas lo más pronto posible.
No debemos suponer que detrás de cada evasión de nuestros problemas existe una actitud indolente "por naturaleza", sino suponer que ésta es el resultado de creencias irracionales que debemos descubrir y cambiar.
No deberá imponerse una autodisciplina rígida ni exagerada pero sí planificar las actividades y objetivos de un modo razonable, estableciendo metas a corto, medio y lago plazo.
Un individuo racional acepta la vida con lo que ésta conlleva de dificultades, el descansar o evitar los problemas sólo sirve para agradarlos.
Idea irracional nº 8:
"Se debe depender de los demás y se necesita a alguien más fuerte en quien confiar"
Aunque en normal el tener un cierto grado de dependencia de los demás, no hemos de llegar al punto de que los demás elijan o piensen por nosotros.
Cuanto más se depende de los demás, menos se elige por uno mismo y más se actúa por los demás con lo que se pierde la posibilidad de ser uno mismo.
Cuanto más se dejan las decisiones en los demás, menos oportunidad tiene uno de aprender. Por lo que actuando así se genera más dependencia, inseguridad y pérdida de autoestima.
Cuando se depende de los demás se queda uno a merced de ellos, y esto implica que la vida toma un cariz incontrolable ya que los demás pueden desaparecer o morir.
Aceptar el hecho de que uno está solo en el mundo, y que no es tan terrible apoyarse en uno mismo y tomar decisiones.
Comprender que no es terrible el fracaso en la consecución de los objetivos, y que los fracasos no tienen que ver con la valía como ser humano.
Es preferible arriesgarse y cometer errores por elección propia que vender el alma por una ayuda innecesaria de los demás.
No debe, de forma rebelde o defensiva, rechazar cualquier ayuda de los demás, para probar lo "fuerte" que es. Es positivo aceptar la ayuda de los demás cuando es necesaria.
Idea irracional nº 9:
"La historia pasada de uno es un determinante decisivo de la conducta actual, y que algo que le ocurrió alguna vez y le conmocionó debe seguir afectándole indefinidamente"
Aunque una persona haya tenido que sufrir los excesos y condicionamientos de otros, por ejemplo ser excesivamente complaciente con los padres, eso no quiere decir, que por ejemplo 20 años después haya que seguir siéndolo.
Cuanto mas influenciado se está por el pasado , más se utilizan soluciones a los problemas que fueron utilizadas entonces pero que hoy pueden ser ineficaces y por tanto se pierde la oportunidad de encontrar otras actuales y más útiles.
El pasado se puede utilizar de excusa para evitar enfrentarse a los cambios en el presente y de esa manera no realizar el esfuerzo personal requerido.
Se exagera la importancia del pasado cuando en vez de decir "por mi pasado me resulta difícil cambiar", se dice "por mi pasado me resulta imposible cambiar".
Un individuo racional acepta el hecho de que el pasado es importante y sabe de la influencia de éste en el presente, pero sabe a la vez que su presente es el pasado del mañana y que esforzándose en transformarlo, puede conseguir que su mañana sea diferente, y presumiblemente más satisfactorio.
En lugar de realizar los mismos comportamientos del pasado de forma automática, deberá parar y desafiar esos comportamientos tanto verbal como activamente.
En vez de rebelarse con rencor contra todas y la mayoría de las influencias pasadas, debe valorar, cuestionar, desafiar y rebelarse sólo con aquellas ideas adquiridas que son claramente perjudiciales.
Idea irracional nº 10:
"Uno deberá sentirse muy preocupado por los problemas y las perturbaciones de los demás"
Los problemas de los demás con frecuencia nada o poco tienen que ver con nosotros y no hay ninguna razón por la que debamos estar preocupados por ellos.
Aunque los demás realicen comportamientos que nos perturban, nuestro enojo no proviene de su conducta sino de lo que nos decimos a nosotros mismos.
Por mucho que nos disgustemos por la conducta de los demás, esto probablemente no la cambiará, hemos de aceptar que no tenemos el poder de cambiar a los demás.
Y si acaso lo conseguimos, hemos pagado un alto precio con nuestra perturbación, y hemos de buscar otras formas menos destructivas de intentar, sin alterarnos, que los demás corrijan sus errores.
El involucrarnos en los problemas de otros a menudo se usa como una excusa sutil para no afrontar nuestros propios problemas.
Debemos preguntarnos si realmente merece la pena preocuparse por los comportamientos de los demás, y debemos interesarnos sólo cuando nos preocupen lo suficiente, cuando pensemos que podemos ayudar a cambiar o que nuestra ayuda puede ser útil realmente.
Cuando aquellos que nos preocupan estén actuando erróneamente, no debemos preocuparnos por sus comportamientos y sí hacerles ver de forma tranquila y objetiva sus errores.
Si no podemos eliminar la conducta autodestructiva de otros, debemos al menos no estar enojados con nosotros mismos por no conseguirlo y renunciar a la ideas de mejorar esa situación.
Idea irracional nº 11:
"Invariablemente existe una solución precisa, correcta y perfecta para los problemas humanos, y que si esta solución perfecta no se encuentra sobreviene la catástrofe"

No existe ni seguridad, ni perfección ni verdad absoluta en el mundo. La búsqueda de seguridad sólo genera ansiedad y expectativas falsas.
Los desastres que la gente imagina que le sobrevendrán si es que no consiguen una solución correcta a sus problemas, no tienen una existencia objetiva sino que son desastres creados en su mente, que en la medida en que se los crean le ocurrirá algo catastrófico (como un intenso estado de pánico o desesperanza).
El perfeccionismo induce a resolver los problemas de forma mucho menos "perfecta" que si no se fuera perfeccionista.
Un individuo racional no comete la estupidez de decirse que se debe conocer la realidad totalmente, o tiene que controlarla, o deben existir soluciones perfectas a todos los problemas.
Cuando se enfrenta a un problema, un individuo racional pensará en varias soluciones posibles a elegir, y elegirá la más factible y no la "perfecta", sabiendo que todo tiene sus ventajas e inconvenientes.
Deberá buscar entre las opciones extremas  (blanco o negro) los puntos intermedios y moderados (grises).
Debe saber que errar es de humanos, pero que sus actos no tienen nada que ver con su valor como ser humano. Sabiendo que sólo aprendemos de realizar intentos y equivocaciones, deberá experimentar una y otra vez hasta dar solución a sus problemas.

Estas 11 creencias irracionales básicas fueron sintetizadas posteriormente por Ellis (1977a) en:
LAS 3 CREENCIAS IRRACIONALES BÁSICAS
Con respecto a:
Idea irracional
Uno mismo
"Debo hacer las cosas bien y merecer la aprobación de los demás por mis actuaciones".
Los demás
"Los demás deben actuar de forma agradable, considerada y justa"
La vida o el mundo
"La vida debe ofrecerme unas condiciones buenas y fáciles para que pueda conseguir lo que quiero sin mucho esfuerzo y comodidad"

miércoles, 28 de marzo de 2012

Aplicación de la Terapia Racional Emotiva y del Entrenamiento Asertivo a un Caso de Depresión.

En este trabajo se presentan algunos datos del problema de la depresión, así como los principios básicos de la Terapia Racional Emotiva. Después se presenta un caso de depresión de una paciente y diversos problemas familiares. Se aplicaron principalmente la Terapia Racional Emotiva y el entrenamiento asertivo. Los resultados muestran que hubo cambios que modificaron en forma positiva su funcionalidad personal y familiar. Descriptores: Terapia Racional Emotiva, Depresión, Entrenamiento asertivo. 


La depresión es un problema que afecta a la población en general. Este problema afecta más a las mujeres que a los hombres (Cameron, 1982). Podemos definir a la depresión como un conjunto de síntomas tanto fisiológicos como cognitivos y conductuales. Entre los fisiológicos, está una inhibición de la actividad nerviosa, pero lo más importante se encuentra en los aspectos cognoscitivos. En cuanto al estado de ánimo, el paciente puede tener un estado de euforia, aunque al mismo tiempo, se encuentra irritable. La depresión es un estado en la que el paciente tiene frecuentes pensamientos de derrota, se encuentra en un estado de ánimo abatido sin causa aparente. A pesar de que tiene lo que se podría llamar "todo en la vida", en el sentido de que no tiene razones para sentirse mal anímicamente, pero a pesar de esto se sigue sintiendo mal (Beck, Rush, Shaw y Emery, 1983). Por ejemplo, desde que amanece hasta que anochece, se la pasa llorando todo el día, y así de esta manera durante semanas.
Brage y Meredith (1993) mencionan que del 10 al 20% de las personas adultas presentan síntomas depresivos en algún momento de sus vidas. Estos síntomas se vinculan a trastornos de tipo afectivo que se ligan directamente a la alteración de la capacidad afectiva del individuo que es patente no solo en el caso de la tristeza, sino también en la incapacidad de dar afecto recibirlo de quienes nos rodean. Tenemos entonces que la depresión puede ser interpretada por una alteración de la capacidad para captar, sentir y manifestar afectos. Cleghorn (1993), considera que pese a que la depresión es una de las enfermedades mentales más comunes, también es cierto que 90% de la población lo puede tratar de manera eficaz y que tiene una duración relativamente corta, que puede durar semanas o meses y en sus casos más extremos quizás un año o más, aunque en un 30% de los sujetos se puede llegar a establecer una depresión crónica con graves consecuencias. Coleman (1990) menciona que estos casos más severos de depresión puede haber una completa transformación de la realidad, respecto a las percepciones visuales y auditivas del individuo, que van desde el deterioro corporal a sentimientos increíblemente irracionales relacionados con ideas de pecado, culpa y enfermedad.

La depresión es una entidad psiquiátrica, ya que ha sido clasificada, analizada y estudiada por esta disciplina. Por un lado se menciona que existen dos tipos de depresión, la endógena, en la cual las causas se encuentran en el interior del sujeto, por ejemplo, como resultado de una alteración en los electrolitos del cuerpo; la otra es la exógena, en la cual las causas son externas, por ejemplo, una muerte cercana. También se ha clasificado a la depresión como neurótica y psicótica dependiendo del grado de afectación y contacto con la realidad que mantiene el sujeto (Davison y Neale, 1980). Los tratamientos psiquiátricos han consistido básicamente en terapia farmacológica con los beneficios y efectos iatrogénicos que conlleva esto.

Por otro lado, los tratamientos psicológicos se han planteado desde algunas perspectivas teóricas. La aproximación conductual afirma que las conductas de depresión se ven reforzadas, mientras que las conductas normales son extinguidas; todo esto debido a una modificación accidental del ambiente externo, por ejemplo, una muerte cercana. Las aproximaciones cognitivas, hablan de una deformación en la forma en que se observan las cosas. Es decir, que el sujeto analiza de forma errónea el ambiente que le rodea. Beck y Shaw (1981) plantean, entre otras cosas, algunos tipos de errores lógicos que comente con frecuencia la persona con depresión: conclusiones arbitrarias, abstracción selectiva, generalización y maximización de lo negativo, así como minimización de lo positivo.
El comportamiento abierto, así como los pensamientos, no son fenómenos diferentes ni pertenecen a una categoría diferente. Más bien son parte del mismo fenómeno, de la misma categoría. Cuando yo escribo, en mi escritura están mis pensamientos. Cuando yo pienso algo, esto dirige mi comportamiento y por lo tanto en el pensamiento está el comportamiento. De esta forma, existen métodos terapéuticos conductuales que se abocan al cambio comportamental. Es decir, mediante un entrenamiento en habilidades y cambios ambientales familiares se logra el cambio. Por otro lado, existen métodos terapéuticos cognoscitivos en los cuales se convence al paciente, por medio de la persuasión, de su razonamiento equivocado. En este sentido, el cambio psicoterapéutico tiene que tomar en cuenta que en necesario utilizar los dos tipos de métodos de cambio.

Uno de los métodos de cambio cognitivo, es la Terapia Racional Emotiva. Esta terapia parte del principio de que el pensamiento crea emoción. Dentro de las teorías de la emoción que toma en cuenta está la teoría de la evaluación. Cuando se observa un estímulo, el sujeto lo analiza, determinando si es peligroso, inofensivo, atractivo o repulsivo; y de acuerdo a este análisis, responde con respuestas de aproximación, de huida o de retiro. Ahora bien, esto tiene que ver con lo que el sujeto se dice a sí mismo. Constantemente nos encontramos hablándonos a nosotros mismos. Ese discurso constante mediante el cual establecemos planes, determinamos la capacidad de nuestra energía, etcétera. Pero esta habla interna es tan constante, que perdemos la atención sobre este evento y cuando se le pregunta al paciente lo que se dice a sí mismo, éste contesta que nada. Además, existe un fenómeno que llamamos sobre-aprendizaje, en el cual las respuestas comportamentales se convierten en automáticas. Por ejemplo, cuando se aprende a manejar, alguien lo va instruyendo a uno sobre lo que se tiene que hacer. Luego, nos instruimos a nosotros mismos y finalmente, las respuestas para manejar, se vuelven automáticas. Manejamos "sin pensar", pero implícitamente siempre se encuentra una autoinstrucción o autoverbalización. De esta forma, lo que el terapeuta tiene que hacer es conseguir que el paciente ponga atención a sus autoverbalizaciones, las analice y las sustituya por autoverbalizaciones que le provoquen al paciente menos problemas (Ellis 1980).
La técnica consiste en enseñarle al paciente el método del ABC, que consiste en pedirle que nos indique una situación que le provoca una emoción desagradable, por ejemplo tristeza porque se reprobó un examen. El análisis sería de la siguiente forma:



Evento ActivanteB 
Creencia Irracional


Consecuencia

Reprobé un examen

Es terrible y catastrófico el que haya reprobado el examen, soy un inútil, no puedo soportarlo.

Sentimientos de minusvalía, tristeza. 

Lo importante es demostrarle al paciente que el origen de sus estados de ánimo no está en el ambiente, en su familia, en sus amigos, en su trabajo, sino en la forma en que interpretan los fenómenos que les acontecen. Por supuesto que hay cambios ambientales que definitivamente afecta a una persona, como una puñalada, la muerte de un hijo, etcétera, pero en general, a la persona con problemas emocionales no le ocurren cosas así. Una vez demostrado esto, se le pide al sujeto que comience a registrar en forma escrita o verbal, los eventos activantes. Después se le pide que registe las consecuencias. En el consultorio se analizan estos registros y se discute la idea irracional. El punto más importante es cuando el sujeto identifica por sí solo la idea irracional. Después pasamos a D, que es la disputa racional, que provoca a su vez E, que es la consecuencia del análisis racional, de la siguiente manera:



Evento Activante


Creencia Irracional


Consecuencia


Disputa Racional

E Consecuencia de la Disputa

Reprobé un examen

Es terrible y catastrófico el que haya reprobado el examen, soy un inútil, no puedo soportarlo.

Sentimientos de minusvalía, tristeza. 

Finalmente si repruebo un examen, puedo sobrevivir, nada catastrófico va a ocurrir. No es bueno que repruebe, pero nada terrible pasará.

Incomodidad, sentimientos de desagrado, pero no excesivos.

Durante el uso de la Terapia Racional Emotiva, el terapeuta tiene que hacer uso de todas sus habilidades de persuasión, demostrando lógicamente el razonamiento equivocado del paciente. Las razones básicas son pragmáticas: si un pensamiento provoca malestar, sentimientos indeseables, entonces es una idea irracional. La idea básica consiste en disfrutar lo disfrutable de la vida y sufrir menos lo que nos provoca sufrimiento (Ellis, 1980).
INTERVENCIÓN
A partir de lo anterior, se aplicó la TRE a una paciente del sexo femenino. Su edad era de 52 años, de clase media, casada, con dos hijos (uno de 25 y otro de 28 años). La exposición de su caso, es como sigue:
La paciente reporta que es huérfana, no conoció a sus padres, quienes murieron poco después de haber nacido ella. Se crió, junto con sus tres hermanos en casa de sus tíos, sin embargo, nunca les tuvo a estos tíos el afecto de padres, ya que los trataban mal. Todo esto ocurrió en la ciudad de Cuernavaca. Cuando tenía unos 18 años de edad, decidió emigrar a la Ciudad de México. Estuvo viviendo sola por algún tiempo y trabajando para mantenerse. Fue cuando conoció a su ahora esposo. Tuvieron relaciones sexuales premaritales y se embarazó de su primer hijo, por lo que decidieron casarse. Para entonces dejó de establecer contacto con sus familiares. Se casó y posteriormente tuvo a su segundo hijo. Durante algunos años su única ocupación fue criar a sus hijos. Hasta entonces no hubo queja.

El problema lo reporta a partir de hace dos años en los cuales se casó su hijo mayor debido a que embarazó a su novia. El hijo se tuvo que poner a trabajar para sostener a su familia. Durante un tiempo, estuvo rentando un departamento, pero posteriormente comenzó a tomar en exceso y perdió el empleo, por lo que tuvo que mudarse a casa de su madre con su esposa, hijo y otro que viene en camino. El esposo de la señora siempre ha tomado mucho, pero en general ha sido lo suficientemente responsable para no perder el trabajo y ser el sostén económico de la familia. Desde hace dos años que la señora sospecha que su esposo la engaña con otra señora. Las evidencias son que los hijos lo han visto en el auto con otra señora, llega tarde, los sábados el señor se sale temprano y regresa hasta la noche. Esta situación desquicia a la señora y le provoca una profunda depresión. Ha dejado de arreglarse, de hacer la limpieza de la casa, se desespera (incluso ha llegado a golpearse contra la pared, o jalarse los cabellos). Presiona violentamente a su esposo para que le diga la verdad, llegando a golpearlo. El esposo dice que no es cierto, pero no deja llegar tarde, ni de salir los sábados.
El hijo mayor también dejó de trabajar porque hubo recorte de personal en su empresa y desde entonces no ha tenido trabajo estable. Tiene una novia desde hace cinco años con la que no tiene planes para casarse, aunque cuando le dice a su madre que se va a casar, ésta se pone más depresiva.
En términos generales, su casa se ha convertido en un caos porque dice que la nuera no le ayuda en la medida en que ella espera, ni cuida a su hijo en forma adecuada, además de los pleitos constantes que tiene el hijo con la nuera. El hijo sigue bebiendo en forma constante y a escondidas de todos. Por las noches se acuesta muy tarde y se emborracha, lo que provoca los pleitos con su esposa.


ANÁLISIS.
Ante esta situación, se hizo el siguiente análisis de la situación que vive la paciente. No fue criada en un ambiente familiar armonioso, que le permitiera generar modelos de interacción con el sexo opuesto más allá de la situación tradicional en la que la esposa tiene que obedecer totalmente al esposo. Su autoestima es muy baja y los motivos de su existencia se centran alrededor de los demás en forma exclusiva. Sus metas siempre han girado sobre los objetivos de los demás, su esposo y sus hijos. Concretamente, siente que lo único que tiene en la vida son sus seres queridos. En este sentido, se aferra a ellos en forma desesperada provocando el poco crecimiento de sus hijos y el desinterés de su esposo. Éste tiene un plan de vida personal en el que está el cumplir económicamente con su familia y no involucrarse más allá de esto. Su obligación marital y familiar se limita a dar el gasto familiar y lo demás es su vida privada que a nadie tiene que interesarle. Tiene aventuras amorosas con otras personas cuidándose medianamente de no ser descubierto, aunque si lo fuera, no se provocaría nada más allá de un problema fuerte, pero soluble.
La paciente se deprime porque los objetivos centrales de su existencia los percibe como a punto de desaparecer. Por esto se siente deprimida, sin que la vida tenga un sentido.


TRATAMIENTO.
A partir del análisis realizado, se planteó una técnica de intervención basada en la Terapia Racional Emotiva. Para ello, se le pidió que llevara un diario en donde anotaba las situaciones donde se sentía mal. Como la paciente tenía una escolaridad muy baja, le era difícil realizar esta tarea, por lo que se optó porque solo anotara palabras clave que le permitieran recordar las situaciones dentro de la terapia. Cada una de las situaciones que la paciente traía a consulta, era analizada y discutida ampliamente a la luz de la TRE. En ese momento era donde se podía explicitar el origen de sus emociones negativas, así como las causas de las mismas. La discusión se centraba en el argumento de que uno es el creador de sus emociones, por lo que es necesario explicitarlas, analizarlas, discutirlas y sustituir las autoverbalizaciones por otras más funcionales que no nos creen emociones negativas. Esta fue una ardua tarea que llevó al terapeuta diez sesiones. A continuación, se pasó a analizar la situación en que vivía la paciente y la alternativa planteada fue la siguiente: había que cambiar las situaciones que se podían cambiar y aceptar las que no. En este sentido, se le dio entrenamiento asertivo para que manejara las situaciones incómodas con la nuera y con la novia del hijo menor con la finalidad de establecer su jerarquía como la mujer de su casa y la que manda en ella. Esto costó un poco de trabajo al principio porque la paciente deseaba evitar las confrontaciones con la finalidad de no complicar las cosas, pero se desesperaba de que no cambiaran por sí solas. Se le convenció de que es más fácil afrontar que evitar ciertas situaciones, además de que conforme va pasando el tiempo, las cosas se complican aún más, por lo que se vuelve más difícil resolverlas. Después de 20 sesiones, en las cuales se observó un cambio en sus niveles reportados de depresión, así como en el ajuste familiar, se dio por terminada la terapia.


RESULTADOS.
Los cambios más importantes se dieron en sus niveles de depresión. La paciente comenzó a salir de compras sola, cuando antes tenía mucho miedo de hacerlo. Estableció las reglas básicas de comportamiento dentro de su casa por parte de sus nueras para que éstas no se pelearan y pudieran convivir. Uno de los eventos importantes que ocurrió durante las sesiones de terapia fue que la esposa de su hijo mayor, se enojó cada vez más con su esposo, por lo que decidió irse con su respectiva madre. El hijo mayor, después de algunos días, fue a buscarla para prometerle que ya no iba a seguir bebiendo y que buscaría empleo; la esposa le puso como condición el irse a vivir en un departamento sin la intervención de nadie.
Una de las situaciones que no se pudo cambiar fueron las salidas constantes del esposo. Pero la paciente dejó de preocuparle esto, por lo que mejoraron sus relaciones con el esposo y éste se acercó más a ella.
Cuando la paciente dejó la terapia, ya había conseguido comenzar a vender zapatos en diversas oficinas, por lo que sus relaciones sociales se incrementaron y pudo tener otras fuentes de satisfacción emocional.


DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN.
La Terapia Racional Emotiva demostró en este caso, que puede ser efectiva en el tratamiento de la depresión. La TRE le dio a la paciente las habilidades de afrontamiento cognitivo para plantear su situación desde una perspectiva en la que no se sentía acorralada y le dio posibilidades de diversas alternativas. Uno de los papeles del psicólogo clínico está en plantearle al paciente una serie de alternativas de solución diferentes a las que ha venido planteando y que aparentemente lo colocan en una situación sin salida. El plantearle otras alternativas le demuestra al paciente que lo que está haciendo hasta el momento no es lo único que puede hacer. Otro de los papeles del psicólogo clínico es el escuchar el problema del paciente y estructurarlo dentro de un marco coherente que le permita al paciente analizarlo y comenzar a establecer soluciones viables dependiendo del peso emocional y objetivo, que determine.
El paciente debe de encontrarse en la posibilidad de establecer opciones que le permitan ejercer su responsabilidad como ser humano sobre su propia persona. De tal manera que tenga la libertad de decidir divorciarse o quedarse con una persona dependiendo de lo que sus emociones y sus razones le dicten, sin que necesariamente sea lo "lógico" o lo esperado después de un análisis objetivo.
La TRE le permite al paciente las habilidades cognitivas de enfrentamiento y planeación de la situación, mientras que el entrenamiento asertivo le da las habilidades sociales para llevar a cabo las decisiones que haya tomado. Como ya se mencionó en la introducción, un tratamiento completo debe incluir el entrenamiento tanto de habilidades conductuales como cognitivas para ser efectivo.
El valor de la Terapia Racional Emotiva consiste en que es una técnica que permite la modificación de la forma en que el paciente observa el problema y le da alternativas de solución.
Bibliografía.

      Beck A.T. y Shaw B.F. (1981) Enfoques cognitivos de la Depresión. En A. Ellis y R.Grieger (Eds.) Manual de Terapia Racional Emotiva. Bilbao: Descleé de Brouwer.Beck A.T., Rush A.J., Shaw F.B. y Emery G. (1983) Terapia Cognitiva de la Depresión. Bilbao: Descleé de Brouwer. Brage D. y Meredith W. (1993) A causal model of adolescent depression. The Journal of Psychology. 4, pp. 455-468. Cameron N. (1982) Desarrollo y Psicopatología de la Personalidad. México: Trillas. Cleghorn J.M. (1993) Enfermedades Mentales. México: Manual Moderno. Coleman Jesús. (1990) Psicología de la anormalidad y vida moderna. México: Trillas. Davison G.C. y Neale J.M. (1980) Psicología de la Conducta Anormal: Enfoque Clínico Experimental. México: Limusa. Ellis A. (1980) Razón y Emoción en Psicoterapia. Bilbao: Descleé de Brouwer

Terapia Racional Emotiva Conductual

El Dr. Albert Ellis fundador y actual presidente del Albert Ellis Institute de New York, inicia esta corriente en 1955 con el nombre de "Rational Terapy", y luego reemplazado, y hasta hoy denominado "Rational Emotive Behabior Terapy". REBT. Terapia Racional Emotiva y conductual.

La profundidad filosófica de su iniciador Albert Ellis, quien considera que su teoría esta representada por una sencilla frase atribuida al filósofo estoico griego Epicteto: "Las personas no se alteran por los hechos, sino por lo que piensan acerca de los hechos" ha desarrollado un modelo sencillo y que no solo ha aplicado, estudiado, y presentado con fundamentos sólidos basados en la investigación, sino que ha trabajado con este modelo para la educación y la prevención de trastornos emotivos y de la conducta

Principios Básicos de la T.R.E.C
1.     La cognición es el determinante más importante y accesible de la emoción  humana. De manera sencilla, sentimos lo que pensamos. No son las circunstancias, ni los demás los que nos hacen sentir como sentimos, sino es nuestra manera de procesar estos datos, seamos o no conscientes de ello. Ciertas circunstancias macro tales como el pasado, y los eventos externos contribuyen pero no son directamente lo que determina nuestras emociones.
2.     Para cambiar nuestra perturbación emocional, para mejorar nuestros problemas emocionales y conductuales, debemos cambiar nuestros esquemas disfuncionales de pensamiento.
3.     Los esquemas disfuncionales de pensamiento son causados por factores múltiples, que incluyen causas genéticas, biológicas y las influencias ambientales. Los humanos tiene una natural tendencia a desarrollar esquemas disfuncionales de pensamiento, aún en los ambientes más favorables.
4.     Aunque la herencia y el ambiente sean importantes en la adquisición de los esquemas disfuncionales de pensamiento, la gente mantiene sus esquemas disfuncionales por auto-adoctrinamiento o repetición de sus creencias irracionales. La causa más próxima de perturbación emocional es la adherencia actual a las creencias irracionales, más que la forma en que fueron adquiridas en el pasado. Si las personas reevaluaran su pensamiento y lo abandonaran, su funcionamiento actual sería muy distinto.
5.     Las creencias actuales pueden ser cambiadas aunque tal cambio no sea fácil. Las creencias irracionales pueden cambiarse mediante esfuerzos activos y persistentes para reconocer, desafiar y revisar el propio pensamiento.
Albert Ellis utilizó un modelo sencillo que llamó el "ABC" para explicar didáctica y básicamente su teoría.
Qué es el "ABC" ?
        A                                         B                                C
Acontecimiento Activador      Sistema de Creencias       Consecuencias
      (situaciones)               (pensamientos)                (Emociones, Conductas)
("A")   Representa el acontecimiento activador, suceso o situación. Puede ser una situación o acontecimiento externo o un suceso interno (pensamiento, imagen, fantasía, conducta, sensación, emoción, etc.)
("B") Representa en principio al sistema de creencias, pero puede considerarse que incluye todo el contenido del sistema cognitivo: pensamientos, recuerdos, imágenes, supuestos, inferencias, concepto o imagen de si, atribuciones, normas, sistema de valores, esquemas, filosofía de vida, etc.

Las Creencias ("B") Racionales:
Son aquellas que pueden apoyarse en:
Una coherencia Lógica.
Una verificación en la realidad (Empírica).
Una eficacia, o de utilidad practica (Pragmática).
Son los deseos preferenciales, flexibles, y ayudan a lograr metas o propósitos.
Las creencias ("B") Irracionales:
Son aquellas que no pueden apoyarse en:
Una coherencia Lógica.
Una verificación en la realidad.
Una eficacia, o de utilidad practica
Son demandantes, son intolerantes, "Dogmáticas", absolutistas,
y de baja tolerancia a la frustración. 
("C") Representa la consecuencia o reacción en ocasión de la situación "A",  Las "C" pueden ser de tipo emotivo (emociones), o conductuales (acciones).
Las Emociones y Conductas ("C") funcionales:
Son aquellas que sirven para resolver, mejorar, o al menos no desvían de las metas o propósitos.
Las Emociones y Conductas ("C") disfuncionales:
Son aquellas inapropiadas, contraproducentes, impiden una mejor resolución de problemas o empeoran los resultados, nos desvían de las metas o propósitos, son : "auto- saboteadoras"

Emociones
Las distintas escuelas que estudian el fenómeno de las emociones,  en general estarán de acuerdo en decir que las emociones cumplen un rol adaptativo en el ser humano. Las emociones nos brindan información acerca de nosotros mismos en nuestra condición de organismos en interacción con nuestro medio. También sabemos que las emociones funcionan como disposiciones para la acción.
El enojo lleva a la acción una conducta agresiva,  o de autodefensa.
El miedo, lleva a la acción una conducta de autodefensa en forma de huída.
La soledad procurará nuevos vínculos o restablecer los fraccionados. 
El amor buscará vínculos y se entregará a la procreación.
Según Albert Ellis, en su libro Nueva Guía para vivir racionalmente, en el capitulo dos nos relata como surgen las emociones. Ellas surgen a través de un proceso triple:
1) A través de algún tipo de estimulación física del centro emocional especial de nuestros cerebros (denominado el hipotálamo) y la red nerviosa de nuestros cuerpos (denominado el sistema nerviosos autónomo).
2) A través de nuestros procesos de percepción y movimiento ( técnicamente denominados nuestro sistema sensorio- motor)
3) A través de nuestros deseos y pensamientos (técnicamente, cognición).
Normalmente nuestros centros emocionales así como nuestros centros de la percepción, del movimiento y del pensamiento exhiben un grado de excitabilidad y receptividad. Así, un estímulo de una cierta intensidad interfiere, los excita  o los sofoca. Podemos aplicar directamente eléctricamente partes del cerebro o dando al individuo drogas excitantes o depresivas que actúan en partes del cerebro o en el sistema nervioso autónomo. O podemos (más usualmente) aplicar el estímulo en forma indirecta, a través de la percepción, el movimiento y el pensamiento del individuo, afectando de esta manera el sistema nervioso central y las conexiones cerebrales que, a su vez influyen y se relacionan con los centros emocionales (el hipotálamo y el sistema nervioso autónomo).
Por lo tanto, para controlar nuestros sentimientos,  existen tres líneas de acción a seguir,  por ejemplo: si alguien se siente muy nervioso y desea calmarse.
1)     Podemos influir directamente sobre nuestras emociones a través de medios eléctricos o bioquímicos- como por ejemplo, tomando drogas tranquilizantes.
2)     Podemos trabajar sobre el sistema de percepción- movimiento (sensorio- motor)- haciendo ejercicios de relajación, bailando o a través de técnicas de respiración yóguicas.
3) Podemos trabajar a través de la reflexión, sobre los pensamientos disfuncionales.       
El Dr. Albert Ellis no duda que ciertos medios físicos para reducir tensiones y cambiar la conducta humana, tales como yoga, bioenergética etc. algunas veces producen un efecto beneficioso. Pero es escéptico con respecto a las posturas tan inclusivas ya que ayudan a las personas a centrarse en sus cuerpos más que en los pensamientos extraños y fantasías con los cuales tienden a atormentarse. Por lo tanto, más que curar actúan como paliativo, ayudana las personas a sentirse mejor en vez de ESTAR mejor y rara vez producen cambios filosóficos importantes.
Por ejemplo pongamos el caso de las personas que padecen una depresión: Ellas pueden obtener ayuda a través del uso de drogas o técnicas de relajación. Pero a menos que comiencen a pensar más claramente y valorar sus vidas, tenderán a deprimirse nuevamente cuando interrumpan las drogas  o los ejercicios. Pues para producir cambios emocionales permanentes y profundos, se hacen virtualmente necesarios cambios filosóficos. O sea será necesario una evaluación considerable de la realidad.