Diccionario
de Psicología Social
(Pichon Riviere)
Por Pablo Cazau
Este diccionario fue
pensado como material de consulta para estudiantes, docentes, investigadores y
profesionales que necesitan conocer, repasar o afinar las principales
conceptualizaciones de Enrique Pichon Riviére en torno a la psicología social.
Las cifras entre paréntesis que el lector encontrará en los artículos remiten a la correspondientes páginas del texto utilizado como fuente de consulta: Pichon Rivière Enrique, "El proceso grupal. Del psicoanálisis a la psicología social (I)", Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, 1981, 6° edición.
Las cifras entre paréntesis que el lector encontrará en los artículos remiten a la correspondientes páginas del texto utilizado como fuente de consulta: Pichon Rivière Enrique, "El proceso grupal. Del psicoanálisis a la psicología social (I)", Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, 1981, 6° edición.
Los siguientes términos
pueden encontrarse también en los artículos indicados:
Afiliación, ver Pertenencia
Agorafobia, ver Pluralidad fenoménica Ambivalencia, ver Divalencia Análisis estratigráfico, ver Pluralidad fenoménica Análisis secuencial, ver Movilidad de las estructuras Angustia, ver Ansiedad básica Angustia, ver Policausalidad Anomia, ver Cambio Aspiraciones, ver Motivación Carácter, ver Pluralidad fenoménica y Vínculo Claustrofobia, ver Pluralidad fenoménica Conducta, ver Pluralidad fenoménica Contratransferencia, ver Transferencia recíproca Crimen, ver Defensa Defensa, ver Policausalidad Depresión de comienzo, ver Depresión Depresión desencadenante, ver Depresión Depresión regresional, ver Depresión Dialéctica, ver Cono invertido y Contradicción ECRO, ver Proceso corrector Esquizofrenia, ver Pluralidad fenoménica Estructura movilidad, ver Movilidad de las estructuras Fobia, ver Pluralidad fenoménica Grupo historia, ver Transferencia Hombre en situación, ver Contradicción Idealización, ver Posición esquizoparanoide Identificación, ver Líder Identificación proyectiva, ver Posición esquizoparanoide Impostura, ver Pretarea Infraestructura, ver Ideología Infraestructura, ver Motivación Inhibición, ver Posición depresiva |
Instinto, ver Motivación
Intrasistémico, ver Conducta Intersistémico, ver Conducta Malentendido, ver Comunicación y Vínculo Masoquismo, ver Proceso corrector Metacomunicación, ver Comunicación Misterio familiar, ver Vector Necesidades, ver Motivación Neurosis, ver Enfermedad Mental Neurosis, ver Defensa Nivel psicosocial, ver Grupo Familiar y Proceso corrector Nivel sociodinámico, ver Grupo Familiar y Proceso corrector Nivel institucional, ver Grupo Familiar y Proceso corrector Nostalgia, ver Depresión esquizoide Núcleo patogénico depresivo, ver Depresión básica Observador, ver Coordinador Perversión, ver Defensa Posición depresiva de desarrollo, ver Depresión Posición instrumental, ver Posición esquizoparanoide Posición patoplástica, ver Posición esquizoparanoide Productividad, ver Didáctica y Tarea Protodepresión, ver Depresión Psicopatía, ver Defensa Psicosis, ver Defensa Reacción terapéutica negativa, ver Tofranil Represión, ver Posición esquizoparanoide Retaliación, ver Posición esquizoparanoide Secreto grupal, ver Vector Señalamiento, ver Interpretación y Coordinador Subgrupo, ver Grupo Suicidio, ver Enfermedad Mental |
Letras A-C (hasta página 9)
ADAPTACION
"Adecuación o inadecuación, coherencia o
incoherencia, de la respuesta a las exigencias del medio, a la conexión
operativa e inoperante del sujeto con la realidad" (174). La adaptación es
definida en relación con las ideas de salud y enfermedad mental,
calificándosela entonces como activa y como pasiva, respectivamente.
1. Adaptación, salud y enfermedad.- Pichon Rivière relaciona directa y
fundamentalmente el concepto de adaptación con sus concepciones sobre la salud
y la enfermedad mental, en cuanto diferencia un proceso de adaptación activa
(salud) y un proceso de adaptación pasiva (enfermedad) a la realidad, proceso
éste último también designado como alienación (17).
2. Adaptación pasiva.- Pichon Rivière destaca la confusión que suele
hacerse al homologar adaptación pasiva con curación. "En la práctica
psiquiátrica, es frecuente observar que muchos pacientes son dados de alta
tomando como índice de curación el hecho de que comen bien, se visten correctamente,
etc., es decir presentan una conducta aparentemente 'normal', han llegado a
construír un estereotipo con el cual se manejan en forma casi automática en su
vida cotidiana. En este estereotipo, el médico, la familia y los allegados se
integran como contexto. El sujeto puede comer, puede dormir, etc., pero no se
dan en él modificaciones profundas, ni tampoco actúa como un agente modificador
de su medio. Se convierte así en el líder alienizante de toda una estructura,
merced a la situación de impostura grupal en la que impera la 'mala fe'"
(65-66).
3. Adaptación activa.- "El concepto de adaptación activa que
proponemos es un concepto dialéctico en el sentido de que en tanto el sujeto se
transforma, modifica al medio, y al modificar el medio se modifica a sí mísmo.
Entonces, se configura una espiral permanente, por el cual un enfermo que está
en tratamiento y mejora opera simultáneamente en todo el círculo familiar,
modificando estructuras en ese medio (produciendo una desalienación progresiva
del intra y del extragrupo)" (66).
Pichon Rivière establece una
fuerte vinculación entre adaptación activa y aprendizaje, definiendo a éste
último como adaptación activa a la realidad. En efecto, "la adaptación
activa a la realidad y el aprendizaje están indisolublemente ligados. El sujeto
sano, en la medida en que aprehende el objeto y lo transforma, es decir, que
hace ese aprendizaje operativo, se modifica también a sí mísmo entrando en un
interjuego dialéctico con el mundo en el que la síntesis que resuelve una situación
dialéctica se transforma en el punto inicial o tesis de una antinomia que
deberá ser resuelta en ese continuo proceso en espiral" (155-156).
La familia es el grupo primario
donde comienza este proceso. Como indica Pichon Rivière, "la tarea del
grupo familiar es la socialización del sujeto, proveyéndole de un marco y
basamento adecuados para lograr una adaptacion activa a la realidad en la que
se modifica él y modifica al medio, en un permanente interjuego
dialéctico" (188).
ANSIEDAD BASICA
Miedo o ansiedad que se genera en las personas frente a
todo intento de adaptación al medio. Pichon Rivière, basándose en las ideas de
Melanie Klein, ha identificado fundamentalmente dos tipos de ansiedad básica:
el miedo a la pérdida y el miedo al ataque (210), y frente a las cuales se
instrumentarán medidas defensivas.
1. Concepto y tipos.- "La ansiedad aparece cuando emergen los
primeros indicios del cambio" (169), y más concretamente, "toda
situación de aprendizaje, haciendo extensiva la noción de situación de aprendizaje
a todo proceso de interacción, a todo tipo de manipuleo o apropiación de lo
real, a todo intento de respuesta coherente y significativa a las demandas de
la realidad (adaptación), genera en los sujetos dos miedos básicos, dos
ansiedades básicas que hemos caracterizado como el miedo a la pérdida y el
miedo al ataque: a) miedo a la pérdida del equilibrio ya logrado en la
situación anterior, y b) miedo al ataque en la nueva situación en la que el
sujeto no se siente adecuadamente instrumentado. Ambos miedos que coexisten y
cooperan configuran, cuando su monto aumenta, la ansiedad ante el cambio,
generadora de la resistencia al cambio" (210) (ver Cambio, Resistencia
al). Pichon Rivière relaciona el miedo a la pérdida y el miedo al ataque con
dos conceptos kleinianos: sentimiento de culpa o ansiedad depresiva, y ansiedad
paranoide, respectivamente (52, 181).
2. Ansiedades y defensas.- Una característica fundamental de la ansiedad
es su monto o intensidad, lo que hará que ellas sean tolerables o intolerables.
En este último caso, el sujeto montará defensas contra ellas, entre las cuales
Pichon Rivière identifica varias, como las defensas neuróticas, las psicóticas,
las perversas, las criminales y las suicidas (ver Defensa).
3. Ansiedades, pretarea y tarea.- Pichon Rivière considera las
ansiedades básicas sobre todo en relación a las situaciones grupales, en razón
de que estas son de por sí ansiógenas. Así, por ejemplo, en el trabajo grupal
se pueden distinguir tres instancias: la pretarea, la tarea y el proyecto. En
la pretarea ocurre el surgimiento de las ansiedades básicas y se ponen en juego
las defensas contra ellas, mientras que en la tarea se realiza la elaboración
de las mismas.
Más concretamente, en la pretarea "se
ponen en juego las técnicas defensivas del grupo movilizadas por la resistencia
al cambio y destinadas a postergar la elaboración de las ansiedades que
funcionan como obstáculo epistemológico. La 'tarea' consiste precisamente en
este abordaje donde el objeto de conocimiento se hace penetrable a través de
una elaboración que implica la ruptura de la pauta estereotipada que funciona
como estancamiento del aprendizaje y deterioro de la comunicación" (159).
APRENDIZAJE
Apropiación instrumental de la realidad, para
modificarla. Está íntimamente relacionado con la idea de adaptación activa a la
realidad, en tanto esta implique una relación dialéctica mutuamente modificante
y enriquecedora entre sujeto y medio (209). En el contexto de los grupos
humanos, el aprendizaje es uno de los seis vectores o fenómenos grupales
universales.
1. Concepto.- "Aprender es realizar una lectura de la realidad, lectura
coherente, no aceptación acrítica de normas y valores. Por el contrario,
apuntamos a una lectura que implique capacidad de evaluación y creatividad
(transformación de lo real). Esta concepción del aprendizaje como praxis, como
relación dialéctica, nos lleva necesariamente a postular que el enseñar y el
aprender constituyen una unidad, que deben darse como proceso unitario, como
continua y dialéctica experiencia de aprendizaje en la cual el rol docente y el
rol humano son funcionales y complementarios" (209).
2. Aspectos individuales y grupales.- El aprendizaje es un proceso
que involucra aspectos de cada individuo y del grupo. En relación al individuo,
"las relaciones intrasubjetivas, o estructuras vinculares internalizadas,
articuladas en un mundo interno, condicionarán las características del
aprendizaje de la realidad. Este aprendizaje será facilitado u obstacuiizado
según que la confrontación entre el ámbito de lo intersubjetivo y el ámbito de
lo intrasubjetivo resulte dialéctica o dilemática. Es decir, que el proceso de
interacción funcione como un circuito abierto, de trayectoria en espiral, o
como un circuito cerrado, viciado por la estereotipia" (11).
A nivel grupal, al aprendizaje
es concebido como uno de los vectores de la situación de grupo (ver Vector). En
este sentido, "se logra por la sumación de información de los integrantes
del grupo, cumpliéndose en un momento dado la ley de la dialéctica de
transformación de cantidad en cualidad. Se produce un cambio cualitativo en el
grupo, que se traduce en términos de resolución de ansiedades, adaptación
activa a la realidad, creatividad, proyectos, etc" (154).
CAMBIO
Proceso planificado y progresivo mediante el cual
las personas y los grupos sociales pueden acceder a una adaptación activa a la
realidad. El concepto debe distinguírselo del de 'crisis': a nivel individual
las crisis suelen preceder a los cambios, y en general, éstos últimos van planificándose
poco a poco (169).
1. Concepto.- En principio, hay cambio tanto en el proceso de enfermarse como en el
proceso de curación (cambios 'para mal' y cambios 'para bien'). Sin embargo,
Pichon Rivière asigna al cambio una connotación positiva, mostrándolo como un
proceso planificado y progresivo mediante el cual el sujeto puede alcanzar una
adaptación activa a la realidad (salud).
"El cambio se puede
producir en todos los ámbitos, pero tiene su estructura organizada en lo
social, que crea las condiciones necesarias para ello [...]. Los movimientos
revolucionarios pueden representar expresiones de cambio, y si asumen
auténticamente este rol, de inmediato emergen de distintos campos de la ciencia
y de la política sujetos que a su vez asumen el rol contrario, que representan
la resistencia al cambio a fin de mantener la estructura existente e impedir la
modificación" (169).
2. Cambio y crisis.- "Hay una gran diferencia entre 'crisis' y
'cambio'. Este último se va planificando poco a poco como una ideología. Cuando
abarca toda la estructura social es con el objeto de corregir el daño máximo, y
es observable en nuestro campo de trabajo relacionado con todo tipo de
trastorno de adaptación. Cuando empiezan a perturbarse los sistemas de
comunicación, el sujeto llega a situaciones de aislamiento progresivo y de
desintegración, donde es posible observar un fenómeno patológico colectivo
descripto por Durkheim que es la anomia, y que tiene las características, tanto
en el plano individual como en el social, de una desintegración, fragmentación,
y división. Enfrentamos así una sociedad escindida constituída por individuos
escindidos" (169).
Pichon Rivière analiza las
situaciones de crisis en el plano social y en el plano individual. a) En en
plano social "la situación de crisis se da cuando la desintegración abarca
preponderantemente la clase dominante, cuando entran en contradicción grupos
mayoritarios -financieros o imperialistas- que tienen por tarea o por finalidad
el control de la Economía. La escisión dentro de estos grupos dominantes [...]
es lo que crea la situación de crisis" (170). b) En el plano individual,
"las situaciones de crisis son más frecuentes que las situaciones de
cambio: las pueden preceder y preparar. Las crisis desencadenan en el individuo
estados de ansiedad, constituyen los zigzags del desarrollo personal frente a
cada logro, que operan como avanzadas del cambio hasta la situación definitiva:
ser un hombre situado, comprometido y adaptado activamente" (170).
CAMBIO, RESISTENCIA AL
Conjunto de actitudes "que tienen por finalidad
destruír las fuentes de ansiedad que todo cambio acarrea" (171). Tales
actitudes resistenciales se pueden ver tanto a nivel social, como a nivel
grupal e individual.
1. Concepto.- Así como para Pichon Rivière la idea de cambio tiene una connotación
positiva, la idea de resistencia al cambio tiene una connotación negativa, en
la medida en que crea una situación estereotipada que impide una adaptación
activa a la realidad. En cuanto al origen de estas resistencias, ante la
inminencia de un cambio la intensidad de las ansiedades aumentan, aumento que
es el responsable de la aparición de las resistencias al cambio, destinadas
precisamente a destruírlas (210).
2. Resistencias sociales, grupales e individuales.- A nivel social, cuando los
agentes de cambio o líderes del cambio toman por tarea la planificación del
cambio, ésta tarea es "permanentemente obstaculizada por estructuras,
institucionalizadas o no, como son ciertos grupos de presión que se adjudican la
misión de mantener el statu quo; en ellos se personaliza la resistencia"
(169-170).
A nivel individual, las
resistencias se manifiestan como respuestas de las personas a situaciones de
cambio, siempre ansiógenas, ya que "tanto el individuo como la comunidad
deben enfrentar los dos miedos primarios que originan una perturbación
existencial básica" (171) (ver Ansiedad Básica).
En el caso de los grupos
pequeños, la resistencia al cambio "se expresa en términos de dificultades
en la comunicación y el aprendizaje. El desarrollo del grupo se ve
obstaculizado por la presencia del estereotipo en el pensamiento y la acción
grupal. La rigidez y el estereotipo constituyen el punto de ataque
principal" (210), cuando se trata de encarar una tarea correctora.
CHIVO EMISARIO
Rol adjudicado y asumido por un miembro del grupo
por el cual éste "se hace depositario de los aspectos negativos o
atemorizantes del mismo o de la tarea", en un acuerdo tácito donde se
comprometen tanto él como los otros miembros, llamados expiadores, que lo
segregarán (158).
1. Concepto.- La idea de chivo emisario es aplicable a cualquier situación grupal.
Pichon Rivière lo describe particularmente en relación al grupo familiar y a
las ansiedades como aspectos negativos o atemorizantes asumidos, indicando que
cuando en una familia un sujeto "se ha hecho cargo de las ansiedades del
grupo, se configura la situación de 'chivo emisario'. El sujeto se defiende
entonces de la ansiedad apelando a los mecanismos o técnicas del yo estudiadas
por la psicología individual. Si este recurso adaptativo falla, hace su
eclosión la enfermedad, con la consiguiente segregación del paciente, abandono
del rol, dificultades en la reintegración del miembro enfermo, etc."
"Un enfoque inmediato y
pluridimensional de la situación de enfermedad, facilitará una redistribución
de ansiedades, liberando al paciente de la 'ansiedad global' que había asumido,
en un intento de 'preservación' del grupo" (72).
2. Chivo emisario, portavoz y líder.- No deben confundirse los
roles de chivo emisario y portavoz, por cuanto a veces suelen ser asumidos
simultáneamente por una misma persona, como por ejemplo por el miembro
considerado enfermo dentro del grupo familiar. Una cosa es expresar lo que pasa
en el grupo (portavoz), y otra es hacerse cargo de los aspectos negativos de
éste (chivo emisario).
En relación con el liderazgo,
cabe consignar que ambos roles, el de chivo emisario y el de líder "están
íntimamente ligados, ya que el rol de chivo surge como preservación del
liderazgo a través de un proceso de disociación o splitting necesario al grupo
en su tarea de discriminación" (158). En efecto, la existencia de un chivo
emisario procura al grupo la posibilidad de disociar los aspectos buenos del
grupo de sus aspectos malos, proyectándolos en dos roles distintos: el de chivo
emisario y el de líder, respectivamente.
COMPLEMENTARIEDAD
Principio que debe regir el interjuego de roles en el
grupo, para que estos puedan ser funcionales y operativos. Antónimo:
suplementariedad.
1. Concepto.- El principio de complementariedad está íntimamente relacionado con el
vector cooperación, y alude al hecho de que los diversos roles deben ser
complementarios entre sí para que los miembros puedan cooperar en la
realización de una misma tarea. Así como complementariedad tiene relación con
cooperación, suplementariedad tiene relación con la competencia: "cuando
aparece la suplementariedad, invade al grupo una situación de competencia que
esteriliza la tarea" (159).
En un sentido más amplio del vocablo, la
complementariedad trasciende el sentido positivo que le asigna Pichon Rivière,
ya que también puede aplicarse a casos 'negativos' como la complementariedad
que puede haber entre saboteadores y cómplices, o entre chivos emisarios y
expiadores. No obstante, la idea de complementariedad debe ser entendida, en el
pensamiento de Pichon Rivière, en su sentido positivo.
COMUNICACION
Intercambio de mensajes en el contexto de un mundo de
señales que todos saben codificar y decodificar de la misma manera (115). La
comunicación es uno de los seis vectores o fenómenos universales de los grupos
(ver Vector), y puede ser verbal o preverbal.
1. Concepto.- "Podemos decir que la comunicación es un contexto que incluye un
mundo de señales que todos aquellos que se intercomunican saben codificar y
decodificar de la misma manera" (115). Pichon Rivière, categoriza la
comunicación (154) como un vector, es decir como uno de los fenómenos
constatados reiterada y sistemáticamente en los grupos: el individuo o el grupo
"se expresan tanto en la manera de formular sus problemas como en el
resultado mismo del discurso" (115).
2. Tipos.- "La comunicación que se da entre los miembros [...] puede ser
verbal o preverbal, a través de gestos. Dentro de este vector tomamos en cuenta
no sólo el contenido del mensaje sino también el cómo y el quién de ese
mensaje; a esto llamamos metacomunicación. Cuando ambos elementos entran en
contradicción se configura un 'malentendido' dentro del grupo" (154).
CONDUCTA
Sistema dialéctico y significativo en permanente
interacción intersistémica e intrasistémica, y que, normalmente, involucra una
modificación mutua entre el individuo y su entorno social, así como una
modificación de su mundo interno. Desde la psiquiatría, la conducta puede ser
normal o patológica ("desviada"), y tanto en uno como en otro caso se
manifiesta en las tres áreas del cuerpo, la mente y el mundo externo.
1. Concepto.- "Desde un enfoque totalizador definimos la conducta como
estructura, como sistema dialéctico y significativo en permanente interacción,
intentando resolver desde esa perspectiva la antinomia mente-cuerpo,
individuo-sociedad, organismo-medio (Lagache). La inclusión de la dialéctica
nos conduce a ampliar la definición de conducta, entendiéndola no sólo como
estructura, sino como estructurante, como unidad múltiple o sistema de
interacción, introduciéndose como concepto de interacción dialéctica la noción
de modificación mutua, de interrelación intrasistémica (el mundo interno del
sujeto) e intersistémica (relación del mundo interno del sujeto con el mundo
externo). Entendemos por relación intrasistémica aquella que se da en el ámbito
del yo del sujeto, en el que los objetos y los vínculos internalizados
configuran un mundo interno, una dimensión intrasubjetiva en la cual interactúan
configurando un mundo interno. Este sistema no es cerrado, sino que por
mecanismos de proyección e introyección se relaciona con el mundo exterior. A
esta forma de relación la denominamos intersistémica. En este sentido hablamos
de la resolución de antinomias que han obstaculizado, como situaciones
dilemáticas, el desarrollo de la reflexión psicológica en el contexto de las
ciencias del hombre" (173-174).
Pichon Rivière considera
también importante para definir la conducta, el aporte que hace el estructuralismo
genético, cuando esta corriente la describe en términos de un¨"intento de
respuesta coherente y significativa" (174), enfoque que permite discernir
la conducta 'desviada' como la resultante de una lectura distorsionada o
empobrecida de la realidad. Así, desde la vertiente de la psiquiatría, Pichon
Rivière habla de conducta normal o patológica (o desviada), según se trate de
una adaptación activa o pasiva a la realidad (ver Enfermedad Mental).
Que la conducta es
significativa quiere decir que "es un sistema de signos en el que se
articulan significantes y significados, por lo cual se hace comprensible y
modificable terapéuticamente" (178).
La conducta encuentra su
manifestación en distintos ámbitos témporoespaciales, y más concretamente, en
tres áreas o ámbitos simbólicos donde el sujeto ubica sus vínculos y objetos:
la mente, el cuerpo y el mundo externo (178). Ver también Pluralidad
Fenoménica.
CONO INVERTIDO
Esquema visual utilizado por Pichon Rivière para ilustrar
el proceso dialéctico de indagación y esclarecimiento mediante el cual, durante
el proceso corrector, se va de lo explícito o manifiesto a lo implícito o
latente, con el fin de explicitarlo (62).
1. Concepto.- El cono invertido es un recurso visual para comprender mejor cómo se
lleva a cabo el análisis sistemático de las situaciones grupales, entendiendo
por 'análisis' hacer explícito lo implícito. La tarea de explicitar lo
implícito es lo que, más concretamente, se llama interpretación.
El esquema está constituído por
tres elementos: la base, el vértice y la espiral dialéctica.
"El esquema del cono
invertido tiene la intención de configurar en su 'base' todas las situaciones
manifiestas en el campo operacional y en su 'vértice', las situaciones básicas
universales que están actuando en forma latente" (63).
En la base se ubican los
contenidos emergentes, manifiestos o explícitos: lo 'explícito' se configura
por lo cuatro momentos de la operación correctora. En el vértice se ubican las
'situaciones básicas o universales' implícitas que están permanentemente
actuando y cuya indagación es tarea del terapeuta (ver esquema adjunto).
La espiral dialéctica indica
que hay una mutua realimentación: desde lo manifiesto se llega a lo latente, lo
latente es reenviado al nivel manifiesto para hacerse explícito, lo explicitado
produce un insight que a su vez modifica la situación latente (por ejemplo,
reduciendo los miedos básicos), y así sucesivamente va cumpliéndose la tarea
correctora a través de esta continua realimentación.
A medida que el proceso
corrector avanza, es posible 'medirlo' o evaluarlo a partir de los indicadores
que Pichon Rivière llama vectores: por ejemplo, mejora el 'aprendizaje' como
adaptación activa, la 'cooperación' aumenta, etc.
Así, señala Pichon Rivière que
"el campo del grupo operativo está poblado por los roles prescriptos o
puestos, que definimos en términos de pertenencia, afiliación, cooperación,
pertinencia, comunicación, aprendizaje y telé, que representados en forma de un
cono invertido convergen como roles o funciones para provocar en la situación
de tarea la ruptura del estereotipo" (28, 187).
2. Acerca del modelo visual.- Finalmente, ¿por qué precisamente un cono y no
un cilindro? ¿Por qué un cono y no una pirámide? ¿Por qué un cono invertido y
no un cono derecho, es decir, apoyado sobre su base y con el vértice hacia
arriba? Dentro de los límites que nos impone la fiel transmisión de la
intención de Pichon Rivière al usar esta metáfora visual, sugerimos la
siguiente explicación.
A diferencia de un cilindro, un
cono tiene una parte más extensa (la base), y otra más circunscripta (el
vértice). Esto es útil para mostrar que mientras lo manifiesto o explícito se
presenta bajo múltiples formas (es algo extenso), lo latente o implícito puede
reducirse a unos pocos miedos o fantasías básicas universales (es algo
circunscripto). Por ejemplo, en todo grupo encontramos resistencia al cambio
como fenómeno universal, pero en cada grupo o en diferentes momentos de un
grupo esta resistencia se puede manifestar de muchas formas distintas: como
aburrimiento, como agresividad, como desatención, como diversión, como
conspiración, etc.
El hecho de que el cono se
presente como invertido indica que lo manifiesto está 'arriba' y lo latente
está 'abajo'. 'Arriba' se asocia generalmente con lo superficial, es decir, lo
manifiesto, mientras que 'abajo' con lo profundo, o sea con lo latente. Este
significado aparece por ejemplo cuando en cierta ocasión, Salvador Dalí ofreció
una conferencia sobre el inconciente, y fue disfrazado de buzo porque estaba
decidido a explorar las 'profundidades de la mente'.
Y por último, un cono sugiere
mejor la idea de una espiral dialéctica que una pirámide, dado su forma
circular: una espiral no es más que un círculo que se abre, con lo que Pichon
Rivière buscaría enfatizar que el proceso corrector no sigue el modelo de un
círculo cerrado sino de un círculo abierto, donde en cada vuelta hay un
progreso, una nueva síntesis, y no una mera repetición de lo anterior, como en
el círculo cerrado.
CONTINUIDAD GENETICA Y FUNCIONAL
Uno de los cuatro principios que rigen la configuración
de toda estructura, sea normal o patológica (18, 122, 175), y según el cual los
procesos del desarrollo sano, tanto como los de enfermarse y curarse presentan
un mismo hilo conductor vinculado al enfrentamiento y elaboración de
situaciones depresivas (180-182). Este principio resulta, por ello, central de
la teoría de la enfermedad única de Pichon Rivière (123).
1. Concepto.- Junto a los principios de policausalidad, pluralidad fenoménica y
movilidad de las estructuras, el principio de continuidad genética y funcional
rige la configuración de toda estructura, normal o patológica.
En tanto principio central de
la teoría pichoniana de la enfermedad única, el principio de continuidad
genética y funcional rige los procesos del desarrollo normal, del patológico y
de la curación misma, entendidos cada uno de estos como una serie de etapas
donde han de enfrentarse y resolverse situaciones depresivas.
Así por ejemplo, señala Pichon
Rivière: "consideramos en la enfermedad mental una 'génesis' y una
'secuencia' vinculada a situaciones depresivas, de pérdida, de privación, de
dolor..." (180). La situación depresiva es así tomada como un hilo
conductor a través del proceso del enfermar y del proceso terapéutico, y a tal
efecto se consideran cinco situaciones depresivas características:
protodepresión, posición depresiva del desarrollo, depresión de comienzo o
desencadenante, depresión regresional y depresión iatrógena (123, 182). Para un
planteo general de esta teoría, remitimos al lector a los artículos Enfermedad
Unica Teoría, Depresión y Depresión Básica.
CONTRADICCION
Categoría dialéctica mediante la cual se da cuenta de
ciertas situaciones universales que se presentan en los grupos en tanto
situaciones que deberán ser enfrentadas y resueltas como parte central de la
tarea de esclarecimiento grupal.
1. Concepto.- Un paso importante en el proceso de esclarecimiento, o proceso de
aprender a pensar, es un trabajo "orientado hacia la reducción del índice
de ambigüedad grupal por la resolución dialéctica de las contradicciones
internas al grupo, que toman la forma de dilema, paralizando la tarea a través
del enfrentamiento entre individuos o subgrupos. La situación dilemática
esteriliza el trabajo grupal y opera como defensa ante la situación de
cambio" (210-211).
Las contradicciones pueden
darse entre subgrupos, entre individuos del grupo, entre un individuo y el
grupo, etc. y son de naturaleza diversa, como por ejemplo: a) la contradicción
entre el proyecto y la resistencia al cambio (por ejemplo en un grupo
terapéutico, entre la búsqueda de la curación y las resistencias a ella), b) la
contradicción entre las necesidades individuales y las necesidades grupales
(por ejemplo, un miembro desea divertirse en un grupo cuya meta es estudiar),
c) la contradicción entre lo viejo y lo nuevo (por ejemplo en un grupo de
estudio se teme al nuevo conocimiento, que amenaza con la pérdida del
conocimiento anterior), y d) la contradicción entre lo manifiesto y lo latente
(que se resuelve mediante la tarea de interpretar).
Pichon Rivière cita un ejemplo
de contradicción entre lo viejo y lo nuevo cuando se refiere al dilema entre
pensamiento vulgar y pensamiento científico: "otro fenómeno observado, y
que se transforma en un vector de interpretación, es que el pensamiento que
funciona en el grupo va desde el pensar vulgar o común hacia el pensamiento
científico, resolviendo las aparentes contradicciones y estableciéndose una
secuencia o continuidad genética y dinámica entre uno y otro. Es tarea
importante del coordinador señalar un punto de partida falso, como es el de
comenzar trabajando con un pensamiento científico no elaborado y sin haber
analizado previamente 'las fuentes vulgares del esquema referencial'" (113).
2. Contradicciones y análisis dialéctico.- "El análisis
sistemático de las contradicciones (análisis dialéctico) constituye la tarea
central del grupo. Este análisis apunta básicamente a indagar la
infraestructura inconciente de las ideologías que se ponen en juego en la
interacción grupal. Estas ideologías, sistemas de representaciones con gran
carga emocional, suelen no formar ni en cada sujeto, ni en cada unidad grupal,
un núcleo coherente. La coexistencia interna al grupo y al sujeto de ideología
de signo contrario determinan distintos montos de ambigüedad que se manifiestan
como contradicción y estancamiento de la producción grupal (estereotipia). La
técnica operativa apunta a que el grupo constituya un ECRO de carácter
dialéctico, donde las contradicciones relativas al campo de trabajo deben
referirse al campo mismo de la tarea grupal (praxis)" (211).
Pichon Rivière propone así la
instrumentación del llamado método dialéctico, "por el que se desarrolla
la espiral del conocimiento, y que implica un tipo de análisis que -a partir de
los hechos fundamentales, las relaciones cotidianas- devela los principios
opuestos, las tendencias contradictorias, fuentes configuradoras de la dinámica
de los procesos. Este método es el que permite la producción del conocimiento
de las leyes que rigen la naturaleza, la sociedad, el pensamiento, tres
aspectos de lo real comprometido en lo que denominamos 'hombre en situación'.
Con el término 'hombre en situación' intentamos caracterizar un objeto de
conocimiento, en una tarea que reintegre lo fragmentado por un pensamiento
disociante que oscurece las relaciones entre sujeto, naturaleza y
sociedad" (205).
A propósito de su definición de
grupo, Pichon Rivière distingue en él una dialéctica interna y una dialéctica
externa: la primera guarda relación con la mutua representación interna de los
miembros, totalizaciones que constituyen al grupo como tal. Una vez
constituído, el grupo encarará la tarea o marcha hacia su objetivo, en un
hacerse y hacer dialéctico hacia una finalidad que se desarrolla como
dialéctica externa (189).
COOPERACION
Es la contribución, aún silenciosa, a la tarea grupal,
sobre la base de la existencia de roles diferenciados (154). La cooperación es
uno de los seis vectores o fenómenos universales de los grupos (ver Vector).
Antónimos: competencia, antagonismo.
1. Concepto.- Hay cooperación cuando los miembros de un grupo colaboran entre sí en
pos de una tarea en común, que es la tarea grupal. Para ello deben existir
roles diferenciados donde cada uno haga lo suyo (heterogeneidad en los roles),
pero una sola tarea en común (homogeneidad en la tarea). "Es la través de
la cooperación como se hace manifiesto en carácter interdisciplinario del grupo
operativo y el interjuego entre horizontalidad y verticalidad" (154).
2. Cooperación en el grupo familiar.- Como en todo grupo, en un
grupo familiar la cooperación se establece sobre la base de roles
diferenciales. "Ponemos el acento en la heterogeneidad que deben mostrar
los roles dentro del ámbito familiar. Esta heterogeneidad está sustentada en
las diferencias biológicas y funcionales sobre las que ha de configurarse una
estructura familiar. La familia [...] se convierte así en un ámbito del
aprendizaje de roles biológicos y funciones sociales. Sólo a través de una
heterogeneidad podemos alcanzar la complementariedad necesitada en un grupo
operativo, es decir, en un grupo capaz de logros instrumentales y
situacionales" (189).
COORDINADOR
Rol cuya tarea consiste genéricamente en reflexionar con
el grupo acerca de la relación que los integrantes del mismo establecen entre
sí y con la tarea prescripta, para lo cual cuenta con dos herramientas: el
señalamiento y la interpretación (212). Sinónimo: Copensor.
1. Tarea del coordinador.- "El coordinador mantiene con el grupo una
relación asimétrica, requerida por su rol específico: el de co-pensor. Su tarea
consiste en reflexionar con el grupo acerca de la relación que los integrantes
del mismo establecen entre sí y con la tarea prescripta. Cuenta con dos herramientas:
el señalamiento que opera sobre lo explícito, y la interpretación, que es una
hipótesis acerca del acontecer implícito que tiende a explicitar hechos o
procesos grupales que no aparecen como manifiestos a los integrantes del grupo,
y que funcionan como obstáculo para el logro del objetivo grupal" (212).
Más específicamente, el
coordinador "ayuda a los miembros a pensar, abordando el obstáculo
epistemológico configurado por las ansiedades básicas. Opera en el campo de las
dificultades de la tarea y la red de comunicaciones" (153).
En relación con ésta última, la
finalidad del coordinador es lograr una comunicación dentro del grupo que se
mantenga activa, es decir, creadora. Por ejemplo, puede estimular a que hablen
aquellos que permanecen callados. Así, "la función del coordinador
consiste esencialmente en crear, mantener y fomentar la comunicación, llegando
ésta, a través de un desarrollo progresivo, a tomar la forma general de una
espiral, en la cual coinciden didáctica, aprendizaje, comunicación y operatividad"
(112).
2. Equipo de coordinación.- "El equipo de coordinación, integrado por
coordinador y observador, cada uno desde su rol específico y a partir de un
ECRO que le permite la comprensión de las leyes estructurantes del proceso
grupal, detecta las situaciones significativas (emergentes) que desde lo
explícito remiten como signo a formas implícitas de interacción" (212).
El observador es por lo general
no participante, y su función "consiste en recoger todo el material,
expresado verbal y preverbalmente en el grupo, con el objeto de realimentar al
coordinador en un reajuste de las técnicas de conducción" (153).
Letras D-E ( hasta página 25 inc.)
DEFENSA
Medida que el individuo toma para combatir las ansiedades
básicas cuando éstas adquieren una intensidad tal que las tornan intolerables.
Hay diversos tipos de defensas, según sean menos o más patológicas.
1. Concepto y tipos.- Cuando las ansiedades básicas alcanzan cierto
monto de intensidad, el sujeto instrumentará medidas defensivas, que pueden ser
menos o más patológicas. Pichon Rivière señala al respecto:
"Las neurosis son técnicas defensivas
contra las ansiedades básicas. Dichas técnicas son las más logradas y cercanas
a lo normal, y si bien resultan intentos fallidos de adaptación se encuentran
más alejadas de la situación depresiva patogenética. Las psicosis son también
intentos de manejo de las ansiedades básicas pero menos exitosos que las
neurosis, es decir, con un mayor grado de desviación de la norma de salud. Lo
mismo sucede con las psicopatías, cuyo mecanismo prevalente es el de la
delegación. Dentro de las psicopatías, las perversiones se manifiestan como
formas complejas de elaboración de las ansiedades básicas y su mecanismo
central se centra alrededor del apaciaguamiento del perseguidor (objeto malo).
El crimen (también incluído en este cuadro) constituye la tentativa de
aniquilar la fuente de ansiedad proyectada en el mundo externo. Cuando esta
fuente es ubicada en el propio sujeto se configura la conducta suicida".
"El fracaso de la
elaboración del sufrimiento de la posición depresiva acarrea en forma
inevitable el predominio de defensas que implican el bloqueo de las emociones y
de la actividad de la fantasía. Estas defensas estereotipadas impiden sobre
todo cierto grado de autoconocimiento o insight necesario para una adaptación
positiva a la realidad. Es decir, que el bloqueo del afecto, de la fantasía y
del pensamiento que se observa en los distintos cuadros clínicos determina una
conexión empobrecida con la realidad y una dificultad real de modificarla y de
modificarse a sí mísmo en ese interjuego dialéctico que es para nosotros un
criterio de salud" (181-182).
Junto a estos ejemplos de
defensas estereotipadas y patológicas, en el contexto de la teoría de Pichon
Rivière cabe suponer también la existencia de defensas exitosas que mantienen
las ansiedades en niveles tolerables, permitiendo que los grupos puedan llevar
a cabo su tarea explícita.
DEPOSITACION
Proceso por el cual un grupo proyecta sobre uno de sus
integrantes las tensiones y conflictos grupales, haciéndose este integrante
cargo de los aspectos patológicos de la situación. En el proceso de
depositación intervienen tres elementos: los depositantes, el depositario y lo
depositado. (69, 187). Más genéricamente, la depositación designa cualquier
proceso de proyección de vínculos y objetos (178).
1. Definición específica.- En la teoría de Pichon Rivière, el enfermo es
considerado fundamentalmente como el portavoz de las ansiedades del grupo. Este
rol de portavoz se adquiere a través del mecanismo de la depositación.
En efecto, "como
integrante desempeña un rol específico: es el depositario de las tensiones y
conflictos grupales. Se hace cargo de los aspectos patológicos de la situación,
en este proceso interaccional de adjudicación y asunción de roles, que
compromete tanto al sujeto depositario como a los depositantes. El estereotipo
se configura cuando la proyección de aspectos patológicos es masiva. El sujeto
queda paralizado, fracasa en su intento de elaboración de una ansiedad tan
intensa (salto de lo cuantitativo a lo cualitativo) y enferma. A partir de ese
momento el círculo se cierra, completándose el ciclo de configuración de un
mecanismo de seguridad patológico que, desencadenado por un incremento de tensiones,
consiste en una depositación masiva, con la posterior segregación del
depositario, por la peligrosidad de los contenidos depositados" (69-70).
Para que el proceso de
depositación tenga lugar, no solamente los depositantes han de proyectar
contenidos en el sujeto depositario (adjudicación del rol), sino además el
depositario debe hacerse cargo de lo depositado (asunción del rol).
2. Definición genérica.- Los procesos de depositación no se refieren
solamente a situaciones patológicas, aunque éste sea el ámbito donde Pichon
Rivière más ha desarrollado la idea, sino a cualquier situación, tanto normal
como patológica. Así, "los aspectos fenoménicos de la conducta, expresados
en distintos ámbitos temporoespaciales, son la resultante de la relación de
sujeto, depositante, 'lo depositado' con su valencia positiva o negativa, y la
ubicación de los vínculos y objetos en un ámbito perceptual simbólico: el área.
El sujeto proyecta vínculos y objetos y actúa lo proyectado" (178).
3. Lo depositado.- Respecto de lo depositado, han de tenerse en cuenta aquí cuatro cosas:
qué se deposita, dónde se lo deposita, cómo se lo deposita y para qué se lo
deposita.
a) Lo que se depositan son
vínculos y objetos cargados con cierta valencia, positiva o negativa, como por
ejemplo vínculos buenos y vínculos malos. b) Estos vínculos o objetos pueden
ser depositados en cualquiera de las tres áreas de manifiestación fenoménica de
la conducta: la mente, el cuerpo o el mundo externo (ver Pluralidad
fenoménica). c) Respecto del cómo se produce la depositación, Pichon Rivière
menciona particularmente el modo masivo en los casos patológicos: el
depositario se hace cargo aquí de una gran cantidad de aspectos patológicos, y
por ello, se torna en sí mísmo peligroso y es segregado por el grupo. d)
Respecto de la finalidad del proceso de depositación, Pichon Rivière hace
referencia al propósito de preservar lo bueno y controlar lo malo. Señala que
la mente opera mediante mecanismos de proyección e introyección en los
diferentes ámbitos proyectivos (mente, cuerpo, mundo externo) "de los
vínculos buenos y malos en un clima de divalencia y con la finalidad de
preservar lo bueno y controlar lo malo. Por esa depositación es que las áreas
adquieren para el sujeto una significatividad particular en relación con la
valencia positiva o negativa de lo depositado" (178-179). Por ejemplo, una
familia proyecta masivamente sus vínculos y objetos en el hijo enfermo para
separar lo bueno de lo malo, lo que le permite preservar lo primero y controlar
lo segundo (ver Divalencia).
DEPRESION
Pauta total de conducta frente a situaciones de
frustración, pérdida, privación o dolor, que tiene un carácter unitario en su
aparición, estructura y función (46-47). Mediante este concepto, Pichon Rivière
unifica las enfermedades mentales a través de su teoría de la enfermedad única,
y en este marco discrimina diferentes tipos de depresión: protodepresión,
depresión del desarrollo, depresión desencadenante, depresión regresional y
depresión iatrógena (27, 123, 182), constituyendo ellas el núcleo básico del
acontecer de la enfermedad y de la curación (27).
1. Definición.- La depresión es considerada por Pichon Rivière en el marco teórico del
pensamiento kleiniano, donde es entendida como una reacción emocional ante una
experiencia de pérdida, y que puede ser normal o patológica.
Con este marco, Pichon Rivière
define el concepto diciendo que "la respuesta depresiva debe ser
considerada como pauta total de conducta frente a situaciones de frustración,
pérdida, privación, teniendo además un carácter unitario en su aparición,
estructura y función" (46-47).
2. Clasificación.- La situación depresiva puede ser considerada como un hilo conductor a
través de todo el proceso de enfermarse y del proceso terapéutico. En el
transcurso de estos procesos, pueden identificarse cinco formas características
de situación depresiva (123, 182):
a) Protodepresión: Surge de la
pérdida que el bebé vivencia al abandonar el claustro materno.
b) Posición depresiva del
desarrollo: También llamada depresión del desarrollo, está señalada por la
situación de duelo o pérdida (destete), conflicto de ambivalencia por una
integración del yo y del objeto, culpa y tentativas de elaborar la situación y
mecanismos de reparación positivos o maníacos (regresivos, seudocuración).
c) Depresión de comienzo o
desencadenante: Es el periodo prodrómico (comienzo) de toda enfermedad mental y
emerge ante una situación de frustración o pérdida.
Pichon Rivière denomina
depresión desencadenante "a la situación habitual de comienzo, cuyo común
denominador fue expresado por Freud en términos de privación de logros
vinculados al nivel de aspiración. Este factor puede ser retraducido, cuando se
estudia su estructura, en términos de depresión por pérdida o privación. No
sólo en términos de satisfacción de la libido y su estancamiento, sino también
en términos de privación de objeto, o situación donde el objeto aparece como
inalcanzable por 'impotencia instrumental' de origen múltiple. La imposibilidad
de establecer un vínculo con el objeto acarrea primero fantasías de
recuperación, donde lo fantaseado está en relación con los instrumentos del
vínculo (ejemplo: caso del miembro fantasma en la amputación de un brazo;
negación de la pérdida del miembro). Esto constituye la defensa inmediata
frente a la pérdida, que sin embargo no resiste la confrontación con la
realidad, sumergiéndose entonces el sujeto en la depresión. Al imponerse la
cruel verdad de la pérdida se inicia la regresión y elaboración del duelo que
configuran la complejidad fenoménica y genética de la depresión
regresional" (24-25).
d) Depresión regresional:
implica una regresión a los puntos disposicionales anteriores, típicos de la
posición depresiva infantil y su elaboración fallida, por fracaso en la
instrumentación de la posición esquizoparanoide. La depresión regresional
"utiliza los mecanismos de la depresión del desarrollo" (123).
La articulación entre aspectos
de la depresión regresional, la de desarrollo y la protodepresión configuran la
llamada depresión básica (ver Depresión Básica).
e) Depresión iatrógena: en la
cual la tarea correctora intenta la integración de las partes del yo del
paciente dispersas en sus diversas áreas (ver Depresión iatrógena). Como se ve,
las cuatro primeras formas de depresión descriptas corresponden al proceso de
enfermarse, mientras que la depresión iatrógena corresponde al proceso de
corrección, o proceso terapéutico.
DEPRESION BASICA
Estereotipo que se reactiva mediante un mecanismo
regresivo a aquellos puntos disposicionales de la posición depresiva donde
quedaron paralizadas las técnicas instrumentales de la posición esquizoide
(23). La depresión básica está así directamente relacionada con la posición
depresiva descripta por M. Klein, y es conceptualizada por Pichon Rivière como
la situación que constituye el punto de partida de toda perturbación mental
(132), por lo que dicho autor suele considerarla como sinónimo de núcleo
patogenético central, núcleo depresivo patogénico, situación patogenética
depresiva o situación patogenética vivencial.
1. Generalidades.- Cuando el niño transita de la posición esquizoparanoide a la posición
depresiva, enfrenta un nuevo conflicto, el conflicto de ambivalencia, de donde
emerge la culpa.
Ahora bien, "los
sentimientos de duelo, culpa y pérdida forman el núcleo existencial junto a la
soledad. La tarea del yo en este momento consiste en inmovilizar el caos
posible o en comienzo, apelando al único mecanismo o técnica del yo
perteneciente a esta posición, la inhibición. Esta inhibición precoz [...] va a
constituír una pauta estereotipada y un complejo sistema de resistencia al
cambio, con perturbaciones del aprendizaje, la comunicación y la identidad. La
regresión desde posiciones más altas del desarrollo a estos puntos
disposicionales, que toman el contexto de lo que M. Klein llamó 'neurosis
infantil', trae como consecuencia la reactivación de este estereotipo al que
llamamos 'depresión básica', con paralización de las técnicas instrumentales de
la posición esquizoide. Si el proceso regresivo del enfermarse consigue
reactivar el 'splitting' y todos los otros mecanismos esquizoides, con la
reestructuración de dos vínculos como objetos parciales, uno totalmente bueno y
otro totalmente malo, se configuran las estructuras nosográficas, según la
ubicación de estos objetos en las distintas áreas" (23).
En otras palabras, a partir de
una depresión desencadenante y mediante un proceso regresional, se regresa a
una estructura vigente en la posición depresiva, para volver al lugar donde las
técnicas del yo fueron eficaces, "pero al inmovilizar y dificultar la
estructura depresiva la hizo rígida, repetitiva (estereotipo) quedando en forma
latente como posición básica. Esta estructura actuó como punto disposicional en
el momento del desarrollo, y si bien se controló a los miedos básicos, quedó
estancada como estructura prototípica que constitiuye el núcleo patogenético
del proceso de enfermarse. Esto es lo que yo llamo depresión básica (depresión
del desarrollo, más depresión regresional con aspectos de la protodepresión)"
(24).
Consiguientemente, en la
depresión básica "se articulan aspectos de la protodepresión, la depresión
del desarrollo y la depresión regresional. La unicidad del núcleo patogenético
(depresivo) es observable a través del análisis del proceso de regresión, que
promueve la utilización de las técnicas de la posición esquizoparanoide, con un
ritmo determinado en cada sujeto (situación patorrítmica)" (123). Por lo
tanto, la situación depresiva se encuentra también articulada con otras dos
situaciones: la esquizoide y la patorrítmica. Sin embargo, la depresión básica
no debe confundirse con la depresión esquizoide (ver Depresión esquizoide).
Todo lo anterior puede también expresarse en
los siguientes términos: "La situación depresiva básica opera en el desarrollo
de toda enfermedad mental (situación patogenética vivencial). El factor
disposición puede ser expresado en términos de 'grados de fracaso en la
elaboración de la situación depresiva infantil' (duelo). La regresión, durante
el proceso de la enfermedad, reactiva la posición depresiva infantil (situación
patogenética), así como promueve el empleo de la posición esquizoide (situación
patoplástica e instrumental), tanto como la situación epileptoide (situación
patorrítmica temporal)" (47).
La situación patogenética
depresiva es el punto de partida de toda perturbación mental (ver Enfermedad
Unica), y llega a resolverse a través de la recreación progresiva del objeto
destruído. En efecto, "un proceso de recreación, que surge en el contexto
del grupo como la tarea esencial, consiste justamente en la 'recreación del
objeto destruído', núcleo de la depresión básica, que perturba la lectura de la
realidad, del cual son portadores los miembros del grupo" (132).
DEPRESION ESQUIZOIDE
Depresión generada por el alejamiento del objeto bueno,
separación que adquiere el valor de un desprendimiento del yo. Es una depresión
vivida en el afuera, sin culpa, en forma divalente y con un sentimiento de
'estar a merced'.
1. Depresión esquizoide y depresión básica.- La situación depresiva
esquizoide no debe confundirse con la posición depresiva básica. En ésta última
"observamos la presencia de un objeto total, vínculo a cuatro vías,
'ambivalencia', culpa, tristeza, soledad en relación con la imagen del propio
sujeto. En la depresión esquizoide se observa el vínculo con un objeto parcial,
con depositación de los aspectos buenos. Es una depresión vivida en el afuera,
sin culpa, en una situación 'divalente' y con sentimiento de estar a
merced" (22).
Sigue diciendo Pichon Rivière que "el
sentimiento básico de la depresión esquizoide es la nostalgia. M. Klein la
describió sin advertir su estructura diferenciada, cuando se refirió a la
situación de despedida normal. La buena parte colocada en el objeto viajero o
depositario se aleja de la pertenencia del yo. Este queda debilitado, y a
partir de ese momento no dejará de pensar en su destino; y si bien la
preocupación manifiesta es por el depositario, su preocupación está vinculada
al estado de las partes de él que se han desprendido, creándose una situación
de zozobra permanente" (22).
DEPRESION IATROGENA
Depresión que "se produce cuando en el proceso
corrector se intenta la integración de las partes del yo del paciente, es
decir, cuando la tarea consiste en el pasaje de la estereotipia de los
mecanismos de la posición esquizoparanoide a un momento depresivo en el que el
sujeto puede lograr una integración tanto del yo como del objeto, y de la
estructura vincular que los incluye" (182-183). Sinónimo: depresión
iatrógena positiva.
1. Iatrogenia.- En general, se designa como iatrogénica a toda modificación,
intervención o influencia ejercida por el médico sobre el estado de un
paciente. Habitualmente tiene la connotacíón de una influencia que perjudica al
paciente, que Pichon Rivière contrapone a una iatrogenia positiva cuando esa
influencia es beneficiosa, por ejemplo, y en particular, cuando se obtiene una
finalidad terapéutica través del proceso corrector.
2. Depresión iatrógena.- La represión iatrógena es considerada como el
aspecto positivo de la íntervención psicoterapéutica, y "consiste en
integrar al sujeto a través de una dosificación operativa de partes disgregadas
y hacer que la constante universal de 'preservación de lo bueno y control de lo
malo' funcione en niveles sucesivos caracterizados por un sufrimiento
tolerable, por disminución del miedo a la pérdida de lo bueno y una disminución
paralela al ataque, durante la confrontación de la experiencia correctora"
(25-26).
La depresión iatrógena es
positiva por constituír un paso indispensable para el logro de la finalidad
terapéutica, que en última instancia consiste en un proceso de integración
(124).
Así, en la depresión iatrógena
"la tarea correctora intenta la integración de las partes del yo del
paciente dispersas en sus diversas áreas; es decir, trata de conducirlo desde
la posición esquizoparanoide a la posición depresiva, a través de la cual el
sujeto puede lograr una integración, tanto del yo como del objeto y del
vínculo. Adquiere así un 'insight' y una capacidad para elaborar un proyecto,
en el que la muerte está incluída como una situación concreta y propia,
permitiéndole encarar los problemas existenciales" (123-124), así como
también "el logro de una adaptación activa a la realidad con un estilo propio
y una propia ideología de vida. Pero el momento depresivo de integración y la
autognosis [obtenida por insight] implica sufrimiento; por eso dice Rickman que
'no hay curación sin lágrimas', pero agregamos que este sufrimiento es
operativo" (183).
DIDACTICA
En el marco de una definición clásica, Pichon Rivière
define a la didáctica como una estrategia destinada a cumplir no sólo una tarea
informativa, que implica comunicar conocimientos, sino además una tarea
formativa, centrada en desarrollar aptitudes y modificar actitudes (207). Sus
características esenciales son: es de núcleo básico, es interdisciplinaria, es
acumulativa, es grupal, y es instrumental y operacional (110, 151, 207).
1. Concepto.- Pichon Rivière define a la didáctica como "una estrategia destinada
no sólo a comunicar conocimientos (tarea informativa) sino básicamente a
desarrollar aptitudes y modificar actitudes (tarea formativa)" (207). Se
trata de una de las clásicas definiciones de la didáctica (110, 151) que Pichon
Rivière retoma y ubica en el contexto de su teoría. La didáctica tiene así tres
funciones básicas: comunicar conocimientos, desarrollar aptitudes y modificar
actitudes.
2. Características.- La didáctica así entendida presenta las
siguientes características esenciales:
a) Es de 'núcleo básico'.-
"Según la hipótesis de los investigadores en el campo de la educación de
adultos, la transmisión de conceptos universales, fundamentos de cada
disciplina específica, permite acelerar el proceso de aprendizaje, a la vez que
hace posible mayor profundidad y operatividad en el conocimiento. El núcleo
básico está constituído por esos conceptos universales y [así] el aprendizaje
va de lo general a lo particular" (207).
b) Es interdisciplinaria.- El
abordaje interdisciplinario de una situación a estudiar implica analizar todas
las partes del problema en detalle, en profundidad y en el ámbito total donde
se desarrolla. "Allí se da la síntesis dialéctica entre texto y
contexto" (151).
Lo interdisciplinario es
considerado en dos niveles diferentes (208):
1) Interdisciplina como los
aportes de diferentes disciplinas que se integran en la medida en que resultan
pertinentes al esclarecimiento del objeto de estudio. Se trata entonces de
trabajar en grupos formados por integrantes de diversas especialidades, en
tanto conciernan al problema indagado (151, 208). Por ejemplo, "la
didáctica interdisciplinaria propicia la creación de departamentos, donde los
estudiantes de las distintas facultades concurren a estudiar determinadas
materias comunes a sus estudios; es decir, que tendríamos así la conjunción de
diversos grupos de alumnos en un mismo espacio, creando interrelaciones entre
ellos" (110-111). Entre las propuestas para operativizar una didáctica
interdisciplinaria de este tipo se cuenta, por ejemplo, la creación de comités
de articulación interdepartamental y otros dispositivos de coordinación,
agrupando a representantes de distintas disciplinas; también, designando un
coordinador, encargado de establecer conexiones entre las distintas
disciplinas, y un método de enseñanza orientada donde la articulación se torna
fecunda al orientar en un determinado sentido la tarea específica de enseñanza
de diversas disciplinas (111).
2) El otro sentido de
interdisciplina "estaría relacionado con el sentido de la búsqueda de la
mayor heterogeneidad posible en términos de edad, actividad, formación, sexo,
en la composición de los grupos que deberán reelaborar la información"
(208). Pichon Rivière asigna mucha importancia a esta heterogeneidad grupal, ya
que ella "permite que cada miembro del grupo aborde la información
recibida en común, aportando un enfoque y un conocimiento vinculados con sus
experiencias, estudios y tareas. En un primer momento de itinerario del grupo
se da una fragmentación del objeto de conocimiento, por las distintas
modalidades de impacto y de receptividad frente al mismo. Esta heterogeneidad
de enfoques y aportes debe conjugarse, alterándose funcionalmente,
complementándose, hasta llegar a una integración o construcción enriquecida del
objeto de estudio" (208).
La heterogeneidad "apunta
básicamente a la ruptura de los estereotipos en la modalidad de aproximación al
objeto de conocimiento, estereotipos que, por carencia de confrontación, suelen
potencializarse en los grupos homogéneos" (208). Esto se funda en una
regla formulada por Pichon Rivière, según la cual "a mayor heterogeneidad
de los miembros [...] y a mayor homogeneidad en la tarea lograda por la
sumación de la información (pertinencia), el grupo adquiere una productividad
mayor (aprendizaje)" (208). Esta ley básica de la técnica de los grupos
operativos es igualmente aplicable al primer sentido de heterogeneidad, es
decir, a los efectos de la productividad grupal, es también necesaria la
confrontación entre diversas disciplinas (151, 112).
c) Es acumulativa.- La
didáctica interdisciplinaria cumple sus funciones de comunicar conocimientos,
desarrollar aptitudes y modificar actitudes gracias a que emplea una técnica
que redunda en economía del trabajo de aprendizaje, puesto que al ser acumulativa,
la progresión del desarrollo no es aritmética sino geométrica (110, 151).
d) Es grupal.- Esta
característica está indisolublemente unida a la anterior: la regla de la
heterogeneidad de los integrantes y la homogeneidad de la tarea sugiere la
importancia de una didáctica grupal. "Los grupos pueden ser más o menos
heterogéneos (por ejemplo, estudiantes de distintas facultades) o más o menos
homogéneos (estudiantes de una misma facultad); la experiencia señala la
utilidad de los grupos heterogéneos en tareas concretas, donde frente a una
máxima heterogeneidad de los componentes se puede lograr una máxima
homogeneidad en la tarea" (113).
Pichon Rivière enfatiza, así,
la necesidad de una didáctica grupal: "toda la pedagogía y la didáctica
están configuradas generalmente sobre la base de una situación falsa, ya que
casi siempre se refieren a una situación de dos [docente y alumno]. Sin
embargo, la situación natural es grupal; por ejemplo, enseñar a un grupo de
niños" (77-78).
e) Es instrumental y
operacional.- La didáctica propuesta es instrumental y operacional,
"porque el ECRO constituído es aplicable en cualquier sector de tarea e
investigación" (151). Por ejemplo, y más específicamente en relación con
la didáctica de la psicología social, "como estrategia de formación en
psicología social tomamos como punto de partida la ubicación del sujeto, su
inserción en un campo específico (la situación grupal). Esto le permite vivir
una experiencias de campo a la vez que lo dota progresivamente de herramientas
teóricas para comprender su propia inserción, las características del campo y
los recursos técnicos para operar sobre él. Esta inserción en el campo grupal y
la instrumentación técnica deben ser paulatinamente extendidas a otros campos
de la operación de la psicología social (institucional o comunitario)"
(208-209).
DIVALENCIA
Relación que establece el yo con dos objetos separados de
valencias opuestas, y que es característica de la posición esquizo-paranoide.
El yo ama y se siente amado por el objeto bueno y, por el otro, odia y se
siente odiado por el objeto malo (180-181).
1. Concepto.- "En la divalencia, el yo, el objeto y el vínculo... están
escindidos y la tarea defensiva consiste en mantenerlos en esa escisión, ya que
si lo bueno y lo malo se reunieran en el mismo objeto, el sujeto caería en una
depresión, con su secuela de dolor y culpa, en una situación de
ambivalencia" (179).
No debe entonces confundirse
divalencia con ambivalencia: en el primer caso los afectos de valencia positiva
y negativa se dirigen hacia objetos separados: se ama y cuida al bueno y se
odia y se teme al malo, mientras que en la ambivalencia se ama y se odia al
mismo tiempo al mismo objeto. En otras palabras, la divalencia está relacionada
con objetos escindidos (escisión), y la ambivalencia con objetos fusionados.
La situación de divalencia
puede reactivarse regresivamente en las patologías (20-22) correlativamente con
la reactivación regresiva del mecanismo de la escisión (ver Escisión): "el
sujeto, utilizando los mecanismos de la posición esquizo-paranoide, proyecta en
las distintas áreas [mente, cuerpo, mundo] ambos vínculos, el bueno y el malo,
en una situación de divalencia" (122).
ECRO
Abreviatura de Esquema Conceptual, Referencial y
Operativo. El ECRO es un conjunto de conceptos teóricos ('conceptual'), que son
referidos a un grupo y a una situación concreta ('referencial') para trazar
instrumentalmente ('operativo'), sobre esas bases, una estrategia de cambio que
se constituye como la tarea de un grupo operativo. El ECRO es ante todo un
instrumento (150, 207) que debe ser construído en el contexto de las
actividades de un grupo operativo y es, por ello, ante todo, un ECRO grupal.
1. Definición.- En la conceptualización del ECRO sobresalen dos características: es un
instrumento grupal, y es una construcción grupal. Que el ECRO sea un
instrumento significa que no es un fin en sí mísmo, sino un medio que deberá
construír un grupo operativo para, sobre esa base, cumplir su cometido.
"Como instrumento es lo que permite planificar un manejo de las relaciones
con la naturaleza y sus contenidos en las que el sujeto se modifica a sí mísmo
y modifica el mundo en un constante interjuego dialéctico" (150).
El ECRO es la base de la
técnica de los grupos operativos, desarrollada por Pichon Rivière en la década
del '40 (101-102, 119). El grupo debe configurar un ECRO donde las
contradicciones del campo de trabajo deban ser resueltas en la misma tarea
grupal.
Es posible, a partir de lo
dicho, definir al ECRO como un "conjunto organizado de nociones y
conceptos generales teóricos, referidos a un sector de lo real, a un universo
del discurso, que permite una aproximación instrumental al objeto particular
concreto. Este ECRO y la didáctica que lo vehiculiza están fundados en el
método dialéctico" (205).
Como su nombre lo indica, el
ECRO está constituído por tres esquemas: conceptual, referencial y operativo,
estando los tres articulados dialécticamente entre sí en el sentido que cada
uno va enfrentándose e integrándose con los otros en el transcurso del quehacer
grupal, hasta constituírse en una herramienta única. El ECRO no es entonces un
concepto estático sino dinámico.
Así concebido, el ECRO ubica
"al sujeto en el campo (lo referencial), le permita abordarlo a partir de
elementos conceptuales [lo conceptual], comprenderlo y operar sobre él mediante
las técnicas adecuadas [lo operativo]. Esta 'situación' en el campo y el pensar
y operar sobre él implica la necesidad no sólo de manejo teórico sino de la
elaboración de las ansiedades emergentes en toda situación de cambio"
(207).
Por ejemplo, "como
estrategia de formación en psicología social tomamos como punto de partida la
ubicación del sujeto, su inserción en un campo específico, la situación grupal
[esquema referencial]. Esto le permite vivir una experiencia de campo a la vez
que lo dota progresivamente de herramientas teóricas [esquema conceptual] para
comprender su propia inserción, las características del campo y los recursos
técnicos para operar sobre él [esquema operativo]" (208-209). Describamos
un poco más en detalle los tres componentes del ECRO.
2. Esquema conceptual.- Básicamente es el marco teórico científico que
orienta la tarea del grupo operativo. Son una diversidad de conceptos teóricos
provenientes de varias disciplinas, necesarios para encarar una tarea en un
grupo operativo. En tal sentido, el ECRO "es el producto de síntesis de
corrientes aparentemente antagónicas" (38), y "un instrumento
interdisciplinario, es decir, articula aportes de distintas disciplinas, en la
medida en que resulten pertinentes al esclarecimiento del objeto de
estudio" (207).
Indica Pichon Rivière que las
ciencias del hombre "aportan elementos para la construcción de un
instrumento único al que llamamos ECRO, esquema conceptual, referencial y
operativo, orientado hacia el aprendizaje a través de la tarea. Este conjunto
estructural y genético nos permite la comprensión horizontal (la totalidad
comunitaria) y vertical (el individuo inserto en ella) de una sociedad en
permanente situación de cambio y de los problemas de adaptación del individuo a
su medio" (150). Este fundamento teórico del grupo operativo, proveniente
de distintas disciplinas, está dado por las siguientes teorías:
1) La teoría de la enfermedad
única.- Pichon Rivière postula como supuesto teórico la existencia de un núcleo
depresivo patogénico universal, que se da con intensidades diferentes en el
sujeto normal, el neurótico y el psicótico.
2) Teoría del vínculo.-
Entendido como situación bicorporal y tripersonal.
3) Teoría de los roles.- El grupo
se estructura en base a un interjuego de asunción y adjudicación de roles. Se
incorpora al esquema conceptual la teoría de los roles de G. Mead (76), cuya
noción de rol será modificada por Pichon Rivière (28) (Ver también Rol).
4) Psicoanálisis.- La teoría de
Sigmund Freud y la teoría de las ansiedades básicas de Melanie Klein aportan la
comprensión de los aspectos genéticos, históricos y estructurales.
5) Kurt Lewin.- Aporta la
comprensión de los aspectos sociales, incluído su método experimental. Aporta
también las ideas de vector, de campo, de situación y muchos aspectos de
algunos principios topológicos del aprendizaje (76). Asimismo, a la teoría del
liderazgo de Lewin, Pichon Rivière agregará el liderazgo demagógico (29).
6) La epistemología de Gastón
Bachelard.- Pichon Rivière incorpora de este autor los conceptos de obstáculo
epistemológico y epistemofílico (76).
7) Teoría de los grupos y otras
teorías sobre técnicas.- El esquema conceptual incluye el concepto de
organizador, y, "además de la concepción general de los grupos
restringidos, ideas sobre la teoría del campo, la tarea, el esclarecimiento, el
aprendizaje, la indagación operativa, la ambigüedad, la decisión, la vocación,
las técnicas interdisciplinarias y acumulativas, la comunicación y los
desarrollos dialécticos en espiral. Otros conceptos se refieren a estrategia,
táctica y técnica, así como a horizontalidad y verticalidad, descubrimiento de
universales, sumación de ideas (brain storming), etc." (119).
8) Otros aportes.- Provenientes
"del materialismo dialéctico, el materialismo histórico, el psicoanálisis,
la semiología y las contribuciones de quienes han trabajado en una
interpretación totalizadora en las relaciones entre estructura socioeconómica y
vida psíquica" (207).
3. Esquema referencial.- Mientras el esquema conceptual es un aporte de
las ciencias, el esquema referencial es un aporte más concreto proveniente de
cada uno de los miembros de un grupo, a partir de los cuales se podrá construír
-en interacción dialéctica con el esquema conceptual- un esquema referencial en
común.
"El esquema referencial
[individual] es el conjunto de conocimientos, de actitudes que cada uno de
nosotros tiene en su mente y con el cual trabaja en relación con el mundo y
consigo mismo. Es decir, que puede ser en cierta medida nucleado y conocido. Lo
fundamental, entonces, es que aquel que se acerca a cualquier campo de
conocimiento conozca más o menos concientemente, hasta donde le sea posible,
los elementos con los cuales opera" (80). Los esquemas referenciales
individuales a los que hace referencia Pichon Rivière pueden ser asimilados al
concepto de ideologías (Ver Ideología).
"La didáctica
interdisciplinaria se basa en la preexistencia en cada uno de nosotros de un
esquema referencial (conjunto de experiencias, conocimientos y afectos con los
que el individuo piensa y hace) y que adquiere unidad a través del trabajo en
grupo, promoviendo a la vez, en ese grupo o comunidad, un esquema referencial
operativo sustentado en el común denominador de los esquemas previos"
(110).
En una primera etapa, entonces,
encontramos esquemas referenciales individuales (tantos como miembros del grupo
haya), y en una segunda etapa estos quedarán integrados en un esquerma
referencial grupal. Así, los esquemas referenciales son "esquemas y
modelos internos que se confrontan y modifican en la situación grupal,
configurándose a través de la tarea un nuevo esquema referencial que emerge de
la producción del grupo" (208).
Mientras los esquemas
referenciales individuales están basados en un saber cotidiano, el esquema
referencial grupal, al resultar de la integración de los esquemas individuales
con el esquema conceptual (científico), adquiere la categoría de un saber
científico sobre el acontecer grupal, lo que otorga al grupo la posibilidad de
utilizar un lenguaje en común.
En efecto, el esquema
referencial grupal es un esquema común a los miembros del grupo quienes, al
compartir un código común, queda facilitada la comunicación intragrupal. Esto
implica que el grupo debe pasar progresivamente de un lenguaje vulgar a uno
científico. Es inútil elaborar un pensamiento científico si no se parte del
análisis y la comprensión de las fuentes vulgares del esquema referencial.
Se ha observado, efectivamente,
que "el pensamiento que funciona en el grupo va desde el pensar vulgar o
común hacia el pensamiento científico, resolviendo las aparentes
contradicciones y estableciéndose una secuencia o continuidad genética y
dinámica entre uno y otro. Es tarea importante del coordinador señalar un punto
de partida falso, como es el de comenzar trabajando con un pensamiento
científico no elaborado y sin haber analizado previamente 'las fuentes vulgares
del esquema referencial'" (113).
"El desarrollo de un ECRO
común a los miembros del grupo permite el incremento de la comunicación
intragrupal ya que, de acuerdo con la teoría de la información, lo que permite
que el receptor comprenda el mensaje emitido por el transmisor, a través de
operaciones de codificación y decodificación, es una semejanza de esquemas referenciales.
En este proceso de comunicación y aprendizaje observamos que el grupo sigue un
itinerario que va del lenguaje común al lenguaje científico" (157).
Dicho de otro modo: "La
tarea que adquiere prioridad en un grupo es la elaboración de un esquema
referencial común, condición básica para el establecimiento de la comunicación,
la que se dará en la medida en que los mensajes puedan ser decodificados por
una afinidad o coincidencia de los esquemas referenciales del emisor y el
receptor. Esta construcción de un ECRO grupal constituye un objetivo cuya
consecución implica un proceso de aprendizaje y obliga a los integrantes del
grupo a un análisis semántico, semantístico y sistémico, partiendo siempre de
la indagación de las fuentes vulgares (cotidianas) del esquema referencial.
Cada integrante lleva al grupo un esquema de referencia, y sobre la base del
común denominador de estos sistemas, se configurará, en sucesivas 'vueltas de
espiral', un ECRO grupal" (125).
Pichon Rivière insiste al
respecto en que "...estos procesos de codificación y decodificación de
señales pertenecen a esquemas referenciales individuales y de los grupos a
través de los que se hace posible, según sea el funcionamiento y la estructura
de estos esquemas, configurar situaciones de entendimiento o malentendimiento.
En última instancia, la comunicación grupal es posible por la existencia de un
ECRO grupal" (116).
4. Esquema operativo.- Mientras el esquema conceptual aporta un saber
científico y el esquema referencial un saber ideológico, el esquema operativo
aporta un saber técnico, necesario para conocer de qué manera se podrán
instrumentar los cambios implicados en la tarea grupal sobre la base de la
integración del saber científico y el ideológico. Debido al interjuego
dialéctico entre los tres esquemas, el esquema operativo contribuye a su vez a
modificar o construír los esquemas conceptuales y referenciales, en lo que
suele designarse como interjuego permanente entre teoría y práctica.
EDIPO, COMPLEJO DE
Partiendo de la conceptualización de Freud, Pichon
Rivière concibe al complejo de Edipo como una configuración triangular (hijo,
madre, padre) donde en cada una de las tres relaciones así definidas se
establecen, mediante un proceso de asunción y adjudicación de roles, cuatro vínculos:
amar, sentirse amado, odiar, y sentirse odiado.
Concepto.- Señala Pichon Rivière que el complejo de Edipo, tal como fuera
descripto por Freud, "con sus variantes negativas y positivas, puede ser
comprendido de una manera mucho más significativa si recurrimos a su
representación espacial en forma de triángulo colocando en el ángulo superior
al hijo, en el ángulo inferior izquierdo a la madre, y en el ángulo inferior
derecho al padre" (30). Remitimos al lector al esquema 1.
Esquema 1: Conceptualización del complejo de Edipo según Pichon R.
EL PADRE
|
Ama y se siente
amado por
Odia y se
siente odiado por
|
LA MADRE
|
EL PADRE
|
Ama y se siente
amado por
Odia y se
siente odiado por
|
EL HIJO
|
LA MADRE
|
Ama y se siente
amado por
Odia y se
siente odiado por
|
EL HIJO
|
A partir de aquí, continúa
diciéndonos Pichon Rivière: "siguiendo la dirección de cada lado del
triángulo tenemos una representación de cuatro vínculos. Por ejemplo, el niño
en un primer nivel ama y se siente amado por la madre; en un nivel subyacente
odia y se siente odiado por su madre; en el lado contrario es la relación del
niño con su padre, donde en un primer nivel odia y se siente odiado y en un
segundo nivel ama y se siente amado. Lo que pocas veces es consignado es el
parámetro que opera desde la vida prenatal. Es la estructura vincular entre
madre y padre, donde uno ama y se siente amado por el otro, u odia y se siente
odiado por el otro. Haciendo abstracción de los participantes, este vínculo
tendría también cuatro vías; pero en realidad, tomado desde ambos extremos, se
complica aún más, porque tanto uno como otro adjudican roles y asumen roles
partiendo de cada uno de los miembros de la pareja. Dependerá el monto de
adjudicaciones y asunciones del rol de ser amado y ser odiado. Esta totalidad,
verdadera jungla de vínculos, forma una totalidad totalizante, es decir, una
'Gestalt' donde la modificación de uno de los parámetros acarrea la
modificación del todo" (30).
2. Tres relaciones y cuatro vínculos.- En cada una de las tres relaciones
de la configuración edípíca encontraremos cuatro vínculos, con lo que quedan
descriptas un total de doce posibilidades, como puede verse en el esquema 2.
Esquema
2: Tres relaciones y cuatro vínculos
|
Relación hijo-madre
|
Relación hijo-padre
|
Relación madre-padre
|
Vínculo 1
|
Hijo ama a la madre
|
Hijo ama al padre
|
Madre ama al padre y viceversa
|
Vínculo 2
|
Hijo se siente amado por la madre
|
Hijo se siente amado por el padre
|
Madre se siente amada por el padre y viceversa
|
Vínculo 3
|
Hijo odia a la madre
|
Hijo odia al padre
|
Madre odia al padre y viceversa
|
Vínculo 4
|
Hijo se siente odiado por la madre
|
Hijo se siente odiado por el padre
|
Madre se siente odiada por el padre y viceversa
|
En este esquema, destacamos los
siguientes puntos:
a) Pichon Rivière no dice,
tomando como ejemplo uno de los vínculos, "el hijo es amado por la
madre", sino "el hijo 'se siente' amado por la madre", poniendo
de relieve la importancia que tiene la realidad psíquica (sentirse amado)
frente a la realidad objetiva (ser amado).
b) Pichon Rivière centra la
configuración edípíca desde la perspectiva del hijo, siguiendo de esta manera
la pauta freudiana. En efecto, el vínculo explicitado no es, por ejemplo,
"la madre ama al hijo", sino "el hijo ama a la madre", y
del mismo modo, en otro ejemplo, el vínculo explicitado no es "el padre
odia al hijo" sino "el hijo odia al padre". Desde ya, es
concebible que estas alternativas no explicitadas influyan también en la trama
edípica vivenciada por el niño.
c) Pichon Rivière amplía el
complejo de Edipo extendiéndolo desde los 3-5 años indicados por Freud hasta la
vida pre-natal del niño, al incorporar la relación madre-padre. En efecto, ya
desde antes del nacimiento está instalada esta relación donde ambos aman y se
sienten amados o ambos odian y se sienten odiados, vínculos que influirán sin
duda sobre el complejo de Edipo del futuro hijo.
d) Pichon Rivière procura
asignar idéntica importancia a las tres relaciones (hijo- madre, hijo-padre,
madre-padre), habida cuenta de ciertas investigaciones que han privilegiado la
primera de ellas. Señala Pichon Rivière al respecto que "el 80% de los
trabajos que tratan del niño y sus vínculos se refieren a la relación con la
madre; el padre aparece como un personaje escamoteado, pero por eso mismo operativo
y peligroso. Es la noción del tercero, que definitivamente nos lleva a definir
a la relación bipolar o vínculo como de carácter bicorporal pero
tripersonal" (30) (Ver Vínculo).
Agrega Pichon Rivière que
"el tercero en la teoría de la comunicación está representado por el
ruido, que interfiere en un mensaje entre emisor y receptor y que aplicado en
cualquier situación de conflicto social volvemos a encontrarlo como estructura
básica y universal" (30).
EMERGENTE
El emergente puede ser considerado genéricamente como el
nuevo producto que resulta de una situación previa, denominada existente.
Ejemplos: a) lo que resulta luego de una interpretación es el emergente de lo
observado en el transcurso de una sesión de análisis; b) un delirio psicótico
es el emergente que resulta de la pérdida de la estabilidad grupal.
1. Durante el tratamiento analítico, el psicoanálisis propone devolver lo
observado a través de la interpretación, creando una situación en espiral
dialéctica entre paciente y analista: “cuando ambos están reunidos configuran
una Gestalt, y tanto el existente como el emergente deben ser considerados como
figuras que emergen del fondo organizado en cada aquí-ahora” (Pichon Riviere,
1985:17). Como puede apreciarse, este nuevo emergente será a su vez el
existente a partir del cual se configurará un nuevo emergente, y así
sucesivamente.
Pïchon Riviére expresa esta situación indicando que “el existente tiene una
estructura, una forma, una configuración, es una Gestalt… y no sólo el
existente es una Gestalt, sino que también lo es el emergente, que resulta
luego de la interpretación adecuada. El emergente que se configura en el
aquí-ahora… es la figura. Fondo y figura son las dos divisiones que se
encuentran en cada estructura. Lo que aparece en primer plano es para nosotros
un proceso que tiene una determinación interna. Cuando se colocan juntos
paciente y analista en un campo de trabajo, lo que resulta es una Gestalt de
los dos, que es el emergente de ambos, porque lo que aparece en ese momento en
el paciente está condicionado también por la actitud del analista, por su modo
de ser, por la habitación donde trabaja, por su interpretación anterior, etc. O
sea que dentro de la concepción de la Gestalt incluimos la concepción del
emergente dinámico. Continuamente se organizan estructuras, los emergentes, que
son los existentes de cada momento, a los cuales enfrentamos con una nueva
interpretación” (Pichon Riviere, 1985:93-94).
2. Pichon Riviére utiliza también la idea de emergente como parte del
intento por explicar la enfermedad mental. Cuando a causa de un determinado
factor, generalmente la pérdida del prestigio del líder familiar, “se pierde la
estabilidad grupal, se condiciona la aparición de la psicosis en uno de sus
miembros, la que aparece como emergente nuevo y original, lo que hace que dicho
psicótico se transforme poco a poco en el líder familiar” y se haga cargo de la
enfermedad mental de todo el grupo. En estos casos “la psicosis es el emergente
nuevo y original que aparece como consecuencia de la ruptura del equilibrio
familiar” (Pichon Riviere, 1985:26), y lo que provoca la “aparición del
emergente mental del paciente está en relación directa con la aparición de
tensiones particulares en el grupo familiar” (Pichon Riviere, 1985:27). El
delirio del paciente es una tentativa de reconstruír principalmente su grupo
familiar, y de esta manera Pichon Riviére desarrolla “una psiquiatría
operacional en la medida en que la neurosis o la psicosis está referida a la
estructura de la cual emerge” (Pichon Riviére, 1985:12). Pablo Cazau
Pichon Riviere E (1985), “Teoría del vínculo”. Buenos Aires: Nueva Visión.
ENFERMEDAD MENTAL
Proceso que resulta de un intento fallido del sujeto de
adaptarse activamente a la realidad y de enfrentar y resolver las ansiedades
básicas, y, en especial, el núcleo depresivo patogenético universal. Encuentra
su expresión en la conducta desviada, enferma o anormal.
1. Concepto.- De la lectura de sus textos, podemos inferir que Pichon Rivière propone
tres niveles de acercamiento o de análisis para conceptualizar la enfermedad
mental, que van desde el más empírico o descriptivo, hasta el más teórico o
explicativo: la enfermedad como intento fallido de adaptación a la realidad
(adaptación pasiva), como intento, también fallido, de elaboración de las
ansiedades básicas, y finalmente, y en forma más específica, como intento
fallido de elaboración o de desprendimiento (121) de un núcleo depresivo
patogenénico universal. El primer nivel es interdialéctico, pues ve la
enfermedad desde la relación sujeto-ambiente, y los otros dos son
intradialécticos, al intentar comprender la enfermedad desde procesos
intrapsíquicos. Sintetizamos a continuación estos tres niveles de análisis de
la enfermedad mental.
a) Enfermedad y lectura de la
realidad.- La enfermedad implica un proceso de adaptación pasiva a la realidad,
en contraste con la salud, que es adaptación activa (174).
Más concretamente, Pichon
Rivière propone como un postulado básico de su teoría de la enfermedad mental,
el siguiente: "toda conducta 'desviada' es la resultante de una lectura
distorsionada o empobrecida de la realidad. Es decir, la enfermedad implica una
perturbación del proceso de aprendizaje de la realidad, un déficit en el
circuito de comunicación, procesos estos (aprendizaje y comunicación) que se
realimentan mutuamente" (174).
Este proceso de adaptación
fallida a la realidad se encuentra asociado con un problema a nivel
intrapsíquico, cuyo examen torna comprensible la conducta enferma. En efecto,
tras toda conducta 'anormal', 'desviada' o 'enferma' "subyace una
situación de conflicto, siendo la enfermedad la expresión de un fallido intento
de adaptación al medio" (9, 173). La enfermedad resulta ser así, entonces,
un proceso que se puede comprender. Este factor intrapsíquico está relacionado
con las ansiedades o miedos básicos.
b) Enfermedad y ansiedades
básicas.- "La enfermedad es un intento de elaboración del sufrimiento
provocado por la intensidad de los miedos básicos. Como intento, resulta
fallido por la utilización de mecanismos defensivos estereotipados, rígidos,
que se muestran ineficaces para mantener al sujeto en un estado de adaptación
activa al medio" (65).
Concretamente, La enfermedad
mental o conducta desviada, "resulta del deterioro de la comunicación y
del fracaso en el aprendizaje de la realidad en un momento del desarrollo
(fijación), lo que promueve el regreso del sujeto (regresión) a este momento
disposicional de su historia con la utilización de formas arcaicas de
mecanismos defensivos para controlar o atenuar los dos miedos básicos, de
pérdida y ataque. Las características de este estereotipo condicionan las
características fenomenológicas de la enfermedad, configurando la situación de
resistencia al cambio, sobre la que se centrará la tarea correctora" (141).
c) Enfermedad y núcleo
depresivo patogenético.- La enfermedad mental, en tanto vinculada con un núcleo
depresivo patogenético, es explicada desde la llamada teoría de la Enfermedad
Unica. Tengamos entonces presente que mientras la enfermedad mental es un fenómeno,
la enfermedad única es una teoría, en este caso propuesta por Pichon Rivière
para explicar su origen (etiología) y desarrollo (patogenia). Desde este punto
de vista, la teoría de la enfermedad única considera en la enfermedad mental
"una génesis y una secuencia vinculada a situaciones depresivas, de
pérdida, de privación, de dolor que son vividas como catástrofe interna en un
clima de ambivalencia y culpa..." (180). En última instancia, todas las
estructuras patológicas son tentativas de elaboración o desprendimiento de la
situación nuclear designada por Pr como situación depresiva básica patogenética
(ver Enfermedad Unica).
En efecto, "la locura es
la expresión de nuestra incapacidad para soportar y elaborar un monto
determinado de sufrimiento, siendo este nivel de tolerancia específico para
cada uno de nosotros y depende en gran medida de la dificultad relativa de
superar la depresión infantil básica, tejida de frustraciones, aspiraciones,
demandas biológicas excesivas, provocando la emergencia de la agresión
(rabietas), ansiedades depresivas y paranoides (los miedos), la ambivalencia,
la culpa, inhibiciones, etc" (51, 187).
2. Enfermedad y familia.- Las consideraciones anteriores se centran en
la enfermedad desde el punto de vista de lo que se sucede individualmente al
sujeto enfermo, tanto inter como intradialécticamente. Sin embargo, el enfoque
integrativo de Pichon Rivière considera también a la enfermedad desde un punto
de vista familiar y social en general, mostrando que la patología individual y
las condiciones ambientales se influyen recíprocamente de manera dialéctica.
Más concretamente en un
contexto familiar, la enfermedad es una "cualidad emergente, cualidad
nueva que nos remite, como signo, a una situación implícita, subyacente,
configurada por una particular modalidad de la interacción grupal, la que en
ese momento resulta alienizante". La conducta desviada debe así ser
entendida como una anomalía que afecta a la estructura total en su proceso de
interrelación intrasistémica o intersistémica (186).
3. Clasificación.- Pichon Rivière utiliza cierta terminología clásica para clasificar las
enfermedades mentales, describiendo las neurosis, las psicosis, las psicopatías
(dentro de las cuales ubica a las perversiones), etc. Habla también de la
hipocondría y de la paranoia (25) como expresión del miedo al ataque al yo
desde el área 2 (cuerpo) y desde el área 3 (mundo externo), respectivamente.
Pichon Rivière explica cada una
de estas formas patológicas desde su teoría de la enfermedad única. Por
ejemplo, señala que "las neurosis son técnicas defensivas contra las
ansiedades básicas. Son las más logradas y cercanas a lo normal y si bien
resultan intentos fallidos de adaptación se encuentran más alejadas de la
situación depresiva patogenética. Las psicosis son también intentos de manejo
de las ansiedades básicas pero menos exitosas que las neurosis, es decir, con
un mayor grado de desviación de la norma de salud. Lo mismo sucede en las
psicopatías, cuyo mecanismo prevalente es el de la delegación. Dentro de las
psicopatías, las perversiones se manifiestan como formas complejas de
elaboración de las ansiedades básicas y su mecanismo general se centra
alrededor del apaciguamiento del perseguidor (objeto malo). El crimen (también
incluído en este cuadro) constituye la tentativa de aniquilar la fuente de
ansiedad proyectada en el mundo externo. cuando esta fuente es ubicada en el
propio sujeto se configura la conducta suicida" (25, 181-182).
ENFERMEDAD UNICA, TEORIA
Supuesto teórico que postula la existencia de un núcleo
depresivo patogénetico universal, del cual todas las formas clínicas de la
enfermedad resultarían tentativas de elaboración o desprendimiento (121, 179),
y que se da con intensidades diferentes en el sujeto normal, el neurótico y el
psicótico. La teoría de la enfermedad única está íntimamente vinculada con el
principio de continuidad genética y funcional de las estructuras (179), y sirve
de fundamento teórico de la técnica de los grupos operativos (155).
1. Concepto.- La
teoría de la enfermedad única es un supuesto teórico que postula la existencia
de un núcleo depresivo patogénetico universal, que se da con intensidades
diferentes en el sujeto normal, el neurótico y el psicótico. Las diversas
formas clínicas derivan del hecho de constituír distintas tentativas de
desprendimiento de aquel núcleo depresivo (179).
Este núcleo depresivo está
vinculado a la situación de nacimiento y el desarrollo, y es responsable de la
pauta estereotipada de de conducta como situación de estancamiento en el
proceso de aprendizaje de la realidad y deterioro de la comunicación, viciando
el abordaje del objeto de conocimiento y la situación de tarea grupal.
2. Reseña histórica.- La teoría de la enfermedad única aparece
publicada por primera vez en 1946 en la "Revista de Psicoanálisis",
donde Pichon Rivière la planteaba en términos de una síntesis personal sobre
una teoría general de las neurosis y las psicosis (46).
La teoría de la enfermedad
única surgió originalmente en el contexto del tratamiento de psicóticos. Por
entonces, Pichon Rivière afirmaba: "a través del psicoanálisis de
esquizofrénicos y epilépticos y apoyado por las observaciones realizadas
durante los tratamientos biológicos, se nos hizo evidente un 'núcleo psicótico
central', bien delimitado, y del cual parten todas las otras estructuras como
maneras o tentativas de resolver dicha situación básica. Esta situación está
configurada con los elementos que caracterizan el estado depresivo, con sus
conflictos y mecanismos específicos [...]. Esta situación básica de las
psicosis y configurada en el sentido de una estructura melancólica, es el punto
de donde se inicia la elaboración de otras situaciones que van a configurar
todos los otros tipos clínicos descriptos. En términos generales podríamos decir
que ésta es 'la única enfermedad': todas las demás estructuras son tentativas
que hace el yo para deshacerse de esa situación depresora básica.
3. El proceso de enfermarse y de curar.- En lo que sigue, vamos a
intentar exponer sintéticamente cómo se concibe el proceso de enfermarse y de
curar, de acuerdo a la teoría de la enfermedad única. Para una mejor
comprensión de este proceso, vamos a describirlo de acuerdo a una secuencia
cronológica desde el momento en que la persona nace, hasta que, ya adolescente
o adulto, aparece la sintomatología de la enfermedad y luego, tratamiento
mediante, puede acceder a la curación.
Estos hitos cronológicos son
cinco (5) sucesivas situaciones depresivas por las que el sujeto atravesará.
Estas cinco situaciones las describiremos en relación con lo que ocurre sobre
todo en el sujeto enfermo, proceso que no obstante, como veremos, presenta
muchos elementos en común con lo que ocurre en un sujeto que se desarrolló
normalmente.
Los nombres que reciben estas
cinco situaciones depresivas aparecen en el esquema 1: protodepresión,
depresión de desarrollo, depresión desencadenante o actual, depresión
regresional y depresión iatrógena positiva. Todas ellas, menos la regresional y
la iatrógena, configuran la llamada depresión básica (ver este artículo).
Asimismo, las cuatro primeras abarcan el proceso de enfermarse, mientras que la
última corresponde al proceso de la cura. El primero de estos procesos
podríamos llamarlo también 'enfermación', por analogía con el proceso de
curarse, que se designa como 'curación'. Vemos así como Pichon Rivière describe
el proceso de enfermarse y de curar tomando como hilo conductor (182) la
situación depresiva, que adoptará cinco formas diferentes según el momento
cronológico de su aparición.
Esquema
1: Cinco situaciones depresivas
Proceso de enfermarse |
Protodepresión
|
Depresión básica
|
Depresión de desarrollo
|
Depresión básica
|
|
Depresión actual
|
|
|
Depresión regresional
|
Depresión básica
|
|
Proceso de
curación
|
Depresión iatrógena
|
|
Hechas estas aclaraciones,
pasemos ahora a describir el proceso de enfermarse y de curar. El proceso total
lo hemos dividido en ocho (8) etapas:
1) Protodepresión.- El momento
del nacimiento implica una pérdida, la pérdida del estado intrauterino,
surgiendo así una protodepresión, que se vivencia al abandonar el claustro
materno. Es una 'proto'depresión porque es, de alguna forma, el prototipo que
servirá de modelo a todas las depresiones siguientes, de manera tal que, por
ejemplo, la depresión de desarrollo implica de alguna forma reactualizar
aquella pérdida original del momento del nacimiento. La protodepresión es un
acontecimiento por el que atraviesan tanto los sujetos normales como los
enfermos: lo normal o lo patológico no depende de si hay o no pérdidas (ya que estas
son inevitables), sino, como veremos, de cómo la depresión consecutiva a la
pérdida haya sido elaborada.
2) Posición esquizoparanoide.-
Para Pichon Rivière, la existencia de una posición esquizoparanoide con objetos
parciales, vale decir, con un objeto total escindido, presupone la existencia
de una etapa previa con un objeto total. La escisión se produce en el acto del
nacimiento y, de allí en más, todo vínculo gratificante hará considerar al
objeto como bueno, así como todo vínculo frustrante lo hará considerar como
malo y persecutorio. Esta disociación, primera técnica del yo, constituye la
puerta de entrada en la posición esquizoparanoide, que fuera planteada por M.
Klein y Fairbairn paralelamente a los primeros trabajos de Pichon Rivière sobre
esquizofrenia (20).
3) Depresión de desarrollo.-
Luego de algunos meses a partir del nacimiento, se instala la posición
depresiva, donde el bebé intentará integrar los objetos parciales bueno y malo
en un objeto total. Esto produce un conflicto de ambivalencia: el objeto es
amado y odiado al mismo tiempo y, al intentar ser atacado o destruído por ser
malo, inevitablemente el objeto bueno será también dañado o destruído, lo que
genera culpa y depresión. A partir de aquí, esta culpa y esta depresión puede
ser elaborada exitosamente a través de la reparación (es decir, mediante el
empleo de mecanismos propios de la posición depresiva), o bien seguir un camino
patológico: la posición depresiva fallidamente elaborada, que implicará
recurrir regresivamente a mecanismos esquizoparanoides.
4) Posición depresiva
fallidamente elaborada.- Las tentativas de desprendimiento del núcleo
patogenético depresivo se instrumentarían a través de ciertas técnicas
defensivas propias de la posición esquizoparanoide descripta por M. Klein, y a
la que Pichon Rivière denomina, en este contexto, posición patoplástica o
instrumental, siendo la razón de esa denominación la siguiente: "ante la
situación de sufrimiento, característica de la depresión, surge la posibilidad
de una nueva regresión a otra posición anterior operativa o instrumental que
permite el control de la ansiedad [posición anterior que es la
esquizoparanoide]. El sujeto sale de la inhibición y del conflicto de
ambivalencia [típico de la posición depresiva] por una nueva disociación y la
ansiedad paranoide (miedo al ataque) reemplaza a la culpa (miedo a la pérdida)
(181).
Entre las técnicas defensivas
utilizadas, propias de la posición esquizoparanoide, se pueden mencionar las
siguientes (179-180): a) escisión: o splitting, es el mecanismo central, e
implica la escisión del yo, del objeto, y de los vínculos del yo con los
objetos (ver Escisión). Es el primero de los mecanismos defensivos que se
instrumenta, ya que a partir del mismo, el sujeto recurre luego a las otras
técnicas de la posición esquizoparanoide; b) proyección: que implica la
ubicación fuera del sujeto de los objetos internos (180) (ver Proyección); c)
introyección: entendida como el pasaje fantaseado al interior del sujeto de los
objetos externos y sus cualidades; d) control omnipotente: de los objetos,
tanto internos como externos; e) idealización; f) negación, etc.
"La alternancia e
intricación de la posición depresiva y la esquizoparanoide configuran una
continuidad subyacente a los distintos aspectos fenoménicos característicos de
los diversos cuadros clínicos" (180).
5) Depresión desencadenante o
actual.- Esta etapa comienza más adelante en la vida (por ejemplo en la
juventud o la adultez) cuando una situación de frustración o de pérdida
reactiva la depresión de desarrollo, configurándose una depresión actual o
desencadenante. Es el momento donde comienza a manifestarse la enfermedad
(periodo prodrómico).
La situación de frustración que
desencadena esta depresión proviene del mundo externo, y puede tener un origen
familiar, laboral (pérdida de empleo), problemas sociales, políticos, etc.
Señala Pichon Rivière al
respecto: "en nuestra cultura el hombre sufre la fragmentacipón y
dispersión del objeto de su tarea, creándosele entonces una situación de
privación y anomia que le hace imposible mantener un vínculo con dicho objeto
con el que guarda una relación fragmentada, transitoria y alienada. Al factor
inseguridad frente a su tarea se agrega la incertidumbre ante los cambios
políticos, sentimientos ambos que repercuten en el ámbito familiar donde la
privación tiende a globalizarse. El sujeto se ve impotentizado en el manejo de
su rol, y esto crea un umbral bajo de tolerancia hacia las frustraciones, en
relación con su nivel de aspiración. La vivencia de fracaso inicia el proceso
de enfermedad, configurando una estructura depresiva" (17).
6) Depresión regresional.-
Sigue diciendo Pichon Rivière: "La alienación del vínculo con su tarea se
desplaza a vínculos con objetos internos. El conflicto en su totalidad se ha
internalizado pasando al mundo interno... Esta depresión... sume al sujeto en
un proceso regresivo hacia posiciones infantiles... Estamos en el punto de
partida que, en un proceso de regresión, se va a articular con una estructura
depresiva anterior, reforzándola" (17).
Con esto, Pichon Rivière nos
quiere decir que la depresión desencadenante reactiva la posición depresiva
infantil, o depresión desarrollo, con lo cual el sujeto regresa (de aquí el
adjetivo 'regresional') a la posición depresiva que había sido en su momento
fallidamente elaborada. En este punto vuelve a intentar elaborar esta
depresión, pero vuelve a hacerlo fallidamente tal como hemos visto en la etapa
4, es decir, repite el empleo de las defensas de la posición esquizoparanoide.
Como indica Pichon Rivière:
"frente a esta situación de sufrimiento surge la posibilidad de una
regresión a una posición anterior, 'operativa e instrumental', para el control
de la ansiedad (situación esquizoide)" (47). Al utilizarse defensas
esquizoparanoides, obviamente vuelve a fracasar la elaboración de la posición
depresiva. El fracaso de esta elaboración, además de las consecuencias
señaladas, "acarrea inevitablemente el predominio de defensas que entrañan
el bloqueo de las emociones y de la actividad de la fantasía" (48), e
incapacitando al sujeto para su autoconocimiento o 'autognosis'.
7) Depresión iatrógena.- Se
instala cuando el paciente inicia el proceso corrector terapéutico. Este
proceso busca hacer que el paciente deje de utilizar mecanismos
esquizoparanoides para continuar sus intentos por resolver la situación
depresiva, e inicie una tarea que consiste "en el pasaje de la
estereotipia de los mecanismos de la posición esquizoparanopide a un momento
depresivo en el que el sujeto pueda lograr una integración tanto del yo como
del objeto y de la estructura vincular que los incluye" (183). Se trata de
un proceso doloroso, donde debe enfrentarse la depresión iatrógena (ver este
artículo), es decir, una depresión que se produce cuando se intenta la
integración de las partes del yo del paciente.
8) Posición depresiva
exitosamente elaborada.- Finalmente, la curación sobreviene cuando esta
posición depresiva deja de ser siempre fallida e insistentemente resuelta con
mecanismos esquizoparanoides y empieza a ser elaborada, ahora exitosamente, a
través de los mecanismos propios de la posición depresiva. De alguna manera,
esto implica elaborar una posición depresiva que en su momento, en la primera
infancia, no pudo ser elaborada adecuadamente.
La cabal comprensión de estos
procesos exigiría por parte del lector un cierto conocimiento de la teoría
kleiniana acerca de las posiciones esquizoparanoide y depresiva (en el caso de
que no los tuviera). Un tal conocimiento puede ayudar a comprender, por
ejemplo, que: 1) la posición esquizoparanoide es anterior a la depresiva; 2)
que el núcleo patogenético depresivo se instala en la posición depresiva; 3)
que las tentativas de desprendimiento de este núcleo depresivo básico ponen en
marcha un mecanismo regresivo, es decir, un volver 'hacia atrás' con el fin de
utilizar defensas que entonces fueron exitosas, lo que explica por qué en tales
tentativas se recurre a la instrumentación de defensas de la posición anterior,
es decir, de la posición esquizoparanoide. El proceso terapéutico (123-124),
precisamente, mediante la depresión iatrógena positiva, reconducirá al sujeto
desde la posición esquizoparanoide a la depresiva donde podrá lograr una
integración de su yo, de los objetos y del vínculo yo-objetos.
ENFERMO MENTAL
Sujeto al que se le ha adjudicado -y él ha asumido- el
rol de portador de la ansiedad y los conflictos de su grupo inmediato. En tal
sentido, es el portavoz, el símbolo y el depositario de los aspectos alienados
de la estructura social.
1. Caracterización.- El enfermo mental es "el portador de la
ansiedad y conflictos del grupo inmediato, es decir, del grupo familiar"
(37), "y es también, por ello, el símbolo y el depositario de los aspectos
alienados de su estructura social y portavoz de su inseguridad y su clima de
incertidumbre" (185).
Un miembro de la familia pasa a
constituírse en 'enfermo mental' no sólo cuando le es adjudicado ese rol por su
familia, sino además también cuando él mismo asume ese rol que le adjudican. La
adjudicación y la asunción de roles en relación con un determinado integrante
del grupo familiar tiene que ver con una característica de éste último: es el
miembro más débil, es decir, el que menos resistencia puede oponer a la
adjudicación de roles. Sería interesante, por lo demás, investigar por qué razones
un miembro del grupo es el más débil.
A modo de ejemplo, imaginemos
una familia donde el padre tiene dificultades económicas, y tiende a culpar a
su hijo por ello ya que "debe gastar en escuela, útiles, transporte y
maestra particular". La madre, por su lado, padece crisis histéricas, y
sostiene que "este hijo es el que me pone nerviosa". La hermana,
finalmente, acusa a su hermano de crearles a sus padres permanentes
dificultades. A todo esto, el hijo no puede defenderse, o lo hace débilmente,
hasta que finalmente asume el rol de enfermo haciéndose cargo de los malestares
de la familia (desde ya, aún cuando realmente no ocasione gastos, ni realmente
le haga la vida imposible a su madre).
El enfermo mental no surge de
la nada. "Cuando emerge una neurosis o una psicosis en el ámbito del grupo
familiar, descubrimos que previamente un grado determinado de inseguridad se ha
instalado en el seno de ese grupo, impotentizándolo. Esto significa
dinámicamente que un miembro del grupo familiar asume un rol nuevo, se
transforma en el portavoz y depositario de la ansiedad del grupo. Se hace cargo
de los aspectos patológicos de la situación en un proceso interaccional de
adjudicación y asunción de roles, que compromete tanto al depositario como a
los depositantes. El estereotipo se configura cuando la proyección de los
aspectos patológicos surgidos en esa situación de inseguridad es masiva. El
sujeto queda paralizado, fracasa en su intento de elaborar una ansiedad tan
intensa, y enferma... A partir de ese momento se completa el ciclo de
elaboración de un mecanismo de seguridad patológica, desencadenado por un
incremento de las tensiones, que consiste en la depositación masiva, con la
posterior segregación del depositario por la peligrosidad de los contenidos
depositados" (187). Además de depositario, el enfermo es un portavoz, en
cuanto es "el vehículo por el que comienza a manifestarse el proceso
implícito causante de la enfermedad" (186).
Pichon Rivière tiende a
concebir al enfermo mental como un depositario de la patología grupal, lo que
significa que lo que está enfermo, estrictamente hablando, no es la persona
sino el grupo o, más específicamente, los vínculos que en él se establecen. De
allí que la curación implica curar un vínculo, no una persona, para lo cual entonces
se requerirá la presencia de todos, es decir, la implementación de una terapia
grupal.
2. Relación con el terapeuta.- "El paciente está denunciando, es el
'alcahuete' de la subestructura de la cual él se ha hecho cargo, y que trae
como consecuencia el empleo de técnicas de marginalidad o segregación
(internación en hospital psiquiátrico) donde en un interjuego implícito... el
psiquiatra asume el rol de resistencia al cambio, es decir de la cronicidad del
paciente" (37-38). En oposición a esta actitud, "curarlo es
adjudicarle un rol nuevo, el de agente de cambio, y transformarnos nosotros
mismos también [como terapeutas] en elementos del cambio" (185).
EPISTEMOLOGIA CONVERGENTE
Postura según la cual las ciencias del hombre convergen
sobre un objeto único: el hombre en situación. Esta interciencia funcionaría
como una unidad operacional que permite el enriquecimiento de la comprensión de
dicho objeto de conocimiento.
1. Concepto.- Pichon Rivière destaca siempre la índole social y pluridimensional de
la estructura y sentido de la conducta, razón por la cual su indagación no
puede quedar circunscripta a una única disciplina.
En este contexto, la
epistemología convergente es una postura según la cual "las ciencias del
hombre conciernen a un objeto único: "el hombre en situación",
susceptible de un abordaje pluridimensional. Se trata de una interciencia, con
una metodología interdisciplinaria, la que funcionando como unidad operacional
permite un enriquecimiento de la comprensión del objeto de conocimiento y una
mutua realimentación de las técnicas de aproximación al mismo" (12).
Así, la psicología social que
postula Pichon Rivière apunta a una visión integradora del "hombre en
situación", ubicado en una determinada circunstancia histórica y social.
Tal visión se alcanza, entonces, "por una epistemología convergente, donde
todas las ciencias del hombre funcionan como una unidad operacional" la
que, como tal, aporta elementos para la construcción de un instrumento único
llamado ECRO (150).
La denominación 'epistemología',
utilizada por Pichon Rivière, obedece al hecho de que no se trata de una
postura frente a cierta realidad llamada 'hombre en situación', sino una
postura frente a las ciencias que estudian esa realidad. La epistemología se
define, en efecto, genéricamente, como el estudio del conocimiento científico.
ESCISION
Proceso hipotético que acontece originariamente en la
posición esquizo-paranoide, y en virtud del cual el yo y/o el objeto se separan
o dividen en una parte buena y una parte mala, lo que le permite al sujeto
emerger del caos y ordenar sus experiencias. Pichon Rivière retoma este
concepto en el marco de la teoría kleiniana, aplicándolo a los fenómenos
grupales y otorgándole un lugar en su teoría de la depresión básica. Sinónimos:
disociación, splitting.
1. Concepto.- En general y más allá de su sentido específico en psicología, la
palabra 'escisión' significa división, rompimiento, separación. Por ejemplo,
puede decirse que una asamblea se escindió en dos grupos antagónicos, o que una
célula madre se escindió en dos células hijas.
En el psicoanálisis kleiniano y
el pensamiento de Pichon Rivière el término adquiere un sentido específico: se
trata de un proceso que comienza en el transcurso de los seis primeros meses de
vida (posición esquizo-paranoide), y que consiste en una separación o división
del yo y/o del objeto parcial en una parte 'buena' y una parte 'mala'. Por
ejemplo: en términos kleinianos, el objeto parcial pecho se escinde en un pecho
bueno y uno malo.
La escisión tiene como
finalidad ordenar el universo del sujeto para lograr una discriminación de sus
percepciones y sus emociones. En efecto, la escisión o splitting "permite
al yo emerger del caos y ordenar sus experiencias. Está en la base de todo
pensamiento, si consideramos que la discriminación es una de las primeras
manifestaciones de este comportamiento del área 1 [mente]" (22).
Para organizar sus
experiencias, entonces, entabla sendas relaciones con lo que él vivencia como
dos objetos: "uno totalmente bueno, gratificante, al que ama y por el que
es amado, y otro totalmente malo, frustrante, peligroso y persecutorio, al que
odia y por el que se siente odiado. Esta escisión y relación del yo con dos
objetos de valencias opuestas se denomina 'divalencia' y es característica de
la posición esquizo-paranoide" (180-181).
La escisión del objeto en bueno
y malo es correlativa de la misma división a nivel yoico, es decir, se produce
también al mismo tiempo la escisión del yo en un Yo bueno y un Yo malo. Quedan
así configurados dos vínculos separados: por un lado el vínculo Yo bueno-Objeto
bueno, y por el otro lado el vínculo Yo malo-Objeto malo.
Para Pichon Rivière, la
escisión es un mecanismo necesario para la socialización del sujeto y para la
génesis del pensamiento. a) En cuanto a la socialización, "la división del
objeto total tiene como motivación impedir la destrucción total del objeto, que
al escindirse en bueno y malo configura las dos conductas primarias en relación
con amar y ser amado y odiar y ser odiado, es decir, dos conductas sociales que
determinan el comienzo del proceso de socialización en el niño que tiene un rol
y un status dentro de un grupo primario o familiar" (20); b) el mecanismo
de la escisión tiene también su importancia en la génesis del pensamiento: a
partir de sus experiencias de gratificación y frustración, el niño va
adquiriendo "la capacidad de discriminar entre varios tipos de
experiencias como primera manifestación de pensamiento, construyendo así una
primera escala de valores" (20).
Pero la escisión no es
solamente considerado como un mecanismo arcaico, es decir, como un mecanismo
típico de los seis primeros meses de vida, sino también, y particularmente en
el pensamiento de Pichon Rivière, como un mecanismo regresivo y como un
mecanismo grupal. En ambos casos, se trata de una reactivación de la escisión
como mecanismo arcaico.
2. Escisión y regresión.- En el contexto de su teoría de la depresión
básica (ver este artículo), la escisión y todos los otros mecanismos propios de
la posición esquizo-paranoide se reactivan regresivamente, se instalan dos
vínculos separados con un objeto bueno y con un objeto malo, configurándose así
las diversas patologías según la ubicación de esos objetos en las distintas
áreas: mente, cuerpo o mundo externo (23).
En este contexto es donde
aparece explícita la función defensiva que tiene la escisión. Indica Pichon
Rivière que "la función básica del yo en esta situación [regresiva] es la
'preservación de lo bueno y el control de lo malo', evitando la fusión de ambos
aspectos en un objeto total, lo que significaría la emergencia de la posición
depresiva, que es vivida por el sujeto como catastrófica" (122).
3. Escisión en los grupos.- El concepto de escisión permite explicar
también los fenómenos grupales, ya que los grupos también necesitan, al igual
que el bebé de la posición esquizo-paranoide, emerger del caos y organizar sus
experiencias perceptivas y emocionales ubicando en un 'lugar' el objeto bueno y
en otro 'lugar' distinto el objeto malo (proceso de discriminación). Por
ejemplo, el líder como objeto bueno y el chivo emisario como objeto malo.
En efecto, puede ocurrir que en
un grupo algún miembro, siguiendo el mecanismos de adjudicación y asunción de
roles, se haga depositario de los aspectos malos, negativos o atemorizantes del
grupo o de la tarea, y mediante un tácito acuerdo con el grupo asume el rol de
chivo emisario. Otro miembro, en cambio, y siempre siguiendo un plan de
adjudicación y asunción de roles, puede hacerse depositario de los aspectos
buenos o positivos del grupo, constituyéndose como líder. Decimos entonces que
se ha producido una disociación, a través de la cual el objeto bueno líder
puede ser preservado de los ataques del grupo, que entonces serán canalizados
hacia el objeto malo chivo emisario.
ESCLARECIMIENTO
Trabajo compartido que se realiza en el marco de la
técnica de los grupos operativos, cuya finalidad es el análisis de la situación
grupal en el 'aquí y ahora', a los efectos de abordar y resolver los miedos
básicos implicados en dicha situación, permitiendo al grupo avanzar hacia el
logro de sus objetivos.
1. Concepto.- El esclarecimiento es un trabajo compartido por todos los miembros del
grupo, tendiente a analizar y resolver los miedos básicos que le impiden
avanzar hacia el logro de sus objetivos.
Este esclarecimiento
"implica el análisis, en el 'aquí y ahora' de la situación grupal, de los
fenómenos de interacción, los procesos de adjudicación y asunción de roles, las
formas de la comunicación, en relación con las fantasías que generan esas
formas de interacción; los vínculos entre los integrantes, los modelos internos
que orientan la acción (grupo interno) y los objetivos y tarea prescripta del
mismo. Un paso importante en este proceso de esclarecimiento, de aprender a
pensar, es un trabajo orientado hacia la reducción del índice de ambigüedad
grupal por la resolución dialéctica de las contradicciones internas al grupo,
que toman la forma de dilema paralizando la tarea a través del enfrentamiento
entre individuos o subgrupos. La situación dilemática esteriliza el trabajo
grupal y opera como defensa ante la situación de cambio" (210-211).
El esclarecimiento "puede
ser súbito y pasajero o más o menos duradero (golpe de 'insight', o instante de
'insight' que puede ser también transitorio), o continuarse en un proceso de
elaboración" (136).
ESTRUCTURA
Conjunto de elementos que interactúan entre sí
constituyendo un sistema o unidad múltiple. Ejemplos de estructuras: el vínculo
y la conducta. La configuración de las estructuras, sean normales o
patológicas, está regida por los principios de policausalidad, pluralidad
fenoménica, continuidad genética y funcional, y movilidad de las estructuras
(175).
1. Concepto.- A partir de la lectura de los textos de Pichon Rivière es posible inferir
su idea de estructura como una unidad múltiple (175): 'múltiple' porque está
constituída por diversos elementos, y 'unidad' porque esos elementos no están
aislados ni son independientes, sino que existen entre ellos relaciones de
interacción e interdependencia (10) en virtud de las cuales se modifican
mutuamente.
Se citan algunos ejemplos de
estructura, como por ejemplo el vínculo (o estructura vincular) y la conducta.
Así, vínculo es definido en los términos de una estructura compleja de
interacción (28), y conducta como una estructura, como un sistema dialéctico en
permanente interacción (173).
2. Principios.- Las estructuras pueden ser normales o patológicas (ver Salud Mental y
Enfermedad Mental). Según Pichon Rivière, existen ciertos principios que
"rigen la configuración de una estructura" (18, 175), o "que
intervienen en su causación" (122), sea esta normal o patológica. Estos
principios constituyen tal vez las conceptualizaciones más teóricas y
abarcativas que podemos encontrar en el pensamiento de Pichon Rivière, por lo
que podríamos calificarlos como una suerte de 'metapsicología pichoniana' (así
como la metapsicología freudiana está constituída por los principios económico,
dinámico y tópico).
Respecto a cuáles son estos
principios, existen diferentes versiones que fueron apareciendo
cronológicamente a medida que Pichon Rivière desarrollaba su pensamiento. He
aquí una síntesis de esta evolución, según el texto "El proceso
grupal":
a) Primera versión (año 1965):
Se mencionan tres principios: policausalidad, pluralidad fenoménica, y
continuidad genética y funcional (122).
b) Segunda versión (año 1967):
Se amplía la cantidad de principios, y a los tres anteriores se agregan los
principios de movilidad de las estructuras, de rol, vínculo y portavoz, y de
situación triangular (18). Para los dos últimos, remitimos al lector a los
artículos Rol, Vínculo, Portavoz, y Edipo, Complejo de.
c) Tercera versión (año 1970):
Siete años antes de su fallecimiento, Pichon Rivière expone esta versión, que
es la que consideraremos en la presente Guía, y según la cual hay cuatro
principios: policausalidad, pluralidad fenoménica, continuidad genética y
funcional, y movilidad de las estructuras. Pichon Rivière considera necesario
además agregar tres nociones que permitirán comprender la configuración de una
estructura: rol, vínculo y portavoz (175). Para acceder a un mayor desarrollo
de los cuatro principios enunciados, remitimos al lector a los respectivos
artículos.
Principios
rectores de la configuración de una estructura
Principios
|
Policausalidad (factores constitucional, disposicional, actual)
|
Continuidad genética y funcional (teoría de la enfermedad única; depresión básica)
|
|
Pluralidad fenoménica (área 1 mente, área 2 cuerpo, área 3 mundo
externo)
|
|
Movilidad (estructuras instrumentales y situacionales)
|
|
Otros conceptos importantes
|
Rol, vínculo, portavoz
|
Letras F-L (hasta página 38 inc.)
FANTASIA INCONCIENTE
"Es el proyecto o la estrategia totalizante de una
acción sobre la base de una necesidad" (67). Las fantasías inconcientes,
en tal sentido, orientan la conducta de las personas, y siguen el modelo
primario del acontecer del grupo interno.
1. Concepto.- Las fantasías inconcientes intervienen ya tempranamente cuando el
niño, librado al medio extrauterino, estructurará sus vínculos positivos y
negativos sobre la base de sus experiencias de gratificación o de frustración
(180). Tales vínculos irán configurando su mundo interno, por internalización
de aquellos vínculos tempranos.
El grupo interno del paciente,
o sea la representación que éste tiene del grupo real que ha internalizado,
constituye a su vez la base de sus fantasías inconcientes en relación con su
familia (67), y es en base a dichas fantasías que la persona se comportará de
tal o cual manera con los demás, es decir, la fantasía es un proyecto de
acción. "Toda la vida mental inconciente, es decir, el dominio de la
'fantasía inconciente', debe ser considerado como la interacción entre objetos
internos ('grupo interno'), en permanente interrelación dialéctica con los
objetos del mundo exterior" (42).
Pichon Rivière se ha interesado
particularmente por las fantasías inconcientes en la dinámica grupal. Por
ejemplo, y en el caso de un grupo familiar en terapia, el enfermo es el
portavoz de sí mísmo y de las fantasías inconcientes del grupo, por lo que la
interpretación de sus denuncias requiere una dimensión vertical tanto como
horizontal (128).
"La estructura
interaccional del grupo no sólo permite sino que estimula la emergencia de
fantasías inconcientes... La fantasía inconciente, [es la] crónica del
acontecer intrasubjetivo del grupo interno del sujeto". Como tal, tiene
una estructura dramática (hay personas que interactúan entre sí de determinada
forma y no de otras). Este drama interno a su vez interactuará con el drama o
crónica del grupo externo, permitiendo que emergan ciertas conductas y queden
excluídas otras (194).
Así, la tarea, el grupo, y el
contexto donde ambos se relacionan constituye una ecuación en la cual emergen
fantasías inconcientes, que siguen el modelo primario del acontecer del grupo
interno. "Entre estas fantasías algunas pueden funcionar como obstáculo en
el abordaje del objeto de conocimiento y distorsionantes en la lectura de la
realidad, mientras que otras actúan como incentivo del trabajo grupal. El
enfrentamiento de ambos tipos de fantasías inconcientes proyectadas en el grupo
producirán las situaciones de conflicto características de la tarea grupal. El
esclarecimiento de dichas fantasías inconcientes, así como la resolución
dialéctica del dilema que dio origen al conflicto, constituyen la tarea latente
[implícita] del grupo" (143).
GRUPO
Conjunto restringido de personas ligadas entre sí por
constantes espacio-temporales y articuladas por su mutua representación interna,
que se propone explícita o implícitamente realizar una tarea que constituye su
finalidad (142, 152, 187-8, 209). El grupo es una unidad básica de interacción
y de sostén de la estructura social (152).
1. Concepto.- El término 'grupo' puede hacer referencia a un fenómeno, es decir, a una
realidad tal y como se nos presenta (grupo como objeto empírico), o puede hacer
referencia a una construcción conceptual (grupo como objeto teórico). El grupo
como objeto teórico es un constructo que permite explicar -y aún predecir- los
fenómenos grupales, y servir como marco de referencia para operar en ellos.
Los grupos como objetos
empíricos son por ejemplo una familia, un equipo de trabajo, un grupo de
estudio, etc., mientras que ejemplos de grupos como objetos teóricos son la
conceptualización de grupo de Kurt Lewin, la de Wilfred Bion, la de Didier
Anzieu o la de Pichon Rivière.
Desde éste último, un grupo
puede definirse a partir de una serie de elementos constitutivos que, si se
constatan en la realidad, configurarán una situación grupal. Entre estos
elementos, Pichon Rivière enumera a veces la cantidad de integrantes, la
organización espacio-temporal, la mutua representación interna y la tarea
(209), y en otras ocasiones se refiere a una estructura, una función, una
cohesión y una finalidad (152). Examinemos brevemente todos estos elementos
constitutivos incluídos en ambas versiones que, por otra parte, son
perfectamente conciliables.
a) Cantidad de integrantes.- La
denominación de grupo se aplica a un conjunto restringido de personas, pero no
suele haber una especificación numérica en la que los diversos autores
coincidan. En general, se considera un mínimo de 2 o 3 personas, y un máximo de
15 o 20. Pichon Rivière trabajó en una ocasión, por ejemplo, con varios grupos,
donde el promedio era de 9 integrantes (109). Así, no son considerados grupos
una muchedumbre, una organización relativamente grande, o una clase social. La
cantidad restringida de personas proviene de la necesidad de considerar que en
un grupo todos deben conocerse 'cara a cara' e interactuar directamente entre
sí. Este tipo de grupos constituyen unidades de interacción social, y como
tales son objeto de investigación para la psicología social.
b) Constancia
espacio-temporal.- Para que un conjunto de personas sean un grupo deben
reunirse en lugares y en momentos más o menos constantes. Por ejemplo, un grupo
terapéutico se reúne en el consultorio del profesional (lugar o coordenada
espacial), y en determinados días y horarios (momentos o coordenada temporal).
c) Mutua representación
interna.- Un grupo "es un conjunto de personas articuladas por su mutua
representación interna" (189). Cada miembro proyecta su grupo interno
sobre los demás miembros, con lo que las diferentes representaciones internas del
grupo y los miembros que las sustentan se articulan entre sí constituyendo la
unidad grupal.
d) Tarea y finalidad.- La tarea
son los medios para que el grupo alcance su finalidad. Un grupo tiene siempre,
por definición, una finalidad, y ejecuta o puede ejecutar ciertas acciones para
alcanzarla (tarea). La tarea, sentido del grupo, "es la marcha del grupo
hacia su objetivo, es un hacerse y un hacer dialéctico hacia una finalidad, es
una praxis y una trayectoria" (189). Ver también Tarea.
Respecto de la finalidad, los
conjuntos sociales se organizan en unidades para alcanzar mayor seguridad y
productividad (152, 209); pero más allá de estos objetivos universales, hay
objetivos más específicos que dependerán del momento de la evolución del grupo
(defenderse de las ansiedades básicas, encarar una tarea productiva, plantear
un proyecto, etc.), y del tipo de grupo considerado (cuidar y formar hijos,
curar una enfermedad, reflexionar sobre el propio grupo, etc.).
Puede resultar importante
aclarar la diferencia entre una finalidad 'en' común, y una finalidad común,
siendo esto último una característica netamente grupal. Ejemplos: varias
personas haciendo una cola en un banco, o varias personas subiendo en el mismo
ascensor tienen una finalidad 'en' común: todas quieren hacer un trámite
bancario, o todas quieren subir a algún piso. Sin embargo, no tienen una
finalidad común porque no se han organizado como grupo para lograr esos
objetivos.
Supongamos ahora que ocurre un
accidente, y el ascensor queda detenido e incomunicado entre dos pisos. La
finalidad inmediata ahora es salir de tan incómoda situación, para lo cual
probablemente los pasajeros se organizarán de modo de pasar de una finalidad
'en' común a una finalidad común: se constituirán como grupo con su correspondiente
líder, su portavoz, su chivo emisario, etc., porque comprenderán que cada uno
independientemente no puede resolver el problema. Tal vez cuando haya pasado el
problema el grupo se disuelva, o tal vez no, lo que no impide que en ese
momento haya funcionado como un grupo, ya que éste puede también ser espontáneo
y efímero.
e) Estructura, función
cohesión.- Señala Pichon Rivière que "la estructura y función de un grupo
cualquiera, sea cual fuere su campo de acción, están dadas por el interjuego de
mecanismos de asunción y adjudicación de roles. Estos representan modelos de
conductas correspondientes a la posición de los individuos en esa red de
interacciones, y están ligados a las expectativas propias y a las de los otros
miembros del grupo. El rol y su nivel, el status, se ligan a los derechos,
deberes e ideologías que contribuyen a la cohesión de esta unidad grupal"
(152).
2. Clasificación.- A lo largo de los textos de Pichon Rivière se plantean diferentes
criterios para clasificar a los grupos.
a) Grupo externo y grupo
interno.- Mientras el grupo externo (por ejemplo la familia tal y como existe
como grupo natural) corresponde a la realidad exterior, el grupo interno
corresponde a una realidad intrapsíquica (la familia tal y como fue
internalizada por cada uno de sus integrantes). Ver también Mundo Interno.
Pichon Rivière define grupo
interno como un "conjunto de relaciones internalizadas en permanente
interacción y sufriendo la actividad de mecanismos o técnicas defensivas, con
sus relaciones, contenido de la fantasía inconciente" (42). Al plantear
esta idea de grupo interno, Pichon Rivière se inspiró en S. Freud, cuando
señalaba en "Psicología de las masas y análisis del yo" que todos los
efectos recíprocos desarrollados entre el objeto y el yo total, conforme lo
revela la teoría de las neurosis, se reproducen luego dentro del yo (42).
b) Grupo homogéneo y grupo
heterogéneo.- Los grupos externos pueden ser homogéneos o heterogéneos, según
el grado de diversidad existente entre los miembros en cuanto a edad,
actividad, formación, sexo, etc. (208). Por ejemplo, en cuanto a la actividad
de sus miembros, un grupo heterogéneo incluye psiquiatras, psicólogos,
sociólogos, economistas, etc. (86).
Uno de los dos niveles de la
interdisciplinariedad se funda precisamente en la mayor heterogeneidad de los
grupos, cualidad deseable en tanto el grupo adquiere mayor productividad. En
efecto, una de las leyes básicas de la técnica de 'grupos operativos' es
aquella que dice que "a mayor heterogeneidad de los miembros y mayor
homogeneidad en la tarea, mayor productividad" (151). En general, en todos
los grupos se observa una diferenciación progresiva (heterogeneidad adquirida)
en la medida en que aumenta la homogeneidad en la tarea (118).
c) Intragrupo y extragrupo.- El
intragrupo, o grupo propiamente dicho, es el grupo al cual pertenece una
persona, es decir es su grupo de pertenencia, mientras que el extragrupo es
cualquier otro grupo diferente que entre en relación con el primero. El
intragrupo 'somos nosotros', mientras que el extragrupo 'son ellos'.
El intragrupo puede adoptar
hacia otros grupos (exogrupos) actitudes de antagonismo u hostilidad, pero
también actitudes amistosas. Cuando un grupo cambia su actitud haciéndose por
ejemplo, amistoso, puede tomar como marco de referencia a los otros grupos para
comparar sus propias situaciones internas. Se dice entonces que el exogrupo
actúa como grupo de referencia del primero. Como resultado del proceso, el
intragrupo adopta características del exogrupo asemejándose más a éste y
emulándolo mediante complicados procesos de identificación, lo que por ejemplo
se manifiesta a través de expresiones de deseos de ingresar al grupo de
referencia que se ha tomado como modelo (115).
Algunos miembros de un grupo
pueden conformar un sub-grupo que se orienta hacia un exogrupo. "La
existencia de subgrupos es natural en toda situación grupal, pero en ciertos
casos estos subgrupos adquieren características más estables, más rígidas, con
una tendencia a estereotipar la dirección de la comunicación".
"Resulta frecuente
observar, en ciertos núcleos familiares, miembros con una tendencia al
aislamiento o a la inclusión en otro grupo, que progresivamente va adquiriendo
una cierta autonomía, una pertenencia a un extragrupo o grupo de referencia".
"En la medida en que
desplazan su pertenencia desde el grupo primario al grupo de referencia,
transfieren también su cooperación y su pertinencia. El grupo primario se
mantiene en la medida en que otros integrantes puedan asumir el rol del
ausente, ya que los roles pueden ser complementarios o suplementarios"
(71).
d) Grupo de enseñanza, grupo de
aprendizaje, grupo de psicoterapia.- Según el propósito perseguido por los
grupos, estos pueden oscilar desde los grupos de enseñanza en un extremo, hasta
los grupos de psicoterapia en el otro, constituyendo los grupos de aprendizaje
una situación intermedia entre ambos (94).
Como su nombre lo indica, un
grupo de enseñanza es aquel cuyo fin principal es enseñar y aprender un
determinado objeto de estudio. En ellos "se desarrolla una amplia
comunicación intelectual y afectiva entre los docentes y alumnos" (94).
En el otro extremo, los grupos
de psicoterapia, o grupos terapéuticos, tienen como finalidad estricta la
curación de la enfermedad del grupo, consistiendo aquí la tarea en la
resolución del común denominador de la ansiedad del grupo que adquiere en cada
miembro características particulares (118).
El grupo de aprendizaje, al ser
un caso intermedio entre los anteriores, tiene algo de ambos: por un lado tiene
un objetivo terapéutico orientado hacia la elaboración de las ansiedades
básicas, pero al mismo tiempo ese objetivo está en función de 'despejar' o
limpiar el campo para poder enseñarse y aprenderse el objeto de estudio, lo
cual está más relacionado con el grupo de enseñanza. Por ejemplo, si se trata
de un grupo de aprendizaje de psiquiatría, (86, 118), la tarea consiste en la
resolución de las ansiedades ligadas al aprendizaje de esa disciplina y en la
facilitación para asimilar una información operativa en cada caso. "De
esta manera conciden el aprendizaje, la comunicación, el esclarecimiento y la
resolución de la tarea, con la curación del grupo" (86).
"Puede observarse en estos
grupos que el temor a la locura, reconocido por todos los autores como una de
las fuentes más importantes de la resistencia en el aprendizaje de la
psiquiatría, toma un sesgo específico. Aparece como un temor estrictamente
fóbico en que se mezclan ansiedades paranoides y depresivas frente al objeto de
conocimiento. Los alumnos perciben en forma muy clara y dramática que el
aprendizaje significa, en el fondo, identificarse con el objeto de
conocimiento, penetrar literalmente en él. Las ansiedades paranoides aparecen
como fantasías de quedar encerrado dentro del objeto, de neta connotación claustrofóbica,
acompañadas de temores hipocondríacos a la contaminación y el contagio. El
análisis precoz y sistemático de estas ansiedades específicas acorta el camino
y hace posible el logro de la finalidad propuesta, la limpieza del campo
operacional del aprendizaje. Como es lógico suponer, estos conflictos aparecen
con mayor intensidad en los futuros psiquiatras, en quienes, de no ser
oportunamente resueltos, terminan por crear una verdadera fobia al enfermo que
se resuelve en un constante eludirlo y en una técnica de tratarlo a distancia,
'por delegación'" (94-95).
Aunque la clasificación
precedente en grupos de enseñanza, de psicoterapia y de aprendizaje es
mencionada por Pichon Rivière en el marco de su discusión sobre la aplicación
de la psicoterapia de grupo en la enseñanza de la psiquiatría, aquella puede
también aplicarse a lo que Pichon Rivière llama en general 'grupos
industriales': un equipo de fútbol, un grupo que estudia arte, etc. (118).
e) Grupo epileptoide, grupo
esquizoide y tipos intermedios.- Es un tipología de grupos específicamente
familiares, citada por Pichon Rivière y planteada originalmente por Mme.
Minkowska. Los grupos epileptoides muestran una tendencia a la aglutinación de
sus miembros, mientras que los grupos esquizoides se caracterizan por una
tendencia hacia la disolución y la dispersión, siendo el grupo hipocondríaco
una estructura intermedia. Para mayor información, Ver Grupo Familiar.
f) Otras clasificaciones.-
Pichon Rivière menciona otras tipologías, refiriéndose, por ejemplo, a grupos
primarios y grupos secundarios, grupos horizontales y grupos verticales, etc.
(86, 118). La familia es el ejemplo típico de grupo primario. Los grupos
horizontales son aquellos donde sus miembros participan activamente y toman
parte en las decisiones, no así los grupos verticales, donde un miembro se
impone a los demás 'verticalmente'. La diferencia entre grupos horizontales y
verticales es comparable a la establecida por Lewin, cuando distingue grupos
democráticos y autoritarios.
Tipos
de grupos
Grupo interno |
|
Grupo externo
|
Homogéneo
Heterogéneo
|
Intragrupo
Extragrupo
|
|
De enseñanza
De aprendizaje
De psicoterapia
|
|
Epileptoide
Esquizoide
Hipocondríaco, etc.
|
|
Primario
Secundario
|
|
Horizontal
Vertical
|
GRUPO CONSPIRADOR
Forma de organización y funcionamiento grupal cuyo fin es
oponerse a los cambios. La conspiración es una situación constante y latente en
todo grupo social, y suele manifestarse por ejemplo en la pretarea, o primer
momento grupal (129).
1. Concepto.- Un primer momento grupal, donde el grupo entra en una pretarea, suele
estar configurado sobre la base de una conspiración para oponerse a los cambios
y dirigido por un líder saboteador, inmovilizando aún más la estructura
preexistente.
En efecto, a veces lo que
"el portavoz expresa representa es la resistencia al cambio. El grupo se
organiza para estereotiparse, como defensa ante la ansiedad que produce ese
cambio, porque significa enfrentarse con ansiedades psicóticas que son vividas
como más graves que las que se manifiestan en su sintomatología. Entonces el
grupo se estructura como 'grupo conspirador' para oponerse al cambio, ya que
éste es vivenciado como un "enloquecer", con un aumento de desamparo,
de inseguridad e incertidumbre grupal". Por su falta de seguridad interna
el grupo se aglutina intensamente, y adquiere una pertenencia y una agresividad
mayor que la normal, a punto tal que se torna peligroso desde el punto de vista
social.
La conspiración es una
situación constante y latente en todo grupo social y tiende a desplazar al
coordinador en su doble condición de agente de cambio y chivo emisario. Cuando
esta conspiración se elabora, el grupo, en el aquí y ahora de la tarea, es un
grupo débil (128-129).
GRUPO FAMILIAR
Conjunto de personas ligadas entre sí por constantes
espacio-temporales y vínculos de parentesco, y articuladas por su mutua
representación interna, que se propone explícita o implícitamente realizar una
tarea que constituye su finalidad (187-8). La familia es la unidad primaria de interacción
y sostén de la estructura social (186), y puede analizarse desde los puntos de
vista psicosocial, sociodinámico e institucional (58).
1. Concepto.- La familia se define de la misma manera que grupo, sólo que deben
agregarse a las constantes de espacio y tiempo, los vínculos de parentesco
(188).
La familia "es el sostén
de la organización social, unidad primaria de interacción que se establece
sobre la base de un interjuego de roles diferenciados. Su carácter de
estructura surge de la necesaria interdependencia de los roles correspondientes
a la situación triangular básica, padre, madre e hijo, emergentes de las
relaciones y diferencias funcionales y biológicas. Esta situación triangular
básica y universal, con sus posibles variantes culturales, determina el modelo
que seguirán las interrelaciones familiares" (186).
"Cómo unidad básica de
interacción, la familia aparece como el instrumento socializador, en cuyo
ámbito el sujeto adquiere su identidad, su posición individual dentro de la red
interaccional. La 'funcionalidad' y la 'movilidad' de dicha posición señalarán
el grado y naturaleza de adaptación a ese contexto grupal, del que cada sujeto
es 'portavoz'" (186).
Así, "la tarea del grupo
familiar es la socialización del sujeto, proveyéndole de un marco y un
basamento adecuados para lograr una adaptación activa a la realidad en la que
se modifica él y modifica al medio en un permanente interjuego dialéctico"
(188). Además, como estructura social básica, la familia es el modelo natural
de toda situación grupal (59, 152).
El mencionado carácter
estructural del grupo familiar nos permite abordarlo también como unidad de
análisis para el abordaje de la enfermedad mental, en el sentido de que podemos
aproximarnos a él encarándolo como unidad diagnóstica, pronóstica, terapéutica
y de profilaxis. En efecto, los aportes de la teoría guestáltica, las
investigaciones de K. Lewin y las investigaciones del mismo Pichon Rivière
permiten considerar a la enfermedad mental, no como la enfermedad de un sujeto
sino como la del grupo familiar, desempeñando el enfermo el rol de portavoz
(59, 186).
Así, el principio general que
considera Pichon Rivière es el que "todo sujeto que enferma psíquicamente
es porque ha asumido un rol particular, y en cierta medida operativo, dentro
del grupo familiar, al transformarse en el 'portavoz' y 'depositario de la
ansiedad' del grupo. De esta manera, al adjudicarle el grupo familiar ese rol y
asumirlo él, se consigue un efecto que puede expresarse como superación de la
situación de caos subyacente" (53).
"Creada la situación de
'estereotipo' funcionan también 'los mecanismos de segregación', de expulsión o
alienación del paciente. Si esto se produce, el grupo cambia su forma y se
estereotipa en el sentido de no admitir más al miembro segregado. El
'pronóstico' de la enfermedad de éste está principalmente en relación con la
receptividad o no receptividad del grupo. Este suele organizarse para mantener
fuera al paciente, realizando a veces verdaderos sacrificios con tal que se
mantenga la segregación" (53-54). La forma de encarar una tarea correctora
de esta situación es a través del empleo de la técnica del grupo operativo.
2. Familia y grupo operativo.- La técnica del grupo operativo puede ser
aplicada a los grupos primarios, tales como el grupo familiar, en cuyo caso la
tarea consiste en curar a alguno de sus miembros. "La familia se organiza,
mejor dicho se reorganiza poco a poco, con las características de un grupo
operativo contra la ansiedad del grupo acaparada por su portavoz (el enfermo).
Los roles se redistribuyen, adquieren características de liderazgos
funcionales; los mecanismos de segregación que alienan al paciente disminuyen
progresivamente; la ansiedad es redistribuída y cada uno se hace cargo de una
cantidad determinada. Así, el grupo familiar se transforma en una empresa y el
negocio que realiza es la curación de la ansiedad del grupo a través de uno de
sus miembros. La envidia intra e intergrupal disminuye, observándose como
cambio de buen pronóstico la aparición de reacciones de gratitud de ambos
campos" (119).
En suma, "el grupo es
transformado, a través de la 'tarea' psicoterapéutica en un verdadero grupo
operativo donde, en base a esclarecimientos progresivos, hay un reajuste en los
roles, una mayor 'heterogeneidad' en sus miembros y una mayor 'homogeneidad' en
la tarea".
"Las técnicas empleadas
por el coordinador o terapeuta del grupo consisten en crear, mantener y
fomentar la comunicación, que va adquiriendo un desarrollo progresivo en forma
de 'espiral'. De esta manera el grupo aprende, se comunica, opera y se alivia
de la ansiedad básica".
"El esclarecimiento
familiar que sucede a veces en forma de "revelaciones" tiende a
disminuír progresivamente el 'malentendido básico' existente en el grupo. Los
sistemas referenciales, las ideologías, comienzan a tener una importancia
particular en este análisis grupal; la reducción del 'índice de ambigüedad',
debido a la resolución de contradicciones intragrupales ('análisis
dialéctico'), constituye una de las tareas principales del grupo. El 'esquema
de referencia' del grupo se realimenta ahora, se mantiene flexible, es decir,
no estereotipado. La situación de rigidez o estereotipia de la conducta grupal
enferma constituye el punto de ataque principal: allí se centra la tarea. El grado
de estereotipia logrado por el grupo, después de la eclosión de una psicosis en
su seno, configura el monto de resistencia al esclarecimiento y a la
curación" (53-54).
"En el proceso corrector
de un grupo familiar, sean cuales fueren las características que éste presente
(epileptoide, esquizoide, hipocondríaco) la operación se centrará en el
abordaje del núcleo depresivo básico patogenético, del que todas las otras
estructuras patológicas resultan intentos fallidos de elaboración" (74).
3. Niveles de análisis.- Pichon Rivière cita a Kretch y Crutchfield, de
quienes toma la idea de que la familia, como grupo primario, puede ser
analizada en tres niveles diferentes (análisis polidimensional): los puntos de
vista psicosocial, sociodinámico y institucional.
a) Desde el punto de vista
psicológico o psicosocial, "los problemas típicos a estudiarse serían los
siguientes: la conducta del individuo en función de su propio medio familiar,
las reacciones de agresión y sometimiento en relación con diferentes tipos de
autoridad familiar, el impacto que le significa el ingreso de nuevos miembros
en la familia, sus creencias y actitudes como resultado de la educación y
experiencias familiares. Los problemas de este tipo deben ser investigados
estudiando el campo psicológico del individuo, vale decir, aclarando las
nociones e ideas sobre su familia en conjunto y sobre cada miembro en
particular (grupo interno)" (58).
b) Desde el punto de vista de
la dinámica de grupo o sociodinámico. Aquí, "se investigan los problemas
concernientes a determinadas familias según determinadas circunstancias.
Ejemplo: peligros exteriores que amenazan la felicidad de la familia, muerte o
admisión de nuevos miembros en la familia que acarrean cambios en las
relaciones de autoridad, prestigio, etc. Desde este punto de vista es
importante medir los 'índices de rigidez o de maleabilidad' del grupo
familiar" (58).
c) Desde el punto de vista
institucional, "los problemas típicos son los de la estructura de la
familia en las diversas clases sociales (medio urbano, rural, clases
adineradas, pobres); las transformaciones de la institución familiar debidas a
crisis económicas, guerras, cambios de costumbres".
"El estudio de estos
problemas se basa en la búsqueda de correlaciones entre los índices de la estructura
de la familia y de la fuerza del patrimonio familiar por una parte, y los
diversos índices de la situación económica, medio geográfico, matrimonios,
nacimientos, etc., por otra. Estos tres niveles se complementan y están en una
relación de dependencia recíproca, siendo imposible interpretar los datos
recogidos en un nivel sin apelar a aquellos que se han obtenido en los
otros" (58).
4. Tipología.- Pichon Rivière toma como base una tipología familiar establecida por
Mme. Mincowska, cuyas investigaciones permiten diferenciar en un extremo las
familias epileptoides, en el otro las familias esquizoides, y entre ambas, una
serie de situaciones intermedias entre las que figura la familia hipocondríaca.
Esta clasificación se basa en los diferentes grados de aglutinación, dispersión
y disolución de los vínculos intergrupales que es posible observar en los
grupos familiares.
a) Familia epileptoide.- La
tendencia a la aglutinación aparece como predominante. La familia del tipo
epileptoide "elude el desplazamiento, está apegada a la tierra, sus
integrantes no emigran o, si se impone el abandono del lugar natal, lo hace el
grupo en su totalidad. La estructura familiar es cerrada, rígida, acepta con
mucha dificultad el ingreso de un nuevo integrante, el que es ubicado siempre
en un status inferior. (En las familias rurales de tipo epileptoide el yerno o
la nuera desempeñan siempre las tareas más duras). Los roles son fijos,
estereotipados".
"En las situaciones de
duelo se hace más notoria la viscosidad del grupo epileptoide: ante la pérdida
parecieran aglutinarse con mayor intensidad, y hasta plásticamente es más
perceptible este proceso ya que el luto en una familia epileptoide parece más
negro y los rituales funerarios más parsimoniosos y lentificados".
"En las fiestas, la
familia epileptoide muestra una excitación contrastante con su viscosidad
habitual. El epiléptico presenta un umbral bajo de reacción ante el alcohol
(alcoholismo patológico). El estallido de un conflicto, con características de
violencia súbita y desproporcionada, es un rasgo habitual en las fiestas de las
familias epileptoides. En estas situaciones no es raro que el conflicto culmine
en un crimen. Estudiando las características de dicho conflicto, observamos que
tiene una historia dentro del grupo, historia que, al ser reactivada por algún
factor desencadenante, determina el estallido" (73).
"En un grupo que presenta
rasgos epileptoides, la labor terapéutica tenderá a promover la discriminación,
la toma de una distancia óptima, el esclarecimiento de los malos entendidos y
la ruptura de un esterotipo viscoso, según el cual cada integrante es para el
otro su propiedad privada" (74).
b) Familia esquizoide.- Al
revés que en las familias epileptoides, estas familias presentan una tendencia
a la disociación progresiva de los vínculos y a la dispersión (72). La unidad
familiar "es escasa, casi nula. Sus integrantes emigran frecuentemente,
rompen la comunicación y desconocen la nostalgia. El arquetipo o modelo de
conducta es el pionero, el aventurero, que pierde contacto con su familia, que
no escribe. Esto se debe, en realidad, a la intensidad de la internalización,
que le permite mantener un diálogo con sus objetos internos, experimentando así
una cercanía interior que le impide vivenciar su soledad" (73).
"Al encararse el
tratamiento de un grupo familiar con rasgos esquizoides, se apuntará
particularmente al establecimiento de una eficaz red de comunicación, para
lograr una mayor integración" (74).
c) Familia hipocondríaca.-
Posee características "relativamente similares al grupo epileptoide en
cuanto a la viscosidad. El personaje central de este grupo, en torno del cual
se estructura la red de comunicación, es la enfermedad. Los integrantes
establecen entre sí vinculos de características particulares, dándose una
codificación en términos de órganos".
"Resulta importante
señalar las posibilidades de contaminación que ofrecen estos grupos familiares
hipocondríacos, en el sentido de que por su frecuentación pueden reactivar
núcleos hipocondríacos latentes en todos nosotros, núcleos que tienen su origen
en una posición no esclarecida ante la propia muerte" (73-74).
GRUPO OPERATIVO
Técnica creada por Pichon Rivière y su equipo, y que se
caracteriza por estar centrada en una tarea explícita (aprendizaje, creación,
curación, etc.), bajo la cual subyace otra tarea implícita que también ha de
ser explicitada y que apunta a la ruptura de pautas estereotipadas mediante la
elaboración de las ansiedades básicas, las que implican un obstáculo frente a
toda situación de progreso o cambio (152-153). El término también suele
designar el grupo donde se aplica dicha técnica.
1. Concepto.- Pichon Rivière utiliza la expresión 'grupo operativo' en dos sentidos:
como el grupo en el cual se aplica la denominada 'técnica operativa', o como la
técnica misma, por ejemplo, cuando se hace referencia a la 'técnica del grupo
operativo'.
Considerada como técnica, ella
"se caracteriza por estar centrada en forma explícita en una tarea que
puede ser el aprendizaje, la curación (en este sentido abarca los grupos
terapéuticos), el diagnóstico de las dificultades de una organización laboral,
la creación publicitaria, etc. Bajo esta tarea explícita subyace otra implícita
que apunta a la ruptura, a través del esclarecimiento, de las pautas estereotipadas
que dificultan el aprendizaje y la comunicación, significando un obstáculo
frente a toda situación de progreso o cambio".
"La tarea consiste
entonces en la elaboración de dos ansiedades básicas, 'miedo a la pérdida'
(ansiedad depresiva) de las estructuras existentes y 'miedo al ataque'
(ansiedad paranoide) en la nueva situación, proveniendo esta última de nuevas
estructuras en las que el sujeto se siente inseguro por carencia de
instrumentación. Estas dos ansiedades, coexistentes y cooperantes, configuran
la situación básica de 'resistencia al cambio' que debe ser superada, en el
grupo operativo, en un acontecer grupal donde se cumplen los tres momentos
dialécticos de tesis, antítesis y síntesis, por un proceso de esclarecimiento
que va de lo explícito a lo implícito" (152-153).
En suma, "las finalidades
y propósitos de los grupos operativos pueden resumirse diciendo que su
actividad está centrada en la movilización de estructuras, estereotipadas a
causa del monto de ansiedad que despierta todo cambio.... En el grupo
operativo, el esclarecimiento, la comunicación, el aprendizaje y la resolución
de tareas coinciden con la curación, creándose así un nuevo esquema
referencial" (120).
Considerado como grupo, el
grupo operativo está constituído por (153): a) un coordinador, que ayuda a los
miembros a pensar abordando el obstáculo epistemológico configurado por las
ansiedades básicas. Utiliza como instrumentos el señalamiento de las
situaciones manifiestas y la interpretación de la causalidad subyacente; b) un
observador, por lo general no participante, cuya función es recoger todo el
material expresado verbal y preverbalmente en el grupo, con el fin de
realimentar al coordinador en un reajuste de las técnicas de conducción; c) el
resto de los integrantes del grupo.
El empleo de la técnica del
grupo operativo encuentra su fundamento en el hecho de que "las ciencias
sociales han centrado su interés en los últimos años en los grupos restringidos
o cara o cara, que, en su carácter de unidad básica de interacción y sostén de
la estructura social, se convierten también en unidad básica de trabajo e
investigación" (152, 209).
A su vez, el fundamento teórico
que sustenta la aplicación de la técnica operativa es la teoría de la
enfermedad única, que deriva de una situación patogenética básica responsable
de las pautas estereotipadas de conducta y del estancamiento en el proceso de
aprendizaje de la realidad (155). Ver Enfermedad Unica, Teoría.
2. Momentos.- Pichon Rivière describe de diversas maneras los momentos o etapas por
lo que atraviesa el grupo como consecuencia de la aplicación de la técnica
operativa. Por ejemplo:
a) Desde el punto de vista
dialéctico, habla de tres momentos: tesis, antítesis y síntesis, buscando con
ello poner de relieve que la técnica operativa implica el enfrentamiento y
resolución de contradicciones (153). Ver Contradicción.
b) Desde el punto de vista de
la unidad de trabajo que permite la tarea de esclarecimiento, podemos reconocer
tres etapas: el existente, la interpretación y el emergente. El existente es el
material aportado por el grupo a través de un miembro cualquiera que oficia,
entonces, como portavoz. Ese material es interpretado por el coordinador del
grupo y, como respuesta a esa interpretación, surge un nuevo emergente, conducta
nacida de la organización de distintos elementos como acontecimiento sintético
y creador (130, 153). Cabe aclarar que, fuera de este contexto, Pichon Rivière
utiliza también la expresión 'emergente' para referirse a la enfermedad como
conducta desviada, en cuyo caso el emergente pasa a ser el 'existente' que
requerirá una interpretación (186).
c) Desde el punto de vista de
lo que sucede en cada sesión grupal, hay tres etapas cronológicas: apertura,
desarrollo, y cierre. "Los emergentes de apertura deben ser cuidadosamente
registrados por el observador y el coordinador, ya que todo ese material va a
ser retrabajado durante la sesión, y es dable observar cómo reaparece, ya
modificado, en el momento del cierre" (159).
d) Desde el punto de vista del
trabajo grupal, es posible distinguir tres instancias: pretarea, tarea y
proyecto. La pretarea es una primera etapa eminentemente defensiva, donde el
grupo se resiste al cambio y posterga la elaboración de las ansiedades básicas
que lo paralizan. La tarea, eminentemente productiva, implica un abordaje de la
situación anterior mediante una elaboración que rompa la pauta estereotipada
que estanca el aprendizaje y reduzca las ansiedades básicas a un nivel no sólo
tolerable, sino también óptimo para el pleno funcionamiento productivo del
grupo. Se trata de una tarea implícita pero que, en este momento, se hace
explícita. El proyecto, finalmente, surge cuando los miembros logran una
pertenencia al grupo, pudiendo éste plantearse objetivos que van más allá del
aquí y ahora, y trazando una estrategia para alcanzarlos.
El esquema adjunto permite
visualizar el proceso de la técnica operativa, que comienza cuando nace un
grupo a partir de un mero agregado y de dos organizadores grupales básicos: una
tarea explícita para cumplir, y una mutua representación interna de sus
integrantes. La situación así configurada genera ansiedades depresivas y
paranoides, frente a las cuales el grupo monta defensas (pretarea). Se inicia
aquí la técnica operativa propiamente dicha, es decir, se aborda una tarea
implícita que, al tornarse explícita, reduce las ansiedades a un nivel óptimo y
puede entonces, a partir de allí, iniciarse la tarea explícita propiamente
dicha para la cual el grupo se había formado originalmente. Cumplida esta
tarea, el grupo elabora un proyecto, en el nivel explícito, y la pérdida de la
situación anterior en el nivel implícito. A partir de aquí el grupo podrá
seguir adelante como tal con una nueva tarea por delante, o se disolverá
formando un agregado. Los ex-miembros del agregado se incoporarán a nuevos
grupos y el proceso vuelve a comenzar. Conviene aclarar que pretarea, tarea y
proyecto no son momentos unidireecionales sino dialécticos: en la historia del
grupo, varias veces serán recorridos esas etapas, en un ir y venir permanente.
Evolución
del grupo aplicando la técnica operativa
Agregado
|
i
|
Grupo
|
i
|
Ansiedades
intolerables
|
i
|
Pretarea
(defensas)
|
i
|
Tarea implícita
|
i
|
Ansiedades
tolerables
|
i
|
Tarea explícita
|
i
|
Proyecto
|
El proceso descripto puede ocurrir
en forma espontánea, sin necesidad de aplicarse deliberadamente la técnica del
grupo operativo. Esta última se aplica para que "la interacción pueda ser
regulada para potencializarla, para hacerla eficaz en vista a su objetivo...,
naciendo así la técnica operativa que apunta a planificar e instrumentar la
acción grupal" (209-210).
3. Diferencia con otras técnicas.- Pichon Rivière diferencia su técnica operativa
de otras como la técnica psicoanalítica individual y la técnica gestáltica,
pudiendo entenderse la técnica del grupo operativo como una síntesis de ambas.
Así, el grupo operativo es
"un grupo centrado en la tarea y que tiene por finalidad 'aprender a
pensar' en términos de resolución de las dificultades creadas y manifestadas en
el campo grupal y no en el de cada uno de sus integrantes, lo que sería un
psicoanálisis individual 'en grupo'. Sin embargo, tampoco está centrado
exclusivamente en el grupo como en las concepciones guestálticas, sino que en
cada 'aquí-ahora-conmigo' en la tarea se opera en dos dimensiones,
constituyendo en cierta medida una síntesis de todas las corrientes.
Consideramos al enfermo que enuncia un acontecimiento como el 'portavoz de sí
mísmo y de las fantasías inconcientes del grupo'. En esto reside la diferencia
de la técnica operativa con otras técnicas grupales, ya que las
interpretaciones se hacen en dos tiempos y en dos direcciones distintas"
(128). Tales direcciones son la historia personal del portavoz y el problema
grupal.
4. Reseña histórica.- La técnica del grupo operativo fue creada
originalmente por el equipo de Pichon Rivière en el año 1946 cuando, estando a
cargo del Servicio de Adolescentes del Hospital Neuropsiquiátrico de Hombres de
la Ciudad de Buenos Aires, se hizo necesario formar con un grupo de pacientes
un equipo de enfermeros para el servicio (102, 159).
Sin embargo, el punto de
partida de las investigaciones de Pichon Rivière y su equipo sobre los grupos
operativos, tal como hoy los concebimos, arranca a partir de lo que ellos
denominaron la Experiencia Rosario, llevada a cabo en 1958. Esta experiencia de
laboratorio social estuvo a cargo del IADES (Instituto Argentino de Estudios
Sociales) y fue planificada y dirigida por su director, Pichon Rivière,
contándose con la colaboración de diversas facultades como la de Ciencias
Económicas, Filosofía, Medicina, etc. (108).
Los resultados "tuvieron
una decisiva influencia tanto sobre la teoría como sobre la práctica de los
grupos operativos aplicados a la didáctica (enseñanza de la psiquiatría,
comprensión del arte, etc.), la empresa, la terapéutica (grupos familiares), la
publicidad, etc. La técnica de estos grupos está centrada en la tarea donde
teoría y práctica se resuelven en una praxis permanente y concreta en el 'aquí
y ahora' de cada campo señalado" (119-120).
Las técnicas operativas
"se utilizan en la actualidad no sólo en la formación de psicólogos, sino
también en la creación publicitaria, el trabajo institucional, la formación de
líderes, el estudio de la dirección e interpretación teatral. En síntesis, en
todas las situaciones en que el grupo cara a cara pueda convertirse en una
unidad operativa de tarea" (160).
HORIZONTALIDAD / VERTICALIDAD
Conceptos que describen la doble dimensión de análisis
del comportamiento en los grupos. La verticalidad es todo lo referido a la
historia personal del sujeto, mientras que la horizontalidad es el proceso
actual que se cumple en el aquí y ahora en relación con la totalidad de los
miembros. En el portavoz se articulan ambas dimensiones, encaje que permite la
emergencia del material que debe ser interpretado (158, 195).
1. Concepto.- El portavoz de un grupo no habla solamente por sí mismo (es decir,
únicamente en relación a su historia personal), sino también y al mismo tiempo
habla por todos (y de aquí la denominación de este rol); es decir, en él se
conjugan la verticalidad y la horizontalidad (158). La verticalidad está en
relación con el pasado del sujeto integrante del grupo, mientras que la
horizontalidad, con el presente del acontecer grupal.
Ambos niveles no son
independientes. "El portavoz puede desempeñar su rol en virtud de que se
da en él una articulación entre su fantasías inconcientes, fantasías que sigue
un modelo primario [verticalidad], y el acontecer del grupo en que se inserta
[horizontalidad]. Ese encaje permite la emergencia del material que debe ser
interpretado. La interpretación tomará entonces esos dos elementos: el vertical
y el horizontal" (158).
Más concretamente, "las
necesidades, las ansiedades y las fantasías enunciadas por el portavoz y su
manera de formularlas hacen referencia a su historia personal, en tanto que el
hecho de que las formule en un momento dado del acontecer grupal, señala el
carácter horizontal del emergente" (158). Desde ya, el portavoz no es por
lo general conciente que está hablando por todos, es decir, que está
refiriéndose al acontecer grupal actual (horizontalidad): normalmente cree
estar expresando algo propio, del orden de la verticalidad. La interpretación,
precisamente, mostrará esta relación entre lo expresado por el portavoz a
título personal, y lo que acontece grupalmente.
Por ejemplo, durante una sesión
grupal, se arma una conversación donde todos hacen comentarios y bromas acerca
de la secretaria del terapeuta. En determinado momento, dentro de la misma
sesión, el portavoz comienza a relatar una noticia del día anterior, donde un
esposo despechado sorprende a su esposa con el amante y lo mata.
El relato del portavoz guarda
relación, indudablemente, con conflictos de su historia personal, es decir, con
la verticalidad, pero la interpretación del terapeuta no apuntará en esa
dirección sino hacia el acontecer grupal: el portavoz, con su relato, no hace
más que denunciar qué es lo que en ese momento está ocurriendo en el grupo: a
través de los comentarios y las bromas acerca de la secretaria, los integrantes
están expresando sus celos fundados en el común denominador de la fantasía
inconciente según la cual el terapeuta quiere más a la secretaria que al grupo.
También, están expresando sus deseos de matarla, del mismo modo que, en el
relato del portavoz, el esposo engañado mata al amante.
Así pues, lo vertical tiene que
ver con lo individual del sujeto, y lo horizontal con lo compartido, con el
común denominador que unifica a los integrantes del grupo. Tales rasgos
compartidos, cuando son de naturaleza inconciente, son llamados por Pichon
Rivière modelos universales del grupo o fantasías básicas universales (195).
"Lo vertical de cada
sujeto, sus circunstancias personales, lo colocan en disponibilidad para establecer
la 'falsa conexión', actualización o analogía emocional, operándose un proceso
transferencial. Esta disponibilidad lo convierte en el sujeto apto para
desempeñarse conmo portavoz de un conflicto, que es vivido como propio pero que
denuncia a la vez lo conflictivo de la situación interaccional y la relación
con la tarea grupal" (195-196).
Esta doble dimensión del
comportamiento, horizontalidad y verticalidad, se puede comprender a partir de
una psicología dinámica, histórica y estructural, alejada de la psiquiatría
tradicional que sólo atiende lo fenoménico y descriptivo (16-17), es decir, que
sólo atiende la dimensión horizontal, o aquí y ahora del acontecer grupal.
IDEOLOGIA
Siguiendo a Schilder, las ideologías se definen como
sistemas de ideas y connotaciones (en general, de representaciones) que los
hombres disponen para orientar su acción. Son pensamientos más o menos
concientes o inconcientes, con gran carga emocional, pero considerados por sus
portadores como producto del raciocinio (114, 156, 211). En todo grupo emergen
ideologías que pueden entorpecer el funcionamiento grupal y, por tanto,
requieren ser analizadas en los niveles semántico y sistemático.
1. Concepto.- Pichon Rivière toma la idea de Schilder, según la cual las ideologías
son sistemas de ideas y connotaciones que los hombres disponen para orientar
mejor su acción. Se trata de pensamientos más o menos concientes o
inconcientes, con gran carga emocional, considerados por sus portadores como
"resultado del puro raciocinio, pero que, sin embargo, frecuentemente no
difieren en mucho de las creencias religiosas, con las que comparten un alto
grado de evidencia interna en contraste con una escasez de pruebas empíricas.
Las ideologías son un factor fundamental en la organización de la vida. Pueden
transmitirse de padres y maestros a hijos y alumnos por procesos variados de
identificación. Muy a menudo el propio sujeto ignora la existencia de ellas; no
están explicitadas, pero son siempre operantes" (114).
2. Las ideologías en los grupos.- La acción de las ideologías y su carácter
ambiguo y contradictorio obstaculizan la tarea grupal. "Al funcionar
dichas ideologías de una manera más o menos inconciente, se constituyen en
barreras que impiden la irrupción de nuevas soluciones en forma de emergentes
con características de descubrimientos o invenciones" (114-115).
Por ello, la técnica del grupo
operativo, al encarar su tarea correctora, busca resolver este problema
analizando las ideologías en dos niveles diferentes: semántico (en cuanto a los
contenidos ideológicos) y sistemático o dialéctico (en cuanto a la forma de los
mismos, que reside fundamentalmente en el examen de su consistencia interna
para detectar contradicciones y ambigüedades).
a) Análisis semántico.-
"La ideología, tal como aparece en su contenido manifiesto, puede ser
comprensible o no; pero lo que se hace necesario es analizar su infraestructura
inconciente. Las ideologías son formuladas en palabras; por lo tanto, el
análisis de las palabras o del lenguaje, análisis semántico semantístico,
constituye (...) una parte fundamental en la indagación de las ideologías"
(114).
Al encarar su tarea correctora,
el terapeuta debe analizar las ideologías o prejuicios. "Cada familia
tiene su ideología grupal y el miembro puede tener su propia ideología
distinta. Así vemos los conflictos generacionales (en los judíos se da por
ejemplo el hecho de que los viejos son sionistas y conservadores; en cambio los
jóvenes llegan a sustentar ideas de izquierda)" (64).
b) Análisis sistemático o dialéctico.-
Las ideologías "suelen no formar ni en cada sujeto, ni en cada unidad
grupal, un núcleo coherente. La coexistencia interna al grupo y al sujeto de
ideología del signo contrario determinan distintos montos de ambigüedad que se
manifiestan como contradicción y estancamiento de la producción grupal
(estereotipia)". En efecto, las ideologías, al determinar enfrentamientos
entre subgrupos, llevan la tarea grupal a una estéril situación dilemática que
funciona como defensa frente a la situación de cambio (156, 211). La técnica
operativa apunta a que el grupo constituya un ECRO de carácter dialéctico,
donde las contradicciones relativas al campo de trabajo deben ser resueltas en
la misma tarea grupal (156, 211).
Dicho de otra forma, las
ideologías "no suelen formar un núcleo coherente, sino que, por regla
general, coexisten varias ideologías de signo contrario, determinando
diferentes grados de ambigüedad (índice de ambigüedad). Esta ambigüedad se
manifiesta en forma de contradicción, y es por esto que el análisis sistemático
de las contradicciones (análisis dialéctico) constituye una tarea esencial en
el grupo (...). Todo acto de conocimiento enriquece el esquema conceptual,
referencial y operativo, que se realimenta y mantiene flexible o plástico (no
estereotipado). Este aspecto es observado a través de procesos de ratificación
de conductas o de rectificación de actitudes estereotipadas (o distorsionadas),
mantenidas en vigencia como guardianes de determinadas ideologías o
instituciones" (114-115).
INTERDISCIPLINARIEDAD
Pichon Rivière considera lo interdisciplinario en dos
niveles: a) los aportes de distintas disciplinas que integran el ECRO, y b) los
aportes que hacen los diferentes miembros de un grupo heterogéneo para adquirir
mayor productividad grupal (208). Ambos niveles no son independientes, y tienen
como finalidad la construcción enriquecida del objeto de estudio.
1. Concepto.- Un primer sentido de interdisciplinariedad está dado por los aportes
de las diferentes disciplinas al ECRO, en la medida en que resultan pertinentes
al esclarecimiento del objeto de estudio (207-208). Estos aportes
"provienen del materialismo dialéctico, el materialismo histórico, el
psicoanálisis, la semiología y las contribuciones de quienes han trabajado en
una interpretación totalizadora en las relaciones entre estructura
socioeconómica y vida psíquica. A partir de esos aportes se puede construír
unas psicología que ubique el problema en sus premisas adecuadas" (207).
Un segundo sentido de
interdisciplinariedad estaría relacionado con la búsqueda de una mayor
heterogeneidad entre los integrantes de un grupo en cuanto a edad, formación,
etc., con vista a una construcción enriquecida del objeto de estudio y una
mayor prooductividad grupal.
Esta heterogeneidad
"permite que cada miembro del grupo aborde la información recibida en
común, aportando un enfoque y un conocimiento vinculados con sus experiencias,
estudios y tareas. En un primer momento del itinerario del grupo se da una
fragmentación del objeto de conocimiento, por las distintas modalidades de
impacto y receptividad frente al mismo. Esta heterogeneidad de enfoques y
aportes debe conjugarse, alterándose funcionalmente, complementándose, hasta
llegar a una integración o construcción enriquecida del objeto de estudio"
(208).
Esta heterogeneidad
"apunta básicamente a la ruptura de los estereotipos en la modalidad de
aproximación al objeto de conocimiento, estereotipos que, por carencia de
confrontación, suelen potencializarse en los grupos homogéneos" (208).
Sobre esta fundamentación, Pichon Rivière formula la regla "a mayor
heterogeneidad de los miembros, heterogeneidad adquirida a través de la
diferenciación de roles desde los cuales cada miembro aporta al grupo su bagaje
de experiencias y conocimientos y una mayor homogeneidad en la tarea lograda
por la sumación de la información (pertinencia), el grupo adquiere una
productividad mayor (aprendizaje)" (208).
INTERPRETACION
Instrumento de esclarecimiento utilizado en la técnica
del grupo operativo (143), mediante el cual el coordinador explicita lo
implicito en lo enunciado por el portavoz, enlazando la verticalidad de su
historia personal, con la horizontalidad del aquí y ahora del acontecer grupal
(128, 143, 153, 159, 212-3).
1. Concepto.- La
interpretación "es una hipótesis acerca del acontecer implícito que tiende
a explicitar hechos o procesos grupales que no aparecen como manifiestos a los
integrantes del grupo, y que funcionan como obstáculo para el logro del
objetivo grupal [...]. La interpretación se incluye como herramienta en la
técnica del grupo operativo, en la medida en que permite la explicitación de lo
implícito" (212).
Pero, ¿qué sentido tiene esta
explicitación? "La dialéctica grupal consiste en una relación entre
procesos implícitos y acontecer explícito, entre lo manifiesto y lo latente. La
interpretación se incluye en esta dialéctica aportando al campo información que
permite el autoconocimiento grupal, lo que genera nuevas formas interactivas.
La interpretación operativa modifica el campo grupal, permite a partir del
autoconocimiento la re-estructuración de las relaciones entre los miembros y
con la tarea. Opera en el campo del obstáculo a fin de mostrarlo para lograr
una re-organización grupal que permita elaborarlo. El obstáculo puede estar dado
en el proceso de aprehensión del objeto, en la red de comunicación, etc. La
interpretación incluye explícita o implícitamente un criterio de realidad o
esquema referencial, a partir del cual se analiza la situación del grupo. El
valor de la interpretación está dado por la operatividad, es decir, su función
reestructurante con vistas al objetivo del grupo. La interpretación consiste en
la decodificación del sentido de lo emergente. Es un aporte de significados al
grupo" (212-213).
Así la interpretación, que puede
ser enunciativa o interrogativa, tiene siempre el carácter de una hipótesis
acerca de la fantasía grupal, no evaluándose su eficacia según el criterio de
verdad, sino según un criterio de operatividad, es decir, en la medida en que
permite romper la ruptura del estereotipo (143).
La interpretación se orienta
siempre en una doble dirección: la horizontalidad y la verticalidad. En efecto,
"debe ejemplificar, a través del problema enunciado por el portavoz en su
verticalidad, la situación de todos los miembros del grupo en el aquí y ahora y
en relación con la tarea" (158). El coordinador incluirá entonces, en su
interpretación, lo vertical del portavoz y lo horizontal del grupo (159, 134).
Esto es así porque Pichon
Rivière considera al portavoz que enuncia un acontecimiento, como el portavoz
de sí mísmo y al mismo tiempo de las fantasías inconcientes del grupo. En esto
reside la diferencia de la técnica operativa con las otras técnicas grupales:
las interpretaciones se hacen en dos tiempos y en las dos direcciones
indicadas. Así, "se comienza por interpretar al portavoz que, por su
historia personal, es muy sensible al problema subyacente del grupo y que,
actuando como un 'radar', detecta las fantasías inconcientes del grupo y las
explicita. Acto seguido, se señala que lo explicitado es también un problema
grupal, producto de la interacción de los miembros del grupo entre sí y con el
coordinador, y que él, portavoz por un proceso de identificación subliminal,
percibe y enuncia" (128).
La interpretación y el señalamiento
son dos instrumentos de esclarecimiento de la técnica operativa con grupos
(143). El señalamiento se realiza sobre las situaciones manifiestas (lo
explícito), mientras que la interpretación lo es de la causalidad subyacente
(lo implícito) (153, 212).
2. Interpretación e insight.- Aún cuando en los textos consultados, Pichon
Rivière no establece explícitamente una relación entre interpretación e
insight, podemos decir que una de las finalidades de la interpretación es la
producción de un 'insight', que Pichon Rivière entiende como autognosis
(autoconocimiento).
Las referencias al concepto de
insight que hace Pichon Rivière guardan relación casi invariablemente con un
proceso terapéutico en el cual, de acuerdo a la teoría de la enfermedad única,
se trata de elaborar una situación depresiva básica.
Durante la etapa de la
depresión iatrógena (183) se produce una integración de las partes del yo del
paciente, y un pasaje de la estereotipia de los mecanismos esquizoparanoides a
un momento depresivo donde el sujeto puede lograr una integración tanto del yo
como del objeto y de la estructura vincular que los incluye. Adquiere así lo
que llamamos 'insight' o capacidad de autognosis, que implica siempre algún
sufrimiento, lo que le permite elaborar un proyecto con la inclusión de la
muerte como situación propia y concreta.
"El sufrimiento inherente
a la posición depresiva está vinculado al incremento del 'insight'
(autognosis), es decir, al conocimiento y comprensión de la realidad psíquica
interna y externa. El fracaso de la elaboración de la posición depresiva
(duelo), acarrea [entre otras cosas], el predominio de defensas que entrañan el
bloqueo de las emociones y de la actividad de la fantasía. Impiden sobre todo
la aparición de un cierto grado de autognosis necesario para una buena
adaptación a la realidad" (48). El insight permite cambiar actitudes,
creencias, opiniones y prejuicios, transformándose el paciente en un
colaborador eficiente (131).
LIDER
Rol mediante el cual un miembro del grupo asume en mando
e impulsa y dirige la acción hacia una meta (por ejemplo hacia el cambio o
hacia la resistencia al cambio), haciéndose depositario de los aspectos
positivos del grupo. Su rol complementario es el de seguidor, asumido por los
restantes miembros que lo siguen (158). El liderazgo puede ser autocrático,
democrático, laissez-faire y demagógico (137).
1.- Concepto.- El chivo emisario, el portavoz y el líder constituyen para Pichon
Rivière los tres principales roles en la vida de un grupo, dada la importancia
que allí adquieren. El líder es un rol adjudicado por sus seguidores y asumido
por un miembro, por el cual éste impulsa y dirige la acción del grupo hacia un
determinado fin. Los liderazgos se definen en relación con un determinado
vector. Por ejemplo, hay un líder de la pertenencia, un líder del aprendizaje,
etc. (28).
El líder se hace depositario de
los aspectos positivos del grupo (158). En este sentido se complementa con el
rol del chivo emisario, quien asume los aspectos negativos. Este último rol,
precisamente, "surge como preservación del liderazgo a través de un
proceso de disociación o 'splitting', necesario al grupo en su tarea de
discriminación" (158).
Aunque casi siempre Pichon Rivière hace
referencia al liderazgo en los grupos pequeños, que fue con los que siempre
trabajó, en ocasiones se refiere también a lo que ocurre en los grupos más
grandes. Señala al respecto que "cuando los liderazgos toman un campo
mayor a la identificación cooperativa [propia de los grupos pequeños] se suma
la llamada identificación cesariana, que puede jugar un rol en la historia
cuando las situaciones grupales están en peligro o son incapaces de comprender
el proceso histórico y cuando el miedo reactivado por situaciones de
inseguridad y peligro se hace persecutorio. El movimiento regresivo dirigido
por un líder cesariano trata entonces de controlar el grupo o tomar el poder.
Las identificaciones de este tipo entre los miembros de un grupo o comunidad,
masa y líder, conducen a la idea de que la desgracia que ha caído sobre la
comunidad ha sido traída exclusivamente por una conspiración de ciertas
personas o grupos, a quienes se les adjudica el rol de responsables o chivos
emisarios. Pero es frecuente encontrar un hilo conductor que va del liderazgo
al 'chivato', donde ambos juegan una especie de 'role-playing', en el que uno
es el bueno y el otro, el malo" (29).
2. Tipología.- Existen dos criterios para clasificar los liderazgos: según la meta de
la acción que dirige (líder operativo y saboteador) (159), y según la modalidad
de relación que establece con sus seguidores (líder autocrático, democrático,
laissez-faire y demagógico).
a) El liderazgo es operativo si
impulsa el cambio, y es saboteador si impulsa la resistencia an cambio. Con
respecto al primero de ellos, Pichon Rivière señala que el emergente o portavoz
del grupo es al principio el miembro más débil por su incapacidad para soportar
la depositación masiva de la inseguridad del ambiente, pero luego puede
convertirse a través de la terapia en el miembro más fuerte, es decir, en el
líder del cambio, con lo que pasa a ser un líder operativo (126). Aquí, Pichon
Rivière utiliza la expresión 'operativo' en un sentido estricto, ya que, en un
sentido más amplio, también el líder saboteador es operativo en la medida en
que produce un efecto sobre el comportamiento del grupo.
b) Utilizando una clasificación
de Kurt Lewin, Pichon Rivière establece un liderazgo autocrático, democrático y
laissez-faire. A esta tipología lewiniana, Pichon Rivière agrega un liderazgo
demagógico. "La estructura y función del grupo se configurarán de acuerdo
con los tipos de liderazgo asumidos por el coordinador" (137).
El líder autocrático usa una
técnica directiva, rígida, "favorece un estereotipo de dependencia,
entrando al servicio del 'statu quo' de la enfermedad y la resistencia al
cambio. Su característica más señalada es quizá su incapacidad de discriminar
entre rol y persona, confundiéndose a sí mísmo con el grupo. Su nivel de
urgencia actúa como factor de paralización de la tarea" (137).
El liderazgo democrático
"es el rol ideal que puede asumirse en el trabajo grupal. El intercambio
entre líder-coordinador y el grupo se realiza en forma de una espiral
permanente, donde se ligan los procesos de enseñar y aprender formando una
unidad de alimentación y realimentación (feedback). Los intercambios de ideas
se hacen entre los miembros del grupo, de manera que su intervención
consistiría sólo en señalar la dificultad de su funcionamiento" (137).
El líder laissez-faire (en
francés = 'dejar hacer') "es el que delega al grupo su autoestructuración
y que asume sólo parcialmente sus funciones de análisis de la situación y
orientación de la acción" (138).
El líder demagógico es
propuesto específicamente por PR, extrañándose este último que nunca haya sido
por los psicólogos sociales como un rol definido. "La conducta del líder
demagógico tiene una característica muy marcada: la impostura; es impostor en
la medida en que, con una estructura autocrática, muestra una apariencia
democrática, cayendo a veces en situaciones de 'laissez-faire', como resultado
de esas actitudes contradictorias" (138).
Criterios
de clasificación de liderazgo
Criterio 1 |
Operativo
|
Saboteador
|
|
Criterio 2
|
Autocrático
|
Democrático
|
|
Laissez-faire
|
|
Demagógico
|
Letras M-P (Hasta página 56 inc.)
MALENTENDIDO
Enfermedad básica del grupo familiar, cuyos orígenes
deben buscarse en un desajuste o desarticulación entre la imagen interna que el
paciente arrastra desde la infancia acerca de su grupo familiar (grupo interno)
y el grupo familiar real y actual (grupo externo) (66-67).
1. Concepto.- Imaginemos un paciente que se queja porque su madre no le da dinero,
no le compra ropa o no satisface sus caprichos. El paciente tiene 20 años, y la
madre considera que él ya es grande para trabajar y satisfacer por sí mísmo sus
necesidades.
Imaginemos otro paciente que considera que
su padre es un ser que se empeña en hostigarlo permanentemente, en criticarlo y
hacerle la vida imposible, cuando en rigor lo único que el padre desea es
ayudarlo. Por ejemplo, cuando el padre le dice al hijo que se haga un test
vocacional, éste entiende la sugerencia como un ataque personal, o como una
orden acerca de que debe estudiar y no ser un vago.
En ambos casos se han producido
malentendidos: el hijo tiene una imagen interna de su madre o de su padre, que
no coincide con lo que ellos son realmente en la actualidad. Las distorsiones
en las imágenes internas se produjeron en algún momento de su historia cuando
se instrumentó el mecanismo de la escisión del objeto total en bueno y malo. En
el primer ejemplo, el sujeto se siente totalmente amado por su madre (objeto
interno bueno), y en el segundo caso totalmente odiado por su padre (objeto
interno malo).
Este mecanismo de escisión
opera desde el momento del nacimiento, cuando el proceso sigue dos direcciones
distintas: "hacia la gratificación (constituyéndose así el vínculo bueno)
y hacia la frustración (configurando el vínculo malo). Es así como surge la
estructura 'divalente' en el sistema vincular con objetos parciales o, más
claramente expresado, con una escisión del objeto total en dos objetos
parciales: uno de ellos vivido con una 'valencia' totalmente positiva, por el
cual el sujeto se siente totalmente amado y al cual ama; el otro objeto está signado
por una 'valencia' negativa: el sujeto se siente totalmente odiado, siendo
recíproco este vínculo negativo del que necesita deshacerse o controlar"
(67).
La consecuencia resulta
entonces ser que "el paciente tiene una visión de su grupo primario distinta
totalmente de lo que éste es en realidad, produciéndose entonces una
intensificación del proceso de incomunicación, dada por el desajuste o
desarticulación entre ambas imágenes" (66). En efecto, difícilmente puedan
comunicarse y entenderse dos personas si una intenta ayudar a la otra y ésta
considera que la primera lo está destruyendo.
"El paciente tiene una
imagen distorsionada de los miembros de su familia, con los que no puede
comunicarse precisamente por esta perturbación en el vínculo. Su emisión y
recepción de mensajes son permanentemente interferidas por la proyección de
imágenes internas construídas durante la infancia en situación de frustración o
gratificación que no puede modificar. Como dijimos, estas imágenes no coinciden
con la realidad, porque se configuran sobre la base de los vínculos bueno y
malo siguiendo un modelo estereotipado y arcaico" (67-68).
El rol del terapeuta será,
aquí, indagar "la articulación de este mundo interno con el grupo externo.
A través de esa confrontación con la realidad podremos evaluar la intensidad y
extensión del 'malentendido', enfermedad básica del grupo familiar" (67).
MOTIVACION
Factor que, junto a las necesidades y las aspiraciones,
subyace en el proceso del aprendizaje, la comunicación y las operaciones
tendientes al logro de la gratificación en relación con objetos determinados.
El aprendizaje y la comunicación, aspectos instrumentales del logro del objeto,
poseen una subestructura motivacional (16).
1. Concepto.- Quien aprende, quien se comunica es porque está motivado. "El
aprendizaje y la comunicación, aspectos instrumentales del logro del objeto,
poseen una subestructura motivacional" (16). Los procesos de aprendizaje y
comunicación constituyen la superestructura, bajo la cual subyace una infraestructura
(o subestructura), constituída precisamente por las motivaciones. "El
campo de la infraestructura, depósito de motivos, necesidades y aspiraciones,
constituye el inconciente con sus fantasías (motivación), que son el producto
de las relaciones de los miembros del grupo interno entre sí (grupo interno
como grupo mediato o inmediato internalizado)" (16). Este fenómeno puede
ser estudiado en la alucinación y en la fantasía.
a) "En el contenido de la
actividad alucinatoria, el paciente oye la voz del líder de la conspiración
inconciente en diálogo con el 'self', a quien controla y observa, ya que es una
parte proyectada de él mismo" (16).
b) "En la fantasía
motivacional hallamos [también] una escala de motivos, necesidades y
aspiraciones que subyacen en el proceso de aprendizaje, la comunicación y las
operaciones tendientes al logro de la gratificación en relación con objetos
determinados. La acción y la decisión se asientan sobre esa constelación de
motivos y el logro está más relacionado con la aprehensión del objeto que con
la descarga de tensiones como lo describiera Freud" (16).
En esta última idea suele
insistir Pichon Rivière a lo largo de su obra: lo que motiva al sujeto no es
tanto la necesidad de descargar tensiones o excitaciones instintivas, como la
de entablar un vínculo con un objeto: "las necesidades constituyen el
fundamento motivacional del vínculo" (10). Tal es uno de los aspectos de
la crítica de Pichon Rivière a la posición instintivista de Freud. En la
opinión de Pichon Rivière (20), no cabe hablar de un instinto de vida ni de un
instinto de muerte, agresión o destrucción, sino, respectivamente, de vínculos
gratificantes que hacen considerar como bueno al objeto, y de vínculos
persecutorios que lo hacen considerar como malo. En efecto, "sobre la base
de las necesidades corporales que promueven el reconocimiento de las fuentes de
gratificación mediante técnicas más o menos universales y durante el desarrollo
infantil, se constituye esa unidad fundamental que es el 'vínculo'" (67).
No obstante ello, dicho autor
le reconoce al creador del psicoanálisis el descubrimiento de la motivación,
considerándola su más grande contribución, al relacionar los fenómenos del
"aquí y ahora" con la historia personal del sujeto a partir de lo que
llamó "sentido del síntoma".
2. Doble estructura de la motivación.- Esto último significa que cada
persona se conduce de acuerdo a motivaciones personales; no obstante detrás de
ellas, también, podemos identificar motivaciones universales, comunes a todos.
A las primeras, Pichon Rivière las designa como el aspecto direccional
secundario de la conducta, y a las últimas el aspecto direccional primario.
Así, "la conducta
motivacional, la más ligada al destino del sujeto, consta... de esta doble
estructura, en la que se puede observar que el aspecto direccional primario
está ligado a las etapas iniciales del desarrollo. El proceso universal que
promueve la motivación es el de la recreación del objeto, que adquiere en cada
sujeto una determinación individual, surgida de la conjugación de las
necesidades biológicas y el aparato instrumental del yo. El aspecto direccional
secundario, elección de tarea, de pareja, etc., pasa por el filtro grupal, que
en definitiva decide la elección" (16).
MOVILIDAD DE LAS ESTRUCTURAS
Uno de los cuatro principios que rigen la configuración
de toda estructura, sea normal o patológica (18, 122, 175). Este principio
sostiene que las estructuras son instrumentales y situacionales en cada aquí y
ahora del proceso de interacción (27, 183).
1. Concepto.- Las estructuras, sean normales o patológicas, no son rígidas y
estáticas, sino que van sufriendo cambios y amoldándose a cada nueva situación
(por ello son situacionales) y a cada manera de establecer vínculos con
determinados fines (por ello son instrumentales). "Las discusiones
bizantinas de los psiquiatras se deben en gran parte a un malentendido, ya que
la estructura que se vio en un momento de observación puede variar en tiempo y
espacio, puesto que la relación vincular con el investigador determina la
configuración de estructuras con ese carácter funcional, instrumental,
situacional y vincular, figurando este último en relación con el tipo de
codificación y decodificación, aprendizaje, etc." (27).
Emplear el principio de la
movilidad de las estructuras "implica situarse ante el paciente con un
esquema referencial plástico, que permita comprender que las estructuras son
instrumentales y situacionales en cada aquí y ahora del proceso de interacción;
que las modalidades o técnicas del manejo de las ansiedades básicas, con su
localización de objetos y vínculos en las distintas áreas [mente, cuerpo, mundo
externo], son modificables según los procesos de interacción en los cuales se
compromete el sujeto, afirmación que tiene importantes implicaciones a lo
referido a la labor diagnóstica" (183-184).
La implicación diagnóstica
reside en que "un análisis secuencial y estratigráfico [de la enfermedad
mental] nos prueba el carácter complejo y mixto de cada una de ellas,
diferenciándose unas de otras por el carácter dominante de la ubicación de los
miedos básicos en cada área a través de los vínculos significativos.
Genéticamente se observan en el desarrollo, lo mismo que en el proceso de
enfermarse y en el proceso corrector" (27). En el caso de las estructuras
patológicas, por ejemplo, el principio de la movilidad de las estructuras
muestra que éstas tienen un carácter instrumental consecuente con el recurso
adaptativo 'situacionalmente' utilizado por el sujeto, lo que determinará el
predominio de la multiplicidad sintomática en una u otra área" (122-123),
es decir, síntomas en el área de la mente, del cuerpo o de las acciones sobre
el mundo externo.
En otras palabras, podemos
decir que Pichon Rivière propone dos tipos de análisis de la conducta:
secuencial y estratigráfico (184). El primero consiste en ver como van
apareciendo secuencialmente las diferentes conductas según y conforme el
principio de movilidad de las estructuras, mientras que el segundo consiste en
examinar cómo, en cada uno de esos momentos, están configurados los objetos
buenos y malos y sus vínculos correspondientes en un campo virtual formado por
trea áreas: la mente, el cuerpo y el mundo externo. Este análisis
estratigráfico tiene entonces relación con otro principio, que es el de pluralidad
fenoménica. Ver Pluralidad fenoménica para una descripción más detallada del
análisis estratigráfico.
Con la formulación del
principio de la movilidad de las estructuras, Pichon Rivière intenta superar la
concepción clásica del sujeto cognoscente y el objeto conocido, de un sujeto
(investigador) que está frente a un objeto (el paciente), objeto que posee una
determinada estructura ya dada y que no es modificada por la presencia del
investigador con el cual interactúa (relación vincular). Las estructuras se
amoldan a cada situación en particular, y ello es lo que les otorga movilidad y
plasticidad.
OBSTACULO EPISTEMOFILICO / EPISTEMOLOGICO
En general, son dificultades que impiden un acercamiento
al objeto de conocimiento. El obstáculo epistemofílico se refiere a las
dificultades de índole motivacional o afectiva (en psiquiatría, las ansiedades
generadas por la locura), mientras que el obstáculo epistemológico implican una
dificultad o confusión asentadas en el proceso mismo de producción de un conocimiento
científico (en psiquiatría, la carencia de una teoría psicológica que sitúe el
problema de la conducta en una perspectiva totalizadora) (199-200).
1. Generalidades.- El prefijo "episteme" significa conocimiento científico. Por
lo tanto, la denominación obstáculo hace referencia a las dificultades para
acercarse científicamente, por parte del investigador, a su objeto de
conocimiento.
Tales dificultades se presentan
de dos maneras, definidas respectivamente por los sufijos "-fílico"
(que deriva de amor) y "-lógico" (que deriva de saber, pensamiento,
etc.). Por consiguiente, un tipo de dificultad se plantea a nivel afectivo
(obstáculo epistemofílico) y otro a nivel teórico, o si se quiere, ideológico
(obstáculo epistemológico). En síntesis: mientras el prefijo indica qué es lo
que resulta dificultoso conocer (el objeto de conocimiento científico), los
sufijos muestran en qué consiste dicha dificultad.
2. Obstáculo epistemofílico.- Los obstáculos epistemofílicos resultan
particularmente importantes en el aprendizaje de la psiquiatría, por cuanto en
este caso el objeto de conocimiento, el enfermo mental, la locura, despierta
ansiedades básicas cuya intensidad impide el acceso al mismo. "En el campo
del conocimiento, el objeto de conocimiento se sitúa casi como un enemigo del
sujeto" (76).
Este objeto ansiógeno, el
enfermo mental, fue habitualmente abordado a través de análisis individuales.
Pichon Rivière propone la posibilidad de que este conocimiento pueda
coparticiparse mediante un aprendizaje grupal, pues así en el grupo puede
fragmentarse y repartirse la ansiedad que provoca el acercamiento a ese objeto.
Estos primeros acercamientos
llevaron a Pichon Rivière a revisar la didáctica anticuada de la enseñanza de
la psiquiatría y el psicoanálisis. Se han estudiado mucho los problemas de
aprendizaje en los niños, pero hubo pocas contribuciones el relación a los
problemas de aprendizaje de los adultos (en este caso, alumnos que deben
estudiar psiquiatría) (76). Pichon Rivière cita dos experiencias con alumnos en
la enseñanza de la psiquiatría: a) en un caso quedaron involucrados
emocionalmente, y b) en el segundo adoptaron una actitud de distanciamiento
respecto del objeto de estudio.
a) Pichon Rivière recreó una
oportunidad de observar 'en vivo' estos obstáculos epistemofílicos, cuando
convocó a un grupo de seis estudiantes de medicina de los primeros años con el
fin de enseñarles psiquiatría. Una de las consignas que se les dio era que no
debían estudiar en forma teórica sino que debían tener un acercamiento a los
pacientes, y pronto comenzaron a aparecer situaciones fóbicas, un temor a
penetrar en la situación, y una reacción de gran rechazo. "La resistencia
se expresaba como una resistencia a aprender, ya que la consigna era analizar
el aprender [mismo]" (77). Así, en una de las sesiones se recreó una
situación de examen, frente a la cual los alumnos reaccionaron de diferente
manera, cada cual desde un cuadro psicosomático o mental determinado, aunque
atenuado: unos mostraron agorafobia, otros ansiedad depresiva, ansiedad
paranoide, diarrea, náuseas, vómitos, dolores de cabeza, etc. (77).
"El impacto de esa primera
clase creó una situación de resistencia en ellos, hasta que poco a poco fue
fragmentado ese objeto de conocimiento y compartido de nuevo. [Así] la
elaboración, que es en realidad un proceso de asimilación y reestructuración en
el grupo, se hace de una manera grupal y eso constituye entonces para este tipo
de enseñanza, como es la psiquiatría, la psicología, la filosofía, etc., un
medio realmente eficaz" (77).
b) Otra experiencia consistió
en enseñar psiquiatría en forma acumulativa, trabajando con el grupo tres o
cuatro horas diarias durante diez días. La fantasía básica que dificultaba el
aprendizaje es una fantasía descripta por M. Klein: el temor a destruír el
objeto de conocimiento (el pecho o el cuerpo de la madre), agregado a ello el
temor a quedar dentro del objeto, una vez que se ha penetrado en él y se lo ha
vaciado. Ello puede apreciarse en los sueños, cuyos contenidos manifiestos son
claustrofóbicos (soñar que no podían salir del hospital, que el portero no los
conocía, que habían cambiado de aspecto, que estaban vestidos como los
enfermos, etc). Conocida esta situación básica, en el grupo se pudo trabajar
sobre ella, pero si no se la analiza en forma precoz, se produce el fenómeno
que Pichon Rivière llama 'distanciamiento' del objeto: el estudiante se aleja
del objeto poco a poco, lo toma superficialmente, no asume su rol pero juega al
rol del paciente imitando su comportamiento, un fenómeno de 'contagio' basado
en una identificación con el enfermo. De ello resultan dos tipos de estudiantes
o aprendices de psiquiatría: los que se quedan ya dentro del hospital
identificándose con los pacientes, y los que toman distancia del mismo hasta
hacer finalmente una psiquiatría por delegación, o sea por intermedio de
practicantes, enfermeros, etc. (79-80).
En suma, los obstáculos
epistemofílicos son básicamente las ansiedades que caracterizan a todo aquel
que deba operar en el campo de la locura. Pichon Rivière refiere que su forma
de vencerlo consistió en poder dialogar con otros, y fue así que nació su
escuela (200).
3. Obstáculo epistemológico.- Pichon Rivière utiliza este concepto tomando
como referencia la noción planteada originalmente por G. Bachelard, y lo
concibe en términos de obstáculos ideológicos que han impregnado la ciencia,
tales como la visión individualista del hombre (en vez de una perspectiva
social), la concepción instintivista (en vez de una concepción vincular) y,
sobre todo, la aceptación de la lógica formal como la única posible (en vez de
complementarla con la lógica dialéctica).
Así, refiere Pichon Rivière:
"Si entendemos por obstáculo epistemológico la dificultad o la confusión
que se asiente en el proceso de producción de un conocimiento científico, los
obstáculos que encontré en mi carrera psiquiátrica y psicoanalítica surgían de
la carencia de una teoría psicológica que ubicara el problema de la conducta en
sus premisas adecuadas: la interrelación dialéctica entre individuo y sociedad.
La ausencia de una perspectiva realmente totalizadora, con el escamoteo de la
dimensión social del comportamiento y la marginación del problema de la acción
de parte de las teorías psicológicas, aún de la más coherente de ellas, el
psicoanálisis, impidió en principio la elaboración de un criterio adecuado de
salud y enfermedad, a la vez que condujo con frecuencia, ante problemas
concretos, a la utilización de conceptos emergentes del campo psicoanalítico
(por ejemplo, teoría de los instintos) para dar cuenta de hechos vinculados a
la génesis y modalidades de la relación entre estructura de personalidad y
estructura social. Los modelos biológicos e individualistas de la
interpretación de la conducta han funcionado y operan aún como obstáculos epistemológicos
en sentido estricto. Arriesgo la hipótesis de que la carencia de una
perspectiva integradora se asienta en lo que podríamos llamar 'el gran
obstáculo epistemológico': la consideración de la lógica formal como la única
legalidad posible del pensamiento científico. Esta modalidad disociante del
pensar, con evidentes fundamentos ideológicos, constituye la más grave
dificultad en la tarea" (199-200).
La superación de los obstáculos
epistemológicos es correlativa de la posibilidad de realizar el pasaje de una
fragmentación del objeto de conocimiento hacia una integración del mismo
(epistemología convergente). La dificultad para integrar ambos momentos radica
en la presencia de obstáculos epistemológicos, que en la teoría de la
comunicación están representados por el 'ruido' y en la situación triangular
por el 'tercero', transformando la espiral dialéctica del aprendizaje de la
realidad en un círculo cerrado (estereotipo)" (14).
PERTENENCIA
La pertenencia es uno de los seis vectores o fenómenos
universales de los grupos (ver Vector). Consiste en un sentimiento de integrar
un grupo identificándose con los acontecimientos y visicitudes del mismo. Por
la pertenencia, los integrantes de un grupo se visualizan como tales y al mismo
tiempo sienten a los demás incluídos dentro de su mundo interno, proceso de
internalización mediante. Por esa pertenencia, puede contar con ellos y para la
planificación de la tarea grupal (188). Una etapa previa a la pertenencia es la
afiliación.
1. Concepto.- "La pertenencia permite establecer la identidad del grupo y
establecer la propia identidad como integrante de ese grupo. Para Sartre, todo
grupo que no revierta, como acto, sobre sí mísmo corre el peligro de caer en lo
que él llama 'serialidad' [dispersión]. [Por la pertenencia], el sujeto se ve a
sí mísmo como miembro de un grupo, como 'perteneciente', adquiere identidad,
una referencia básica, que le permite ubicarse situacionalmente y elaborar
estrategias para el cambio. Pero la pertenencia óptima, lo mismo que los otros
vectores del abordaje, no es lo "dado", como podrían serlo los lazos
consanguíneos, sino lo adquirido, algo logrado por el grupo como tal"
(188). Por ejemplo, el sólo hecho de existir lazos consanguíneos no asegura que
alguien se sienta como perteneciente a una familia.
2. Pertenencia y afiliación.- La afiliación es un fenómeno que se verifica
en el comienzo de la historia grupal, y por el cual el sujeto guarda aún una
determinada distancia, sin decidirse aún a incluírse totalmente en el grupo.
Cuando esto se concreta, la afliación se convierte en pertenencia.
Un símil con las agrupaciones
políticas puede acercanos a la idea de afiliación de Pichon Rivière. Se puede
estar simplemente afiliado a un partido político por el solo hecho de estar
incluído en una lista, y sin embargo no pertenecer a él, en el sentido de no
existir una mayor integración que le permita participar activamente de sus
actividades.
La pertenencia va
configurándose poco a poco, siendo una etapa previa a la misma la 'afiliación'
o identificación con los procesos grupales pero donde el sujeto guarda aún una
determinada distancia, sin incluírse totalmente en el grupo. "Este primer
momento de afiliación, propio de la historia de todo grupo, se convierte más
tarde en 'pertenencia', una mayor integración al grupo, lo que permite elaborar
una 'estrategia', una 'táctica', una 'técnica' y una 'logística'" (154).
"El 'proyecto' surge cuando se ha logrado una pertenencia de los miembros;
se concreta entonces una 'planificación'" (154, 159).
PERTINENCIA
Uno de los seis vectores o fenómenos universales de los
grupos (ver Vector), que consiste en "el centrarse del grupo en la tarea
prescripta, y en el esclarecimiento de la misma" (154).
1. Concepto.- Algo es pertinente o atinente cuando 'tiene que ver' con algún fin. En
un grupo, decimos que sus integrantes adoptan actitudes o conductas pertinentes
cuando ellas tienen relación, o 'tienen que ver' con la tarea que el grupo se
propuso. Por ejemplo, si la tarea del grupo es estudiar, conductas pertinentes
serán, por ejemplo, leer, discutir e incluso hasta preparar café, en la medida
en que ello puede mantener despierto al grupo. Conductas no pertinentes a la
tarea serán por ejemplo quedarse dormido o bailar.
"El grupo, por la
pertenencia, por la cooperación y fundamentalmente por la pertinencia, en la
que juegan la comunicación, el aprendizaje y la telé, llegan a una
'totalización' en el sentido de un hacerse en su marcha, en su tarea, en su
trabajarse como grupo" (189).
La calidad de la pertinencia
"se evalúa de acuerdo con el monto de la pretarea, la creatividad y la
productividad del grupo y sus aperturas hacia un proyecto" (154).
PICHON RIVIERE, ENRIQUE
Psiquiatra y psicoanalista (1907-1977). Fue uno de los
introductores del psicoanálisis en la Argentina, y uno de los fundadores de la
APA, de la que luego tomó distancia para dedicarse a la construcción de una
teoría social que interpreta al individuo como la resultante de su relación con
objetos externos e internos. En este marco, fundó la Escuela de Psicología
Social (a).
1. Biografía (a).- Enrique Pichon Riviére nació en Suiza en 1907, y
de muy pequeño vino a la Argentina. Su infancia transcurrió en el Chaco y en
Corrientes, donde aprendió "el guaraní antes que el castellano", como
él decía. Estudió medicina, psiquiatría y antropología, aunque abandonó estos
últimos estudios para desarrollar su carrera como psiquiatra y psicoanalista,
convirtiéndose en uno de los introductores del psicoanálisis en la Argentina.
A comienzos de los '40 se
convierte en uno de los fundadores de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
Luego toma distancia de ella, para centrar su interés en la sociedad y la
actividad grupal en el seno social, fundando la Escuela de Psicología social.
Responsable de una renovación
general de la psiquiatría, Pichon Riviére introdujo la psicoterapia grupal en
el país (servicio que incorporó al Hospital Psiquiátrico cuando fue su
director) y los test en la práctica de esa disciplina, impulsando también la
psiquiatría infantil y adolescente. Incursionó en política, economía, deporte,
ensayó hipótesis sobre mitos y costumbres de Buenos Aires, y se interesó
especialmente por la creación artística estableciendo un territorio común entre
la crítica literaria y la interpretación psicoanalítica de la obra como
expresión de las patologías del autor.
Líder y maestro, desde la
cátedra y las conferencias dirigidas al público más amplio y diverso, se
convirtió en referente obligado para más de una generación de psicoterapeutas,
y formó decenas de investigadores en el campo de una teoría social que
interpreta al individuo como la resultante de la relación entre él y los
objetos internos y externos.
2. Autobiografía.- Señala Pichon Rivière que su vocación por las Ciencias del Hombre
surgió de la tentativa de resolver el conflicto entre dos culturas: la europea,
su cultura de origen, y la guaraní, de la que fue testigo desde los 4 años,
cuando su familia emigra al Chaco, hasta los 18 años. "Se dio así en mí la
incorporación, por cierto que no del todo discriminada, de dos modelos
culturales casi opuestos. Mi interés por la observación de la realidad fue
inicialmente de características precientíficas y, más exactamente, míticas y
mágicas, adquiriendo una metodología científica a través de la tarea psiquiátrica"
(7).
En la cultura guaraní, la
concepción del mundo es mágica y está regida por la culpa, y la
"internalización de estas estructuras primitivas orientó mi interés hacia
la desocultación de lo implícito, en la certeza de que tras todo pensamiento
que sigue las leyes de la lógica formal, subyace un contenido que, a través de
distintos procesos de simbolización, incluye siempre una relación con la muerte
en una situación triangular" (8).
"Ubicado en un contexto
donde las relaciones causales eran encubiertas por la idea de la arbitrariedad
del destino, mi vocación analítica surge como necesidad de esclarecimiento de
los misterios familiares y de indagación de los motivos que regían la conducta
de los grupos inmediato y mediato. Los misterios no esclarecidos en el plano de
lo inmediato (lo que Freud llama "la novela familiar") y la
explicación mágica de las relaciones entre el hombre y la naturaleza
determinaron en mí la curiosidad, punto de partida de mi vocación por las
Ciencias del Hombre".
"Algo de lo mágico y lo
mítico desaparecía entonces frente a la desocultación de ese orden subyacente
pero explorable: el de la interrelación dialéctica entre el hombre y su
medio" (8).
El contacto de Pichon Rivière
con el psicoanálisis es anterior a su ingreso a la Facultad de Medicina. En
ella, Pichon Rivière toma contacto directo con la muerte, aún cuando su
vocación es la lucha contra ella. "Allí se reforzó mi decisión de trabajar
en el campo de la locura, que aún siendo una forma de muerte, puede resultar
reversible" (9).
Incursionando en la psiquiatría
clínica, Pichon Rivière comprende a la conducta como una totalidad en evolución
dialéctica donde se puede discernir un aspecto manifiesto y otro subyacente, lo
que terminó orientándolo definitivamente hacia el psicoanálisis. De su contacto
con los pacientes, concluye que "tras toda conducta "desviada"
subyace una situación de conflicto, siendo la enfermedad la expresión de un
fallido intento de adatpación al medio. En síntesis, que la enfermedad era un proceso
comprensible" (9).
La formación psicoanalítica de
Pichon Rivière concluye con su análisis didáctico, realizado con el Dr. Garma,
y por la lectura de la "Gradiva" de Freud, donde "tuve la
vivencia de haber encontrado el camino que me permitiría lograr una síntesis, bajo
el común denominador de los sueños y el pensamiento mágico, entre el arte y la
psiquiatría" (10).
Tratando pacientes psicóticos,
se le hizo evidente la existencia de objetos internos, y de fantasías
inconcientes como crónica interna de la realidad. El examen de este mundo
interno llevó a Pichon Rivière a ampliar la idea de "relación de
objeto" formulando la noción de vínculo, que sustituyó además, al concepto
de instinto. Esta ruptura parcial con algunas ideas del psicoanálisis desembocó
en la construcción de una Psicología Social. Al respecto, señala Pichon
Rivière: "la trayectoria de mi tarea, que puede describirse como la
indagación de la estructura y sentido de la conducta, en la que surgió el
descubrimiento de su índole social, se configura como una praxis que se expresa
en un esquema conceptual, referencial y operativo" (12), siendo la
síntesis actual de esa indagación, la propuesta de una epistemología
convergente.
Pichon Rivière logra, según él
mismo, una formulación más totalizadora de su esquema conceptual en sus
escritos "Empleo del Tofranil en el tratamiento del grupo familiar"
(1962), "Grupo operativo y teoría de la enfermedad única" (1965), e
"Introducción a una nueva problemática para la psiquiatría" (1967).
(a) Extractado de:
"Ciencia explicada", Fascículos Diario Clarín, 1996, página 283/4.
PLURALIDAD FENOMENICA
Uno de los cuatro principios que rigen la configuración
de toda estructura, sea normal o patológica (18, 122, 175), y según el cual
ellas encuentran su expresión fenoménica en una gran diversidad (pluralidad) de
manifestaciones de la conducta que involucran, en mayor o menor medida, sus
tres áreas de expresión: el área 1 (área de la mente), el área 2 (área del
cuerpo), y el área 3 (área del mundo externo). En base a este análisis
estratigráfico de la conducta, es posible construír una nosografía mucho más
operacional que las conocidas (19-20), así como un diagnóstico y un pronóstico
de la enfermedad.
1. Concepto.- Imaginemos una situación en la cual una persona está viajando en tren
sumida en una ensoñación diurna, y en determinado momento fantasea un encuentro
con un ser amado al que no ve hace mucho tiempo. En ese momento comienza a
sentir palpitaciones, se le escapa una lágrima, y decide bajarse en la próxima
estación para hacer un llamado a larga distancia y comunicarse con el ser
querido.
El ejemplo ilustra las tres
áreas de manifestación de la conducta: el fantasear es la expresión conductual
a nivel del área 1 (mente), el sentir palpitaciones y lagrimear es la expresión
a nivel del área 2 (cuerpo), y el bajarse de la estación y hablar por teléfono
es la expresión a nivel del área 3 (mundo externo).
Mientras las conductas que se
manifiestan en el área 1 (mente) son simbólicas, las que se manifiestan en las
otras dos áreas son materiales y concretas: en el caso del área 2, es el cuerpo
el que sufre algún tipo de transformación material, y en el caso del área 3, se
trata de acciones materiales donde están involucrados objetos externos (bajarse
en una estación, hablar por teléfono, establecer un vínculo con un otro)
implicando, por tanto, algún tipo de relación con el mundo exterior. Así, el
término 'pluralidad' quiere indicar que la conducta puede expresarse de muy
diversas maneras, las que pueden ser agrupadas como manifestaciones en el área
1, 2 y 3.
Particular importancia tiene
para Pichon Rivière el área de expresión conductal de la mente, por cuanto
"el proceso ordenador, o sea la planificación, en términos de estretagia,
táctica, técnica y logística, funciona desde el self ubicado en el área 1, es
decir, que ningún comportamiento le es extraño" (19). En otras palabras,
es la mente (área 1) la encargada de situar vínculos y objetos en las
diferentes áreas para su mejor manejo (21).
Nos indica Pichon Rivière que
por ser el hombre una totalidad - totalizante (al decir de Sartre), "su
conducta comprometerá siempre, aunque en grados diferentes, las tres áreas de
expresión [...]. Por la fantasía inconciente, el 'self' (representación del yo)
organiza proyecciones de objetos y vínculos en tres áreas a las que llamaremos
dimensiones proyectivas. Como consecuencia de esas proyecciones el sujeto
expresará fenoménicamente, a través de distintos signos, en la mente, en el
cuerpo y el mundo sus relaciones vinculares. Es decir, que en este sistema de
signos que es la conducta, la aparición de signos en un ámbito determinado es
un emergente significativo que nos remite a las relaciones vinculares del
sujeto, a su manera de percibir la realidad y a la modalidad parrticular de
adaptarse a ella. Es decir, a la modalidad particular de resolver sus
conflictos. Estas modalidades configuran lo que llamaremos la estructura de
carácter del sujeto. La conducta es significativa, es un sistema de signos en
el que se articulan significantes y significados, por lo cual se hace
comprensible y modificable terapéuticamente" (178).
2. El análisis estratigráfico.- Sin embargo, el principio de la pluralidad
fenoménica no fue postulado por Pichon Rivière como parte de un proyecto
explícito de construír una psicología general de la conducta (tarea que sí
encaró uno de sus discípulos, José Bleger), sino como parte de un sistema
teórico que: a) permitiese explicar el modo de funcionamiento de las
estructuras patológicas, entendidas como tentativas del yo por desprenderse de
la situación depresiva patogenética básica, y b) que permitiese realizar, sobre
esa base, una nosografía "en términos de localización de los vínculos
(bueno y malo) en las tres áreas mente - cuerpo - mundo externo, con todas las
variables que de esa ecuación puedan surgir" (179).
Pichon Rivière denominó a este
tipo de estudio de la conducta 'análisis estratigráfico', que significa
análisis por estratos, sectores o áreas: mente, cuerpo, mundo externo. Tomemos
dos ejemplos (esquema 2):
1) Fobias: El sujeto fóbico
proyecta y actúa el objeto bueno y el malo en el área del mundo exterior.
Debido a esta depositación del objeto malo en dicha área, llamado objeto
paranoide o fobígeno, desarrollará angustia en los espacios cerrados
(claustrofobia) o en los espacios abiertos (agorafobia), ya que en cualquiera
de ambos se siente a merced del perseguidor: en el primer caso porque no puede
escapar, y en el segundo caso porque no puede protegerse o esconderse. Sin
embargo, en el mundo externo también está proyectado el objeto bueno, que
aparece en forma de acompañante fóbico y que le permite evitar el ataque del
objeto malo. Así, "el paciente teme por un lado ser atacado por el objeto
fobígeno, preservando por otro lado el objeto acompañante depositario de sus
partes buenas, por medio del mecanismo de la evitación. Así no se juntan,
eludiendo la catástrofe que podría producirse ante el fracaso de la
evitación" (19, 179).
2) Esquizofrenia: "En la
esquizofrenia el objeto perseguidor (vínculo malo) puede estar proyectado en el
área 3 (mundo externo) y el bueno en el área de la mente, caracterizándose así
la esquizofrenia paranoide con una retracción de la realidad exterior y un
encierro autístico y narcisista del sujeto" (179).
3) Hipocondría: En los primeros
planteos de la teoría de la enfermedad única, Pichon Rivière sostenía que,
frente a la penosa situación depresiva básica, de naturaleza melancólica, el yo
tiende a librarse de ella apelando a una nueva defensa, que es la proyección.
Es así que a la primera estructura melancólica se terminan agregando otras dos
estructuras, generadas por la proyección: la hipocondríaca y la paranoide. En
el primer caso la proyección se hace sobre el cuerpo, y en el segundo caso
sobre el exterior. Pichon Rivière sintetizaba: "a la fórmula ya expresada
de que el melancólico es un sujeto perseguido por su conciencia y el
hipocondríaco por sus órganos, agregaremos que el paranoide lo es por sus
enemigos interiores proyectados [afuera]" (46).
Obsérvese que en todos los
casos mencionados, lo que el yo intenta hacer es desprenderse de la situación
depresiva básica mediante el recurso de mantener separados (divalencia) el
objeto bueno y malo, sea en diferentes áreas (esquizofrenia paranoide) o en la
misma área (fobia). Si ambos objetos, en vez de mantenerse disociados, son
integrados, el sujeto caería en una depresión, resultado de la pérdida o daño
sufrido por el objeto bueno por parte del malo. El sujeto enfermo evita
permanentemente la fusión de ambos aspectos en un objeto total, "lo que
significaría la emergencia de la posición depresiva, que es vivida por el
sujeto como catastrófica" (19, 122).
Señala Pichon Rivière, en
efecto, que "la mente opera por el self a través de mecanismos de
proyección e introyección, como estrategia de esa ubicación, en los distintos
ámbitos proyectivos, de los vínculos buenos o malos en un clima de divalencia y
con la finalidad de preservar lo bueno y controlar lo malo. Por esa
depositación es que las áreas adquieren para el sujeto una significatividad
particular en relación con la valencia positiva o negativa de lo depositado. En
la divalencia el yo, el objeto y el vínculo [...] están escindidos y la tarea
defensiva consiste en mantenerlos en esa escisión, ya que si lo bueno y lo malo
se reunieran en el mismo objeto, el sujeto caería en una depresión, con su
secuela de dolor y culpa, en una situación de ambivalencia" (179).
Esta actitud defensiva de
mantener separados lo bueno y lo malo es lo que sostiene la enfermedad mental,
por lo que el proceso de la cura pasará, entre otras cosas, por la posibilidad
de integrar lo bueno y lo malo según y conforme un correcto aprendizaje de la
realidad: "el yo elaborará también una estrategia para reunir los aspectos
buenos y malos en un objeto (integración)" (179).
El análisis estratigráfico de
la conducta permite no solamente construír una nosografía "genética
estructural y funcional en términos de localización de los dos vínculos [bueno
y malo] en las tres áreas, con todas las variables que puedan existir"
(19), sino además un diagnóstico y un pronóstico. Así, "el diagnóstico de
la enfermedad se establece en función del predominio de una de las áreas por
una multiplicidad sintomática, aunque el análisis estratigráfico nos muestra en
cada situación el compromiso y existencia de las tres áreas, permitiéndonos
establecer un 'pronóstico'" (19, 122, 178).
POLICAUSALIDAD
Uno de los cuatro principios que rigen la configuración
de toda estructura, sea normal o patológica. Según este principio, fundado en
la idea freudiana de las series complementarias, en la causación de toda
estructura y de sus conductas emergentes interviene una pluralidad de causas, o
ecuación etiológica, constituída por los factores constitucional, disposicional
y actual (18, 122, 175).
1. Concepto.- Así como el principio de pluralidad fenoménica destaca la diversidad
de formas de expresión de la conducta, el principio de policausalidad enfatiza
la diversidad de causas de la misma, tanto sea de la conducta normal como de la
patológica (neurosis, psicosis).
Pichon Rivière desarrolló este
principio sobre todo en relación a la conducta patológica, donde sostiene que
"en la génesis de las neurosis y psicosis nos encontramos con una
pluralidad causal, una ecuación etiológica compuesta por varios elementos que
se van articulando sucesiva y evolutivamente, a los que Freud llamó series
complementarias" (175). En este proceso dinámico y configuracional
interviene en primer término el factor constitucional que, cuando el niño nace,
interactuará con el impacto de la presencia del niño en el grupo familiar,
nuevas experiencias y vivencias que conformarán el factor disposicional, donde
se fija la libido. A este lugar se vuelve luego en el proceso regresivo: el
regreso es promovido por el factor actual, en el que el monto disposicional
entra en complementariedad con el conflicto actual, descripto por Pichon
Rivière como depresión desencadenante (un cierto monto de privación, una
pérdida, etc.), iniciándose allí un proceso regresivo que desembocará en la
manifestación de la enfermedad (esquema 1).
Utilizando una terminología de
la matemática, la policausalidad se expresa mediante una 'ecuación' etiológica,
donde Pichon Rivière llama a cada uno de los factores implicados, 'parámetro',
y son tres: el factor constitucional, el factor disposicional y el factor
actual.
Entre estos parámetros hay una
relación complementaria. Por ejemplo, "cuando el monto de lo disposicional
es muy elevado, un conflicto actual, por escasa que sea su intensidad, es
suficiente para desencadenar la enfermedad. Por eso hablamos de la
complementariedad de los factores intervinientes" (177).
Finalmente, Pichon Rivière hace
un comentario acerca de la relación que guardan estos tres factores con la
clásica idea de las causas endógenas y las causas exógenas en la determinación
de la enfermedad.
Señala al respecto que
"los conceptos de constitución y disposición [los dos primeros factores de
la serie], son de naturaleza psicobiológica. Con eso queremos insistir en que
la teoría psicoanalítica de las neurosis y psicosis no postula, como
equivocadamente se afirma en cierta literatura psiquiátrica, la psicogénesis de
las neurosis y psicosis, ya que esto implicaría una parcialidad de la unidad
psicofísica. Estos tres tipos de factores mencionados se intrincan en la configuración
de las neurosis y psicosis. La enunciación de esta ecuación etiológica permite
superar una concepción mecanicista que establece una estéril antítesis entre lo
exógeno y lo endógeno. Freud sostiene que la correlación entre lo endógeno y lo
exógeno debe ser comprendida como la complementariedad entre disposición y
destino. Por nuestra parte queremos señalar que los psiquiatras llamados
"clásicos", al insistir en los factores endógenos de causación,
escotomizan entre otras cosas el monto de privación o conflicto actual, que al
hacer impacto en un umbral variable en cada sujeto completa el aspecto
pluridimensional de las neurosis y psicosis" (177). Pichon Rivière intenta
así mostrar que la causación de la enfermedad mental no puede adscribirse solamente
a causas internas (factores endógenos) ni solamente a causas externas (factores
exógenos, como por ejemplo un factor actual o desencadenante), sino que resulta
de una interacción complementaria entre todos esos factores.
2. Factor constitucional.- Pichon Rivière divide este factor en dos: el
factor constitucional propiamente dicho, y un factor social precozmente
adquirido en el estado intrauterino.
El primero está vinculado a la
dotación hereditaria, es decir con lo que se llama genotipo (175), mientras que
el segundo se refiere a las experiencias del niño dentro del útero,
experiencias que tienen una índole 'social', "puesto que la inseguridad o
seguridad de la madre está relacionada con el tipo de vínculo que tiene con su
pareja y la situación de su grupo familiar (18, 122).
Este segundo factor social,
intrauterino, es designado por Pichon Rivière también como lo fenotípico (a
diferencia de lo genotípico, o primer factor hereditario). Lo fenotípico está
conformado por "aquellos elementos resultantes del contexto social que se
manifiestan en un código biológico. Queremos decir que el feto sufre la
influencia del medio social aún en el aparente resguardo de su vida
intrauterina, por medio de las modificaciones del medio materno. A través de
esas modificaciones impactan el desarrollo del feto las distintas alternativas
de la relación de sus padres, la presencia o ausencia del padre, los conflictos
del grupo familiar, sus vicisitudes de orden económico, situaciones de peligro
individual o social, etc. Todo esto causa un monto de ansiedad en la madre que
se traduce en el feto en alteraciones metabólicas, sanguíneas, etc. Así, lo
fenotípíco y lo genotípico se articulan en la vida intrauterina para la
estructuración del factor constitucional" (175-176).
3. Factor disposicional.- "Al factor constitucional se agrega en el
desarrollo el impacto en el grupo familiar. La interacción de este hecho con el
factor anterior da como resultado lo que se llama disposición o 'factor
disposicional' (según Freud, fijación de la libido en una etapa de su
curso)" (18).
Así, el factor constitucional
"interactúa con el impacto de la presencia del niño en el grupo familiar,
las características con que dicha presencia adquiere la constelación familiar,
los vínculos positivos o negativos que en esa situación triangular
(padre-madre-hijo) se establecen" (176). Estas primeras vivencias y
experiencias que se articulan con lo constitucional son el factor
disposicional.
"Desde el nacimiento y
durante el proceso de desarrollo, el niño padece en su relación con el medio
permanentes exigencias de adaptación. Se dan situaciones de conflicto entre sus
necesidades y tendencias y las exigencias del medio. Surge así la angustia como
señal de alarma ante el peligro que engendra la situación conflictiva. Si esta
situación es elaborada, es decir, si el conflicto se resuelve en una solución
integradora, el proceso de aprendizaje de la realidad continúa su desarrollo
normal. Pero si el sujeto no puede elaborar su angustia ante el conflicto, y la
controla y reprime por medio de técnicas defensivas, que por su rigidez tendrán
el carácter de mecanismos de defensa estereotipados, el conflicto no se liquida
sino que se elude y queda en forma latente como punto disposicional, con un
estancamiento de los procesos de aprendizaje y comunicación (lo que Freud
denominó de fijación de la libido)" (176).
Así, el factor disposicional es
"un punto del desarrollo del sujeto, caracterizado por determinadas
técnicas defensivas, al que se regresa una vez desencadenado el proceso de
enfermedad. Lo disposicional determinará el 'estilo personal' en la resolución
del núcleo patogenético, dependiendo en gran medida de este factor la
sintomatología predominante" (122).
4. Factor desencadenante o actual.- Este factor es descripto como
una privación, una pérdida, una frustración o un sufrimiento de una intensidad
tal, que no puede ser elaborada con las técnicas adaptativas habituales y que
inhibe el proceso de aprendizaje, determinando la 'regresión' a un punto del
desarrollo que corresponde al factor disposicional (122), donde recurrirá, para
desprenderse de la situación de sufrimiento y angustia, a las 'viejas' defensas
que alguna vez le sirvieron, que fueron operativas, es decir, las usadas en el
punto disposicional.
"Queremos decir que el
sujeto, por una pérdida real o fantaseada de un vínculo, por una amenaza de
frustración o sufrimiento, se inhibe y detiene parcialmente su proceso de
apropiación o aprendizaje de la realidad. Detiene parcialmente su progreso y
recurre a mecanismos en ese momento operativos, aún cuando no lo son
totalmente, ya que el conflicto no está resuleto sino eludido. Esto configurará
una pauta de reacción que si se estereotipa da lugar a un punto de fijación. El
grado de inadecuación del mecanismo arcaico (que en el momento del desarrollo
al que se regresa resultó operativo) y la intensidad de la estereotipia de su
empleo nos dará un índice del grado de desviación de las normas que padece el
sujeto y de las características de su adaptación (activa o pasiva) a la
realidad. Por todo esto, podemos decir con Freud: "Cada sujeto hace la
neurosis que puede y no la que quiere" (176-177).
PORTAVOZ
Portavoz de un grupo es el miembro que en un momento dado
denuncia el acontecer grupal, las fantasías que los mueven, y las ansiedades y
necesidades de la totalidad del grupo. El portavoz es un rol en el cual el
sujeto no habla solamente por sí, sino por todos, es decir, en él se conjugan
la verticalidad y la horizontalidad grupal (158). Un ejemplo de portavoz es el
'enfermo' de un grupo familiar. Sinónimos: 'alcahuete', 'radar' grupal.
1. Concepto.- El grupo se estructura sobre la base de un interjuego de roles, de los
cuales Pichon Rivière destaca principalmente tres, dada la importancia que
adquieren en la vida grupal: el portavoz, el chivo emisario y el líder. Pichon
Rivière considera el concepto de portavoz como uno de los pilares de su teoría
(157-158).
Portavoz de un grupo "es
el miembro que en un momento denuncia el acontecer grupal, las fantasías que
los mueven, las ansiedades y necesidades de la totalidad del grupo". El
portavoz no habla solamente por sí sino por todos, es decir, en él se conjugan
la verticalidad y la horizontalidad grupal (158). Así, la dialéctica entre lo
vertical del sujeto y lo horizontal del grupo se hace comprensible por el
concepto de portavoz, rol que, mediante una problemática personal del sujeto
denominado precisamente portavoz, vehiculiza toda la estructura grupal (aún sin
darse cuenta de ello) "y que nos remite como signo a las relaciones
infraestructurales, implícitas, en las que están comprometidos todos los
integrantes ddeel grupo [...y] muchas veces esa horizontalidad, acontecer
grupal, sólo puede ser decodificada por la sumación de lo verbalizado o actuado
por varios portavoces" (196).
Lo que dice o actúa el portavoz
será interpretado, lo que se debe hacer en las dos dimensiones de la
verticalidad y la horizontalidad. Así, una vez señalados los aspectos
individuales, motivacionales del portavoz (dimensión vertical), la
interpretación tenderá luego a desocultar el acontecer implícito grupal o
comunitario (dimensión horizontal) (134). Tengamos presente que las
necesidades, ansiedades y fantasías personales y propias del portavoz hacen a
la horizontalidad, pero el hecho de que las formule en un momento dado del
acontecer grupal hacen a la horizontalidad del emergente.
El hecho de que el portavoz
denuncie el acontecer grupal no nos debe llevar a pensar que es alguien que
hace interpretaciones. El portavoz sólo se limita a denunciar el acontecer
incluso sin percatarse de ello. En todo caso, lo que el portavoz dice será
luego interpretado por el coordinador del grupo.
Finalmente, para ser portavoz y
poder constituírse en emergente del grupo, se requieren algunas condiciones
personales del sujeto que asuma ese rol: "por su historia personal, es muy
sensible al problema subyacente ya que, actuando como radar, detecta las
fantasías inconcientes del grupo y las explicita" (128).
2. El enfermo como portavoz.- Un ejemplo importante de portavoz es el
integrante del grupo familiar denunciado como 'enfermo'. "La enfermedad de
un miembro... opera como 'denunciante' de la situación conflictiva y del caos
subyacente que este dispositivo patológico de seguridad intenta controlar. El
paciente, por su conducta desviada, se ha convertido en el portavoz, el
"alcahuete" del grupo" (70).
En efecto, "cuando emerge
una neurosis o una psicosis en el ámbito del grupo familiar, descubrimos que
previamente un grado determinado de inseguridad se ha instalado en el seno de
ese grupo, impotentizándolo. Esto significa dinámicamente que un miembro del
grupo familiar asume un rol nuevo, se transforma en el portavoz y depositario
de la ansiedad del grupo. Se hace cargo de los aspectos patológicos de la
situación en un proceso interaccional de adjudicación y asunción de roles, que
compromote tanto al sujeto 'depositario' como a los 'depositantes'" (187).
Precisamente, "el portavoz
ha enfermado a causa de esa depositación masiva de las situaciones de
inseguridad e incertidumbre del ambiente y la asunción de las pérdidas sufridas
por su grupo inmediato familiar" (126). En ese momento es el miembro más
débil del grupo, pudiéndose luego transformar, terapia mediante, en el líder
del cambio (126). Cuando surge un portavoz o enfermo, el grupo comienza a
segregarlo , con diferentes intensidades según cada caso, con lo que "el
enfermo es alienado por su grupo inmediato" (52).
POSICION
Cada uno de los momentos del desarrollo psíquico,
caracterizado por una peculiar configuración del yo, los vínculos, los objetos,
las ansiedades y las defensas. Pichon Rivière reconoce tres posiciones:
esquizoparanoide, depresiva y patorrítmica (18, 23, 47, 123).
1. Concepto.- La idea de posición corresponde originalmente a Melanie Klein, quien
eligió precisamente ese término "para designar las fases paranoide y
depresiva porque estos agrupamientos de ansiedades y defensas, aunque surjan
primeramente en los estadios primitivos, no se restringen a éstos, sino que
aparecen y reaparecen durante los primeros años de la infancia y bajo
determinadas circunstancias en la vida ulterior" (b).
Pichon Rivière retoma esta idea
de M. Klein pero hará una relectura de las diversas posiciones en función de su
teoría de la enfermedad única. Desde esta perspectiva: a) en las posiciones
adquiere especial relevancia, además del yo, los objetos, las ansiedades y las
defensas explícitamente descriptas por Klein, lo que Pichon Rivière llama
vínculos, que se constituyen, por ejemplo, a dos vías en la posición
esquizoparanoide, y a cuatro vías en la posición depresiva; y b) la posición
esquizoparanoide adquiere el valor de una situación patoplástica e
instrumental, la posición depresiva el valor de una situación patogenética
básica, y la posición patorrítmica el valor de una situación temporal, y, en
particular, epileptoide.
En efecto: la teoría de la
enfermedad única sostiene, entre otras cosas, que el enfermar implica un
regreso a la situación vivencial de la posición depresiva y, con ello, también
a una modalidad arcaica de instrumentar defensas para desprenderse de esa
depresión básica, defensas que por entonces fueron exitosas y que corresponden
a la posición esquizoparanoide, razón por la cual Pichon Rivière denomina a
ésta, también, como instrumental. En el momento de la regresión (34), aquellos
mecanismos defensivos operan como medios de expresión y configuración de las
estructuras patológicas (neurosis, psicosis, perversiones, etc).
La posición patorrítmica
"incluye los diferentes tiempos con que se manifiestan los síntomas generados
en la posición depresiva o patogenética estructurada sobre la base de la
posición instrumental esquizoparanoide" (18). La posición patorrítmica
corresponde conceptualmente no tanto a los procesos descriptos por M. Klein
como apariciones y reapariciones de las dos primeras posiciones durante la
vida, sino específicamente a cómo, con qué ritmo lo hacen (por ejemplo, en
forma lentificada o en forma explosiva o epileptoide) (24).
(b) Klein Melanie, "Algunas conclusiones teóricas
sobre la vida emocional del bebé", en Obras Completas, Tomo III, Buenos
Aires, Paidós-Hormé, 1974, página 207.
POSICION DEPRESIVA
Momento del desarrollo que tiene lugar después de la
posición esquizoparanoide y durante el primer año de vida, en el cual los
procesos de integración del yo, los objetos y los vínculos van haciéndose más
estables y continuos (23).
Se caracteriza por: a) presencia de un objeto total,
bueno y malo al mismo tiempo; b) un vínculo a cuatro vías con ese objeto; c)
presencia de ansiedad depresiva; d) un clima afectivo de ambivalencia, culpa,
duelo y soledad; y e) la inhibición como técnica yoica (23).
1. Concepto.- Pichon Rivière retoma, con algunas modificaciones, la idea de una
posición depresiva a partir de las ideas de M. Klein y Fairbairn al respecto
(23).
Esta posición da comienzo luego
de varios meses a partir del nacimiento del infante, cuando "los procesos
de integración se hacen más estables y continuos" (23). Esta nueva
posición se caracteriza por la presencia de un objeto total y un vínculo a 4
vías: amar al objeto, ser amado por él, odiar al objeto, ser odiado por él.
"El niño sufre un proceso de cambio súbito y la existencia de 4 vías en el
vínculo le acarrea un 'conflicto de ambivalencia', de donde emerge la 'culpa'.
La maduración fisiológica del yo trae como consecuencia la organización de las
percepciones de múltiple origen, así como el desarrollo y la organización de la
memoria" (23).
2. Ansiedades y defensas.- "La ansiedad dominante o miedo está
referida a la pérdida del objeto, debido a la coexistencia en tiempo y espacio
de aspectos malos (destructivos) y buenos, en la estructura vincular (la cual
abarca al yo, al vínculo y al objeto)".
"Los sentimientos de
duelo, culpa y pérdida forman el núcleo existencial junto a la soledad. La tarea
del yo en este momento consiste en inmovilizar el caos posible o en comienzo,
apelando al único mecanismo o técnica del yo perteneciente a esta posición, la
inhibición. Esta inhibición precoz, más o menos intensa en cada caso, va a
constituír una pauta estereotipada y un complejo sistema de resistencia al
cambio, con perturbaciones del aprendizaje, la comunicación y la identidad. La
regresión desde posiciones más altas del desarrollo a estos puntos
disposicionales, que toman el contexto de lo que M. Klein llamó 'neurosis
infantil', trae como consecuencia la reactivación de este estereotipo al que
llamamos 'depresión básica', con paralización de las técnicas instrumentales de
la posición esquizoide. Si el proceso regresivo del enfermarse consigue reactivar
el 'splitting' y todos los otros mecanismos esquizoides, con la
reestructuración de dos vínculos con objetos parciales, uno totalmente bueno y
otro toalmente malo, se configuran las estructuras nosográficas, según la
ubicación de estos objetos en las distintas áreas" (23).
POSICION ESQUIZOPARANOIDE
Momento del desarrollo que tiene lugar durante los
primeros meses de vida y que le permitirán al niño pequeño lograr un manejo
exitoso de las ansiedades, organizar su universo interno y externo, y, mediante
los procesos de splitting, introyección, proyección y otros, ordenar sus
emociones y percepciones, y separar lo bueno (objeto ideal) de lo malo (objeto
malo) (22-23).
Se caracteriza por: a) presencia de dos objetos
parciales, bueno y malo; b) un vínculo a dos vías con cada objeto parcial; c)
presencia de una ansiedad paranoide y una ansiedad depresiva esquizoide; d) un
clima afectivo de divalencia; y e) técnicas yoicas como el splitting, la
introyección, la proyección, el control omnipotente, la idealización, la
negación, la represión, y la identificación proyectiva (20-22). Sinónimo:
Posición patoplástica e instrumental (47, 176, 180).
1. Concepto.- La idea
de una posición esquizoparanoide es retomada por Pichon Rivière, con algunas
modificaciones, a partir de las conceptualizaciones hechas por M. Klein y
Fairbairn al respecto, y que son contemporáneas a los primeros trabajos de
Pichon Rivière sobre esquizofrenia (20).
La importancia que Pichon
Rivière asigna a la posición esquizoparanoide radica en que es una posición
básicamente instrumental, es decir, una posición donde el yo instrumentará
defensas con la finalidad de intentar desprenderse de una situación de
sufrimiento (176). Este aspecto instrumental de la posición esquizoparanoide
adquiere sentido en el contexto de la teoría de la enfermedad única de Pichon
Rivière, que sostiene la existencia de un núcleo patogenético central de
naturaleza depresiva, del que todas las formas clínicas resultarían tentativas
de desprendimiento. Precisamente, estas tentativas se instrumentarían mediante
las técnicas defensivas propias de la posición esquizoparanoide (179-180).
El punto de partida de la
posición esquizoparanoide es en realidad una situación previa donde existe un
objeto total que, en el momento de nacer, se escinde en un objeto bueno y otro
malo, poniendo en marcha dicha posición.
Así, "la existencia de una
posición esquizoparanoide con objetos parciales, es decir, el objeto total
escindido, presupone la existencia de una etapa previa en relación con un objeto
total con el que se establecen vínculos a cuatro vías. La escisión o splitting
se produce en el acto del nacimiento y todo vínculo gratificante hará
considerar el objeto como bueno [...], mientras que la otra parte del vínculo
primario y de su objeto, sobre la base de experiencias frustradoras, se
transforma en objeto malo, en un vínculo persecutorio" (20).
"La división del objeto
total tiene como motivación impedir la destrucción total del objeto, que al
escindirse en bueno y malo configura las dos conductas primarias en relación
con el amar y ser amado [las dos vías vinculares con el objeto bueno] y odiar y
ser odiado [las dos vías vinculares con el objeto malo], es decir, dos
conductas sociales que determinan el comienzo del proceso de socialización en
el niño que tiene un rol y un status dentro de un grupo primario o
familiar" (20).
El splitting o escisión resulta
ser entonces la primera técnica defensiva que produce como resultado la
separación del objeto en uno bueno y otro malo, un clima afectivo de divalencia
y la instrumentación de nuevos mecanismos defensivos contra las nuevas
ansiedades emergentes. Examinemos brevemente, entonces, las nuevas ansiedades
que aparecen como resultado de la escisión del objeto, y las defensas
utilizadas para combatirlas.
2. Ansiedades.- Mientras M. Klein describía en esta posición únicamente la ansiedad
paranoide o persecutoria, Pichon Rivière agregará otra más, que denomina
ansiedad depresiva de la posición esquizoide, o también "sentimiento de
estar a merced". El primer tipo de ansiedad proviene de las vicisitudes
del vínculo malo, y el segundo tipo de las vicisitudes del vínculo bueno.
"La ansiedad dominante en
la posición esquizoparanoide es la ansiedad persecutoria o paranoide de ataque
al yo, como producto de una retaliación [represalia, venganza] por la
proyección de la hostilidad (a su vez producto de la frustración) que vuelve
agigantada o realimentada como un 'boomerang' sobre el propio sujeto. Esta
ansiedad paranoide vuelve como si proviniera de objetos humanos o
desplazamientos, depositarios de la hostilidad de la cual el yo se ha liberado
por la proyección. A esta ansiedad, la única descripta con anterioridad, agrego
otra proveniente de las vicisitudes del 'vínculo bueno' o dependencia de
objetos depositarios de esta calidad de sentimientos. Las alternativas sufridad
por este vínculo dan como producto otro tipo de ansiedad distinta de la
persecutoria, con la cual, sin embargo, muchos la confunden: es el sentimiento
de "estar a merced del depostiario".
"La ansiedad paranoide y
el "sentimiento de estar a merced" (ansiedad depresiva de la posición
esquizoide) son coexistentes o cooperantes en toda estructura neurótica
normal" (21). Ver también Depresión esquizoide.
3.- Defensas.- Pichon Rivière describe algunos mecanismos o técnicas defensivas del
yo que aparecen en la posición esquizoparanoide. En última instancia, las
defensas apuntan a la necesidad de preservar lo bueno y controlar lo malo,
porque si lo bueno no puede ser preservado aparece la ansiedad depresiva de la
posición esquizoide, y si lo malo no puede ser controlado aparecerá la ansiedad
persecutoria o paranoide. Las defensas procuran precisamente ante todo reducir
o eliminar estas ansiedades, para lo cual buscarán preservar lo bueno y
controlar lo malo (ver esquema adjunto).
a) Splitting o escisión: es la
defensa que pone en marcha la posición esquizoparanoide, al separar el original
objeto total en uno bueno y otro malo. Esta defensa permite al yo emerger del
caos y ordenar sus experiencias, y se encuentra en la base de todo pensamiento
(22). En efecto, el niño adquiere a través de las gratificaciones y
frustraciones con los objetos bueno y malo "la capacidad de discriminar
entre varios tipos de experiencias como primera manifestación de pensamiento,
construyendo así una primera escala de valores" (20).
b) Represión.- Pichon Rivière
considera a la represión como un proceso complejo "que incluye la
disociación o splitting, procesos de introyección y proyección y de control
omnipotente, etc. Por ejemplo, el fracaso del control omnipotente constituye lo
que Freud llama la vuelta de lo reprimido, que es lo negado, lo fragmentado, lo
introyectado y proyectado, pudiendo volver en cualquiera de las tres áreas o
dimensiones fenoménicas donde la mente sitúa los vínculos y objetos para su
mejor manejo. En este volver, lo reprimido es vivido por el 'self' como lo
extraño y lo alienado" (21).
Téngase presente entonces que
el concepto de represión de Pichon Rivière es más abarcativo que el de Freud,
para quien la represión era una estructura única y característica en la génesis
de las neurosis. El concepto de represión fue revisado por Pichon Rivière en el
contexto de su análisis de la posición esquizoparanoide, e incluye no sólo el
sentido freudiano sino también el sentido que le otorgara en su momento P.
Janet, que lo definía en términos de disociación. En efecto, Pichon Rivière
incluye dentro la represión un mecanismo de disociación o splitting (20-21).
c) Idealización y control
omnipotente.- La posición esquizoparanoide "se vincula con la creciente
idealización del objeto bueno, consiguiendo el yo por medio de su técnica la
preservación del objeto idealizado. A medida que se incrementa la idealización
de lo bueno aumenta el control y el alejamiento de lo malo y persecutorio,
convirtiéndose el primero en un objeto invulnerable. Esta situación de tensión
entre ambos objetos en distintas áreas hace necesaria la emergencia de una
nueva técnica ante el carácter insoportable de la persecusión: la negación
mágica omnipotente" (21-22).
d) Identificación proyectiva.-
Mediante este mecanismo, "el yo puede proyectar parte de sí mísmo con
distintos propósitos: por ejemplo, las partes malas para librarse de ellas así
como para atacar y destruír el objeto (irrupción). Se puede también proyectar
partes buenas, por ejemplo, para ponerlas a salvo de la maldad interna o
mejorar el objeto externo a través de una primitiva reparación proyectiva"
(22). En este momento es posible comprender lo que Pichon Rivière llama
situación depresiva esquizoide o neurótica (ver Depresión esquizoide).
POSICION PATORRITMICA
Momentos del desarrollo patológico que reaparecen durante
la vida del sujeto, en tanto expresan los diferentes tiempos o 'ritmos' con que
se manifiestan en dichos momentos los síntomas generados en la posición
depresiva, estructurada ésta sobre la base de la instrumentación de defensas
propias de la posición esquizoparanoide (18).
1. Concepto.- La posición patorrítmica aparece durante el proceso de enfermarse, y más
concretamente durante la regresión, donde se reactivan la posición depresiva
inafantil y los instrumentos defensivos de la posición esquizoparanoide (47).
La posición patorrítmica alude al cómo aparece, o con qué 'ritmo' o 'velocidad'
se manifiesta en cada sujeto (23, 123).
Estos ritmos van "de la
inhibición y lentificación de los procesos mentales, al polo explosivo donde
todo sucede con las características -y de allí tomará su configuración- de las
crisis coléricas infantiles. Si esta bipolaridad llega a predominar en la
manera de ser y de expresarse de las ansiedades y de las técnicas del yo
tendientes a controlarlas y elaborarlas, nos encontramos en el amplio campo de
la enfermedad paroxística (epilepsia)" (24), y de aquí que Pichon Rivière
haga referencia, en estos casos, a una 'situación epileptoide' (47).
PRETAREA
Momento en el acontecer de un sujeto o de un grupo
donde, ante la necesidad de realizar una determinada tarea, surge una
resistencia a los cambios que ella implica. La tarea es postergada u obstaculizada
de diversas maneras debido a la intervención de defensas frente al incremento
de las ansiedades de ataque y pérdida, defensas utilizadas con el fin de
postergar la elaboración de esos miedos básicos y, en última instancia, del
núcleo depresivo básico. Pretarea, tarea y proyecto constituyen los tres
momentos que se presentan habitualmente cuando un sujeto o un grupo deben
enfrentar una situación de cambio (33).
1. Concepto.- Los
tres momentos denominados como pretarea, tarea y proyecto "se presentan en
una sucesión evolutiva y su aparición y juego constante se pueden ubicar frente
a cada situación o tarea que involucre modificaciones en el sujeto" (33).
Si bien los tres momentos son aplicables tanto a los sujetos individuales como
a los grupos, Pichon Rivière los estudió especialmente en relación con éstos
últimos.
Durante la pretarea, el grupo
se mantiene improductivo, es decir, de una u otra forma no está ocupado en
llevar adelante la tarea que originalmente se propuso. Aparecen conductas de
remoloneo, recreación improductiva, escapismo, etc. Por ejemplo, un grupo que
se reúne para estudiar (tarea), comienza hablando de cualquier otro tema,
bromea, justifica su inacción en términos de 'fiaca', y hasta simula haber
empezado a estudiar (por ejemplo, alguien que lee monótonamente mientras los
demás están 'pensando en otra cosa'), cuando en realidad lo que hacen es
postergar todo lo posible la realización de la tarea.
La expresión 'pretarea' alude
al hecho de que es una fase previa a la tarea, pero con ello no debe entenderse
que, una vez encarada ésta última, no pueda retornar la fase de pretarea. En la
historia grupal ambas fases se alternan de acuerdo al monto de las ansiedades:
cuando estas se tornan intolerables, el grupo entra en pretarea, y cuando se hacen
tolerables, están dadas las condiciones para su ingreso en la tarea. Esta
alusión a las ansiedades nos permite ingresar en el por qué de la pretarea.
2. Una explicación psicoanalítica.- La pretarea es un fenómeno grupal susceptible
de ser explicado psicoanalíticamente, explicación que fue encarada por Pichon
Rivière en los siguientes términos.
La tarea implica siempre una
situación de cambio en la cual se movilizan dos tipos de ansiedades: el miedo a
la pérdida del estado anterior, y el miedo al ataque de la nueva situación que
la tarea implica. Ante la inminencia de tener que comenzar la tarea, estas
ansiedades se incrementan progresivamente, lo que hace que el grupo, en
determinado momento, instrumente técnicas defensivas contra ellas estructurando
una situación de resistencia al cambio (33).
"Estas técnicas se emplean
con la finalidad de postergar la elaboración de los miedos básicos; a su vez,
estos últimos, al intensificarse, operan como obstáculo epistemológico en la
lectura de la realidad. Es decir, se establece una distancia entre lo real y lo
fantaseado, que es sostenida por aquellos miedos básicos" (33, 159).
En el marco de su teoría de la
enfermedad única, Pichon Rivière propone que la postergación de la tarea es la
expresión manifiesta de otra postergación: la postergación de la elaboración
del núcleo depresivo básico. En efecto, la inminencia de una tarea a realizar
opera como factor actual o desencandenante, frente a lo cual el grupo entra en
regresión, se sitúa en la posición depresiva infantil e intenta resolverla
mediante los mecanismos propios de la posición esquizoparanoide como la
escisión, y otros.
Esto no ocurre solamente en los
grupos de estudio u otros grupos de trabajo, sino también en los grupos
terapéuticos, donde la tarea es la curación. Así, señala Pichon Rivière:
"Podríamos considerar como una consecuencia de la situación laberíntica o
caótica de la posición depresiva básica, la grave dificultad que manifiestan
ante el tratamiento quienes acuden a él, aún poseyendo un destacable grado de
enfermedad. Todos los recursos, aún los más dramáticos, se ponen al servicio de
este eludir la tarea de elaboración del núcleo depresivo" (129).
"La pretarea, con sus
técnicas disociativas, es un momento habitual en el desarrollo del trabajo grupal.
Pero si se estanca, si el estereotipo adquiere una rigidez creciente, la
productividad del grupo es nula" (129).
3. Formas de manifestación.- La pretarea se caracteriza por la apelación a
todos los mecanismos de escisión, con una instrumentación de las técnicas de la
posición esquizoparanoide (en términos de M. Klein) o de la posición
patoplástica e instrumental (en términos de Pichon Rivière), disociando el
sentir, el pensar y la acción. (Estas técnicas, por lo demás, operan como
medios de expresión y configuración de las estructuras patológicas como la
neurosis, la psicosis o las perversiones) (34)."Es entonces cuando el
coordinador o terapeuta deberá conducir al grupo al análisis sistemático de los
factores que impiden la penetración en el segundo periodo que es el de la
elaboración de la tarea" (129). Esta disociación entre el sentir, el
pensar y el hacer se ve por ejemplo cuando el grupo piensa que debe hacer la
tarea, pero no la hace (disociación pensar-hacer).
Pichon Rivière describe por lo
menos tres formas de manifestación del momento de la pretarea: a) la
constitución de un grupo conspirador, b) la impostura, y c) las resistencias
del terapeuta. El grupo conspirador elude la tarea oponiéndose al cambio que
ella implica (ver Grupo Conspirador).
En cuanto a la impostura,
Pichon Rivière nos indica ella aparece como un dispositivo de seguridad
"destinado a poner al sujeto a salvo del sufrimiento, la ambivalencia y la
culpa [implicados en la situación depresiva básica], y a la vez que le impiden
asumir su identidad, eximiéndolo del compromiso de un proyecto" (129).
Más concretamente, "la
pretarea aparece... como campo en el cual el proyecto y la resistencia al
cambio serían las exigencias con signo opuesto y de creación de tensión; la
búsqueda de salidas a esta tensión se logra a través de una figura
transaccional, resolución transitoria de la lucha: aparece el "como
si" o la impostura de la tarea. Se hace "como si" se efectuara
la labor especificada (o la conducta necesaria)" (33-34).
"Podemos estipular que el
"como si" aparece a través de conductas parcializadas, disociadas,
semiconductas -podríamos decir- pues las partes son consideradas como todos.
Los aspectos manifiestos y latentes son imposibles de integrar en una
denominación total que los sintetice" (34).
"Se nos presenta en esas
semiconductas de la pretarea el problema de la 'impostura'. Si la significación
está reducida y el sujeto no presenta la opacidad que su presencia requiere,
hay una cierta transparencia. En su cuerpo la decantación significativa se
efectúa con falta de totalidad. El sujeto es una burla de sí, su
"negativo". La falta de revelación de sí mísmo, su denominación como
hombre. La situación se le presenta con un dejo de extrañeza y es esa extrañeza
la que lo desespera, acudiendo para sobrellevarla a comportamientos extraños a
él como sujeto, pero afines con él como hombre alienado" (34).
"Se entrega entonces a una
serie de "tareas" que le permiten "pasar el tiempo"
(mecanismo de postergación, detrás del cual se oculta la imposibilidad de
soportar frustraciones de inicio y terminación de tareas y causando,
paradójicamente, una frustración constante)" (34).
"Los mecanismos de defensa
son sólo elementos formales cuyo contenido (tarea y proyecto para cada sujeto)
está disuelto en ellos. El sujeto aparece como una estructura más de aquellos
mecanismos, y sus fines se agotan en cada manifestación. Por lo tanto, lo que
se observa son maneras o formas de no entrar en tarea" (34).
En cuanto a las resistencias
del terapeuta señalemos, por último que en el caso de una situación
terapéutica, correctora, el mismo terapeuta que normalmente tiene como función
posibilitar el pasaje de la pretarea a la tarea, puede también, erradamente,
pasar de la tarea a la pretarea. Al respecto, Pichon Rivière señala que
"la situación transferencial y contratransferencial ocurre principalmente
en el ámbito de la pretarea del sujeto. Si el terapeuta confunde la pretarea
con la tarea, entra en el juego de la neurosis transferencial y actúa en ella.
La tarea del terapeuta se convierte en pretarea, al tener él mísmo resistencia
a entrar en su tarea específica, por eludir el problema esencial del hacerse
cargo, del "compromiso", del ser conciente y el proyecto
(resistencias ideológicas a la praxis)" (35).
PROCESO CORRECTOR
Proceso mediante el cual se disminuye el monto de las
ansiedades básicas a los efectos que el individuo o el grupo puedan dejar de
emplear defensas esterotipadas y comiencen a instrumentar técnicas más
adecuadas en la tarea de preservación de lo bueno y control de lo malo, y de la
adaptación activa a la realidad (65, 183).
1. Concepto.- El proceso terapéutico (o la operación psicoterapéutica, o el proceso
corrector) se propone como objetivo "una disminución de las ansiedades
psicóticas básicas. En consecuencia, como terapeutas, no hablamos de
"curación", sino que intentamos disminuír un monto determinado de
miedos básicos, de ansiedades de pérdida y de ataque, de manera que el yo del
sujeto no deba recurrir al empleo de mecanismos defensivos que,
estereotipándose, configuren la enfermedad y le impidan una adaptación activa a
la realidad" (65).
Este proceso consiste, en
última instancia, "en un proceso de aprendizaje de la realidad y de
reparación de la red de comunicación disponible para el sujeto. Es la
confrontación que implica la experiencia correctora cuando el sujeto puede
integrarse, en una situación de sufrimiento tolerable por la discriminación de
los miedos básicos, lo que determina un manejo más adecuado de las técnicas del
yo en la tarea de preservación de lo bueno y control de lo malo" (183).
El proceso corrector implica
producir en el sujeto una depresión iatrogénica, es decir, integrarlo a través
de una dosificación operativa de partes disgregadas, y "hacer que la
constante universal de 'preservación de lo bueno y control de lo malo' funcione
en niveles sucesivos caracterizados por un sufrimiento tolerable, por
disminución de miedo a la pérdida de lo bueno y una disminución paralela al
ataque, durante la confrontación de la experiencia correctora" (25-26).
Esta corrección "se logra
a través de la 'explicación de lo implícito'" (17), vale decir, mediante
el trabajo de interpretación.
2. Proceso corrector y grupo operativo.- Pichon Rivière propuso el
empleo de la técnica del grupo operativo para encarar el proceso corrector. En
efecto, las técnicas operativas permiten fortalecer el yo de los pacientes
haciéndolos más plásticos y flexibles, logrando así una disminución de los
miedos básicos y una adaptación activa a la realidad, "sobre la base de
una interacción dinámica entre introyecciones y proyecciones que se transforman
en operativas porque están en los cimientos de la comprensión y acción sobre el
enfermo" (125).
La tarea prioritaria en el
grupo es "la elaboración de un esquema referencial común, condición básica
para el establecimiento de la comunicación, la que se dará en la medida en que
los mensajes puedan ser decodificados por una afinidad o coincidencia de los
esquemas referenciales del emisor y el receptor".
"Cuando la tarea que se
propone a los integrantes del grupo es la de la "curación" (en
nuestro esquema, la disminución de las ansiedades psicóticas), éstos, al
compartir un esquema referencial, pueden reiniciar su reaprendizaje, la
refacción de sus redes de comunicación averiadas durante el proceso de
enfermedad, fortalecer su yo para abordar y destruír la resistencia al cambio y
reorganizar una nueva etapa, cuya evaluación realizamos sobre la base de los
criterios de adaptación activa a la realidad, modificación de sí y operación en
el medio" (125-126).
"Mediante la tarea
realizada en los rgrupos operativos el sujeto adquiere o recupera un
pensamiento discriminativo social, por el que, progresivamente y a través del
aprendizaje, se produce la experiencia correctora: el paciente logra conciencia
de su propia 'identidad' y de la de los demás, en un nivel real" (126).
3. Proceso corrector y grupo terapéutico.- Un grupo terapéutico es
aquel que tiene como tarea la curación, siendo el ejemplo prototípico el grupo
familiar en terapia.
En este contexto, el proceso
corrector puede ser descripto desde cuatro puntos de vista: a) los momentos de
la operación terapéutica, b) sus niveles de intervención, c) el análisis de los
fenómenos universales de todo grupo, y d) el análisis de los conceptos y pasos
operacionales del ECRO. Describamos cada uno de estos vectores de análisis.
a) Momentos de la operación
terapéutica.- Son cuatro: diagnóstico, pronóstico, tratamiento y profilaxis.
Cada una de estas dimensiones estarán centradas tanto en el paciente, como en
el grupo como en la situación. Por ejemplo, lo que se diagnostica es el
paciente, el grupo y la situación.
"El enfoque grupal permite
hacer una evaluación diagnóstica, pronóstica, terapéutica y profiláctica mucho
más operativa que la que resulta de centrar el problema en el paciente con
exclusión de su medio familiar" (60). Los postulados básicos que rigen
cada uno de estos cuatro momentos, están sintetizados en el esquema adjunto.
b) Niveles de intervención.-
Desde el punto de vista de la tarea correctora, se puede intervenir a tres
niveles: psicosocial, sociodinámico e institucional (ver también Grupo
Familiar).
El nivel 'psicosocial' "se
refiere a las relaciones del paciente con cada uno de los otros miembros del
grupo familiar. En este sentido el abordaje del grupo se hace a través de la
'representación interna' que el enfermo tiene de cada uno de sus familiares, es
decir, lo que se denomina 'grupo interno'. El análisis de los vínculos internos
permite mejorar los vínculos externos (al curarse el enfermo a su vez
"cura" al grupo externo, a los demás, a través de sus cambios de
actitudes)" (62).
Debemos tener presente que
"la interacción en un grupo familiar se estructura sobre la base de un
interjuego de imágenes internas. Cuando en un grupo se produce la emergencia de
una enfermedad mental, los integrantes tendrán una imagen del sujeto que
enferma, la que se va a conjugar con las imágenes que él tiene de los otros
integrantes, de sí mísmo y con lo que cree que los otros piensan de él".
"La tarea correctora
consiste en la ratificación o rectificación de estas imágenes en interjuego. Si
son muy distintas entre sí aparece la duda, la incertidumbre, como medida de la
intensidad de la fisura existente entre la calidad de la autorrepresentación y
la imagen que los otros tienen del sujeto".
"Si el ajuste de imágenes
es perfecto, pero existe una connotación negativa, puede surgir el masoquismo,
por el cual el sujeto se hará cargo de la situación de enfermedad. Cuando
alguien enferma en un grupo familiar se da una tendencia a la exclusión de ese
miembro, surgiendo el 'mecanismo de la segregación' de cuya intensidad
dependerá el pronóstico del paciente. La marginación se produce porque el
enfermo mental es el depositario de las ansiedades de su grupo, y se lo trata
de alejar con la fantasía de que con él desaparecerá la ansiedad" (68-69).
El nivel 'sociodinámico'
"se refiere al abordaje del grupo en su totalidad gestáltica, y al estudio
de lo que Lewin denomina dinámica grupal. Pueden aplicarse aquí las técnicas
grupales y las sociométricas" (62).
El nivel 'institucional'
"se refiere al abordaje de la familia como institución a través del
estudio de la historia familiar, de su estructura socioeconómica y de sus
relaciones intergrupales y ecológicas: con otras familias, el vecindario, el
barrio, el club, la iglesia, etc" (62).
c) Fenómenos universales.-
"El análisis sistemático de las situaciones grupales nos ha posibilitado
registrar un conjunto de procesos relacionados entre sí, que nos permiten, por
su reiteración, considerarlos como fenómenos universales de todo grupo, en su
estructura y dinámica" (62).
Estos 'universales' son: 1) Los
miedos básicos: tanto el miedo a la pérdida de la estructura ya lograda, como
el miedo al ataque en la nueva situación a estructurar. 2) La "situación
terapéutica negativa" frente a la situación de 'cambio' configurada por el
miedo al cambio y la resistencia al cambio. 3) Un sentimiento básico de
'inseguridad' (la fórmula es "más vale pájaro en mano que cien
volando"). 4) Los procesos de 'aprendizaje' y 'comunicación': ambos
aspectos forman una unidad y son interdependientes. La comunicación es el riel
del aprendizaje. 5) Las 'fantasías básicas': de enfermedad, de tratamiento y de
curación (63-64).
d) ECRO.- El terapeuta se
manejará, al encarar la tarea correctora, con un ECRO que incluya los
siguientes conceptos y pasos operacionales: 1) El concepto de 'portavoz': el
enfermo es el portavoz de la enfermedad grupal. 2) El análisis de los 'roles':
funciones sociales perturbadas; roles que se asumen en situaciones de
emergencia; rigidez o rotatividad; liderazgos. 3) El análisis de las
ideologías. 4) El análisis del 'malentendido básico'. 5) El análisis de los
'secretos familiares': todo el mundo los conoce pero nadie habla de ellos. 6)
El análisis de los mecanismos de 'splitting'. 7) El análisis de los mecanismos
de 'segregación' y de sus infraestructuras. 8) El análisis de los mecanismos de
'preservación'. 9) Las fantasías de 'omnipotencia' e 'impotencia', que
fácilmente se proyectan en el terapeuta como una forma de impotentizarlo y
paralizarlo (el terapeuta es el ser omnipotente que lo resuleve todo o el ser
impotente que nada puede hacer). 10) El análisis de la 'situación triangular
básica' reeditada en seres de situaciones triangulares intragrupales. 11) La
evolución de los medios o 'logística' (64).
PROYECTO
Planteo de objetivos que van más allá del aquí y ahora
del acontecer grupal, y que incluye una planificación de la estrategia para
alcanzarlos. Pretarea, tarea y proyecto constituyen los tres momentos que se
presentan habitualmente cuando un sujeto o un grupo deben enfrentar una
situación de cambio (33).
1. Concepto.- A medida que en un grupo va cumpliéndose la tarea, también comienza a
plantearse objetivos que van más allá de la tarea inmediata: se conocen bien
como grupo, saben cómo funcionan y cómo hacerlo bien, y pueden encarar metas
más amplias y más extendidas en el tiempo.
"Elaborar un proyecto
significa elaborar un futuro adecuado de una manera dinámica, por medio de una
adaptación activa a la realidad, con un estilo propio, ideologías propias de
vida y una concepción de la muerte propia" (124).
Pichon Rivière destaca, en
efecto, que el planteamiento de un proyecto es una manera de canalizar la
ansiedad frente a la pérdida, ya que el grupo está terminando como tal al estar
completándose la tarea. La muerte del grupo y la muerte propia de cada
integrante aparecen así reactualizadas y elaboradas en el momento del proyecto.
Por ejemplo, durante el proceso
corrector, en la fase de la depresión iatrógena, el sujeto, al pasar de la
posición esquizoparanoide a la depresiva, puede lograr una integración del yo,
del objeto y del vínculo, adquiriendo así un 'insight' y una capacidad para
elaborar un "proyecto", donde la muerte está incluída como una
situación concreta y propia, permitiéndole encarar los problemas existenciales
(124).
En suma, el proyecto surge como
tercer momento "cuando se ha logrado una pertenencia de los miembros del
grupo; se concreta entonces una 'planificación'. El grupo se plantea objetivos
que van más allá del aquí y ahora, construyendo una estrategia destinada a
alcanzar dicho objetivo. Pero dentro de ese aquí y ahora podemos interpretar
que este proyecto, como todo mecanismo de creación, está destinado a superar la
situación de muerte o de pérdida que vivencian los miembros cuando a través de
la realización de la tarea advierten la posibilidad de la separación o
finalización del grupo" (159).
PSICOANALISIS
Teoría a la que Pichon Rivière adhirió durante muchos
años y cuya ortodoxia criticó en algunos aspectos, señalando que: a) el
antropocentrismo de Freud le impidió a éste desarrollar un enfoque dialéctico,
y b) su planteo instintivista y su desconocimiento de la dimensión ecológica le
impidieron, asimismo, formularse algo que ya había vislumbrado, a saber, que
toda psicología es, en sentido estricto, social (43).
1. Concepto pichoniano.- Pichon Rivière cuenta su historia con el
psicoanálisis, indicando que en base a los datos que obtuvo sobre la estructura
y características de la conducta tratando a sus pacientes, y orientado por el
estudio de las obras de Freud, comenzó su formación psicoanalítica que culminó,
años más tarde, en su análisis didáctico con el Dr. Garma.
Señala asimismo que por entonces,
"por la lectura del trabajo de Freud sobre "La Gradiva" de
Jensen tuve la vivencia de haber encontrado el camino que permitiría lograr una
síntesis, bajo el común denominador de los sueños y el pensamiento mágico,
entre el arte y la psiquiatría" (10).
A partir del tratamiento de
psicóticos, Pichon Rivière formula su teoría del vínculo en sustitución de la
teoría freudiana instintivista, lo que conducía necesariamente a definir a la
psicología, en un sentido estricto, como psicología social (11).
Pichon Rivière reconoce a Freud el haber
intuído esta última formulación, que el creador del psicoanálisis plantea en
"Psicología de las masas y análisis del Yo". Sin embargo, un análisis
más detallado del mencionado artículo reveló a Pichon Rivière que, si bien
Freud alcanzó por momentos una visión integral del problema de la interrelación
hombre-sociedad, no pudo desprenderse sin embargo, de una visión
antropocéntrica que le impidió desarrollar un enfoque dialéctico. Además,
"pese a percibir la falacia de la oposición dilemática entre psicología
individual y psicología colectiva, su apego a la "mitología" del
psicoanálisis, la teoría instintivista y el desconocimiento de la dimensión
ecológica le impidieron formularse lo vislumbrado, esto es, que 'toda psicología,
en un sentido estricto, es social'" (42-43).
Podemos sintetizar el análisis
de Pichon Rivière sobre la "Psicología de las masas y análisis del
Yo" en los términos siguientes.
Freud comienza refiriéndose a
las relaciones del individuo con sus padres, hermanos, médico, etc., que bien
pueden considerarse fenómenos sociales. Estos entrarían en oposición con
aquellos denominados por Freud narcisistas. En este punto, Pichon Rivière
refiere que, de acuerdo a los planteos de M. Klein, se trata de relaciones externas
que han sido internalizadas (los 'vínculos internos' de Pichon Rivière) y que
reproducen en el yo las relaciones grupales o 'ecológicas'. Tales estructuras
vinculares se configuran en base a experiencias precocísimas, irreductibles a
un mero instinto.
Este conjunto de relaciones
internalizadas "en permanente interacción y sufriendo la actividad de
mecanismos o técnicas defensivas constituye el 'grupo interno', con sus
relaciones, contenido de la fantasía inconciente" (42).
Todo esto fue efectivamente
vislumbrado por Freud, pero, sin embargo, no pudo desarrollarlo debido a que,
como fue señalado, su posición antropocéntrica e instintivista le impidió
desplazar su atención de un ser individual a merced de sus instintos, hacia un
ser social cuyo psiquismo se organiza ante todo vincularmente (42).
Ya fuera de la ortodoxia
freudiana, del esquema conceptual de Pichon Rivière forman parte también los
planteos de Melanie Klein acerca de las posiciones esquizoparanoide y
depresiva, entendidas como configuraciones de objetos, ansiedades básicas y
defensas.
PSICOLOGIA SOCIAL
Ciencia de las interacciones orientadas hacia un cambio
social planificado (149). En esta perspectiva de Pichon Rivière, la psicología
social indaga la interacción en sus dos aspectos, intersubjetivo (grupo
externo) e intrasubjetivo (grupo interno) y se orienta hacia una praxis -de
donde surge su carácter instrumental- que se realimenta dialécticamente con la
teoría (206). En última instancia, esta disciplina apunta al pleno desarrollo de
la existencia humana (107, 206).
1. Objeto de estudio y finalidad.- "La psicología social que postulamos
tiene como objeto de estudio el desarrollo y transformación de una relación
dialéctica, la que se da entre estructura social y fantasía inconciente del
sujeto, asentada sobre sus relaciones de necesidad. Dicho de otra manera, la
relación entre estructura social y configuración del mundo interno del sujeto,
relación que es abordada a través de la noción de vínculo".
"Para nosotros el ser
humano es un ser de necesidades, que sólo se satisfacen socialmente en
relaciones que lo determinan. El sujeto no es sólo un sujeto relacionado, es un
sujeto 'producido' en una praxis. No hay nada en él que no sea la resultante de
la interacción entre individuo, grupos y clases" (206).
"Si esa relación es el
objeto de la psicología social, su campo operacional privilegiado es el grupo,
que permite la indagación del interjuego entre lo psicosocial (grupo interno) y
lo sociodinámico (grupo externo), a través de la observación de las formas de
interacción, los mecanismos de adjudicación y asunción de roles. El análisis de
las formas de interacción nos permite establecer hipótesis acerca de sus
procesos determinantes" (206-207).
La psicología social a la que
apunta Pichon Rivière "se inscribe en una crítica de la vida cotidiana.
Abordamos al sujeto inmerso en sus relaciones cotidianas. Nuestra conciencia de
estas relaciones pierde su trivialidad en la medida en que el instrumento
teórico y su metodología nos permiten indagar la génesis de los hechos
sociales. Coincidimos con la línea abierta por H. Lefèvre, para quien las
ciencias sociales encuentran su realidad en 'la profundidad sin misterios de la
vida cotidiana'" (205-206).
La psicología social es la
ciencia de las interacciones orientada hacia un cambio social planificado.
"De no ser así no tiene sentido y todos sus esfuerzos concluirán en un
sentimiento de impotentización como resultante de las contradicciones acerca de
su aspecto operacional. Es una artesanía en el más amplio sentido de la
palabra, que tanto forma los elementos del cambio como prepara el campo en el
que se va a actuar" (149).
"De allí van a surgir dos
direcciones: una llamada psicología social académica, que preocupada solamente
por las problemáticas de las técnicas o de los tipos posibles de cambio, se
siente paralizada frente a su responsabilidad de realizar una síntesis de
teoría y práctica" (149-150).
En efecto, si la psicología
social no supera la simple tarea de estudiar vínculos interpersonales y otras
formas de interacción, haciéndola direccional y significativa, tenderá a
estancarse y perder su sentido (149). De aquí la necesidad de construír una
psicología social en una nueva línea que incorpore el compromiso social y la
praxis.
Esta segunda línea, la praxis,
"de donde surge el carácter instrumental y operacional en su sentido más
real, se resuelve no en un círculo cerrado, sino en una continua realimentación
de la teoría, a través de su confrontación en la práctica y viceversa (tesis,
antítesis, síntesis). La experiencia de la práctica conceptualizada por una
crítica y una autocrítica realimenta y corrige la teoría mediante mecanismos de
rectificación y ratificación, logrando una objetividad creciente. Se configura
una marcha en espiral sintetizadora para elaborar una logística y construír una
estrategia, que a través de la táctica y la técnica dé carácter operativo a
planificaciones de distinto tipo para que pueda realizarse en cambio aspirado,
que consiste en el desarrollo pleno de la existencia humana a través de la
modificación mutua del hombre y la naturaleza. ¿Por qué nuestra valoración de
la praxis? Porque sólo ella introduce la inteligibilidad dialéctica en las
relaciones sociales y restablece la coincidencia entre representaciones y
realidad" (150, 206-207).
La tarea del psicólogo social,
entonces, "puede definirse como el intento de descubrir, entre otras
cosas, cierto tipo de interacciones que entorpecen el desarrollo pleno de la
existencia humana. Pero esto representa sólo un aspecto de los propósitos, pues
toma también como objeto de indagación el descubrimiento de los factores que
favorecen aquel desarrollo aludido" (107). Pichon Rivière propone una
psicología social que "apunte a una visión integradora del "hombre en
situación", objeto de una ciencia única o interciencia, ubicada en una
determinada circunstancia históprica y social" (150).
2. Campo de acción.- Indica Pichon Rivière que la psicología
social, "como disciplina y herramienta técnica, instrumenta [esquemas]
para el abordaje, indagación, diagnóstico, planificación y operación en los
distintos ámbitos en los que se cumplen procesos de interacción. Estos ámbitos,
caracterizados como ámbito grupal, institucional y comunitario, pueden ser
abordados desde un esquema conceptual común, aunque presentan variables
específicas que requieren manejo técnico diferenciado" (213).
En efecto, la psicología social
se caracteriza por ser operativa e instrumental, "con las caracrerísticas
de una interciencia cuyo campo es abordado por una multiplicidad
interdisciplinaria (epistemología convergente), de la cual deriva la
multiplicidad de las técnicas" (149-150).
3. Psicología social y psicoanálisis.- Pichon Rivière distingue una
psicología individual, que estudia lo endopsíquico, una psicología social, que
trata de las interrelaciones intragrupales (endogrupo), y la sociología, que
trata de las interrelaciones intergrupales (exogrupo) (31). Pichon Rivière
ubica al psicoanálisis fundamentalmente como una psicología individual, pero,
sin embargo, le reconoce a Freud haber vislumbrado la enorme importancia de la
interacción social en la constitución del psiquismo y la determinación de la
conducta. Pichon Rivière emprendió precisamente, esta tarea que no completó
Freud: la de desarrollar -y no simplemente vislumbrar- una psicología social a
partir del psicoanálisis.
La idea de estructura vincular,
instancia que relaciona la estructura de la personalidad con la estructura
social, fue lo que permitió a Pichon Rivière pasar del psicoanálisis a la
psicología social. Ello no significó renegar de los aportes de la teoría
psicoanalítica pues es a partir de ellos, de la teoría marxista y de otros
intentos de totalización, como resulta posible fundamentar y construír una
psicología social (200-201).
De hecho, Pichon Rivière
reconoce a Freud el haber comprendido que la psicología individual es, desde el
principio, una psicología social, puesto que, como indica el creador del
psicoanálisis en "Psicología de las masas y análisis del Yo",
"la psicología individual se concreta, ciertamente, al hombre aislado e
investiga los caminos por los que el mismo intenta alcanzar la satisfacción de
sus instintos, pero sólo muy pocas veces y bajo determinadas condiciones
excepcionales, le es dado prescindir de las relaciones del individuo con sus
semejantes. En la vida anímica individual aparece integrado siempre,
efectivamente, 'el otro' como modelo, objeto, auxiliar o adversario".
"Esta concepción del mundo
interno, y la sustitución de la noción de instinto por la de estructura vincular,
entendiendo al vínculo como un protoaprendizaje, como el vehículo de las
primeras experiencias sociales, constitutivas del sujeto como tal, con una
negación del narcisismo primario, conducían necesariamente a la definición de
la psicología, en un sentido estricto, como psicología social" (11).
Letras R-Z
ROL
Función social que asume un sujeto y/o que le es
adjudicada por los otros, y que resulta de un proceso de internalización que se
inscribe en otro más amplio: la socialización del individuo. Pichon Rivière
desarrolla la idea de rol tomando como punto de partida las conceptualizaciones
de G. Mead al respecto (28, 76). Los roles pueden ser funcionales y operativos,
si están al servicio de la tarea grupal, o rígidos y estereotipados cuando la obstaculizan.
1. Concepto.- Pichon Rivière toma como punto de partida las ideas de G. Mead. "El
concepto de rol [fue] incorporado a la psicología social y desarrollado por G.
H. Mead, el gran precursor de esta disciplina, que basó todo su desarrollo en
el concepto de rol, su interacción, el concepto de mí, de otro generalizado,
que representaría el grupo interno como producto de una internalización de los
otros" (28).
Sin embargo, Pichon Rivière
propone una visión más amplia que la de Mead, al sostener que el rol se
constituye no sólo en relación a los otros sino también en relación al entorno
ambiental en su conjunto. Por ejemplo, una persona no asume el rol de campesino
solamente porque los otros se lo adjudiquen, o porque lo asuma en forma
abstracta sin relación con el medio, sino por el hecho de vivir en un ambiente
rural.
Señala Pichon Rivière, en
efecto, que "la internalización del otro no se hace como un otro abstracto
y aislado, sino que incluye los objetos inanimados, el hábitat en su totalidad,
que alimenta fuertemente la construcción del esquema corporal. [Por ejemplo],
la noción popular de "querencia" o "pago" va mucho más allá
de las personas que la integran y eso se observa en las reacciones en las
situaciones de migración: el miedo a la pérdida paraliza al migrador campesino
en el momento en que tiene que asumir un rol urbano provocando su
marginación" (28).
Pichon Rivière ha estudiado los
roles fundamentalmente en relación con la vida de los grupos: éstos se
estructuran en base a un interjuego de asunción y adjudicación de roles.
"El rol adjudicado es el
rol 'prescripto' o rol 'necesitado' en el grupo que debe ser cumplido por aquel
que asume el rol. En la medida en que coinciden los dos roles, el prescripto y
el asumido, se produce el 'encaje', la articulación, como sucede, por ejemplo,
en un equipo de fútbol, en el que el jugador, al mismo tiempo que internaliza a
los miembros de su equipo, realiza lo mismo con el equipo contrario,
configurando lo que George Mead llama "el otro generalizado", con el
objeto de llegar a una operatividad´máxima... En la interacción del 'self' con
el otro generalizado se estructura el 'mí' (rol operativo diferenciado) que
puede ser considerado a través de cuatro momentos de la operación: la
'estrategia', la 'táctica', la 'técnica' y la 'logística'" (126-127).
La situación contraria al
'encaje' ocurre cuando no coinciden el rol adjudicado y el rol asumido.
"En una época el psiquiatra consideraba a los integrantes del grupo como
simples individuos que un conjunto indiferenciado, sin tener en cuenta los
roles que asumía cada uno de los miembros en el 'aquí-ahora-conmigo'; les
adjudicaba aí un rol equivocado, produciéndose en consecuencia un conflicto
intrapsíquico de roles y una actuación patológica. En este caso la pertenencia,
cooperación y pertinencia están seriamente perturbadas, originándose una
patología social por rechazo, indecisión o incapacidad de asumir el rol
adjudicado" (127).
Un grupo operativo está poblado
de roles prescriptos o puestos: en el acontecer grupal, determinadas personas
van a asumir estos roles correspondientes de acuerdo con sus características
personales. Sin embargo, no todos los roles que aparecen sirven a una tarea
positiva, como por ejemplo el chivo emisario y el líder saboteador (28-29). Estas
consideraciones nos llevan a una clasificación de los roles en términos de su
funcionalidad u operatividad.
2. Clasificación.- A grandes rasgos, Pichon Rivière clasifica los roles de acuerdo a su
operatividad, en términos de si están o no al servicio de la tarea grupal. Sus
diferencias son las siguientes:
a) Los roles deben ser
complementarios para que sean funcionales y operativos. Cuando aparece la
suplementariedad, invade al grupo la competencia, que esteriliza la tarea (ver
Complementariedad). Sin embargo, en otros artículos Pichon Rivière sugiere que
tanto los roles complementarios como los suplementarios son funcionales y
operativos, como cuando indica que los roles se hacen funcionales cuando
"siguen una dinámica que sigue las leyes de complementariedad y
suplementariedad" (126), o cuando señala que la funcionalidad de los roles
está "caracterizada por una plasticidad que permite asumir roles
complementarios y suplementarios" (127).
b) Los roles funcionales son
aquellos que están al servicio de la tarea grupal, mientras que los no
funcionales están al servicio de la pretarea. No obstante, si consideramos un
sentido más amplio de funcionalidad, en rigor todo rol es funcional porque está
al servicio de algo, sea la tarea o la pretarea. En el texto de Pichon Rivière
predomina el sentido de rol funcional como sinónimo de rol al servicio de la
tarea.
c) Los roles funcionales y
operativos son rotativos o intercambiables, mientras que los no funcionales son
rígidos. Rigidez significa dificultad o imposibilidad para que un integrante
del grupo pueda asumir roles diferentes, según la ocasión. Rotatividad
significa, al contrario, plasticidad, capacidad para asumir roles diferentes.
En un grupo operativo, "cada miembro tienen asignado un rol específico,
pero con un grado de plasticidad tal, que le permite asumir otros roles
funcionales" (71). Un grupo estereotipado puede en determinado momento
adquirir plasticidad y movilidad a través de la tarea, cuando "los roles
se hacen intercambiables y el grupo se vuelve operativo, se realimenta y encara
la toma de decisiones" (126).
La rotatividad de los roles
puede verse por ejemplo en aquellos casos donde hay roles que se asumen en
situaciones de emergencia, como un padre que tiene que asumir, en determinado
momento, roles maternos (64). "Esta capacidad de asunción de roles
(potencial de reemplazo en la emergencia) constituye un elemento a considerar
para el pronóstico del grupo familiar. En el asumir roles necesitados
situacionalmente se configura un proceso de aprendizaje de la realidad, tarea
fundamental del grupo" (71).
d) Los roles funcionales están
relacionados con la salud, y los no funcionales con la enfermedad. "En un
grupo sano, verdaderamente operativo, cada sujeto conoce y desempeña su rol
específico, de acuerdo con las leyes de la complementariedad" (72). En
este punto, Pichon Rivière insiste en el concepto de aprendizaje del rol en el
grupo primario, porque las fallas en la instrumentación (rol) generan en el
sujeto un sentimiento de inseguridad que lo predispone a caer en una situación
neurótica. El aprendizaje ha sido perturbado porque el sujeto... se ha hecho
cargo de las ansiedades del grupo, configurándose la situación de chivo
emisario" (72). Así, "en cierta medida podemos considerar a las neurosis
o a las psicosis como una perturbación del aprendizaje de la realidad a través
de roles" (75).
SALUD MENTAL
Proceso en el cual se realiza un aprendizaje de la
realidad a través del enfrentamiento, manejo y solución integradora de los
conflictos. La adaptación activa a la realidad, que implica la transformación
constructiva del medio y la modificación del propio sujeto es, entonces, el
criterio básico de salud (15).
1. Concepto.- La salud mental consiste "en un aprendizaje de la realidad a
través del enfrentamiento, manejo y solución integradora de los conflictos.
Podemos decir también que consiste en una relación, o mejor dicho en una
aptitud sintetizadora y totalizante, en la resolución de las antinomias que
surgen en su relación con la realidad" (174-175).
Así, un sujeto es sano "en
la medida en que aprehende la realidad en una perspectiva integradora, en
sucesivas tentativas de totalización, y tiene capacidad para transformarla
modificándose, a su vez, él mismo. El sujeto es sano en la medida en que mantiene
un interjuego dialéctico en el medio y no una relación pasiva, rígida y
estereotipada" (15, 155-156, 174).
Así, Pichon Rivière señala que
la "cura" se trata "no de la adaptación pasiva, aceptación
indiscriminada de normas y valores, sino del rescate en otro nivel, de la
denuncia y la crítica implícitas en la conducta desviada (enfermedad) para
establecer, a partir de allí, una relación dialéctica, mutuamente modificadora
con el medio. Este es el criterio de salud con el que operamos" (204).
Pichon Rivière indica: "se
sostiene que una persona mentalmente sana "es aquella capaz de hacer
frente a la realidad de una manera constructiva, de sacar provecho de la lucha
y convertir a ésta en una experiencia útil, encontrar mayor satisfacción en el dar
que en el recibir y estar libre de tensiones y ansiedades, orientando sus
relaciones con los demás para obtener la mutua satisfacción y ayuda, poder dar
salida a cierto monto de hostilidad con fines creativos y constructivos y
desarrollar una buena 'capacidad de amar'" (85). "Muchos de los
problemas de la vida moderna son, en realidad, problemas de salud mental, como
miedo, inseguridad, nerviosidad, intolerancia, prejuicios, etc." (84).
Pichon Rivière insiste en que
el concepto de salud mental no es fijo ni absoluto: no es fijo porque admite
diversas gradaciones entre salud y enfermedad, y no es absoluto porque depende
de varias cosas, entre las que se destacan los factores sociales.
Al respecto, Pichon Rivière
indica que "se trata de cantidades de salud mental que a través de saltos
dialécticos transforman la cantidad en calidad, ya que la salud mental se mide
sobre todo en términos de calidad de comportamiento social y sus causas de
mantenimiento o deterioro están relacionadas con situaciones sociales como los
factores socioeconómicos, estructura de familia en estado de cambio y sobre
todo en ese índice de incertidumbre que se hace persecutorio y que perturba el
comportamiento social, ya que lo que se quiere lograr es una adaptación activa
a la realidad donde el sujeto, en la medida en que cambia, cambia la sociedad
que, a su vez, actúa sobre él en un interjuego dialéctico en forma de espiral,
donde en la medida en que se realimenta en cada pasaje, realimenta también la
sociedad a la que pertenece. Aquí está el error más frecuente al considerar que
un paciente está "curado" cuando es capaz de apenas cuidar su aseo
personal, adoptar buenas maneras y sobre todo no dar muestras de rebeldía. Este
último sujeto, desde ya, con su conducta pasiva y parasitaria, sigue afiliado a
la alienación" (40).
TAREA
En general, es el conjunto de acciones que se ejecutan
para alcanzar un fin u objetivo. En particular, es el momento en el acontecer
de un sujeto o de un grupo que sigue a la pretarea, consistente en la
elaboración de las ansiedades básicas (tarea implícita) que le impiden avanzar
luego hacia la plena productividad y hacia el objetivo que el sujeto o el grupo
se había propuesto alcanzar (tarea explícita).
1. Concepto.- "La noción de tarea en la concepción de psicología social que
tratamos de propugnar permite una ubicación frente a la patología y a su vez
una estructuración de líneas con las cuales accionar frente a ésta. Para ello
trataremos de establecer tres momentos, que son abarcados por esta noción: la
pretarea, la tarea y el proyecto". Así, pretarea, tarea y proyecto
constituyen los tres momentos que se presentan habitualmente cuando un sujeto o
un grupo deben enfrentar una situación de cambio (33).
2. Tarea implicita y explicita.- A partir del análisis de los textos de Pichon
Rivière, parece posible inferir que este autor distingue dos tipos de tarea:
una tarea implícita y una tarea explícita. La primera, que a veces llama
también tarea latente (143), consiste en el examen y resolución de los
conflictos que mantenían al grupo en la fase improductiva de la pretarea. A
medida que estos obstáculos se van allanando, el grupo puede entonces emprender
una tarea explícita, que consiste en cumplir los objetivos para los que el
grupo se formó (estudiar, crear una campaña publicitaria, curar, hacer un
diagnóstico institucional, construír una máquina, etc.), etapa que desembocará,
a medida que esta tarea explícita vaya cumpliéndose, en un proyecto que
trascienda el aquí y ahora grupal.
Consiguientemente, la secuencia
pretarea - tarea - proyecto se especifica mejor con la secuencia pretarea -
tarea implícita - tarea explícita - proyecto. Estas secuencias: a) no son
unidireccionales, pues un grupo en tarea puede volver en determinado momento a
la pretarea, y viceversa; y b) no existe un corte abrupto que separe esos
momentos: entre pretarea y tarea implícita, entre ésta y la tarea explícita, y
entre ésta y el proyecto hay una continuidad o un gradualismo. Por ejemplo, a
medida que el grupo va cumpliendo su tarea explícita, comienza a emerger un
proyecto.
El análisis de la articulación
entre tarea implícita, tarea explícita y proyecto es abordado por Pichon
Rivière cuando indica, por ejemplo, que "la tarea es el ámbito de la
elaboración de los cuatro momentos de la función operativa: la estrategia, la
táctica, la técnica y la logística. Después de haber elaborado la estrategia
operativa en el mundo interno y sobre la base de dicha planificación, el sujeto
puede orientar la acción ('proyecto', como emergente de la tarea)" (129-130).
Esto mismo es también aplicable
al grupo: "si todo el grupo ha elaborado estos cuatro 'momentos' y los
instrumenta en su mundo interno y lo juega en su 'cancha interna' podrá también
jugar en la 'cancha externa' (mundo, realidad), por haber estructurado una
estrategia operativa sobre la base de dicha planificación previa que orienta la
'acción'".
"Al externalizar la
estrategia, ésta se convierte en 'táctica'; de acuerdo con el instrumento con
el cual opere, estará utilizando una 'técnica'. En el momento en que puede
evaluar su potencialidad en comparación con la del adversario (logística),
logrará una óptima operatividad. El equipo entonces será perfecto,
transformándose así en un 'grupo operativo'; y si a esto se le suman los tres
principios básicos que rigen la estructura de todo grupo humano: la
'pertenencia', la 'cooperación' y la 'pertinencia', obtendremos el modelo más
operativo de un grupo, capaz de lograr un éxito sobre la base de la
planificación previa" (127).
En otros párrafos, Pichon
Rivière retoma esta articulación entre tarea implícita y tarea explícita cuando
señala que "todo grupo se plantea explícita o implícitamente una tarea, la
que constituye su objetivo o finalidad. La tarea, la estructura grupal y el
contexto en el que se relacionan tarea y grupo constituyen una ecuación de la
que surgen fantasías inconcientes, que siguen el modelo primario del acontecer
del grupo interno. Entre estas fantasías algunas pueden funcionar como
obstáculo en el abordaje del objeto de conocimiento y distorsionantes en la
lectura de la realidad, mientras que otras actúan como incentivo del trabajo
grupal".
"El enfrentamiento de
ambos tipos de fantasías inconcientes proyectadas en el grupo producirán las
situaciones de conflicto características de la tarea grupal. El esclarecimiento
de dichas fantasías inconcientes, así como la resolución dialéctica del dilema
que dio origen al conflicto, constituyen la tarea latente del grupo,
inaugurándose entonces la posibilidad de la creación. En ese momento el creador
se hace cargo de su fantasía inconciente, como estructura-función y puede
construír una estrategia, una táctica, una técnica y una logística para el
abordaje de la realidad [la tarea explícita]" (143).
Donde más claramente Pichon
Rivière expresa la relación entre tarea implícita y explícita, es, sin embargo,
cuando hace referencia a la técnica de los grupos operativos, la cual "se
caracteriza por estar centrada en forma explícita en una tarea que puede ser el
aprendizaje, la curación (en este sentido abarca los grupos terapéuticos), el
diagnóstico de las dificultades de una organización laboral, la creación
publicitaria, etc. Bajo esa tarea explícita subyace otra implícita, que apunta
a la ruptura, a través del esclarecimiento, de las pautas estereotipadas que
dificultan el aprendizaje y la comunicación, significando un obstáculo frente a
toda situación de progreso o cambio" (152-153).
Tal vez, la confusión entre
tarea implícita y explícita aparece cuando se da la circunstancia excepcional
de un grupo que se propone como tarea explícita llevar a cabo la tarea
implícita. Tal el caso, por ejemplo, de un grupo que se forma con la expresa
finalidad de resolver los miedos que le impedirán luego abordar, o no, alguna
tarea explícita.
3. La tarea implícita.- La tarea implícita apunta a romper pautas
estereotipadas que dificultan el cambio y el progreso, y consiste en la
elaboración del miedo a perder la estructura existente (ansiedad depresiva) y
el miedo al ataque de la nueva situación (ansiedad paranoide) (153).
La unidad de trabajo en la
tarea implícita está constituída por: a) el material que aporta el portavoz, b)
la interpretación de dicho material, y c) el nuevo emergente como respuesta a
esa interpretación. En efecto, "la respuesta del sujeto [a la
interpretación del terapeuta] será retomada en ese diálogo como emergente, como
signo que nos remite nuevamente a ese acontecer, que es el hilo que nos permite
comprender y cooperar con él en la modificación de su percepción del mundo y
las formas de su adaptación a la realidad" (183). En suma, el emergente
son las nuevas conductas grupales que testimonian que la interpretación ha
hecho efecto y que posibilitan que el grupo encare su tarea explícita, es
decir, la tarea que el grupo se propuso como meta, aquello para lo cual el
grupo se formó. Precisamente, la tarea implícita es el trabajo de identificar y
superar los distintos obstáculos tanto individuales como grupales y que impiden
al grupo alcanzar la tarea explícita.
Pichon Rivière ha trabajado más
sobre la tarea implícita que sobre la explícita de los grupos. La denominación
'implícita' no alude al hecho de ser una tarea que pase inadvertida para los
integrantes del grupo, o que éste la realice sin 'darse cuenta', sino al hecho
de que es una tarea cuya finalidad es el abordaje de lo implícito inconciente
(conflictos, fantasías, miedos, resistencias, etc.) para hacerlo explícito o
conciente (35) mediante la interpretación. Así, en suma, la tarea implícita
sería el abordaje de lo ímplicito, mientras la tarea explícita el abordaje de
lo explícito (finalidad que el grupo se propuso alcanzar).
Lo que se trata de lograr en la
tarea implícita, y en el caso particular de un proceso terapéutico corrector,
es que los pacientes puedan quedar en condiciones de hacer una adaptación
activa a la realidad, asumir nuevos roles con mayor responsabilidad con el
abandono progresivo de los roles anteriores, y, a nivel grupal, que los
sentimientos básicos de pertenencia, cooperación y pertinencia puedan
conjugarse armónicamente en el logro de una gran productividad (138).
A veces, finalmente, Pichon
Rivière se refiere a la tarea implícita con la simple denominación de tarea,
como cuando indica que por tarea debemos entender "el abordaje y
elaboración de los miedos que configuran la resistencia al cambio, rompiéndose
así una pauta estereotipada y disociativa que funciona como factor de
estancamiento en el aprendizaje de la realidad o punto disposicional de la
enfermedad" (204).
TELE
La telé es uno de los seis vectores o fenómenos
universales de los grupos (ver Vector), y es definido por Moreno como la
disposición positiva o negativa para trabajar con un miembro del grupo.
Configura así el clima grupal, que puede traducirse como transferencia positiva
o negativa del grupo con el coordinador, y de los miembros entre sí (154-155).
1. Concepto.- En todo grupo existe siempre un clima afectivo, una determinado
disposición de sus miembros a encarar la tarea o no, a aceptar o a rechazar a
los otros integrantes o al mismo coordinador porque 'les cae bien' o 'les cae
mal', lo cual a su vez se funda en un fenómeno transferencial.
No debe confundirse la telé con
la cooperación, que es otro de los vectores grupales: mientras la telé es la
disposición para trabajar con otros y encarar una tarea, la cooperación es la
contribución efectiva que se realiza o no. Si no hay una disposición a trabajar
con otros, si el otro no me 'cae bien' (telé), se dificultará la posibilidad de
trabajar efectivamente con él (cooperación).
En la medida en que la telé
incluye el clima afectivo grupal, también incluirá las ansiedades básicas
(depresiva y paranoide), siempre presentes aunque con intensidades diferentes
según cada momento, y coexistentes y cooperantes en tiempo y espacio.
"Esto implica para el operador que cuando detecta en la situación grupal
uno de esos dos miedos como lo manifiesto, su interpretación incluirá al otro
como lo subyacente" (155).
TOFRANIL
Droga antidepresiva empleada en psicoterapia individual y
grupal, y utilizada por Pichon Rivière con el objetivo principal de
"facilitar la 'movilización' de estructuras y pautas estereotipadas que se
presentan y operan con las características de 'resistencias' al progreso del
proceso terapéutico" (45).
1. Concepto.- Las ansiedades frente al cambio o al aprendizaje, depresivas y
paranoides, promueven la estructuración del estereotipo, situación que Pichon
Rivière suele ilustrar mediante la expresión "más vale pájaro en mano que
cien volando".
Ahora bien: "el monto de
ansiedad predominantemente 'depresiva' sería el responsable de la 'pauta'
estereotipada de conducta anormal. La 'ansiedad ante el cambio', hecho posible
por la acción específica del esclarecimimiento, provoca por otro lado la
'resistencia al cambio', que se denomina en términos generales reacción
terapéutica negativa. 'El Trofranil obra bajando el monto de agresión, de
ansiedad, de ambivalencia y de culpa'. De esta manera su acción posibilita un
cambio producido por el esclarecimiento del campo de trabajo. Se produce la
apertura de un círculo vicioso anterior, 'creándose las condiciones' para la
emergencia de una espiral dinámica de aprendizaje y comunicación. La
transferencia negativa disminuye (al disminuír la hostilidad) y la tarea entre
paciente y psicoterapeuta se orienta hacia un grado de mayor integración. 'La
vivencia de monotonía o estereotipia se hace conciente en su estructura y
motivaciones'. Se observa un gran progreso en el 'insight' y el paciente llega
a vivenciar la entrada en una posición depresiva necesaria a todo tratamiento
realmente eficaz. De distintas maneras expresa que 'siente que cosas dispersas
comienzan a juntarse, que cobran vida y ahora las entiende mejor'
(integración)" (50).
Pichon Rivière cita el caso
prototípico de una mujer de 35 años que consulta por depresiones periódicas, siendo
tratada al comienzo con insulina y electroshock. Bajo tratamiento
psicoanalítico, la depresión se acentúa y el proceso terapéutico se torna
difícil. Luego de tomar 8 grageas de Tofranil, se siente cambiada, "como
si no pudiera seguir estando triste". A la semana la paciente se halló
prácticamente recuperada y con la vivencia de haber comprendido (insight)
muchas cosas. "Diríase que súbitamente, 'hubiera cristalizado' el efecto
de 'cinco meses de tratamiento psicoanalítico'. La enferma tomó en total 100
grageas de Tofranil" (51).
El Trofanil fue también
empleado de una manera instrumental y situacional en los grupos, donde "es
administrada a todo el grupo con el objeto de disminuír el 'estado de tensión
grupal' proveniente de la situación depresiva, estereotipada" (53). La
droga "favorece la ruptura del estereotipo y, por la acción del
esclarecimiento psicoterapéutico, el grupo se integra tomando ahora la
característica de una estructura funcional" (55).
La administración de Trofranil
a 'todo el grupo familiar' al mismo tiempo, "tiene por finalidad disminuír
y fraccionar la ansiedad, haciendo más posible la ruptura del estereotipo
familiar y la transformación de este grupo rígido no operante en un grupo
flexible, plástico, operativo, que toma ahora por tarea concreta la curación de
la enfermedad del grupo en ocasión de la emergencia de ésta en uno de sus
integrantes" (54).
2. Acción.- Pichon Rivière y su equipo investigaron la acción de esta droga
teniendo como marco de referencia la teoría de la enfermedad única, que
reconoce su origen en la situación depresiva básica. El Tofranil permite así
luchar contra las ansiedades depresivas y los 'estereotipos configurados' como
defensa.
H. Azima, en 1950, ha estudiado
en particular las modificaciones psicodinámicas provocadas por el Tofranil,
tratando de encontrar una explicación de sus efectos. Observó lo siguiente: 1)
Un cambio en la dirección de las preocupaciones, que pasan de los objetos
internos a los objetos externos. 2) Una disminución del sentimiento de culpabilidad.
3) Una orientación diferente de los impulsos agresivos y en ciertos casos su
liberación bajo la forma de explosiones agresivas. 4) Una reorganización
secundaria de las cargas de objeto. 5) Euforia y conducta hipomaníaca en
pacientes clasificados como maníacos depresivos. 6) Necesidad de cierta
intensidad de la depresión para la obtención de estos efectos; las ligeras
manifestaciones depresivas no son influídas por el Tofranil. 7) Disminución de
la necesidad de beber alcohol. 8) Un cambio centrado únicamente sobre el estado
depresivo. 9) Ninguna modificación de las características básicas de la
personalidad, anteriores al estado depresivo.
"Apoyado en estas
observaciones, Azima pone en evidencia una mutación del equilibrio de la
agresividad en relación al superyó. Esta reorganización trae como consecuencia
una sedación del estado depresivo, pero este cambio en el equilibrio
psicodinámico parece ser transitorio y necesita, además, para producirse, una
cierta intensidad de depresión. El Tofranil representa hasta ahora [1960] el
único timoléptico que, al mantener el humor y elevar el impulso vital,
desarrolla una acción selectiva sobre el 'núcleo central' de la depresión, sin
los efectos de un sedante o de un estimulante o euforizante" (49).
TRANSFERENCIA
"Proceso de adjudicación de roles inscriptos en el
mundo interno de cada sujeto. La transferencia debe ser entendida como la
manifestación de sentimientos inconcientes que apuntan a la reproducción
estereotipada de situaciones, característica de la adaptación pasiva"
(193), por lo que tales manifestaciones deberán ser decodificadas a través de
la interpretación.
1. Concepto.- La transferencia es un proceso por el cual el sujeto adjudica a otro
sujeto distintos roles según sus modelos internos, proceso en el cual se hará
manifiesta su distorsión en la lectura de la realidad.
La transferencia consiste
entonces en una "conducta réplica", en una "analogía
emocional", en un "como si" (193), y debe ser entendida como la
"manifestación de sentimientos inconcientes que apuntan a la reproducción
estereotipada de situaciones, característica de la adaptación pasiva. Esta
reproducción está al servicio de la resistencia al cambio, de la evitación de
un reconocimiento doloroso, del control de las ansidedades básicas (miedo a la
pérdida, miedo al ataque)" (193).
"Lo transferido serían
fantasías incluídas en el establecimiento de los vínculos tempranos. Dichas
fantasías, por obra de los procesos transferenciales, determinarían las
modalidades en el establecimiento de los nuevos vínculos, produciéndose lo que
Freud denomina falsa conexión" (193).
Cuando el sujeto interactúa con el
terapeuta o con los demás integrantes del grupo, se ve ante la alternativa de
reestructurar sus vínculos anteriores para generar uno nuevo. Frente a esta
exigencia emergen entonces el miedo a perder los vínculos pasados y el miedo al
ataque de la nueva situación, en la que el sujeto no se siente instrumentado.
Estos dos miedos o ansiedades configuran una situación de resistencia al cambio
que se manifiesta como un estereotipo -la relación transferencial-, que intenta
reproducir los 'viejos' vínculos transfiriéndolos a las personas con las que
interactúa en el aquí y ahora (193).
2. Los sujetos de la transferencia.- ¿Quiénes son los sujetos con
los cuales se establece la transferencia? Pichon Rivière responde esta cuestión
siguiendo los lineamientos de Ezriel, basados a su vez en Freud: en un contexto
grupal, "la situación transferencial no es específica de la relación
terapéutica, y en mayor o menor grado se da en cada ocasión en que un individuo
encuentra a otro. Nosotros hemos caracterizado este proceso como reencuentro,
determinante de la telé positiva o negativa de los integrantes de un grupo
entre sí" (194).
En un grupo se establecen así
transferencias múltiples, donde no solamente hay varios sujetos 'sobre' los que
se hace la transferencia sino también varios sujetos 'que' hacen la
transferencia, que son los portavoces: "las fantasías transferenciales
emergen tanto en relación con los integrantes del grupo como en relación con la
tarea y el contexto en el que se desarrolla la operación grupal. Las fantasías
se expresan por medio de uno o varios portavoces, quienes dan indicios que
permiten al coordinador la decodificación de la adjudicación de roles, la
confrontación del grupo con la realidad concreta" (194-195).
Para Ezriel, " la conducta
manifiesta de un sujeto contiene rasgos que representan un intento de
solucionar una tensión conciente surgida de las relaciones con objetos
inconcientes de la fantasía. Cuando varias personas se reúnen en un grupo, cada
miembro proyecta sus objetos de fantasía inconciente sobre varios miembros del
grupo, relacionándose con ellos según esas proyecciones, que se patentizan en
el proceso de adjudicación y asunción de roles" (194).
3. Transferencia y temporalidad.- En la transferencia se articulan pasado y
presente, mundo interno y mundo externo, individuo y grupo, verticalidad y
horizontalidad. Concretamente, lo que se transfieren son situaciones del pasado
y del mundo interno del individuo (verticalidad) al presente del acontecer
grupal, en el mundo externo (horizontalidad).
Pichon Rivière parte de la
consideración freudiana de 1895 acerca de que la transferencia supone el
compromiso de dos instancias temporales: pasado y presente. "En el pasado
implica el rechazo de un deseo. A esto agregamos que el rechazo se sitúa en el
ámbito de una estructura vincular, y es provocado por un sentimiento en
relación con un objeto [...]. En el presente, y en la relación con el
terapeuta, en el aquí, ahora, conmigo (como si fuera otro), se despierta el
mismo afecto que originariamente forzó al paciente a desterrar el deseo"
(192).
Característico de los fenómenos
transferenciales es la negación del tiempo y del espacio, negación que aparece
como técnica defensiva frente a la situación de cambio. "El espacio negado
sería lo que denominamos ámbito ecológico, organización significativa de
objetos o estructura referencial. La modificación dentro de la organización
significativa de objetos despierta un alto monto de ansiedad, que puede
expresarse como fantasía de destrucción, apelándose entonces a la función
reproductora e inmovilizadora del estereotipo".
"Este fracaso del
aprendizaje determina la imposibilidad del sujeto de reconocerse como temporal,
de ubicarse en un aquí y ahora en relación con un pasado y un proyecto que
incluye la propia muerte" (193-194).
Por último, una vez señalada la
relación del pasado con el sujeto y del presente con el acontecer grupal, y una
vez que se ubicó la interpretación como una confrontación entre el pasado y el
presente, Pichon Rivière juzga necesario preguntarse acerca de la historia del
grupo. "¿Qué es lo arcaico en el grupo? Sólo podemos responder a éstas
preguntas, analizando la relación dialéctica de individuo-grupo, que como
oposición dilemática constituyó un verdadero obstáculo epistemológico en la
construcción de las teorías grupales".
"Rickman sostiene que los
grupos como entidades carecen de historia, entendida la historia en términos de
infancia, de alternativas de los procesos de desarrollo. Nos interesa señalar,
sin embargo, que el conocimiento de las fuerzas que operan en el grupo, de la
génesis de muchas de ellas, sólo puede lograrse por una tarea
"arqueológica", por la reconstrucción de una prehistoria grupal
configurada por las fantasías básicas de los sujetos, expresión a su vez de
ansiedades básicas que emergen ante la situación de cambio por la tarea"
(195).
4. La interpretación de la transferencia.- Los indicios de las distintas adjudicaciones de
roles que hace el sujeto en la transferencia "deben ser decodificados, y
en esa decodificación consiste la interpretación: es decir, la transformación
de lo implícito, de lo inconciente en conciente" (193). La interpretación
apunta a producir una reestructuración de los vínculos frente a la nueva
situación, la de aquí y ahora, que no es la misma situación que la de 'allá y
entonces'.
Más concretamente, los roles
que, en el proceso transferencial, le adjudica el sujeto al terapeuta "no
serán actuados [por éste] sino retraducidos (interpretados) en una
conceptualización o hipótesis acerca del acontecer inconciente de su
paciente" (183).
"La técnica de grupo
operativo implica el análisis de los aspectos referentes a la transferencia en
el grupo, que se expresa a través de un portavoz, quien expresa algo en
relación (vínculo positivo o negativo) con el coordinador, y que en un primer
periodo [puede ser] dispersa, escindida en pedazos, caótica, débil, inestable y
que a medida que progresa la tarea del grupo va mostrando mayor cohesión"
(137).
Interpretar "es iluminar
el carácter transferencial de los contenidos que se manifiestan como conductas
inadecuadas. Es confrontar dos tiempos: el arcaico de las fantasías, y el aquí
y ahora, el presente de la situación del grupo. Esa confrontación temporal y la
desocultación del "como si" transferencial acompañada de
señalamientos de las ansiedades operantes permiten a partir del 'insight' la
modificación de la actitud reproductora por la creativa del aprendizaje, de la
lectura operativa de la realidad" (195).
La interpretación, así, deberá
incluír la verticalidad del pasado individual, con la horizontalidad del
presente grupal, porque la interpretación "es una hipótesis, formulada a
partir de lo explícito, acerca del acontecer implícito; lo vertical del
portavoz que le permite asumir el rol y lo horizontal del grupo. Muchas veces
esa horizontalidad, acontecer grupal, sólo puede ser decodificada por la
sumación de lo verbalizado o actuado por varios portavoces" (196).
TRANSFERENCIA RECIPROCA
"Conjunto de reacciones inconcientes del operador
frente al grupo, la tarea y los procesos transferenciales que en él se
cumplen" (197). Su análisis es muy valioso en el contexto de la técnica
del grupo operativo.
1. Concepto.- La
transferencia recíproca, a la que Pichon Rivière juzga inadecuado denominar
'contratransferencia', constituye, en el contexto de un grupo operativo,
"un elemento de trabajo de inestimable valor, ya que alimentará en el
operador la capacidad de fantasía para establecer hipótesis acerca del
acontecer implícito del grupo" (197). La técnica del grupo operativo
incluye el análisis de la contratransferencia, ya que "la actitud del
coordinador, que puede ser autocrática, 'laissez-faire', democrática o
demagógica, condiciona las reacciones del grupo frente a él" (137).
VECTOR
Cada una de las categorías que describen los fenómenos
grupales, y mediante las cuales es posible evaluar su funcionamiento. Los
vectores son seis: pertenencia, cooperación, pertinencia, comunicación,
aprendizaje y telé (154, 187).
1. Concepto.- Indica Pichon Rivière que "la constatación sistemática y reiterada
de ciertos fenómenos grupales, que se presentan en cada sesión, nos ha
permitido construír una escala de evaluación básica, a través de la
clasificación de modelos de conducta grupal" (154). Esta escala o
categorización de los fenómenos grupales está constituída por seis vectores.
Un vector es ante todo una
herramienta diagnóstica, un indicador que muestra cómo está funcionando un
grupo en determinado momento. Por ejemplo, si se encuentra o no en la fase de
la pretarea, de la tarea, etc.
Originalmente, la idea de
vector proviene de la matemática y la física, donde designa una forma de
representar magnitudes que poseen una determinada intensidad, dirección y
sentido. De la misma manera, los aspectos de una conducta grupal tiene también
una determinada intensidad (la cooperación puede ser más o menos intensa) y una
cierta dirección y sentido que variará de acuerdo a si el grupo se encuentra en
pretarea o en tarea, etc. Por ejemplo, a medida que el grupo pasa de la
pretarea a la tarea, van cambiando la dirección y sentido de los diferentes
vectores o indicadores grupales: el antagonismo se orienta hacia la
colaboración (vector cooperación), la mala disposición a relacionarse con los
otros vira hacia una mejor disposición (vector telé), la comunicación pasa de
ser unidireccional y rígida para ser multidireccional y flexible (vector
comunicación), de la adaptación pasiva se pasa progresivamente a una adaptación
activa (vector aprendizaje), etc.
Podríamos comparar el
funcionamiento grupal con el funcionamiento del motor de un automóvil, y los
vectores con los indicadores del tablero del conductor, en el sentido de que
las diferentes posiciones de las distintas agujas indican cómo está funcionando
el motor en ese momento. De la misma manera, el coordinador evaluará el
funcionamiento grupal categorizando los diferentes fenómenos grupales que
observa a partir de los seis 'relojes' llamados vectores. Esto a su vez le
servirá como punto de referencia para construír interpretaciones (154).
En efecto, "el
esclarecimiento y manejo operativo de los vectores de pertenencia, cooperación,
pertinencia, comunicación, aprendizaje y telé permitirán a la unidad grupal el
abordaje de las ansiedades desencadenadas por las situaciones de cambio"
(188).
2. Otros universales.- Además de los seis vectores mencionados,
Pichon Rivière describe lo que él llama otros 'universales grupales', o
'situaciones universales' que es posible constatar en los grupos, que rigen su
vida, y hacia los cuales el coordinador de un grupo operativo deberá orientar
sus interpretaciones (159).
Entre estos universales podemos
consignar los siguientes (156): a) las fantasías de enfermarse, de tratarse y
de curarse, así como la situación triangular sostenida por la teoría del
vínculo; b) los sentimientos de inseguridad e incertidumbre ligados a las
ansiedades básicas, y en particular a las situaciones de pérdida; c) el
'secreto grupal', muy ligado al 'misterio familiar'.
Respecto de éste último,
"una vez iniciado el proceso corrector, resulta muy frecuente que, tras
algunas sesiones de grupo familiar, haga eclosión un conflicto que, conocido
por todos, era mantenido en silencio. Este conflicto silenciado, secreto, se
había convertido, con la complicidad explícita o implícita de los integrantes,
en un 'misterio familiar', generador de ansiedades, provocándose así una
ruptura en la comunicación. El carácter misterioso (peligroso) de esta
situación se ve permanentemente realimentado por esa 'conspiración del
silencio'. La familia vive el enfrentamiento del conflicto, la desocultación,
como una catástrofe y se resiste al esclarecimiento" (70). Además, ese
acontecimiento secreto, sea cual fuera su significado real, se carga con
sentimientos y fantasías de culpabilidad (156).
Estos misterios no esclarecidos
(lo que Freud llamaba la 'novela familiar') fueron, precisamente, una de las
razones que determinaron en Pichon Rivière su vocación por las Ciencias del
Hombre (8).
VINCULO
Estructura compleja de interacción constituída por dos
personas físicas (dimensión intersubjetiva) y un tercero fantaseado y
proyectado sobre el otro (dimensión intrasubjetiva). El vínculo se va
construyendo dialécticamente a partir del nacimiento, y sus posteriores
vicisitudes pueden desembocar en un vínculo sano, que permite la adaptación
activa a la realidad y una realimentación dialéctica entre sujeto y medio, o en
un vínculo enfermo caracterizado como un circuito cerrado, viciado por la
estereotipia (10-11, 14-15).
1. Concepto.- El vínculo es una situación bicorporal y tripersonal (14, 156), donde
el tercero es el ser fantaseado proyectado en el otro. Cuando dos personas
físicas -dos cuerpos- interactúan hay una relación interpersonal pero aún no un
vínculo. Para que éste se constituya debe estar incluído el tercero aludido. El
vínculo es así un concepto más amplio que el de relación de objeto, pues es
entendido como una estructura compleja -que Pichon Rivière llama a veces
estructura vincular- donde interjuegan dialécticamente un sujeto, un objeto,
fantasías inconcientes y un tercero proyectado en el otro.
La teoría del vínculo es un
aporte original de Pichon Rivière que le ha permitido construír una psicología
social a partir del psicoanálisis, desprenderse de la estrecha concepción
instintivista del hombre, y planteando a éste, ante todo, como un ser social en
permanente interjuego dialéctico con la realidad. Pichon Rivière sustituye así
la noción freudiana original de relación de objeto por la de vínculo, nocion
cuyo estudio será el centro de toda la teoría de la salud y la enfermedad
planteada por Pichon Rivière (15).
2. Vínculo externo y vínculo interno.- En un curso dictado por Pichon Rivière en 1956-57 (*),
el autor destaca que no es lo mismo una relación de objeto que un vínculo,
debiéndose considerar a este último como un tipo particular de relación de
objeto.
Así, “podemos definir el vínculo como una relación particular con un
objeto; de esta relación particular resulta una conducta más o menos fija con
ese objeto, la cual forma un pattern, una pauta de conducta que tiende a
repetirse automáticamente, tanto en la relación interna como en la relación
externa con el objeto… Podemos decir que lo que más los interesa desde el punto
de vista psicosocial es el vínculo externo, mientras que desde el punto de
vista de la psiquiatría y del psicoanálisis lo que más nos interesa es el
vínculo interno, es decir, la forma particular que tiene el yo de relacionarse con
la imagen de un objeto colocado dentro de uno. Ese vínculo interno está
entonces condicionando aspectos externos y visibles del sujeto constituyendo su
carácter, es decir, su manera habitual de comportarse dada por un vínculo más o
menos estable y permanente” (Pichon Rivière, 1992:35-36).
3. Génesis y vicisitudes del vínculo.- Una manera de comprender la
idea de vínculo sostenida por Pichon Rivière es describiendo su génesis y sus
vicisitudes a lo largo de la vida. Con fines simplemente didácticos, proponemos
distinguir tres etapas en este proceso.
a) Configuración inicial.- A
partir de los primeros días de vida, el lactante establece relaciones con
objetos, relaciones que podrán gratificarlo o frustrarlo y estableciéndose así
una primera configuración vincular, designada respectivamente como 'vínculo
bueno' o 'vínculo malo' (10-11). La necesidad es el fundamento motivacional del
vínculo, pues es sobre la base de las necesidades del bebé que éste establece
aquellas relaciones intersubjetivas. Dichas necesidades tienen desde un
comienzo "un matiz e intensidad particulares, en los que ya interviene la
fantasía inconciente" (10). La relación entre sujeto y objeto no es
entonces puramente objetiva, sino que está teñida por las fantasías
inconcientes que alimenta el sujeto en relación a su objeto.
b) Internalización.- A medida
que el niño interactúa con su objeto (por ejemplo, la madre), va internalizando
la estructura relacional, o sea el vínculo adquiere, además de la dimensión
intersubjetiva, otra dimensión intrasubjetiva. O si se quiere, además de un
vínculo externo se establece también un vínculo interno (vínculo
internalizado). Este pasaje o internalización "tendrá características
determinadas [de acuerdo] con el sentimiento de gratificación o frustración que
acompaña a la configuración inicial del vínculo" (10-11), es decir, podrán
internalizarse vínculos buenos o vínculos malos. Nótese que para Pichon Rivière
no se internalizan objetos, sino vínculos, es decir formas particulares de
relacionarse con el objeto.
c) Evolución ulterior.- Una vez
constituído el vínculo como situación bicorporal y tripersonal, éste podrá
seguir diferentes evoluciones, de acuerdo a la intensidad de los miedos básicos
implicados en la estructura vincular. Estas diferentes evoluciones son,
simplificadamente, la constitución de un vínculo enfermo o bien la constitución
de un vínculo sano, que no deben ser confundidos, respectivamente, con el
vínculo malo y el vínculo bueno. De hecho, Pichon Rivière llega a proponer, por
ejemplo, una 'patología del vínculo bueno' (16), vale decir, la posibilidad de
que un vínculo bueno pueda enfermarse.
Un vínculo sano es aquel en el
cual el yo ha logrado técnicas exitosas para el control de lo malo y la
preservación de lo bueno, cosa que no sucede en el vínculo enfermo, donde el
gran monto de los miedos o ansiedadess básicas impide la instrumentación de
aquellas técnicas eficaces.
Como mecanismo de interacción
que es, el vínculo es una Gestalt de la cual surgirá, en condiciones normales,
el instrumento adecuado para aprehender la realidad de los objetos. "El
vínculo configura una estructura compleja, que incluye un sistema transmisor -
receptor, un mensaje, un canal, signos, símbolos y ruido. Según un análisis
intrasistémico y extrasistémico, para lograr eficacia instrumental es necesaria
la similitud en el ECRO del transmisor y del receptor; al no ser así, surge el
malentendido" (14-15).
Vayamos ahora a las
características del vínculo enfermo. Normalmente, el vínculo es una estructura
compleja de interacción que no es lineal sino espiral, ya que a cada vuelta hay
una realimentación del yo y un esclarecimiento del mundo. "Cuando esta
estructura se estanca por el monto de los miedos básicos, se paralizan la
comunicación y el aprendizaje, y estamos en presencia de una estructura
estática y no dinámica que impide una adaptación activa a la realidad"
(28).
Una razón importante de este
estancamiento característico del vínculo enfermo es el modo peculiar de
funcionamiento del tercero condicionado por la intensificación de los miedos
básicos, entendiendo por tercero a ese objeto fantaseado interno con el cual el
sujeto constituyó un vínculo interno y que proyectará luego afuera. Este
tercero funciona como ruido (con lo que impide la comunicación), y como
obstáculo epistemológico (con lo que impide el aprendizaje) (156). En efecto,
"el perturbador de todo el contexto de conocimiento es el tercero, cuya
presencia a nivel del vínculo y del diálogo condiciona los más graves
disturbios de la comunicación y del aprendizaje de la realidad" (14).
Un ejemplo sencillo puede ilustrar esta
situación. Frente a una situación de aprendizaje, un alumno instrumenta dos
vínculos: un vínculo externo con el profesor, y un vínculo interno con una
figura buena o mala. Cuando el profesor empieza a ser más exigente, el alumno
intensifica sus miedos básicos: el temor a que le desestructuren lo ya
aprendido (miedo a la pérdida) y el temor a la nueva situación y el nuevo
conocimiento (miedo al ataque). Tales miedos pueden alcanzar una gran intensidad,
y el vínculo malo interno, así actualizado, es proyectado hacia el exterior
sobre el profesor, quien entonces se convierte en un personaje terrorífico (el
tercero).
De ello surgen al menos tres
consecuencias importantes: 1) habrá un dificultad para aprender, ya que el
miedo sólo puede paralizar. Este aprender se refiere tanto al tema de la
materia que el profesor dicta, como al aprendizaje de una relación más realista
con él; 2) habrá una dificultad en la comunicación del alumno con el profesor,
es decir, no se van a poder entender (el malentendido a que hace referencia
siempre Pichon Rivière), de la misma forma en que no nos entendemos con alguien
'bueno' a quien creemos 'malo', o con alguien 'bienintencionado' a quiene
creemos 'malintencionado'; 3) habrá una visión deformada del profesor por parte
del alumno, ya que al estar cargado el vínculo con los miedos básicos, no podrá
éste tener una visión más objetiva de la realidad. Se ha establecido así un
circuito cerrado que impide una realimentación dialéctica, un circuito abierto
que permita una lectura más objetiva de la realidad y, consecuentemente, una
acción más eficaz sobre ella.
4. Vínculo normal y vínculo patológico.- En otro texto (*), Pichon Rivière amplia su
distinción entre vínculos normales y patológicos. Entre estos últimos se
encuentran, por ejemplo, el vínculo paranoico, el depresivo, el obsesivo, el
hipocondríaco y el histérico, entre otros: “el vínculo paranoico se caracteriza
por la desconfianza y la reivindicación que el sujeto experimenta con los
demás. El vínculo depresivo se caracteriza por estar permanentemente teñido de
culpa y expiación, en tanto que el vínculo obsesivo se relaciona con el control
y el orden. El vínculo hipocondríaco es el que el sujeto establece con los
otros a través de su cuerpo, la salud y la queja. El vínculo histérico es el de
la representación, siendo su característica principal la plasticidad y la
dramaticidad. Detrás de la representación se expresa una fantasía que está
actuando por debajo, o sea que el paciente está queriendo decir algo, está
representando algo con su sintomatología” (Pichon Rivière E, 1992:22-23).
Una manera de diferenciar el vínculo normal y el patológico es
caracterizando al primero como racional y al segundo como irracional.
5. Vínculo racional y vínculo irracional.- Pichon Rivière entiende lo racional y lo irracional
como grado de esclarecimiento o de conocimiento conciente de la naturaleza del
vínculo. Así, “decimos que una relación es objetal y racional cuando es
concientemente conocido y concientemente administrada. Pero al mismo tiempo
sabemos que ese vínculo que llamamos racional está genéticamente ligado a
vínculos irracionales. La transformación de lo irracional en racional puede
realizarse en términos de espiral, como una transformación dialéctica, es decir
que cantidades de irracionalidad se transforman en cualidades de racionalidad a
medida que el proceso psicoanalítico avanza. La finalidad de la psicoterapia es
volver racional un vínculo irracional, porque la neurosis suele definirse por
la predominancia de un vínculo irracional que es operante en la práctica y en
la praxis de ese sujeto en su relación con el mundo” (Pichon Rivière E,
1992:58).
(*) Pichon Riviere E (1992), Teoría del vínculo. Buenos Aires: Nueva
Visión. El material incluído en este libro, seleccionado y revisado por
Fernando Taragano, tiene su origen en el Curso dictado por Pichon Rivière en la
sede de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), entre 1956 y 1957. Fue
organizado en 12 capítulos, que corresponden a las 12 clases dictadas en el
mencionado curso.
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