Introducción.
El síndrome del maltrato infantil
(SMI) es un importante problema de salud de carácter universal y en muchas
ocasiones desconocido por muchos profesionales y población en general que lo
abordan en su quehacer diario siendo a veces testigos de situaciones
consideradas como normales o educativas, resulta de una compleja interacción de
los factores de riesgo del individuo, la familia y la sociedad. Su
identificación es un verdadero reto para el médico, pues la historia clínica
recogida es muchas veces inexacta, engañosa, los hallazgos al examen físico son
en muchas ocasiones inespecíficos en el mejor de los casos en otros se trata de
maltratos que no son visible a simple vista pero que dejan secuelas en el niño
marcándolo para el resto de sus vidas pues genera conductas que son en
ocasiones inexplicables y que van más allá de un simple trastorno conductual
pero que enmascaran algún tipo de maltrato, desafortunadamente la mayoría de
los médicos, no lo incluyen en su diagnóstico diferencial.
Por todo lo señalado los médicos
deben afrontar la disyuntiva de diferenciar entre lesiones intencionales y no
intencionales (también llamado por algunos "accidentes") y tomar una
decisión operativa en beneficio de la salud del niño. El objetivo de esta revisión
consiste en divulgar los aspectos fundamentales del síndrome del niño
maltratado para de esta forma aumentar el nivel de conocimientos de la
población en general lo que ayudaría a reflexionar en cuanto al manejo de los
infantes que no están preparados, para exigir ayuda, respeto y amor; así como
establecer estrategias que permitan eliminar o atenuar los factores que
favorecen el mismo y que sin lugar a dudas serán los mismos que se irán
perpetuando en generaciones futuras.
SÍNDROME DE MALTRATO INFANTIL.
DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DEL
MALTRATO INFANTIL
No existe una definición única de
maltrato infantil, ni una delimitación clara y precisa de sus expresiones. Sin
embargo, lo más aceptado como definición es todas aquellas acciones que van en
contra de un adecuado desarrollo físico, cognitivo y emocional del niño,
cometidas por personas, instituciones o la propia sociedad. Ello supone la
existencia de un maltrato físico, negligencia, maltrato psicológico o un abuso
sexual. (NCCAN, 1988). Esta definición está en concordancia con la existente en
el manual de psiquiatría DSM-IV. (1)
Nombres alternativos o sinonimia:
Abuso infantil; maltrato al menor; trauma no accidental
FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo, son
circunstancias que pueden favorecer que se produzcan agresiones sobre el menor.
Su producción hay que verla como consecuencia de la disfunción en el contexto
padres-niño--ambiente, y no como resultado de unos rasgos patológicos de
personalidad parental, stress ambiental o características del menor. (1-3)
Se entienden como situaciones de
riesgo las siguientes:
a) Sociales:
- Dificultades para establecer el vínculo padre
- madre - hijo/a.
- Actitud hacia el castigo en la infancia.
- Precariedad económica.
- Problemas laborales: desempleo, insatisfacción
o tensión laboral.
- Marginación. Hacinamiento.
- Prostitución y/o delincuencia de los padres.
- Falta de soporte social en situaciones
difíciles.
b) Familiares:
- Antecedentes de malos tratos infantiles en los
padres.
- Padres con excesiva vida social, o profesional
que dificulta el establecimiento de relaciones afectivas con sus hijos/as.
- Familias con historia de violencia familiar.
- Enfermedades de los padres/tutores que
conlleva a la desatención del menor.
- Figura monoparental. Madre soltera
(especialmente adolescente), divorciados, separados. Ausencia de padres
(abandono del hogar, prisión, fallecimiento).
- Padres con actitud intolerante, indiferente o
con excesiva ansiedad ante las responsabilidades de crianza de los
hijos/as.
c) Psicológicas parentales:
- Insatisfacción personal.
- Problemas psicopatológicos. Depresión,
alcoholismo, drogadicción.
- Ausencia de capacidad empática y dificultad
para la comunicación.
- Rechazo emocional o falta de afecto hacia el
menor.
- Baja tolerancia al stress.
d) Derivados del niño:
- Prematuro y/o bajo de peso al nacer.
- Enfermizo.
- Discapacidades físicas o psíquicas.
- Fruto de embarazos no deseados o de relaciones
extramatrimoniales.
- Temperamento difícil, pautas extremas de
conducta: apático/ hiperactivo.
- La presencia de varios factores de riesgo
(sociales, familiares, psíquicos) hace que exista un riesgo elevado en la
aparición del maltrato. No obstante, hay muchas familias que a pesar de
coexistir con varios factores de riesgo mantienen una buena relación con
sus hijos.
Tipos de maltratos: (3)
Por omisión:
- Negligencia
en el cuidado físico, o en el cuidado psicoafectivo o en ambos, en cuyo caso se
denomina abandono: Se produce cuando por parte de su familia y/o grupo conviviente
no asegura la satisfacción de las siguientes necesidades a que todo niño tiene
derecho.
- Necesidades
fisiológicas: el niño tiene derecho a estar bien alimentado, vivir en
condiciones de temperatura e higiene adecuadas, estar protegido de peligros
reales que puedan atentar contra su salud y su integridad física así como
disponer de asistencia social, sanitaria y desarrollarse en un ambiente que le
permita una actividad física rica y variada.
- Necesidades
cognitivas: El niño tiene derecho a vivir en un ambiente físico y social que le
ofrezca condiciones de interacción que le permitan desarrollar adecuadamente
capacidades mentales; sus sentidos, la atención, la percepción, la memoria, el
lenguaje emocional, gestual y verbal, sus capacidades lógico-matemáticas y de
razonamiento en general.
Disponer de la ayuda de los adultos que le permita comprender
el significado de las cosas y de la realidad, sin adoctrinamientos
fundamentalistas, sectarios o racistas, sino transmitiendo los valores más
universales y la tolerancia hacia las diferencias culturales, religiosas,
étnicas y personales. En todo caso, transmitiéndole un sentido positivo de las
posibilidades del hombre y de los grupos sociales.
- Necesidades
emocionales, sociales y de autoestima: El niño tiene derecho a sentirse
emocionalmente seguro, disponiendo para ello de vínculos afectivos con personas
incondicionales que, estando disponibles y siendo accesibles y capaces de
ofrecer ayuda, le acepten, expresen su afecto y ayuden tal y como es, a
disponer de una amplia red de relaciones de amistad con los iguales, formar
parte de asociaciones sociales y sentirse en comunidad, a que sean reconocidos
los intereses y las manifestaciones de la conducta sexual propias de su edad;
así como ser respetado por los adultos de forma que éstos no los conviertan en
objeto sexual, abusando de una u otra forma de su condición de menor. A
sentirse protegido de los peligros imaginarios siendo escuchado, comprendido y
adecuadamente apoyado además de ser participante activo de acuerdo a su edad,
en la familia, la escuela y la sociedad en general.
Por acción:
- Maltrato
físico: cualquier acción, no accidental, por parte de los adultos que provoque
o pueda provocar daño físico o enfermedad en el menor.
- Maltrato
emocional: acto de naturaleza intencionada o cualquier esfuerzo que trata de
socavar la valoración que tiene el menor de sí mismo. Se produce por la
imposibilidad de aceptar al niño/a tal y como es, y se manifiesta a través de
insultos verbales, rechazo activo, aislamiento, culpabilizaciones, críticas,
aterrorizar, ignorar al menor y su corrupción.
- Abusos
sexuales: es cualquier clase de gratificación sexual, con un menor realizado
por un adulto desde una posición de poder o autoridad sobre él. Pueden ser
intra (incesto) o extra familiares, siendo más frecuentes los primeros. Se
incluye el tocamiento intencionado de los genitales o partes íntimas (pechos,
área genital, parte interna de los muslos y nalgas, o las ropas que cubren
estas partes) por parte del adulto hacia el menor. Estos pueden ser ocasionales
o permanentes a lo largo de la vida infantil.
- Maltrato
prenatal: son todas aquellas condiciones de vida de la madre gestante que
pudiéndolas evitar, se mantienen y tienen consecuencias negativas para el feto
como lo es; el consumo de bebidas alcohólicas, el hábito de fumar, ingestión de
medicamentos sin prescripción médica, mala alimentación por la realización de
dietas para no aumentar de peso, la no asistencia o irregularidad en la
atención prenatal etcétera. Los hijos de madres drogodependientes representan
una variante muy especial y bastante frecuente.
- Maltrato
institucional: aquellos actos de comisión o de omisión y condiciones o acciones
permitidas en el contexto de organizaciones, sistemas de protección del menor y
programas o protocolos llevados en centros que violan los objetivos del cuidado
institucional del menor, con amenaza para su correcto desarrollo. Se debe
considerar maltrato institucional ese mal ejercicio desde la institución
sanitaria, educativa, jurídica, o de los servicios sociales.
- Mendicidad:
el menor es utilizado habitual o esporádicamente para mendigar, o bien, el niño
ejerce la mendicidad por iniciativa propia.
- Corrupción:
aquellas conductas en los adultos que promueven en el menor pautas de conductas
antisocial o desviada, particularmente en las áreas de la agresividad, la
apropiación indebida, la sexualidad y el tráfico o consumo de drogas.
- Explotación
laboral: el menor es obligado a realizar trabajos (sean domésticos o no) que
exceden los límites de lo habitual y deberían ser realizados por adultos,
interfiriendo de manera clara en las actividades y necesidades escolares del
niño.
Indicadores de maltrato en el
niño (4-6)
Categorías
Abuso sexual
Indicadores físicos
- Dificultad para andar y sentarse, ropa
interior rasgada, manchada o ensangrentada, se queja de dolor o picor en
la zona genital, presencia de una enfermedad venérea.
- Contusiones o sangrado en los genitales
externos, zona vaginal o anal.
- Tiene el cervix o la vulva hinchadas o rojas.
- Tiene semen en la boca, genitales, o en la
ropa.
- Embarazo (especialmente al inicio de la
adolescencia).
Indicadores comportamentales
- Parece reservado, rechazante, con fantasía o
conductas infantiles, incluso puede parecer retrasado.
- Tiene escasa relación con sus compañeros.
- Comete acciones delictivas o se fuga.
- Manifiesta conductas o conocimientos sexuales
extrañas, sofisticadas o inusuales.
- Dice que ha sido atacado/a por su padre, madre
o cuidador.
Conducta del familiar, cuidador o
responsable
- Extremadamente protector o celoso con el niño.
- Alienta al niño a implicarse en actos sexuales
o prostitución en presencia del cuidador.
- Sufrió abuso sexual en su infancia.
- Experimenta dificultades en su matrimonio.
- Abuso de drogas o alcohol.
- Está frecuentemente ausente del hogar.
Maltrato y abandono emocional
Indicadores físicos
- El maltrato emocional es menos perceptible que
otras formas de abuso, puede ser indicado por las conductas del niño,
padres o familiares.
Indicadores comportamentales
- Parece excesivamente complaciente, pasivo,
nada exigente, es extremadamente agresivo, exigente o rabioso, muestra
conductas extremadamente adaptativas, que son demasiado "de
adultos" (ejemplo: hacer el papel de padre de otros niños) o
demasiado infantiles (ejemplo: mecerse constantemente, chuparse el pulgar,
enuresis).
- Retraso en el desarrollo físico, emocional o
intelectual.
- Intento de suicidios.
- Trastornos psicosomáticos.
- Fingimiento de síntomas.
- Agravamiento de enfermedades.
Conducta del familiar, cuidador o
responsable
- Culpa o desprecia al niño.
- Es frío o rechazante.
- Niega amor.
- Trata de manera desigual a los hermanos,
- parece no preocupado por los problemas del
niño.
- Exige al niño muy por encima de sus
capacidades físicas, intelectuales o psíquicas.
- Tolera absolutamente todos los comportamientos
del niño sin ponerle límite alguno.
Maltrato físico
Indicadores físicos
- Magulladuras o moretones.
- Quemaduras por cigarrillos; quemaduras que
cubren toda la superficie de la mano como un guante o de los pies como un
calcetín, en forma de buñuelos en nalgas, genitales. Las indicativas de
inmersión en líquidos calientes; las provocadas por haber estado atado
fuertemente con cuerdas y con objetos que dejan señal claramente definidas
(planchas, parrillas...)
- Fracturas. En forma espiral de los huesos
largos, en diversas fases de cicatrización; fracturas múltiples y
cualquier fractura en un niño menor de dos años.
- Heridas o raspaduras.
- Lesiones abdominales.
- Señales de mordeduras humanas.
- Lesiones con localización o morfología que no
encaja con el mecanismo de producción relatado.
Indicadores comportamentales
- Cauteloso con respecto al contacto físico con
adultos, se muestra aprensivo cuando otros niños lloran, muestra conductas
extremas (ejemplo: agresividad o rechazo).
Conducta del familiar, cuidador o
responsable
- Ha sido objeto de maltrato en su infancia,
utiliza una disciplina severa inapropiada para la edad, falta cometida y
condición del niño.
- No da ninguna explicación con respecto a la
lesión del niño, o éstas son ilógicas, no convincentes o contradictorias.
- Percibe al niño de manera significativamente
negativa (ejemplo: le ve como malo, perverso, un monstruo, etc.)
- Psicótico o psicópata.
- Abusa del alcohol o de otras drogas.
- Intenta ocultar la lesión del niño o proteger
la identidad de la persona responsable de ésta.
Negligencia
Indicadores físicos
- Constantemente sucio, escasa higiene,
hambriento e "inapropiadamente" vestido, constante falta de
supervisión, especialmente cuando el niño está realizando acciones
peligrosas o durante largos períodos de tiempo.
- Cansancio o apatía permanentes, problemas
físicos o necesidades médicas no atendidas (ejemplo: heridas sin curar o
infectadas) o ausencia de los cuidados médicos rutinarios. Es explotado,
se le hace trabajar excesivamente en quehaceres domésticos o laborales que
no estén de acuerdo con su edad, no va a la escuela, ha sido abandonado.
Indicadores comportamentales
- Participa en acciones delictivas (ejemplo:
vandalismo, prostitución, drogas y alcohol, etc.).
- Pide o roba comida
- Ausentismo escolar.
- Dice que no hay nadie que lo cuide.
Conducta del familiar, cuidador o
responsable
- Abuso de drogas o alcohol.
- La vida en el hogar es caótica.
- Muestra evidencias de apatía o inutilidad.
- Está mentalmente enfermo o tienen un bajo
nivel intelectual.
- Tiene una enfermedad crónica.
- Fue objeto de negligencia en su infancia.
Lesiones más frecuentes (7)
Cutáneo-mucosas
- Equimosis.
- Petequias.
- Hematomas.
- Quemaduras: líquido hirviendo, objeto
incandescente, cigarros...
- Mordeduras.
- Alopecias.
- Heridas: contusa, incisa, punzante.
Óseas
- Fractura: fragmentación epifisaria, fractura
única o múltiple, diversos grados evolutivos, localización de la
fractura...
- Luxación
- Engrosamiento - hematoma perióstico
- Reacción perióstica
Neurológicas centrales
- Fractura craneal simple o hematoma subdural
- Obnubilación + coma + hemorragias retinianas
(sacudida de la cabeza).
- Hematoma subdural + fracturas múltiples.
Ópticas
- Hemorragias
- Hematomas
Oculares
- Hemorragias
Genitales (varón - mujer)
- Erosiones.
- Equimosis.
- Desgarros.
- Hemorragias.
- Lesiones generales
Intoxicación provocada: sedantes,
otros...
- Hipoglucemia: hipoglicémicos orales, insulina.
- Enfermedades simuladas (Síndrome de
Munchausen).
Algunos de los exámenes que
pueden revelar lesiones físicas son: (8)
- Radiografía de huesos: se hace un estudio
esquelético en cualquier momento que se sospeche de maltrato físico. Se
toman radiografías de todos los huesos del niño, incluyendo el cráneo, para
buscar fracturas no detectadas o fracturas viejas que están cicatrizando.
- Se realiza una RMN o TAC de la
cabeza o el abdomen si hay fractura de cráneo, sangrado en el ojo, vómito
inexplicable, hematomas severos en la cara, el cráneo o el abdomen, o síntomas
neurológicos, dolores de cabeza o pérdida del conocimiento inexplicable.
Diagnostico diferencial: (10-12)
El síndrome de maltrato infantil
(SMI) puede confundirse con algunas entidades muy frecuentes en pediatría como
los traumatismos accidentales y las infecciones de la piel.
El hallazgo de lesiones
traumáticas inespecíficas de gravedad variable en un niño es una situación
cotidiana, sobre la que llamativamente existen pocas comunicaciones de
diagnóstico erróneo de síndrome de maltrato infantil (SMI). Nunca debería
olvidarse que la causa accidental es mucho más frecuente que la intencional, y
que el diagnóstico positivo de síndrome de maltrato infantil (SMI) es un
diagnóstico de daño y no de riesgo.
El diagnóstico erróneo de
quemadura de cigarrillo en casos de impétigo está bien documentado. La mención
a quemaduras intencionales por cigarrillo aparece en todos los textos sobre
síndrome de maltrato infantil (SMI). No obstante, la experiencia en nuestro
medio señala que este tipo de lesión es de presentación muy poco frecuente,
sino excepcional. En todo caso, se corresponde con un agresor de un perfil
diferente al habitual, asociado a importantes trastornos de la esfera
psiquiátrica. De ahí que su planteamiento diagnóstico debería ser sumamente
cauteloso. Además del impétigo, se ha confundido con quemaduras de cigarrillo
la epidermolisis bullosa y la dermatitis herpetiforme. Tampoco debe olvidarse
que las verdaderas quemaduras de cigarrillo pueden obedecer a causa accidental.
(13)
Si bien está descripto el
diagnóstico erróneo de síndrome de maltrato infantil (SMI) en niños portadores
de lesiones micóticas no encontramos casos en que éstas se hayan confundido con
quemaduras de cigarrillo.
Las manifestaciones clínicas de
los trastornos de la hemostasis y las osteopatías capaces de provocar fracturas
patológicas, pueden confundirse con los patrones lesiónales más frecuentes en
el síndrome de maltrato infantil (SMI).
Con respecto a las discrasias, es
conocida la posibilidad de diagnóstico erróneo de SNM en niños portadores de
coagulopatía congénita, o adquirida (fibrosis quística con déficit de vitamina
K, meningitis con coagulación intravascular diseminada). (14)
Si bien los síndromes purpúricos
plaquetopénicos también han sido reconocidos como causa de diagnóstico erróneo
de maltrato infantil (púrpura trombocitopénico autoinmune, leucemia linfoide
aguda como hallazgo autópsico), no se encontraron casos comunicados de aplasia
medular inicialmente interpretada como síndrome de maltrato infantil (SMI).
Merece destacarse la advertencia
de Kornberg sobre el hecho que la discrasia sanguínea y las lesiones
intencionales no se excluyen mutuamente.
La fractura patológica como causa
de diagnóstico erróneo de síndrome de maltrato infantil (SMI) es bien conocida.
La mayoría de los casos comunicados corresponden a osteogénesis imperfecta y a
sífilis connatal.
Las revisiones de casos de
diagnóstico erróneo de síndrome de maltrato infantil (SMI) muestran un caso de
fractura patológica debida a raquitismo por deficiencia de vitamina D en un
lactante de 4 meses.
La declaración de un menor
denunciando el maltrato sigue siendo, en los pocos casos en que ello se
verifica, uno de los datos anamnésicos más significativos para el diagnóstico
de síndrome de maltrato infantil (SMI), ello por sí no es suficiente y obliga a
descartar la simulación.
Tratamiento (15)
Las lesiones físicas específicas
se deben tratar de la manera apropiada. Además, es indispensable la
intervención o asesoramiento para los padres en esta clase de situaciones. En
algunos casos, el niño puede ser separado temporal o permanentemente de su
hogar para prevenir peligros posteriores. El maltrato potencialmente mortal o
el maltrato que ocasiona daño permanente al bebé o niño puede terminar en una
demanda legal.
La asesoría, incluyendo una
terapia lúdica, también es necesaria para los niños maltratados de más de 2
años. El hecho de no ayudar al niño a enfrentar el miedo y el dolor resultante
del maltrato por parte de los adultos, quienes deben ser figuras confiables,
puede llevar a que se presenten problemas psicológicos significativos, como el trastorno
de estrés postraumático (PTSD).
Las decisiones acerca de la
ubicación del niño con un tutor externo que lo cuide o su regreso al seno
del hogar deberán ser tomadas por parte de instituciones gubernamentales
apropiadas a través del poder judicial.
Complicaciones
El maltrato físico que se ejerce
en un niño puede llevar a daño cerebral grave, deformidades, ceguera, invalidez
y muerte. Los niños víctimas de maltrato pueden llevar cicatrices emocionales
por el resto de sus vidas.
De otro lado, los padres pueden
perder permanentemente la custodia de los niños si son los autores de estas
agresiones, y si la causa es suficiente para garantizar la pérdida de sus
derechos como padres. Sin embargo, esta experiencia en sí misma puede ocasionar
problemas psicológicos significativos debido a los sentimientos de rechazo o si
la ubicación del niño no provoca un lazo de unión fuerte a largo plazo con las
nuevas personas que lo cuidan.
Situaciones que requieren
asistencia médica
Se debe buscar asistencia médica,
acudir a los centros de protección a menores o a la policía si se sospecha o se
tiene la certeza de que alguien es víctima de maltrato.
Prevención del maltrato infantil
y actuación del especialista en medicina general integral y del pediatra. (15)
Los pediatras y los médicos de la
familia al ser los profesionales de salud que están en mayor contacto con los
niños, son los llamados a realizar la prevención del maltrato infantil, además
de establecer diagnósticos y junto con un equipo multidisciplinario colaborar
en su tratamiento.
Los pediatras y los médicos de la
familia se encuentran en una posición favorable para detectar niños en
situación de riesgo (sobre todo en menores de 5 años, la población más
vulnerable), a partir de esta edad los maestros comienzan a tener un papel
principal en la prevención y diagnóstico.
La prevención del maltrato
infantil se establece en tres niveles:
Prevención Primaria
Dirigida a la población general
con el objetivo de evitar la presencia de factores estresores o de riesgo y
potenciar los factores protectores del maltrato infantil.
Se incluyen:
- Sensibilización y formación de profesionales
de atención al menor.
- Intervenir en la psicoprofilaxis obstétrica
(preparación al parto).
- Intervenir en las escuelas para padres,
promoviendo valores de estima hacia la infancia, la mujer y la paternidad.
- Prevenir el embarazo no deseado,
principalmente en mujeres jóvenes, mediante la educación sexual en centros
escolares y asistenciales.
- Búsqueda sistemática de factores de riesgo en
las consultas de niño sano. Así como evaluar la calidad del vínculo
afectivo padres-hijos, los cuidados del niño, actitud de los padres en la
aplicación del binomio autoridad-afecto.
- Intervenir en las consultas y exponer los
derechos de los niños y la inconveniencia de los castigos físicos. Ofrecer
la alternativa de la aplicación del castigo conductual.
- Identificar los valores y fortalezas de los
padres, reforzando su autoestima.
Prevención Secundaria
Dirigida a la población de riesgo
con el objetivo de realizar un diagnóstico temprano y un tratamiento inmediato.
Atenuar los factores de riesgo presentes y potenciar los factores protectores.
Se incluyen:
- Reconocer situaciones de maltrato infantil,
estableciendo estrategias de tratamiento.
- Reconocer situaciones de violencia doméstica o
de abuso a la mujer y buscar soluciones.
- Reconocer las conductas paternas de maltrato
físico o emocional, considerando la remisión de la familia a una ayuda
especializada en el manejo de la ira y la frustración.
- Remitir a centros de salud mental a padres con
adicción a alcohol y drogas.
Prevención Terciaria
Consiste en la rehabilitación del
maltrato infantil, tanto para los menores víctimas como para los maltratadores.
Para ello se debe disponer de un equipo interdisciplinario (pediatras,
psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, orientadores familiares,
terapeutas, jueces de menores, cuerpos policiales, etc.).
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