Podemos dividir nuestra mente en procesos conscientes, los menos, y procesos automáticos, basados en nuestra educación y los condicionantes a los que hemos sido expuestos en nuestra vida. Los procesos automáticos los podemos dividir en dos grandes grupos. Están los que controlan nuestro cuerpo como la respiración, el latido de nuestro corazón o la necesidad de sudar para equilibrar la temperatura de nuestro cuerpo.
También están nuestros comportamientos más básicos, esto es, nuestra forma de reaccionar ante distintas circunstancias, nuestros automatismos, nuestros esquemas mentales, creencias y demás circunstancias que condicionan nuestra forma de ser, fruto de nuestra historia como personas.
La psicología sugestiva actúa sobre este segundo grupo y nos ayuda a remodelar aquello que no nos causa satisfacción o nos causa sufrimiento.
La psicología Sugestiva actúa sobre nuestra mente automática modificando formas de ser que nos disgustan. Es verdad que no podemos ser cualquier cosa, pero también es verdad que podemos llegar a ser muy distintos a nuestra auto imagen actual. ¿o no conoce a nadie que haya tenido una evolución importante durante su vida? La psicología sugestiva permite elegir conciente mente el cambio y acelerar el mismo.
Esta rama de la psicología se centra en la sugestión mediante grabaciones que mezclan música relajante y mensajes para nuestro cerebro “automático”. Se nutre de sabiduría antigua y moderna. Una de sus predecesoras es la meditación, practicada durante los últimos 2.500 años.
La meditación centra sus esfuerzos en la comprensión del funcionamiento de tu propia mente y el mantenimiento de un estado de calma.
Otra de sus fuentes es la autohipnosis, la capacidad de alcanzar estados de relajación profunda en la que nuestra mente conciente da paso a nuestra mente automática. Y por último en modernas técnicas de control mental procedentes de los descubrimientos sobre nuestro cerebro realizados en los últimos 15 años.
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