domingo, 3 de abril de 2011

LA SALUD MENTAL EN ECUADOR

LA SALUD MENTAL EN ECUADOR

Mayo 10 th2
En la década de 1980 la movilización de la población ecuatoriana hacia el extranjero comenzó a ser preocupante, aunque entre 1950 y 1970 había indicios de que la emigración sólo acababa de empezar. A raíz de la crisis económica de 1999, más de un 20% de la población de Ecuador abandonó el país, la mayoría con destino a Estados Unidos, España e Italia. No podemos hablar de salud mental, o de salud en general, sin tener en cuenta la fractura social y familiar que ha supuesto un fenómeno migratorio de tal magnitud.

Niños y adolescentes separados de sus padres.
Niños y adolescentes separados de sus padres.

El Ministerio de Salud Pública es explícito cuando afirma que muchos sueños de los emigrantes de estabilizar la economía doméstica y más tarde proceder a la reagrupación familiar han quedado postergados: “miles de niños, adolescentes y personas de la tercera edad abandonados y vulnerables, hecho que se constata en el aumento de jóvenes con problemas de drogas, consumo de alcohol, la formación de pandillas,  violaciones, depresión, etc.”
Las estructuras familiares también han cambiado: abuelas que educan a sus nietos, madres que educan solas a sus hijos, hijos mayores que están a cargo de sus hermanos menores, es decir que la concepción de familia tradicional constituida por padres e hijos ha cambiado.” Las madres solteras o solas, bien porque permanecen en Ecuador, bien porque han emigrado a otros país en busca de un mejor nivel económico para su familia, son parte importante de este paisaje desolador.

Qué medios dedica el Estado a la salud mental
El Telégrafo, bajo el título La salud mental requiere atención, informa que el presupuesto que el Ministerio de Salud Pública de Ecuador ha dedicado en 2008 y años anteriores a salud mental es de apenas el 0,3% del total. De esta exigua cantidad, el 59% se destina a hospitales psiquiátricos. El Ministerio estima que en 2009 el presupuesto alcance el 1,2%, pero no son más que previsiones. Reconoce que es “extremadamente bajo”. Aparte de que la inversión es mínima, no se capacita de modo permanente a los profesionales de la salud para atender los casos que se presentan en los centros de atención primaria y otros centros sanitarios; tampoco se les capacita sobre derechos humanos de los pacientes. Y todo ello a pesar de que entre los años 2000 y 2007 los intentos de suicidio se duplicaron, pasando de 1209 a 2351.
Aparte de la partida económica y de los avances técnicos que el Estado destine a salud mental, es fundamental la formación del cuadro médico. El psiquiatra Leopoldo Umpiérrez afirma “que muchos pacientes psiquiátricos acuden a médicos generales porque no identifican la dolencia que padecen, pero asegura que el problema está en que el doctor no detecta que el paciente tiene un problema psiquiátrico, y lo somete a otros tratamientos. ‘Incluso el paciente ahorraría tiempo y dinero, ya que solo tendría que visitar a un médico que realmente solucione su problema o al menos lo remita a un especialista que lo trate’, explica.”
En Ecuador los médicos especializados en psiquiatría no superan los 250. La Organización Mundial de la Salud recomienda un psiquiatra por cada 100.000 habitantes. Siguiendo esta proporción, en Ecuador serían necesarios unos 1.300. Alcanzar esta meta de momento es muy difícil, ya que sólo 8 personas se gradúan anualmente en psiquiatría.
La enfermedad mental está socialmente muy estigmatizada; se cree que es cosa de locos. Bajo esta perspectiva, no existen asociaciones de apoyo a enfermos con trastornos mentales, a excepción de la dedicada a alcohólicos anónimos. El alto consumo de alcohol es uno de los males más extendidos en el país.
Según datos publicados por el Ministerio de Salud Pública, “Los cinco  hospitales psiquiátricos están situados únicamente en las tres ciudades más grandes del país. El hospital psiquiátrico de mayor capacidad es una dependencia de un organismo privado sin fines de lucro.” La población que no reside en las áreas urbanas más importantes encuentra, por consiguiente, todo tipo de dificultades para obtener atención psiquiátrica. Si a la falta de personal capacitado para diagnosticar o tratar trastornos mentales en áreas próximas al enfermo, añadimos la escasez de medicamentos, la situación alcanza valores preocupantes, ya que los psicofármacos disponibles sólo alcanzan a los hospitales psiquiátricos, no así a los ambulatorios o centros de atención primaria.
Entre las tareas más urgentes que le quedan por cumplir están: “facilitar el acceso a los psicofármacos a la mayoría de pacientes;  involucrar en las acciones de salud mental a los usuarios, las familias y la comunidad y establecer vínculos formales de colaboración con otros sectores. Coordinar acciones con los organismos  de derechos humanos, con miras a garantizar  la protección de los derechos esenciales de los pacientes mentales que acuden a cualquier servicio. Capacitar a todo el personal sobre este tópico.”

Carencias y falta de coordinación
Remitiéndonos a los datos que facilita el Ministerio, existe una carencia de personal especializado en niños y adolescentes. De los pacientes ingresados en hospitales psiquiátricos, menos del 35% son menores de 17 años.
Con relación a los diagnósticos, en los hospitales psiquiátricos se da en mayor número la esquizofrenia y en los ambulatorios los trastornos de ansiedad.
Los centros de salud mental no tienen vínculos con otros sectores, como justicia, policía, educación y bienestar social. “En un limitado número de escuelas primarias, que no llega al 5% se dispone de profesionales que atiendan la salud mental de los niños. En los establecimientos de educación secundaria el porcentaje de establecimientos con personal profesional supera el 20%. Durante el período en estudio se han cumplido varias acciones de educación y promoción de la salud mental tanto para grupos de riesgo como para la población general, con la participación de entidades públicas como privadas.”
Los terrenos de Deleg son usados para la cosecha de maíz, habas, papas, porotos (frijoles) y frutas, y la ganadería.
Los terrenos de Deleg son usados para la cosecha de maíz, habas, papas, porotos (frijoles) y frutas, y la ganadería.

Los migrantes y sus familias. El Cantón Deleg
El Ministerio de Salud Pública realizó en 2008 un estudio para evaluar el impacto de la migración en la salud mental de las familias del Cantón Deleg, provincia de Cañar, un área especialmente sensible al fenómeno migratorio.
“Las razones por las que migran los ecuatorianos no solo se ubican en  problemas estructurales sino también en construcción de nuevos sentidos de vida que tienen relación con la crisis económica, la falta de oportunidades para trabajar, el sueño de cambio, el anhelo de una vida digna, el desarrollo personal y familiar. Estas nuevas construcciones se alimentan de elementos concretos, como es la comparación entre la situación de vida de quien ha emigrado con quien aún no lo ha hecho.  El imaginario aquí juega un papel muy importante para explicar el fenómeno colectivo de la migración.
La decisión de emigrar es una decisión familiar, donde se busca la aprobación y apoyo de los familiares ya sea para ayuda económica o de cuidado a los hijos. No obstante, es necesario mencionar que los proyectos migratorios familiares tienen como objetivo la reunificación familiar después de estabilizar su economía; pese a esto, muchos de estos sueños se quedan postergados y con esto miles de niños, adolescentes y personas de la tercera edad abandonados y vulnerables, hecho que se constata en el aumento de jóvenes con problemas de drogas, consumo de alcohol, la formación de pandillas,  violaciones, depresión, etc.”
El Ministerio se muestra especialmente crítico con el destino de los dineros que los migrantes envían a sus familias en el Cantón Deleg:
“En lo relacionado al estudio advertimos que aproximadamente el 80% de los pobladores del Cantón Deleg han emigrado, su destino fundamental es los EE.UU., la mayoría lo han hecho de forma irregular. Los entrevistados consideran que la gran mayoría de personas han migrado para resolver los problemas económicos de la familia. Las personas que han migrado consiguen mejorar su situación económica, envían remesas de forma permanente que en su gran mayoría son invertidas en la construcción de grandes casas, en la compra de autos y de artículos suntuarios.  Lamentablemente no existe ningún tipo de inversión social es decir no se han creado actividades productivas a nivel del Cantón Deleg que permita generar nuevas fuentes de trabajo.”
La construcción de grandes mansiones con las remesas de los emigrantes no es algo exclusivo de Ecuador, aunque el informe se lamente de ello. La opinión de los emigrantes quizás sea otra distinta.
“En lo relacionado a la situación familiar, se podría decir que casi el 80% de las estructuras familiares son diferentes: abuelas que educan a sus nietos, madres que educan solas a sus hijos, hijos mayores que están a cargo de sus hermanos menores, es decir que la concepción de familia tradicional constituida por padres e hijos ha cambiado. Ya no se puede decir que en Deleg  existen “familias nucleares o ampliadas”, existe otro tipo de construcción familiar que debería categorizarse de otra manera.
Cantón Deleg. El fenómeno de la migración ha propiciado la construcción de nuevas y modernas casas en las áreas rurales.
Cantón Deleg. El fenómeno de la migración ha propiciado la construcción de nuevas y modernas casas en las áreas rurales.
A lo largo de toda la investigación pudimos advertir que la migración ha provocado  una pérdida de la identidad nacional y una ruptura en la palatividad  lo que ha provocado serios problemas en lo que a salud y nutrición se refiere. Todos estos elementos antes mencionados han provocado una serie de problemas que afectan a la salud mental de las personas
La migración es un fenómeno social que afecta considerablemente la salud mental de la familia, por lo que consideramos urgente y necesario intervenir en la población con una serie de talleres con el fin de reforzar elementos psico-sociales en los jóvenes que dieron excelentes resultados en lo relacionado al manejo del dolor que provoca la migración y al enfrentamiento de sus problemas inmediatos, los mismos que consideramos necesario reforzar con la presencia de un psicólogo en área de salud de Deleg.”

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